¿Por qué no hay VAR en el fútbol femenino en España?
La tecnología del arbitraje todavía no se ha instalado en la primera división femenina.

El 12 de agosto del 2018, fue la primera vez que se utilizó el VAR en España. Ocurrió en la final de la Supercopa española que enfrentó al Sevilla y al Barcelona. Ya ha llovido desde entonces y el VAR -siempre discutido- se ha convertido en un elemento más del juego. Sin embargo, su presencia en el fútbol femenino español - a pesar de los avances que ha experimentado en los últimos años- es inexistente.
Ya han sido unas cuantas jugadoras las que han mostrado su descontento con el asunto y que consideran necesaria la implantación del VAR para el desarrollo de la máxima división del fútbol femenino español. Entre ellas, Virginia Torrecilla, Lola Gallardo, Mapi León o Aitana Bonmatí.
Aunque el VAR ya marcha por su quinta temporada -y también se implantó en la segunda división- la liga femenina se resiste. A pesar de que las árbitras ya iniciaron su formación, la temporada que viene tampoco habrá VAR en la Liga F.
La reciente profesionalización de la primera división femenina trajo consigo un patrocinio sin precedentes -la Liga F Finetwork-, la emisión de todos los partidos por DAZN o el primer álbum de cromos de su historia. Sin embargo, la implantación de la tecnología del videoarbitraje sigue siendo una de sus asignaturas pendientes.
La formación de las árbitras
El pasado 8 de febrero de 2023, todas las árbitras y asistentes de la Liga F comenzaron con su formación para la utilización de esta herramienta, siendo el primer paso para su implantación en la categoría.
La formación, que tuvo lugar en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, consta de tres fases. La primera de ellas se basa en la teoría. En la segunda, se practica con simuladores en los que tienen que tomar decisiones reales en base al VAR, como si de un partido real se tratase. Por último, esa segunda fase se traslada a partidos amistosos en los que ya tienen que actuar en directo.
Cabe recordar que desde la temporada 2017/18, todas las árbitras de la Liga F son mujeres. Se trataba de un proyecto impulsado por el CTA y liderado por Marisa Villa, primera mujer colegiada en el fútbol español, exasistente internacional y coordinadora de la sección femenina del citado organismo.
Hasta ese momento, la máxima categoría del fútbol femenino español estaba arbitrada por colegiados -hombres- de Segunda B y asistidos en las bandas por mujeres. A día de hoy, Marta Huerta de Aza es la árbitra con mayor nivel de la Liga F. Habitualmente, arbitra en Primera Federación —tercer escalón del fútbol masculino— y ejerce de cuarta árbitra en encuentros de LaLiga EA Sports.
El resto de colegiadas alternan sus partidos en la Liga F con los de Segunda Federación (sólo Olatz Rivera Olmedo y María Eugenia Gil Soriano) y Tercera Federación (equivalente a cuarta y quinta categoría del fútbol masculino, respectivamente).
Las instalaciones y los costes derivados, los grandes obstáculos
Uno de los grandes impedimentos para su implantación en el fútbol femenino español es la adaptación para su uso de las instalaciones de los clubes. Su introducción obligaría a la mayoría de los equipos a reformar sus estadios, debido a que todos los campos tienen que estar conectados con la sala VOR -que está en Las Rozas-, como sucede en la primera y segunda división masculina. Además de los costes derivados de su instalación. En algunos casos, inasumibles para los clubes de la categoría.
El Real Madrid -que disputa sus partidos en Valdebebas- sería uno de los pocos clubes que contaría con las instalaciones adecuadas. Durante la 2020/21, el Real Madrid masculino jugó sus partidos allí por las obras del Santiago Bernabéu, por lo que se vieron obligados a adecuar su ciudad deportiva a las necesidades del VAR.
El VAR en Europa
Mientras tanto, el VAR ya es una realidad en el fútbol femenino europeo. En la pasada Eurocopa, se utilizó en todos los partidos. Así como en sus rondas eliminatorias, en la pasada final de la Champions y en las del 2021 y el 2020.
Además, en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda también se implantó la tecnología del videoarbitraje, normalizando su uso en las grandes citas del fútbol femenino mundial. Este curso, al igual que el anterior, el VAR entró en juego a partir de los cuartos de final de la Champions, quedando exentos los partidos de la fase de grupos.