La generación de mujeres que puso en jaque el modus operandi de la Federación: "No te equivoques, yo tengo trabajo"
Siendo el eslabón más débil de la cadena frenaron a una institución acostumbrada a ganar siempre.
![Las jugadoras de la Selección muestran el #SeAcabó en sus muñecas en su primer partido tras el Mundial. /Getty](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/07/media/cortadas/seacaboplantilla-ReamsIOpuCjwWrCbx5AzVIL-1200x648@Relevo.jpg)
Cuando Alexia Putellas afirmó que ellas, las jugadoras, habían sufrido "décadas de discriminación" y que "nunca habían podido ser sólo futbolistas", llevaba más razón que un santo —una santa—. La frase, que retumbó bien fuerte en una RFEF en ruinas, correspondía a unas de las primeras apariciones públicas ante los medios de comunicación de las campeonas del mundo tras el acto más inverosímil de Luis Rubiales como presidente de la RFEF: plantarle un beso en la boca a Jenni Hermoso en plena celebración por el Mundial.
Y eso que en aquel momento (en Göteborg, el 22 de septiembre de 2023) no se sabía ni la mitad de lo que había pasado en Sídney ni en aquel avión de vuelta a Madrid.
Ahora, y gracias al juicio sobre el 'Caso Rubiales', se van desvelando todos los detalles que refrendan las palabras de Alexia Putellas y descubren cómo una generación de mujeres puso en jaque el modus operandi de la RFEF. Cómo, siendo el eslabón más débil de la cadena, frenaron a una institución acostumbrada a ganar siempre.
Primer acto: Irene Paredes da la voz de alarma
El plante —"Protesta colectiva, con abandono de su cometido habitual, de personas que viven agrupadas bajo una misma autoridad o trabajan en común, para exigir o rechazar algo enérgicamente"— consta de diferentes actos.
En primer lugar, Irene Paredes al alertar a sus compañeras sobre la gravedad del beso. En dos ocasiones. La primera, al llegar al vestuario: "Cuando llegué, que fui una de las últimas porque estaba con la prensa, Jenni estaba contando lo que pasó. Fue cuando lo entendí y le dije: 'Eso no está bien'". La segunda, en el autobús camino al aeropuerto de Sídney. "Hubo algunas jugadoras que empezaron a tararear: 'Presidenta, presidenta' y es cuando yo dije que parasen porque puede ser algo muy grave. A mí me lo parecía. Yo creía que no era un tema para hacer bromas", señaló durante su declaración en el juicio.
Irene Paredes, que las ha vivido de todos los colores en la Selección y en el fútbol, fue la primera en ponerle freno a la RFEF. Desde ese momento, a nadie se le volvió a ocurrir bromear con el beso.
Segundo acto: las constantes negativas a grabar el vídeo con Luis Rubiales
El segundo acto corresponde a lo que ocurrió en el avión. Cómo las campeonas del mundo apoyaron a Jenni en su negativa a grabar el vídeo conjunto con Luis Rubiales —a petición del mismo— para quitarle hierro el asunto y trataron de convencer a Ivana Andrés y Aitana Bonmatí, que tampoco accedieron a la petición, tras el "no" de la delantera madrileña.
"Le decimos a Jenni que no haga el vídeo, que ella tiene muy claro lo que ha pasado, que hay imágenes y esté tranquila", relató Laia Codina en el juicio. "Al cruzarnos, por sacar conversación, él me dice: 'Es increíble. Me están tachando de violador'. Yo le dije: 'Creo que es magnificar las cosas, pero a mí no me parece bien lo que pasó'", aseveró Irene Paredes.
Eran conscientes de lo que estaba pasando y no iban a ceder ni un milímetro en su parecer, no iban a volver a ponerse al servicio de los intereses de la RFEF. Había llegado el momento de defenderse a sí mismas.
Tercer acto: romper la barrera del fútbol con el #SeAcabó
El tercer acto: el #SeAcabó. En pleno terremoto, Alexia Putellas encontró las palabras exactas con las que comenzar la lucha. Su tuit tras la asamblea de la vergüenza de Luis Rubiales provocó un terremoto. Las campeonas del mundo tardaron medio segundo en replicar el mensaje de su líder, al que se unieron futbolistas y exfutbolistas de todo el mundo. Con mención especial a las Verónicas Boquetes, Natalias Pablos o Priscilas Borjas, que habían sufrido a la RFEF antes que ellas.
Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera @Jennihermoso
— Alexia Putellas (@alexiaputellas) August 25, 2023
Esas dos palabras rompieron la barrera del fútbol y saltaron a la calle, se plasmaron en carteles o en camisetas y se convirtieron en un lema. "Era muy importante cómo íbamos a actuar porque, en función de eso, estabas lanzando un mensaje", señaló Alexia Putellas en el documental '#SeAcabó: Diario de las campeonas'. Venían de 'Las 15' y no querían volver a quedarse calladas.
Cuarto acto: no ceder ante las presuntas malas artes de la RFEF
La pesadilla iba a tardar en acabarse. Tras las presiones, llegaron los sobornos. Pero ellas volvieron a mostrarse infranqueables ante las presuntas malas artes de una RFEF acostumbrada a ganar siempre.
Rubén Rivera, el exresponsable de marketing de la RFEF, y Albert Luque, el exdirector de fútbol masculino del ente federativo, se plantaron en Ibiza. El segundo de ellos llegó a personarse en el hotel en el que estaban alojadas las campeonas del mundo para hablar con Jenni Hermoso, pero Ana Ecube frenó sus intenciones. "No, entiende que no va a bajar porque está muy nerviosa, le estáis agobiando, y necesita descansar. Está con sus compañeras y ya no puede más. Igual no vienes como amigo, igual vienes de parte de la Federación", relató en el juicio.
"Me dijo: 'Si nos ayudáis, ya sabéis que Luis devuelve muy bien los favores, y no os va faltar trabajo ni a ti ni a Jenni". "Le dije: 'No te equivoques conmigo que yo tengo trabajo'. Dando a entender que, si yo conseguía que Jenni hablara, con Jenni tendría un favor preferencial y conmigo también. Me pareció venderle mi alma al diablo", relató Ana Ecube durante su testimonio en el juicio.
Lo cuenta como nadie. La mejor amiga de Jenni Hermoso, la más desconocida de todas, pero la que aguantó carros y carretas con tal de defender su honor. Ana viajó a Ibiza con el resto de campeonas del mundo, muchas de ellas son sus amigas, y se convirtió en el último parapeto de Jenni Hermoso ante la RFEF.