Se va a probar que los árbitros puedan mandar a los jugadores al área: ¿quién decide el nuevo fútbol?
IFAB celebró su Asamblea este sábado 2 de marzo, con la tarjeta azul o los cambios temporales sobre la mesa. El sistema de votación garantiza que toda decisión será bien meditada.
![Una sala internacional del VAR./REUTERS](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202403/01/media/cortadas/var-ifab-RNEMvarLg8vHMSxHxXge0pJ-1200x648@Relevo.jpg)
IFAB se ha reunido este sábado 2 de marzo para cambiar las normas del fútbol. No había motivo del que alarmarse, ya que lo más natural era que no hubiera cambios drásticos ni se aplique la temible tarjeta azul que tanto da que hablar, como insiste Infantino ("FIFA rechaza las tarjetas azules; no se usará ninguna tarjeta azul en el nivel de élite"). No obstante, es natural preocuparse sobre que un comité algo desconocido tenga en su mano el poder de revolucionar el deporte. De hecho, han anunciado alguna novedad significativa como que solo el capitán pueda hablar con los árbitros o que estos puedan enviar a los equipos a sus áreas en "períodos de reflexión". Son cientas las críticas que el organismo ha recibido por las propuestas y pruebas que ha realizado y hasta los entrenadores han manifestado públicamente su miedo a la implantación de alguna de estas. ¿Pero quién decide realmente?
Está todo bajo control. IFAB, en su origen, estaba completamente controlado por cuatro asociaciones: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Aunque algunas representen ahora campeonatos menores, son, en realidad, las fundadoras del fútbol y las que más se preocuparán por su esencia, por que el espíritu que ellas mismas crearon allá por 1863 no se pierda con el paso de los años.
Ahora, FIFA ha entrado de lleno en la organización, exactamente con el mismo peso total que el de las cuatro fundadoras. El organismo regulador del fútbol mundial abarca con sus cuatro votos a las 207 federaciones restantes. Un total de cinco representaciones y ocho votos. ¿Qué implica esto? Que siempre se respetarán los orígenes del fútbol por un lado y, por otro, que tampoco se perderá la cuerda de la innovación y de lo que reclama el fútbol en general, más allá de la opinión de las islas.
Los votos en IFAB
- Un voto: Inglaterra.
- Un voto: Escocia.
- Un voto: Gales.
- Un voto: Irlanda del Norte.
- Cuatro votos: FIFA (representa a 207 asociaciones).
¿Cómo se procede a una votación?
Una de las preguntas más básicas que cualquiera puede plantearse tras lo expuesto anteriormente es qué ocurre si hay un empate en una votación. Algo nada rocambolesco, al estar representadas dos partes que incluso pueden ser opuestas en las propuestas más drásticas. Por ello, IFAB lo tiene todo bien cerrado. Es más, para que una medida sea aprobada necesita una mayoría de tres cuartos (75%). Es decir, que seis de los ocho votos sean favorables.
Otro tema a considerar es cómo trabaja IFAB. ¿Es FIFA quién propone nuevas reglas? ¿Es Gales, Escocia, Irlanda...? No. Por un lado, en la Asamblea están los votantes ya expuestos y por otro hay una serie de comités que estudian posibles cambios, aplican sus períodos de prueba, analizan con detalle cómo ha funcionado el experimento en categorías inferiores o ligas menores...
Concretamente, el organigrama de IFAB está compuesto por una jerarquía superior de fundadores y votantes compuesta por las federaciones de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte más FIFA. Por debajo, existe un cuerpo diferente que forma el engranaje interno de la asociación: el Subcomité Técnico. También debate con la Junta Directiva (Board of Directors). Y ya en un último escalón, los conocidos en inglés como Football Advisory Panel (FAP) y Technical Advisory Panel (TAP). O, traducido, paneles de asesoramiento técnico y futbolístico que apoyan a los comités superiores en el proceso de toma de decisiones.
El organigrama de IFAB
- Fundadores y votantes: Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte, Escocia y FIFA.
- Cuerpo interno de IFAB (toma de decisiones): Junta Directiva y Subcomité Técnico.
- Paneles externos de apoyo a la toma de decisiones: FAP (agentes del fútbol) y TAP (agentes técnicos).
