De Lucas: "Bullying en el fútbol hay en cada entrenamiento, es una cosa que aceptas"
Exfutbolista, comentarista, agente de jugadores... Charlamos con Quique De Lucas sobre su carrera. "Tuve a Clemente en una época suya horrorosa; faltaba al respeto a los compañeros", confiesa.

Quique De Lucas (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1978) no se plantea qué habría sido de su carrera y de su vida si no hubiera decidido marcharse de la cantera del Barça o si no hubiera rechazado entrar en la del Real Madrid, donde estuvo una semana a prueba. Sobre la primera opción, pone sobre la mesa la palabra bullying apenas comenzada esta charla en la que deja ver a la persona detrás del exfutbolista. Habla de química, de energías, de casualidades. Y de fútbol. El que vivió en el Espanyol, PSG o Chelsea, entre otros clubes en los que tuvo "una carrera muy irregular, porque yo creo que nunca pude llegar a mi techo. Pero fueron las cartas que me tocaron jugar y con esas cartas hice buenas manos".
La carta de entrenador al Real Madrid es la que quiere que pueda jugar su excompañero y amigo Mauricio Pochettino. "Sería capaz de encauzar a Vinicius", afirma el exfutbolista catalán, que también pone sobre la mesa otras duras realidades, como la del suicidio o qué se aprende de un mal entrenador. Pero no de manera genérica, sino con nombre y apellido, porque cita sin pestañear al peor técnico de su carrera.
¿Qué tal, Quique? ¿Cómo estás? Porque no paras, entre la tele y el mundo de la representación, vas muy arriba y abajo, ¿no?
Pues sí, ahora estoy en un periodo que de mi vida en el que, por situaciones profesionales, me toca ir así. La tele me está encantando. Disfruto mucho de El Chiringuito, por ejemplo. Para mí es el programa en el que más aprendes, en cuanto a periodismo también. Luego, con LaLiga internacional hacemos LaLiga en inglés para, sobre todo, los países anglosajones, y con DAZN me toca los partidos del Espanyol, la mayoría. Con la agencia de representación también me apasiona porque llevamos a chicos a los que ves que ayudas, que te escuchan, siguen la progresión y, en muchos casos, va bien y te sientes partícipe en tu justa medida.
¿Cómo es verlo precisamente en este lado? Vivir el fútbol desde ahí, desde esta otra perspectiva.
Con muchísimos más nervios, sobre todo, en los partidos. Los del Espanyol, con muchísimos nervios porque ves las frustraciones, la impotencia en muchos casos del aficionado que va a verlos y del propio jugador al que no les salen las cosas. Y que te vas metiendo abajo y que la situación es muy complicada para mucha gente. Luego, por los jugadores que llevamos también sientes mucha… impotencia, Esa sería la palabra que mejor lo define en este caso.
" Los partidos del Espanyol los veo con muchísimos nervios porque veo las frustraciones de aficionados y jugadores"
Exfutbolista del EspanyolAhora representas a jugadores que están empezando sus carreras. ¿Cómo fue el comienzo de la tuya? ¿Cómo era Quique De Lucas cuando empezó a jugar al fútbol?
Bueno, yo empecé muy pequeño, como casi todos los niños empezamos con una pelota, muy pequeñito, en el colegio, y a medida que vas creciendo vas ubicándote en equipos de formación. Yo empecé en la escuela del Barcelona, pasé por su fútbol base y a mitad del tercer año decidí marcharme, porque había en unas situaciones personales dentro del equipo que yo entendía que no eran justas. Hice un periodo en otro equipo de formación en Barcelona muy importante en la época, como era la fundación Ferran Martorell y, ahí, en quince años, hice tres pruebas. Iba a la selección nacional jugando en un equipo no muy puntero: estuve en el Madrid, en Valencia y en el Espanyol. No hice prueba porque José Manuel Casanova, que fue un pionero del scout y de lo que fue el detectar talento, me convenció y marché para el Espanyol. Y, a partir de ahí, ya escalé los equipos de una manera un poco rápida para la época y con 19 años pude tener la oportunidad de debutar con Camacho y el primer equipo.
