QUIERO SER COMO

El fútbol y "romper tradiciones" por ser mujer y gitana: "Se leen comentarios de 'te van a robar, te van a pinchar'"

Alejandra y Esther, jugadoras del Tramontana La Mina, hablan sobre el primer equipo federado de mujeres gitanas.

Alejandra y Esther, jugadoras del Tramontana La Mina, en el programa 'Quiero ser como'. /RELEVO
Alejandra y Esther, jugadoras del Tramontana La Mina, en el programa 'Quiero ser como'. RELEVO
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

Tramontana La Mina es un nombre que ha ido sonando cada vez con más fuerza y que ha adquirido cada vez más relevancia. Es el primer equipo federado formado por futbolistas mujeres gitanas de Cataluña. "Casi todas de etnia gitana. También hay mestizas. Payas solo son Alejandra y su hermana", matiza en el nuevo capítulo de 'Quiero ser como' Esther, que acompañada por Alejandra, son las dos integrantes del equipo que han pasado por el plató de Relevo.

El equipo está formado por un total de entre 14-15 jugadoras y nació a raíz del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, que sirvió como inspiración y motivación a Toni Porto, el fundador del club entero. "Su sueño era levantar un equipo de chicas de raza gitana. Contactaron con él y ahora se ha hecho viral", explican. La más joven del equipo ronda los 15-16 años mientras la más mayor tiene 38, por ello se denominan como un equipo amateur.

"Hemos pasado de que no haya nadie en la grada a que vengan todos los familiares con tambores, pancartas, pegando voces...", explica Alejandra. "Hemos tenido que romper hasta tradiciones. Para mí no ha sido difícil. Cuando tenía cuatro años sí que mi padre alguna vez me dijo que no iba a jugar a fútbol, los típicos comentarios. Pero luego ya vio que era mi felicidad", confiesa Esther.

El equipo de Tramontana La Mina.  TRAMONTANA
El equipo de Tramontana La Mina. TRAMONTANA

También han tenido que romper con muchos estigmas. "Yo cuando hablo con Eli -la más veterana del equipo que tiene una hija- dice que ya desde bien pequeña escuchaba que el fútbol era de hombres. Ese estigma de hombre o mujer se tiene que romper, ahora por ser mujer y encima gitana, a lo mejor es con más dificultad", cuenta Alejandra. "Ella nos inculca valores muy buenos, de que no nos tiene que importar lo que nos digan y que el fútbol no tiene género, que es para todos", añade.

Con la experiencia que han adquirido a pesar de su corta edad, Alejandra tiene 16 años y Esther 19- intentan transmitir sus valores a las niñas que entrenan del nuevo equipo que han formado dentro del Tramontana: "Al final intentamos darles lo que nosotras no tuvimos". El padre de Esther, cuenta la jugadora, no la dejaba jugar cuando los niños iban a buscarle a casa: "Me decía que no iba a salir y cuando se iba al baño o a donde fuese aprovechaba y me iba corriendo a jugar. A mi padre le daba rabia porque veía que jugaba bien".

Para llegar al punto en el que están ahora, donde pueden jugar a fútbol sin problema y disfrutando de lo que hacen, han tenido que aguantar comentarios de todo tipo: "En Tik Tok cuando salían las entrevistas se leían comentarios de 'te van a robar las mochilas, te van a pinchar', mucha discriminación". Alejandra cuenta que a ella no le afecta personalmente. "En el Siglo XXI ya estamos mucho más avanzados que antes, son frases que ya se deberían apartar", reflexiona.

"También hemos recibido cosas muy buenas. Que haya salido un equipo del barrio donde vivimos ya es un avance", cuenta Alejandra. La Mina es un barrio de San Adrián de Besós: "Lo suelen llamar un barrio conflictivo. Yo llevo viviendo ahí toda mi vida y conflictivo no es. Es un barrio totalmente normal. Todo el mundo se sorprende cuando decimos que somos de ahí".

"Yo ahora lo pongo en duda y pienso en cómo no han podido dejar jugar. Si te pones a pensar es por la cultura, la tradición, las costumbres. Pero, ¿esas costumbres son una barrera? No. Si ese es tu sueño, adelante", termina reflexionando Esther. "Yo lo que quiero dar a entender a las niñas más pequeñas es que si quieren algo lo luchen, que no tiene que haber ningún impedimento", explica sobre los valores que ella quiere inculcar a las niñas que entrena y que quieren seguir sus pasos.