¿Y quién los compone? FAP y TAP están formados por miembros experimentados del mundo del fútbol como exfutbolistas y árbitros. Estos son parte fundamental en la elaboración de nuevas normas y, sobre todo, su período de prueba. La Junta Directiva y el Comité Interno hacen propuestas, pero no son una imposición. Valoran y estudian junto a la gente del día a día, que han vivido y viven el fútbol en primera persona su viabilidad.
Estos comités tienen algún nombre mediático, como Arsene Wenger, Luis Figo o Zvonimir Boban. Sus miembros son públicos: Aaron Hughes, Ivan Vicelich, Pedro Martínez Losa, Geremie Njitap, Lydia Williams, Hidetoshi Nakata, Mehdi Nahdavikia, Mercy Akide, Jillian Ellis... En el caso del TAP, los conocidos Enrique Cáceres o Roberto Rosetti. Representan a FIFA, a la ECA y a cada una de las grandes confederaciones, son considerados expertos, cuentan con experiencia y conocimientos futbolísticos... No tienen la última palabra, pero su criterio es más que relevante. De hecho, el mítico entrenador del Arsenal fue el gran valedor de la prueba del fuera de juego en el que solo hay infracción si todo el cuerpo del delantero está por delante del defensa.
IFAB, con total transparencia, también publica en su página web los miembros de la Junta Directiva: Fatma Samoura (FIFA), Patrick Nelson (IFA), Ian Maxwell (SFA), Mark Bullingham (The FA) y Noel Mooney (FAW). Ellos, concretamente, evalúan los cambios propuestos, deciden si se presentan a la Asamblea (este 2 de marzo se celebrará la anual) y pueden hacer también recomendaciones. En resumidas cuentas, tienen todo el poder en sus manos: piden consultas adicionales a los asesores de la IFAB, pueden aprobar los estudios...
Pero su labor no se entiende sin el Subcomité Técnico, encargado de evaluar y analizar los posibles cambios e interpretaciones que ya han sido propuestas y, a posteriori, estudiar con detenimiento qué tal ha ido el experimento. No son tan conocidos los nombres de Lee Evans, William Campbell, Crawford Allan o Daniel Meeson. Sí están a la orden del día Pierluigi Collina o Massimo Busacca.
¿Y si se aprueba una norma?
Se podría explicar el funcionamiento de IFAB con la base de España como país. El Congreso de los Diputados puede aprobar leyes, aunque luego cada Comunidad Autónoma tiene una serie de competencias. Pues similar. IFAB marca las normas y luego cada Federación puede tener su criterio propio. Por ejemplo, en España se publican los audios del VAR y en Inglaterra, no.
El papel de IFAB es explicar y marcar el funcionamiento del VAR; los países ya deciden si ser más intervencionistas, menos... La Asamblea General Anual celebrada en marzo de cada año aprueba las leyes del fútbol para la siguiente temporada y los ensayos que se harán (en tercera categoría de competiciones nacionales). Todas sus decisiones pasan a aplicarse a partir del 1 de julio (o con el arranque de cada campaña). El organismo es claro: "Las decisiones son vinculantes para las confederaciones y asociaciones nacionales de fútbol". Después llega el matiz: "Las competiciones pueden implementar cualquier cambio una vez que hayan sido anunciados oficialmente por la IFAB".
Antes de la Asamblea, se celebra la Reunión Anual de Negocios, donde se deciden los temas a tratar en la Asamblea General y qué comenzará a experimentarse en fechas próximas. Suele ser en noviembre y es el pistoletazo de salida a todo lo que está por venir. Más allá de eso, IFAB está en continuo movimiento con reuniones periódicas, tanteo a los comités...
Es el procedimiento que ha culminado este sábado 2 de marzo con la celebración de una Asamblea que puede cambiar el fútbol para siempre. No obstante, todo apuntaba a que esto no ocurriría en la edición de este año, ya que las principales revoluciones de las que se ha hablado aún no han estado demasiado tiempo a prueba. Aun así, ya están a ensayo pequeñas grandes medidas como que solo el capitán pueda hablar con el árbitro. Van un inglés, un escocés, un irlandés y un galés y cambian las reglas. No es un chiste, no. Son las manos que mecen la cuna del fútbol.