Vamos a ir por partes, que has hecho muy buen resumen pero cada paso tiene su miga. Porque empiezas a jugar en la Peña Barcelonista Les Corts, la escuela a la que te referías, de ahí pasas al FC Barcelona y ya te había escuchado comentar, precisamente, que tú te marchas muy disconforme con algo que está ocurriendo en la cantera, en ese fútbol formativo culé. ¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que a ti no te gustó y que te hizo salir del Barça?
Era otra época, y lo he hablado con gente del club que todavía trabaja allí, como Toni, delegado del Barcelona y del Barcelona "B", porque tenemos muy buena relación. En esa época no siempre jugaba el mejor, que a mí me parecía bien, porque es fútbol formativo, pero sí es verdad que había... Ahora lo ves con una perspectiva de terminología. En esa época no era bullying, pero sí es verdad que a un sector nos apartaban un poco y daban más protagonismo a otros, no sé si por casualidad, que eran hijos de entrenadores o de conocidos del entrenador. Situaciones raras que yo no había vivido hasta el momento. Tenía nivel para jugar muchos más minutos.
Por parte del club, me acuerdo del señor Tort (Oriol Tort), que en la época era el mandamás en la cantera del Barcelona. Me costó convencerle para que me diera la baja, porque entendían que no me tenía que ir con una razón de ese tipo. Pero yo en ese momento era un niño y quería jugar y entendía que si mi esfuerzo servía para algo era para, por lo menos, jugar los sábados. Y como eso llegaba en muy pocas ocasiones decidí marcharme. Creo que es una de las mejores decisiones que tomé. También es verdad que no sabes por qué la tomas. A veces si que lo que tienes encima de la mesa, racionalmente, te hace tomar buenas decisiones, pero en este caso quizá fue la suerte. Me vino muy bien.
¿Cuántos años tenías?
Yo tenía 13.
"En el Barça a un sector nos apartaban un poco y daban más protagonismo a otros, no sé si por casualidad, que eran hijos o conocidos del entrenador"
Exfutbolista RCDE¿Y cómo se asume esa situación con 13 años? Hace unas semanas charlaba Bojan y le pregunté directamente si había sufrido bullying en el vestuario del Barça. Porque ese tipo de acoso parece que se asocia más a otros entornos laborales o al sistema educativo, pero no al mundo futbolístico y es una realidad que afrontáis, ¿no?
Bullying hay en cada entrenamiento, te diría, pero es una cosa que aceptas. Entre comillas bullying, porque al final es pura competencia: con el compañero, con los demás equipos, con la afición con la que a lo mejor no estás pasando un buen momento, con el entrenador que has discutido, con el fisio, con el médico… Cada día entras en conflicto con muchísima gente, y lo interiorizas de una manera muy natural. O, por lo menos, en mi caso. En el caso formativo has de tener un poquito más de cuidado porque, así como a mí me sirvió para entender unas dinámicas que existían dentro del fútbol base que luego se reprodujeron en el fútbol profesional, a otros compañeros míos sí que les afectó de una manera negativa y les hizo perder esa confianza, al fin y a la postre, perder el tren del fútbol profesional. A nivel formativo yo sí que lo tendría un poquito más que en cuenta, lo vigilaría un poco más. Y, a nivel profesional, hay que interiorizarlo como hoy en día las redes sociales, como el hablar con la prensa, como el visitar una peña... Es parte del trabajo diario.
¿El titular es que "El bullying forma parte del trabajo del futbolista"?
Es que habría que definir buylling también en ese contexto. O sea, que el entrenador no esté bien contigo y en ese entrenamiento te ponga a entrenar aparte, tú lo puedes ver como buylling y yo lo puedo ver como un acicate para ponerme las pilas y entrenar. En mi época de juveniles esto se daba mucho. La manera que tenían muchos entrenadores de motivar a sus jugadores era darles un castigo, hacerles ver a través de la privación de minutos, por ejemplo, que tienen que espabilar. Yo me lo tomaba así, y como yo muchos compañeros, afortunadamente, porque de nada sirve buscar enemigos o creer que todo el mundo está contra ti. Es una pérdida de energía y de tiempo muy grande.
