La picaresca de los bares de campos de fútbol y clientes para burlar la ley que prohibirá el alcohol: "La cerveza la meteremos de extranjis"
En Barcelona, no todos los campos cumplen con esta normativa.

El Consejo de Ministros aprobó un nuevo proyecto de ley destinado a prevenir el consumo de alcohol entre menores de edad. La normativa establece la prohibición de la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en centros educativos, deportivos y de ocio donde haya una presencia mayoritaria de menores. Además, veta la publicidad y el patrocinio de bebidas alcohólicas en un radio de 150 metros de estos lugares. La ley que restringe la venta, publicidad y consumo de alcohol en espacios con menores lo anticipó la Federación Catalana de Fútbol (FCF) hace cinco años.
Era un sábado cualquiera. Salió el sol en Barcelona por raro que parezca. Durante este marzo, de los más lluviosos de la última década. De hecho, la mañana acaba con las calles de la ciudad mojadas por enésima vez en las últimas semanas. El olor a butifarra, frankfurt o lomo-queso se siente al entrar en la mayoría de campos de fútbol en la Ciudad Condal. Es ya un clásico, la quedada antes de los partidos en los bares de los distintos recintos deportivos para desayunar un buen bocadillo acompañado de su caña.
La actividad en la mayoría de campos barceloneses el fin de semana no cesa. Desde primera hora de la mañana hasta última las gradas se llenan y miles y miles de niños juegan sus respectivos partidos bajo la atenta mirada de los familiares, y en algunos casos, ojeadores del FC Barcelona. Desde hace cinco años, en ellos no se puede servir alcohol.
En uno de los bares de uno de los campos, dos camareras atienden a la clientela y dos más están en la cocina. ¿Cómo ha sentado el nuevo decreto ley?. "Bueno, es un problema para nosotros. Piensa que vendemos muchas cervezas el fin de semana. Una parte importante de la caja que hacemos al final del día es de la venta de cervezas", explica una de las camareras, mientras, precisamente, sirve un par de cañas a pesar de la prohibición.
Tiradores con cerveza con alcohol y publicidad '0,0'
En muchos de los campos de Barcelona, venden cerveza con alcohol, aunque en la publicidad del tirador ponga cerveza 0,0. Incluso por detrás del tirador especifica que tipo de cerveza es. En una de las varias mesas que hay, un señor se toma un bocadillo de bacon con queso y una caña. ¿Es con alcohol? "Sí", responde. Reconocen los dueños del bar que desde hace varios días muchos clientes preguntan por esta nueva ley impuesta por el Gobierno, que previamente aplicó en Catalunya la Federación Catalana de Fútbol. Ajenos a todo ello, al fondo del bar del campo, cuatro personas mayores juegan una partida de dominó. "Venimos cada sábado", cuenta Antonio, el más veterano. Tiene 82 años. Encima de la mesa, agua, café y refresco.
En otro bar más pequeño de uno de los recintos deportivos de la ciudad, madre e hija llevan el negocio. En cinco minutos de charla sirven cuatro cañas en vasos pequeños de plástico. "Nos tendremos que acostumbrar, pero al principio nos afectará porque la gente bebe mucha cerveza. A lo mejor la gente lo que hará será traerla de fuera. ¿Cómo se controlará?", se pregunta. "Cumpliremos con la ley. No nos arriesgaremos a pagar una multa, pero es evidente que si se aprueba será complicado. Además, ahora con el buen tiempo y el calor servimos muchas cervezas. En invierno más cosas calientes como cafés o Cacaolat, pero en verano la cerveza vuela", añade, desconociendo que esa prohibición de vender alcohol en Catalunya lleva activa desde hace cinco años.
En muchos de los bares de los recintos deportivos de Barcelona se bebe mucha cerveza. Tanto el sábado como el domingo, miles de personas acuden a ver partidos de fútbol en campos con cafeterías. En otro de los barrios barceloneses con varios recintos deportivos, lo primero que te encuentras al entrar es el bar. Fuera, varias mesas ocupadas. Una de ellas con 10 copas, algunas llenas, otras vacías. Dentro no hay nadie a pesar de que la mañana no acompañe. Cuatro personas se encargan de llevar el bar. Ninguna quiere hablar.
Subiendo unas escaleras está el campo. Este sábado dividido en dos partes con partidos de fútbol 7. Gente en la grada. La gran mayoría pendiente de los chavales. Otros con el teléfono y también leyendo el diario. "No nos gusta, pero tendremos que aceptarlo", explica un grupo de padres con respecto a al nuevo proyecto ley del Gobierno. "Entraremos las cervezas de extranjis como ahora", sonríe otro.