Iris Arnaiz: "Con Natalia Arroyo es con la entrenadora que más he aprendido"

Iris Arnaiz, jugadora de la Real Sociedad, fue la nueva invitada de 'Quiero ser como' antes de la cita mundialista de la Selección. La centrocampista de 29 años repasó varias etapas de su carrera futbolística, como cuando trabajaba para poder compaginar los estudios con su formación en el fútbol. "Tenía que trabajar para pagarme la carrera. Por las mañanas estudiaba, luego trabajaba y a las noches entrenaba".

Sus años de formación estuvieron marcados por su estancia en el Oviedo Moderno, donde se ganó el apodo de 'Pilar'. "En el Oviedo Moderno nos mandaron escribir una carta. Yo puse que quería ser el pilar del equipo. Años más tarde leímos algunas de las cartas y desde entonces todo el mundo me llama 'Pilar' en el Oviedo", explica Arnaiz.

Durante su estancia en Asturias llegaron ofertas de Galicia, pero la centrocampista no las valoró hasta que el Depor volvió a insistir. Sobre ese fichaje, Arnaiz reconoce que: "Fue difícil llegar al Depor, porque es un rival histórico del Oviedo Moderno". La rivalidad no fue lo único que complicó el movimiento, precisamente esa oferta no llegó en un momento adecuado. "Estaba a punto de entrar a un examen y me llamaron para hacerme una oferta. Obviamente, les dije que me llamasen más tarde".

El Depor cambiaría la vida de Iris Arnaiz, que incluso tiene tatuada la Torre de Hércules en su brazo derecho. Su llegada a Galicia supuso un antes y un después en su carrera, ya que con el Depor firmó su primer contrato profesional. "Estaba muy agobiada porque era una decisión difícil. Lo hablé con mis padres y decidí aceptar la oferta, que era mi primer contrato como profesional. Viéndolo con perspectiva, estoy muy contenta con mi decisión".

Sobre ese brazo derecho, que usa como lienzo, se pueden ver varias épocas de la vida de Iris Arnaiz. Su última tiene un sabor vasco, al igual que las barandillas de la 'Kontxa' y la máscara de la 'Casa de Papel'. Dos tatuajes que sin contexto no tienen sentido, pero ambos se deben a su fichaje por la Real Sociedad.

Precisamente en San Sebastian generó un gran vínculo con el equipo y fue gracias a la serie 'La Casa de Papel': "Veíamos la serie con toda la gente del equipo y por eso tengo este tatuaje. De hecho hubo una época que quería salir del avión con la máscara de la serie, pero no me dejaban porque había prensa. Al final terminamos atracando los campos de fútbol".

Su llegada a la Real fue igual o más difícil que su salida del Oviedo. "Yo llego a la Real porque la oferta me hacía la misma ilusión que seguir en el Depor. Si me llega a hacer menos ilusión no me hubiese movido".

Parte de esa ilusión se debe a Natalia Arroyo, entrenadora de la Real Sociedad y de la que Iris Arnaiz no tiene nada más que buenas palabras. "Con Natalia Arroyo es con la entrenadora que más he aprendido. Se comunica muy bien, te explica todo de manera muy sencilla. Yo antes de llegar aquí no sabía lo que era una caja o un 'hot dog'".

En la charla también habló sobre el 'síndrome de la impostora' y sobre las críticas en redes sociales. Iris Arnaiz prefiere tomar distancia y evitar buscar su nombre, ya que "mi mejor buscador son mi padre y mi hermano". Estas dos piezas clave en su vida mantienen alejada de las críticas a la jugadora de la Real: "Yo les pregunto '¿cómo me han visto?', y son ellos los que me dan su opinión".

Hay más personas en las que se fija Arnaiz y dos de ellas juegan en su posición. Por un lado, está Patri Guijarro. Iris Arnaiz ha confesado su amor por el juego de la pivote del FC Barcelona: "Cuando veo al Barça me fijo en Patri, juega en mi posición y verla me ayuda". Además de Patri, hay otro pivote que Arnaiz tiene en su punto de mira. Rodri Hernández del City ha tenido mucho bombo mediático este final de temporada y la jugadora de la Real se ha fijado en su desempeño. "En Rodri me fijé mucho en la Nations League, sobre todo ahora que está muy de moda", finalizó Arnaiz.