Para que no pierdan esa energía hay que trabajar el aspecto psicológico también con los jugadores, supongo, aún más en esas etapas. Nombrábamos a Bojan, pero también salió el nombre de Ansu Fati y acabamos de vivir el debut con el primer equipo del Barça de Lamine Yamal, a sus 15 años. Tener todo ese foco, esa presión interna y externa, debe ser delicado, ¿no? Tú lo verás también ahora que tratas con jugadores jóvenes.
Sí, y yo te diría que ahora se ha magnificado todo mucho más, porque empiezan desde mucho más pequeños a estar expuestos a mucha gente por las redes sociales. Yo creo que, a la larga, pagarán un precio, el que sea, porque están sobreexpuestos a unas edades en las que no saben nada de la vida ni del fútbol profesional; lo único que saben, en algunos casos, es jugar muy bien a la pelota, pero poco más. En otros, no tienen ni idea de lo que es el fútbol, el juego como conjunto, lo que es una competición, las estrategias dentro del partido... No tienen ni idea. Entonces, claro, luego sufren. Y lo estamos viendo con alguno de los nombres que tú me has dicho: sufriendo y pasándolo muy mal, sobre todo cuando les vienen lesiones, cuando les vienen curvas.
¿Esa sobreexposición va a hacer que se queden por el camino muy buenos jugadores? ¿Más que antes, incluso?
Más que antes no lo sé, porque ya el porcentaje de jugadores o de niños que llegan a profesional de todos los que empiezan es muy pequeño, y ya lo era antes. Yo no creo que vaya a limitar más todavía eso, sino que va a hacer que el que llegue lo disfrute menos. Ahora yo veo que los jugadores o los chicos jóvenes no disfrutan tanto el camino. No disfrutan tanto el día a día, no disfrutan tanto la profesión. Muchos de ellos la padecen. Afortunadamente, tienen unas compensaciones. La monetaria, por supuestísimo, compensa mucho de lo otro, pero te deja secuelas o te puede dejar secuelas. Y, de verdad, el fútbol es una parte muy inicial de tu vida, en la que si lo haces muy bien te va a encaminar el resto, pero el resto hay que vivirla.
Y hay que vivirla de una manera feliz y agradable, sobre todo, contigo mismo. Yo creo que a muchos de los chicos hoy en día les cuesta ver que tienen que estar bien consigo mismo para que luego todo lo demás salga. Veo muchos chicos que quieren complacer por un lado a la familia, a la novia, por otro lado a la afición, al entrenador... y se olvidan de ellos mismos. Entonces, cuando tú te pones el último en la cola de exigencias, pues es un problema muy grande. Yo creo que lo primero que deben hacer es quererse a sí mismos, estar bien consigo mismo, autoexigirse lo que ellos crean y, luego, todo lo demás llegará. Si, al final, la gente que está a tu lado, si te quiere, te va a querer igual si estás en este nivel, que si estás en este, que si estás en este. (Dice levitando el brazo y haciendo niveles con la mano.)
"Muchos jóvenes que quieren complacer a la familia, a la novia, a la afición, al entrenador... y se olvidan de ellos mismos"
Exfutbolista RCDEHablas de secuelas. ¿A ti te dejo alguna tu paso por el FC Barcelona, con las situaciones que viviste?
Hombre, a corto plazo sí, claro. Al principio tienes que contextualizar muy bien tu situación porque sales de un fútbol base, estás yendo a las selecciones comarcales, nacionales... y en mi caso yo no pasé del Barcelona a otra gran cantera, todo lo contrario, pasé a un club muy pequeñito. Es verdad que iba con gente que sabía mucho de formación y de fútbol pero, en cierto modo, me la jugué. Dices: "Mira, prefiero aprender lo que es el fútbol, prefiero aprender con mi talento en lo que representa el juego y luego veremos dónde me lleva la carrera". En ese momento sí es verdad que tienes que abstraerte un poco, porque tus compañeros de cuatro o cinco años siguen compitiendo en el Barcelona, van a los mejores torneos, llevan la mejor ropa, Nike se les acerca, y por decisión propia tú quedas un poco en un segundo grupo de jugadores o de chicos, tienes que empezar a demostrar según qué cosa. En mi caso me dejó esa secuela principal. Luego, ese fortalecimiento mental me ha servido para superar otros baches que me vinieron en mi carrera muchísimo más graves.
¿Como cuáles?
