FÚTBOL FEMENINO

Se acabó una era en el fútbol internacional: Marta dice adiós a Brasil

La futbolista brasileña ha confirmado que este año será su último defendiendo a la Selección Brasileña.

La jugadora brasileña Marta Vieira, en un partido con Brasil./Jean Paul Thomas / Icon Sport
La jugadora brasileña Marta Vieira, en un partido con Brasil. Jean Paul Thomas / Icon Sport
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Marta Vieira da Silva (38 años) ha dicho basta. Uno de los iconos del fútbol femenino ha anunciado su adiós a la selección. La delantera ha confirmado que este será su último año vistiendo la camiseta de Brasil, en una entrevista con la CNN, que será publicada este domingo 28 de abril.

"Si voy a los Juegos Olímpicos, disfrutaré cada momento, porque independientemente de si voy a los Juegos Olímpicos o no, este es mi último año con la selección", confesó la jugadora al citado medio. Con su adiós, el mundo del fútbol despide a una de las mejores deportistas. Tanto es así que la leyenda de Brasil es la jugadora, hombre o mujer, que más goles ha marcado en una Copa del Mundo.

Su dominio no solo ha sido aplastante en el trofeo intercontinental. Marta, la Reina de Brasil, ha ganado seis veces el Balón de Oro. Una cifra que la convierte en la mujer que en más ocasiones ha podido levantar el ansiado trofeo que se entrega a la mejor futbolista del año. De esta manera, Marta ha recibido el premio en 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2018. Además del premio The Best FIFA en 2018.

Está claro que su papel con la selección ha sido vital, pero con la decisión ya tomada dice que el relevo generacional está asegurado. "Estoy muy tranquila con esto, porque veo con mucho optimismo esta evolución que estamos teniendo con relación a las deportistas jóvenes", amplió a la CNN.

Su adiós a Brasil podría ser muy dulce si se consagran campeonas en París 2024. Marta Vieira da Silva ya sabe lo que es representar a su país en una cita olímpica. Participó en cinco Juegos Olímpicos a lo largo de su carrera y ganó dos medallas de plata en 2004 y 2008, respectivamente. Por este motivo, colgarse la presea dorada al cuello en la Ciudad de la Luz supondría un broche de oro a una etapa de época en Brasil.