El giro de 180º de Montse Tomé en "uno de los mejores años de su vida"

En un 2023 loco, quién le iba a decir a Montse Tomé que iba a darle la bienvenida al 2024 como seleccionadora nacional. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los pasados 365 días cambiaron la vida de muchas personas. En el ámbito deportivo -concretamente en el del fútbol- Montse Tomé es una de las que se lleva la palma.

Tras el despido de Jorge Vilda, la entrenadora asturiana cogió las riendas de la Selección y pasó de vivir la conquista del Mundial desde un segundo plano -por lo menos, de puertas para afuera- a liderar desde el banquillo a las campeonas del mundo. "Si valoramos el Mundial, ha sido un gran año. Detrás de él hay muchos momentos. Momentos buenos, momentos menos buenos que te hacen también crecer", afirmaba en una entrevista a la RFEF.

Respecto a los primeros, está claro. En cuanto a los segundos, durante el año pasado, la Selección se proclamó como la mejor del mundo, pero 'Las 15', todo lo que pasó después del Mundial, su convivencia durante el mismo con Jorge Vilda -una relación que se fue deteriorando- o sus primeros días como seleccionadora nacional fueron algunos de los lunares. Sin embargo, Montse Tomé lo tiene claro: "Valoro este año como uno de los mejores de mi vida".

En esa misma entrevista, Montse Tomé señala algunos de los puntos de mejora de la Selección. "Tenemos que seguir apostando por la base, ampliando los recursos en las generaciones jóvenes para que puedan desarrollarse con las mejores entrenadoras, con los mejores entrenadores, con los mejores recursos para ser mejores futbolistas y las personas que acompañamos a esas jugadoras seamos las mejores preparadas y capacitadas", afirmaba.

Si bien es cierto que a nivel deportivo poco o nada se le puede a achacar a las de Montse Tomé, fuera del verde la Selección acumula algunos episodios bochornosos. Como el "error informático" en el partido ante Suiza por el que Irene Paredes se perdió el encuentro o el esperpento de Pasaron, cuando España saltó al campo con 10 jugadoras.

En el capítulo de retos, la Final Four de la Nations League es el primero. El próximo mes de febrero, España se la juega ante Países Bajos por un puesto en los Juegos Olímpicos. "Vamos con un grupo de jugadoras que han sido capaces de ser campeonas del mundo. Jugar con una estrella en el pecho supone muchas cosas, una estrella que merecen, que merecemos", explicaba la seleccionadora.

"También, siempre digo que estoy rodeada de grandes profesionales que son necesarios para acompañar a estas futbolistas, ordenar el talento y ser quienes lideramos este grupo y vamos a ir a por todo. Jugar unos Juegos Olímpicos es algo único, algo que a mí como jugadora me hubiera encantado y la vida me da la oportunidad de poder luchar por hacerlo como entrenadora. Es una ilusión, es un reto bonito, es algo que vamos a ir con la máxima ilusión", terminaba.