Pues como mi retorno a España desde el Chelsea. Yo creo que ése fue un punto de inflexión en mi carrera que no me permitió, a una edad en la que estaba muy bien a nivel deportivo, seguir rindiendo al máximo nivel. Te replanteas mucho en ese momento. Yo tenía cuatro años firmados allí, el Alavés, el presidente Gonzalo Antón, fue intransigente con respecto a la situación, por sus intereses, lógicamente. Tuve que volver a España en una situación un poco dantesca porque el equipo al final acaba bajando a Segunda División cuando yo me había clasificado para la Champions con el Chelsea, llegaba Abramovich, un año después llegó Mourinho... El Chelsea cambió de cara completamente y yo me volví a quedar fuera de ese tren, de la competición a este nivel. Entonces, volver a la Segunda División, imagínate, subir con Alavés, llega Piterman...
A Inglaterra te lleva Ranieri. Fue tu gran valedor, te conocía de su paso por el Valencia. ¿Qué te enseñó el italiano? En Valencia lo conocemos bien. Muy auténtico Ranieri. ¿Alguna anécdota que vivieras con él?
¿Anécdotas?, Muchas con él. La peor pretemporada que he pasado ha sido con él, sin duda, y ya te digo que yo estaba en mi mejor época porque era joven, imagínate. Cuando eres joven te pueden echar carros y carretas, como hizo Bielsa cuando llega al Espanyol. Y la pretemporada con Claudio fue muy dura, pero te enseña que ya estás en otro (nivel)… Yo tenía compañeros campeones del mundo: Desailly, Petit, Zola, Hasselbaink, Gudjohnsen, Lampard, Terry... Grandísimos jugadores. Entonces, ya te toca competir con esos compañeros para tener minutos y, luego, con otros grandes clubes para poder entrar en Champions. Entras en otra rueda dentro del mundo de fútbol que, lógicamente, también es bonito de vivir.
¿Alguna frase suya que recuerdes, alguna expresión, algo que te marcara?
Era muy de enfadarse a las medias partes también. Pero era un entrenador, aunque no lo pareciese, muy positivo dentro del caos a veces de los partidos o de las derrotas. Siempre creía mucho en él, creía mucho en el equipo y eso siempre lo transmitía. En UEFA nos eliminó un equipo muy inferior a nosotros, pero nos supimos reponer para luego pelear la Champions con el Liverpool y quedar cuartos. En ese sentido me enseñó a pasar página muy rápido en el mundo de la alta competición, porque es que no te queda otra, porque como empieces a lamerte las heridas con cada derrota puedes acabar como este año ha pasado en grandes equipos en la liga.
¿Cuánto de herida hubo en estar una semana de prueba en el Real Madrid y no quedarte en el club? Vamos a volver atrás, que nos hemos salto unos cuantos pasos...
Fue también una decisión personal. Me acuerdo que nos reunimos con Del Bosque después del periodo de prueba y quería que me incorporara ya -era prácticamente finales de enero, después de Navidad- y, claro, mi madre estaba pensando única y exclusivamente en su hijo, también como persona. El tema académico lo tenía como muy por encima de lo deportivo. Entonces, se le planteó al club esperar esos seis meses, acabar el colegio y luego irme para Madrid, pero en ese medio año llegó el Espanyol. También es verdad que el Madrid en esa época tenía una residencia no acorde a los estándares del Real Madrid; afortunadamente, la cambio rápido. Me hubiera tocado ir a la pensión que tenían en la Calle Recoletos que no era lo que quizá uno espera de lo que el Madrid siempre ha sido. Fueron factores que tampoco nos acabaron de convencer y si fui capaz de irme del Barcelona estando dentro, pues tampoco me supuso un problema no ir al Madrid cuando ni había firmado con ellos.
"Si fui capaz de irme del Barcelona estando dentro, no me supuso un problema no ir al Madrid, que ni había firmado con ellos"
Exfutbolista RCDE¿Cómo intentó convencerte Del Bosque?
