El fútbol femenino une a Donostia con Wisconsin: "Es algo que no encontraríamos en ningún lugar"
El norteamericano es uno de los 174 equipos femeninos que toman parte en esta edición tan especial de la Donosti Cup, de la que se cumplen 30 años desde el estreno de la categoría femenina.

La Donosti Cup está de aniversario. Se cumplen 30 años desde que la organización de dicho torneo tomara la decisión de incluir por primera vez una categoría femenina. Fueron ocho equipos, la mayoría vascos, los que participaron de aquella edición de 1994. La historia del fútbol femenino en este torneo es un relato de crecimiento y en el que, además, aparecen nombres de futbolistas que hoy día son santo y seña de este deporte como Cata Coll, Irene Paredes, Ainhoa Vicente, Amanda Sampedro, Nerea Eizagirre, Erika Vázquez, Jennifer Hermoso, Amaiur Sarriegi o Nahikari García entre otras.
Tomaron parte en aquella primera edición ocho equipos, la mayoría de ellos guipuzcoanos, pero para darle un aire más internacional se invitó a dos escuadras portuguesas de renombre: Sporting de Lisboa y Benfica. Este último equipo llegó a una recordada finalen la que se midió al Añorga. El conjunto de Rezola, de hecho, fue el primero en inscribir su nombre en el palmarés femenino. Desde entonces han pasado por Donostia la friolera de 2.000 equipos femeninos y más de 30.000 jugadoras, lo que ha convertido al torneo en un referente a nivel mundial. En la actualidad, el torneo cuenta con seis categorías femeninas y en esta edición de 2024 están participando 174 equipos, entre los cuales se encuentran los dos equipos lusos que tomaron parte en aquella primera edición.
El Sporting de Portugal está de vuelta y con ganas de repetir victoria
Tiago Mateus es uno de los entrenadores de los múltiples equipos que el Sporting de Portugal ha traído este año. "Es una gran responsabilidad y un gran honor representar al Sporting en una edición tan especial como esta. Lo sabemos y hacemos todo lo posible para honrar a este club en cada entrenamiento, en cada competición y en cada partido", reconoce el entrenador portugués, "orgulloso" de ver la manera en la que está creciendo el fútbol femenino. "Para nosotras es muy importante ir a esos torneos porque nuestro fútbol en Portugal está creciendo, pero nuestras jugadoras necesitan estímulos internacionales para seguir desarrollándose", sostiene. "Siempre que venimos a este torneo lo hacemos con la idea de desarrollarnos y también de intentar ganar tal y como sucedió el año pasado", recuerda.
"Es una gran responsabilidad y un gran honor representar al Sporting en una edición tan especial. Hacemos todo lo posible para honrar a este club en cada entrenamiento, en cada competición y en cada partido"
Entrenador del Sporting de PortugalEl objetivo no es otro que repetir gesta, siendo consciente también de que "cada vez hay mejores jugadoras y de que cada vez hay más talento. Por este motivo tenemos que seguir viajando al extranjero para comprobar el nivel que tenemos", analiza el entrenador del conjunto portugués.
Recuperar el lugar perdido para el fútbol estadounidense
El Karla Lekuona de Oiarttzun ha sido el escenario de un enfrentamiento entre dos serios candidatos al triunfo final, como son el mencionado Sporting de Portugal y el Wisconsin International de Estados Unidos. Erin Coppernoll es la entrenadora del conjunto americano que está viviendo "unos días increíbles e inolvidables". "En Estados Unidos tenemos torneos similares a este, pero venir a la Donosti Cup y ver el nivel de otros países es increíble y medirte a una institución, por ejemplo, como el Sporting de Portugal es algo que no encontraríamos en ningún lugar que no sea aquí. Por eso venimos, para darnos cuenta del nivel que hay en otros países", explica Coppernoll, para quien Estados Unidos, futbolísticamente hablando, ya no es una potencia. "Lo hemos sido", se lamenta. "Seguimos a un muy buen nivel, pero el resto de países están mejorando también. Esa distancia se está cerrando. Mira lo que consiguió España en el último Mundial", valora la entrenadora estadounidense.
"Hemos sido una potencia. Seguimos a un muy buen nivel, pero el resto de países están mejorando también. Esa distancia se está cerrando. Mira lo que consiguió España en el último Mundial"
Entrenadora del Wisconsin InternationalNo ve como algo negativo que Estados Unidos haya perdido potencial a nivel mundial porque, en su opinión, "es muy bueno que los equipos mejoren porque le estamos dando más poder al fútbol femenino". "Es muy bueno que haya países buenos", reitera la entrenadora, que ve en la Donosti Cup "un torneo para mejorar nuestro nivel y ver en qué peldaño estamos". El hándicap que tiene el Wisconsin International es que "no somos un club como el Sporting, que ellas entrenan juntas, saben jugar juntas. Nosotros escogemos las jugadoras, entrenamos cinco o seis veces juntas y competimos en la Donosti Cup. Cuando jugamos ante un equipo bueno, eso lo hace difícil por el hecho de que nosotras solo nos juntamos para jugar este torneo y luego nos regresamos a casa", explica.
Valora como algo "muy positivo" para el crecimiento de sus pupilas que se esté disputando en este momento la Eurocopa o la Copa América. "Ver esos partidos con otros equipos es muy interesante para nosotros. Sentir esa pasión que siente el resto nos ayudará a crecer porque eso, en nuestro país, no se da. No hay tanta pasión por el fútbol, pero eso es algo que está cambiando. Lo estamos intentando por lo menos", destaca. El hecho de que haya tantos deportes no ayuda: "Cuando nuestras jugadoras ven la pasión y el amor que hay por el fútbol… Para muchas es la primera vez que salen de su país. Salir y venir a un lugar tan bonito, con una cultura tan bonita, con una comida tan deliciosa y con una pasión por el deporte que nos gusta es increíble", se sincera.
"Por aquel entonces no era un torneo, en la sección femenina, muy desarrollado. No había equipos como los de ahora. Hoy en día es mucho más competitivo, mucho más vistoso. Para las niñas es una gozada"
Delantera de la Real SociedadLa «experiencia maravillosa» de Amaiur Sarriegi
"Tengo el recuerdo de una experiencia maravillosa", recuerda Amaiur Sarriegi, actual delantera de la Real y que en su día jugó la Donosti Cup. Fue la edición de 2015 y lo hizo defendiendo los colores el Añorga. Nueve años después, el fútbol femenino ha experimentado un crecimiento digno de mención. La conquista por parte de la Selección Española del pasado Mundial ha contribuido a ese desarrollo que se está notando, incluso, fuera de nuestras fronteras. "Por aquel entonces no era un torneo, en la sección femenina, muy desarrollado. No había equipos como los de ahora, equipos potentes, con infraestructuras diferentes y con categorías inferiores, bien estructurados y equipos bien trabajados. No recuerdo haber jugado contra equipos europeos, de hecho. Eran equipos de por aquí. Se veía que la Donosti Cup femenina estaba esperando al crecimiento que está teniendo en la actualidad. Han pasado casi 10 años desde entonces y ahora se ve que hay calidad en las jugadoras, que hay preparación, que ha habido una evolución. Es un torneo mucho más competitivo, mucho más vistoso. Para las niñas es una gozada competir con equipos que ves en la tele", confirma la delantera txuri urdin.