El Gobierno garantiza a la FIFA barra libre con la publicidad y el consumo de alcohol durante el Mundial 2030
Es uno de los compromisos del Ejecutivo para la cita que acogerá España dentro de cinco años.

La FIFA no tendrá ninguna limitación para la publicidad y la venta de alcohol durante el Mundial 2030. Esa es una las garantías aprobadas por el Gobierno para apoyar la candidatura de España (junto a Portugal, Marruecos y otros tres países de la CONMEBOL), que fue oficialmente elegida el pasado 11 de diciembre.
El Gobierno aprobó el 30 de julio de 2024 un documento que recoge todos sus compromisos respecto al Mundial. Y entre ellos, dentro del apartado sobre protección y explotación de derechos de competición, garantiza a la FIFA "que no habrá restricciones o prohibiciones legales en España en relación con la publicidad, la señalización, la promoción, la venta, la distribución o el consumo de cualquier producto o servicio de la FIFA, de cualquier afiliado comercial de la FIFA o de cualquier proveedor de servicios de la FIFA", según el documento al que ha tenido acceso Relevo a través de una solicitud de acceso a la información pública.
Ese compromiso incluye, "para evitar cualquier duda", cualquier "alimento o bebida (alcohólica o no alcohólica), en o dentro de los estadios y otros sitios utilizados para la competición, cualquier prueba de evaluación y/o cualquier competición". La garantía estará vigente desde un mes antes del inicio del torneo hasta su finalización.
Una exigencia habitual de la FIFA
En el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros, el Gobierno explica que todos los compromisos son una exigencia de la FIFA. "La documentación elaborada por la FIFA, a los efectos de la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2030, exige que los poderes públicos se comprometan a una serie de declaraciones y otorguen varias garantías en relación con diversos aspectos", recoge el documento.
No solo el Gobierno, también las administraciones autonómicas y locales han tenido que comprometerse con la FIFA antes de la elección definitiva, a pesar de que no había competencia tras la decisión del Comité Ejecutivo presidido por Gianni Infantino de otorgar los mundiales de 2030 y 2034 de manera simultánea.
El apoyo de las Administraciones públicas, manifestado a través de una serie de concesiones y privilegios para el organismo, es siempre un requisito de la FIFA para otorgar la organización de su Mundial. Lo mismo sucede con el Comité Olímpico Internacional cuando elige la sede de los Juegos Olímpicos y con otros grandes eventos deportivos internacionales.
El trabajo de la comisión interministerial
De coordinar los trabajos para cumplir con esas garantías dependientes del Gobierno central se encargará la Comisión Interministerial para la preparación y organización de la Copa Mundial de la FIFA 2030 creada hace un mes. Ese órgano, similar al constituido para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, estará presidido por la ministra de Deportes, Pilar Alegría.
A la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le sentó mal que el Ejecutivo creara esa comisión. En concreto, en Las Rozas molestó que su presidente, Rafael Louzán, tenga voz, pero no voto. La tensión duró lo que tardó en celebrarse una reunión con el Consejo Superior de Deportes (CSD) de la que no salió ningún compromiso para modificar la comisión, pero que sí suavizó una relación algo hostil por la abierta oposición del Ejecutivo hacia el dirigente gallego antes de su absolución en el Tribunal Supremo.