Él intentaba hacerme ver que en el Madrid sí que se premiaba la meritocracia dentro de lo que era la academia, el fútbol base, de que si tú peleabas, el Madrid te abría las puertas y te daba todas las herramientas para seguir progresando. Y eso es verdad porque luego lo estaba viendo en compañeros. En esa época debutaba Raúl con 17 años. Sí veía realmente que el Madrid estaba cambiando un poco el paradigma de los chicos jóvenes y estaba dando oportunidades. Estaba Álvaro también, Guti ya estaba en el primer equipo también. Valdano estaba dando oportunidades y tú lo veías. Eso salió en las conversaciones, cómo el Madrid iba a apostar mucho por jugadores de la cantera, y un jugador joven -yo tenía 14 para 15 o 15 para 16-, eso es lo que quiere ver y oír.
Te vas del Barça, decides no ir al Madrid, con 15-16 años… ¿Se te pasó por la cabeza en algún momento el "estoy dejando escapar el posible sueño de mi vida de verme en un grande"? ¿Cómo viviste esas renuncias?
Incluso al Valencia también, porque estuve una semana en Valencia con Subirats y un poco lo mismo. No había química esa época en quedarme tan lejos de mi casa para hacer algo que me gustaba. También me gustaba estudiar, me gustaba estar con mis amigos, con mi familia... Entonces, no fue un problema tomar esa decisión y en ningún momento pensé que eso eran factores como para perderme luego llegar a ser profesional. Todo lo contrario. Me motivaba más incluso, decir: "Ostras, voy a tener que demostrarles a estos equipos que no he firmado, pero que más adelante me van a querer igual".
Se lo demostraste en el Espanyol. Vaya manera de arrancar tu faceta goleador, con tu primer tanto contra el Barça, en un derbi en Montjuïc en la campaña 98/99. ¿Qué sentiste? ¿Hubo algo de quitarte una espinita?
No, porque cuando tienes una espinita es porque tienes cierta revancha con alguien, y en mi caso, para nada. Yo siempre he de estar agradecido por esos años de formación, porque fueron importantes, y tengo amigos dentro de la casa todavía. Lo único que sí sabe bien porque fue un derbi, es verdad que al final acabamos perdiendo un penalti ahí un poco tal, pero bueno, para mí a nivel personal significó mucho. También, el ver que puedes rendir al máximo nivel con los profesionales que hace unos meses eran tus ídolos muchos de ellos, coleccionando cromos unos años atrás, viéndolos en Mundiales, en Europeos. Empiezas a tomar consciencia de en el mundo en el que te estás metiendo y en lo que representa, o puedes tú también llegar a representar para otros, ser ejemplo para muchos otros también.
¿Qué cromos tenías? ¿Con quién te mediste en ese partido, por ejemplo, en esos años que dijeras "tengo un ídolo delante"?
Luis Enrique. Me acuerdo que estábamos en rueda de prensa los dos después del partido, y me animó a trabajar, a continuar un lo que él siempre ha promulgado a todos sus jugadores y a todos sus equipos. Lógicamente, Rivaldo, del Barcelona; en el Espanyol estaba Pochettino, estaba Benítez, Esnáider, Quique Martín...
¿Y qué supuso para ti, qué página ocupa la Copa del Rey del año 2000, en Mestalla? Le ganasteis 2-1 al Atlético de Madrid?
Sí, ese año fue muy grande, porque en Barcelona hacía muchos años que no se ganaba nada, incluso el Barcelona llevaba unos años sin ganar nada…El Espanyol era una locura. Se vio que la gente respondió al máximo el nivel cuando se ganó, haciendo la rúa por toda la ciudad, fue increíble. Ahí el Espanyol tuvo una primera prueba para poner al club a un nivel que yo creo que todavía no ha llegado. Creo que el Espanyol todavía no ha llegado a su máximo, pero en toda su historia, que tiene muchísimo recorrido todavía y ahí fue, yo creo, una oportunidad perdida. Luego llegaron otras, pero ésa fue la primera. Y, a nivel de final, pues increíble, porque había muchos jugadores de la cantera, entrenador de la casa, contra un rival que siempre es muy agradable jugar, como el Atlético de Madrid, con grandes jugadores, en un estadio y una ciudad impresionante también. Fue un año redondo en ese sentido.
Un Espanyol en el que coincides con Luis García, con Pochettino... Te pregunto por ellos. Primero, por Luis, que ahora está al frente del equipo. ¿Cómo le has visto en este salto? Es un salto importante, una patata caliente, no pequeña, luchar por la salvación.
Bueno, yo estoy seguro de que no lo ve como una patata caliente, que lo ve como la oportunidad de su vida, a día de hoy. Que te den la oportunidad de entrenar un equipo de Primera división, un equipo en el que has jugado, que sientes y que quieres, yo creo que todo entrenador firmaría. Sí es verdad que la situación del equipo... O entras porque la situación del equipo no es la más agradable, por supuesto, es crítica, pero yo creo que lo está haciendo fantásticamente bien.
"El Espanyol no es una patata caliente para Luis García, es la oportunidad de su vida"
Exfutbolista RCDE¿Qué le pasa al Espanyol?
Pues esa es la pregunta. A ver… Primero, hay que ser valiente en Primera división. Y cuando hablo de ser valiente empezando por las políticas de fichajes y de bajas. No hay ningún problema en reconocer que hay que sacar jugadores porque no están rindiendo, o porque les está costando al club mucho, o por lo que sea. Hay que hacerlo bien, hay que ser un vendedor bueno, que venda caro, que compre barato y para eso necesita gente preparada, gente que conozca bien, primero, la casa y, segundo, cómo está el mercado en cada momento. Lo que no puede ser es que un equipo pase de jugar la UEFA al año siguiente descienda o esté en estas situaciones ¿no? Hay que ser valiente y hay que dar ese paso. Hay que invertir bien los pocos o muchos euros que se tengan.
¿Y cómo era en el día a día Pochettino?
Pochettino, también muy competitivo, igual que ahora. Unos años atrás hablaba con él, cuando coincidimos mucho en el Tottenham, y él tenía muy claro que primero iba a ganar una Champions -estuvo muy cerca de hacerlo con el Tottenham- y que iba a entrenar a uno de los grandes, y yo creo que, más tarde o más pronto, lo hará también. Él siempre ha sido muy ambicioso en ese sentido, y como jugador era muy controlador. Quería tenerlo controlado todo: los que jugaban, los que no, la comida, los viajes, el éste, lo otro... Pues ahora como entrenador, que es el mandamás, más todavía. Él entiende que teniendo un control absoluto de todo va a poder tomar decisiones más claras o, por lo menos, más racionales con respecto a cualquier asunto que pueda afectar a la dinámica del equipo.
¿En qué equipo grande lo verías tú?
A él le gusta manejarse o se siente muy cómodo manejando jugadores que no tienen grandes egos. Lo ha hecho en el PSG con jugadores con grandes egos, que no digo que no sepa, sino que se le da mucho mejor, por lo menos se le ha visto más suelto con ese tipo de jugador que se quiere todavía ganar un nombre. Entonces, claro, en un equipo grande prácticamente la plantilla entera ya viene dada con grandísimos jugadores. Está por ver. Es un desafío, a mí por lo menos como aficionado, tengo ganas de verle en ese rol en un equipo grande como el Madrid... Barcelona ya él lo ha descartado, o por lo menos es lo que ha dicho, pero puede ser el Real Madrid, puede ser un Milan, vamos a ver en Inglaterra si acaba entrando o no entrando en un equipo grande, o un Bayern.
¿Crees que conseguiría aplacar esa parte controvertida del carácter de Vinicius?
Yo creo que sabría. Así como Ancelotti ha sabido entender ese espacio que necesita Vinicius para ser él, yo creo que Mauricio en este sentido también lo lograría. Todavía tiene mucho margen de mejora, como el abstraerse de todo lo que le puede perturbar. Que luego hay que ver cuánto hay de eso que necesita él para poder motivarse y cuánto no, pero sí es verdad que tiene margen de mejora ahí y yo creo que Mauricio sería capaz de encauzarlo en el buen sentido y en el buen camino. Seguro.
Un Mauricio y tú que os marcháis juntos del Espanyol al PSG, pero tú apenas juegas ocho partidos y regresas a Barcelona. ¿Cómo fue aquello? ¿Qué pasó? 1.49-3.17
Sí, llegué con Mikel también, con Arteta, en un periodo en el que el equipo no andaba muy bien. Estaba Luis Fernández de entrenador y la afición, al hilo de lo que está pasando un poquito ahora, en esa época también estaba muy mal con el equipo, con Anelka, con algún jugador más, y no fue fácil. A mí personalmente me sirvió para darme cuenta de lo que era un equipo grande, de lo que era la exigencia de tener que ganar cada partido, de tener que ser un ejemplo incluso en los entrenamientos, de lo que es tener un afición muy, muy grande dentro y fuera de la ciudad. Y con Mikel Arteta también hicimos una gran amistad, con Mauricio, con otros jugadores que había, incluso con Nico, con Anelka. Yo lo había conocido en los diarios de España cuando ficha por el Madrid, la mucha publicidad -no toda muy beneficiosa para él o, por lo menos, yo creo que justa para él- y luego cuando lo conoces te das cuenta la buena persona, el buen compañero y el ser humano que hay dentro del futbolista.
¿Se fue injusto con Anelka?
Muchísimo, muchísimo. Yo creo que desde el momento en que llegó, él lo ha explicado en su documental también y en algunas otras entrevistas. Desde el momento en que se le firma y pisa Madrid hay unas fuerzas, de una manera muy partidista, contra él. Lógicamente, para favorecer otros intereses que a él le afectaron muchísimo. Otros jugadores que en ese momento podían tener competencia con él, en la parte alta del equipo, gente de la casa que tenía que también estar ahí y demás. Era una amenaza real, porque venía un jugador muy joven, con un grandísimo potencial, a un equipo muy grande, con la vitola o el título de estrella y el fichaje de la época, el más caro del momento. También es verdad que, y él lo reconoce, el Anelka que va a Madrid no es el que va, por ejemplo, a Chelsea, no es el que va al City, no es el que va ni a París en el momento. Es un jugador todavía mucho más joven. Yo creo que no se le ayudó lo suficiente como para que se adaptase a lo que es el Real Madrid.
El bullying del que hablábamos antes, de alguna manera.
Bueno, exacto. El bullying, sí, sí, el bullying total que se puede llegar a hacer desde fuera hacia adentro y luego dentro del vestuario. Yo sé que no fue un vestuario fácil para él.
Otro tipo de presión, en este caso positiva, está viviendo Mikel Arteta en el Arsenal. Vaya campañón que está haciendo en Inglaterra.
Desde fuera no sé si es consciente de la dificultad que está teniendo Mikel, ya no sólo esta temporada, sino en reconstruir un equipo con tan poco que tenía, cómo ha quitado dos o tres piezas que todo el mundo pensaba que eran una locura. Él, todo lo contrario, con su plan, con su sistema, con su filosofía, ha cambiado la mentalidad del equipo, la mentalidad del club, lo ha vuelto a poner donde el Arsenal históricamente siempre ha estado. Con muy poquito y en muy poco espacio de tiempo, que eso en el fútbol es muy complicado. Y estar compitiendo con equipos, muchos de ellos que tienen ilimitado a la hora de reforzarse, y que la presión es muy grande. Yo creo que el fútbol que está haciendo, con jugadores muy jóvenes -si no es la plantilla más joven, de las más jóvenes de la Premier-, está creando unos cimientos para un club que si sabe hacerlo bien y es valiente, va a tener Arsenal para mucho rato en la parte alta de la Premier.
¿Qué te parece esta eclosión de entrenadores españoles en la Premier?
Es normal. Siempre hemos exportado talento. A España yo creo que no se le ha dado la importancia que tiene desde otros estamentos a lo que genera a nivel deportivo en cuanto a talento, know-how, saber llevar, saber dirigir, saber adaptarse a situaciones complicadas. Y mira que tenemos un déficit muy grande en cuanto al idioma. El entrenador español sale con el título, sin apenas conocer el inglés. Yo lo he vivido en la agencia, porque hemos hecho entrevistas con algún club inglés, con entrenadores españoles, alemanes, holandeses y portugueses, y el español queda en muchos casos retratado, es verdad. Pues, pese a eso, es capaz de sacar rendimiento y de adaptarse, de aprender y de sobreponerse a situaciones complicadas. Porque, al final, el entrenador mucho de su trabajo es transmitir y qué mayor dificultad que transmitir cuando no hablas el mismo idioma. Y, cuidado, hay vestuarios en los que esto te penaliza de una manera muy, muy grande. Entonces, eso hay que resaltarlo y luego, sobre todo, la capacidad de adaptación y competitividad que tiene el entrenador español.
"A España no se le da el valor que tiene en el fútbol en cuanto a generar talento"
Exfutbolista del Espanyol¿Quiénes son los entrenadores que más te reforzaron en el aspecto anímico? Nombrábamos a Camacho, a Bielsa, a Ranieri…
La positividad que tenía Ranieri de adaptarse a las malas situaciones. De Bielsa, intentar que vieras que, a veces, el resultado no es producto sólo del trabajo, sino de la casualidad. Que a veces pasan las cosas, tú te crees que lo has hecho bien y ha sido casualidad. Entonces, claro, tú te crees que eres mejor de lo que eres por haber tenido éxito en un apartado de tu vida que, realmente, como tú lo han hecho, a nivel de esfuerzo y de dedicación, 200.000 más. Por qué tienes éxito o por qué te crees que el éxito viene en aspectos externos a ti es complicado a veces, y yo creo que el futbolista sí que lo tiene que saber, y la persona.
Es verdad que sin dedicación y sin trabajo no llegas, pero luego hay otros aspectos que no dependen de ti que también influyen. Hay que ponerlos en la ecuación de alguna manera. Yo creo que los entrenadores en ese sentido sí ayudan bastante a los jugadores. Jugadores que son reservas durante mucho tiempo de la temporada, que a veces llega un punto en el que no te crees parte o ya no te crees ni futbolista de cierto nivel. En ese sentido sí que el entrenador siempre ayuda, o por lo menos los que yo he tenido. En contadas excepciones, te voy a nombrar uno que no. Todos los demás intentan sumar. Pero es que incluso de ése tienes la capacidad de aprender lo que no debes de hacer, con lo cual tampoco es malo tener un mal entrenador cerca tuyo porque aprendes, cuando tienes buenos valores, lo que no está bien hecho. En ese sentido, sí que es verdad que los entrenadores ayudan, pero hay mucho margen todavía por mejorar dentro de lo que es la ayuda al profesional cuando lo deja.
No puedo no preguntarte antes de terminar quién es ese mal entrenador…
No tengo ningún problema: Javier Clemente. Yo lo tuve en una época suya horrorosa como entrenador, desmotivado, como le pasa a un futbolista. Cuando un futbolista ya está en el ocaso de su carrera, desmotivado, sin ganas, pues no suma. Lo mismo le pasa a los entrenadores. Cuando un entrenador coge el puesto de trabajo por hacerle un favor a un amigo, que no tiene motivación, pues al final eso lo transmite al equipo. Y encima si te toca a un jugador, en este caso yo, ya experimentado, y como yo dos o tres compañeros más, ves ciertas actitudes que a los chicos jóvenes no les beneficia. A mí me sabe mal porque yo sé que Javier Clemente en otras épocas sí que ha sumado mucho más a los compañeros. En nuestro caso, fue todo lo contrario. Actitudes en las que un profesional no puede fijarse.
"Estuve en una etapa horrorosa de Clemente, te hacía ver una situación del partido faltando el respeto, a ti, incluso al contrario"
Exfutbolista del Espanyol¿Como por ejemplo…?
Las faltas de respeto con los compañeros, pero que es su manera también. El que no lo conoce puede pensar que esto lo hace porque es algo personal, pero es que él es así. El hacerte ver una situación del partido faltando el respeto, a ti, incluso al contrario, lo normaliza. Eso no es un buen valor de cara a un chico joven, que para motivarte tienes que menospreciar o a ti o al contrario. Situaciones un poco dantescas a la hora de plantear partidos o entrenamientos obsoletos, que ya no se hacían. Cosas que ves que el fútbol evoluciona, como evoluciona la vida, como evoluciona el deporte… Ya te digo yo que Ancelotti no es el mismo que empezó a día de hoy. Normal. Ahora tiene por lo menos diez ayudantes que tiene que saber gestionar y que todos tienen que sumarle. Seguramente, cuando empezó eran tres. Entonces, todo evoluciona, y cuando un entrenador no evoluciona le pasa como a los jugadores, te vas quedando atrás.