Mucho más que un golazo: el plan de De La Fuente que eleva a Dani Olmo

Los titulares y los focos se los llevó (con merecimiento) Lamine Yamal. No marcó, pero sí fue partícipe de los tres goles de la Selección (provocó un penalti, dio una asistencia y el pase que forzó otra pena máxima) y su repertorio de jugadas levantó los aplausos del Santiago Bernabéu. En este escenario, brillar era difícil. Dani Olmo no solo marcó el mejor gol de los seis que se anotaron, una obra de arte con un doble regate precioso, sino que firmó un partido que subraya el nivel del jugador del Leipzig y de su posible papel de cara a la Eurocopa de este verano.

Durante su trayectoria con la Selección, Olmo ha sido siempre un jugador relacionado con el gol y el desborde. Ante la falta de talento diferencial en la delantera española, Luis Enrique vio en el catalán a un futbolista que, partiendo desde el costado izquierdo, rellenase ese vacío. Olmo unía regate y una diagonal con amenaza de gol, además de poder mezclar bien en zonas interiores. Aún así, el mejor partido hasta la fecha de Olmo se dio jugando por dentro: en las semis de la Euro de 2021 ante Italia, el del Leipzig actuó como falso 9, desorientando al rival. Su máximo potencial se encontraba en esa zona.

Pero para que Olmo pudiese jugar allí, necestiba cómplices. Las irrupciones de Nico Williams en 2022 y Lamine Yamal en 2023 han motivado que las alas queden cubiertas con desparpajo, ritmo, regate y amenaza, lo que generó ante Brasil un espacio enorme a explotar en el carril centra. A todo ello se le suma el ascenso imparable de Rodri como el mejor mediocentro del mundo a leguas del siguiente, permitiendo al combinado de De La Fuente situar a más efectivos por delante de la línea de balón. ¿Qué nos enseñó Dani Olmo ante Brasil?

Con Rodri de mediocentro, Fabián fue el interior que acompañó al del City más en la construcción, liberando a Olmo por delante de la línea de balón. España tuvo tramos de mucho ritmo, y aunque le faltó un punto de calidad diferencial en ciertas zonas, situar a Dani Olmo en la mediapunta le permitió ser más agresiva y tener más opciones de transitar. Para De La Fuente, el canterano azulgrana es un futbolista diferencial, y según ha podido saber Relevo, los planes de la Selección pasan por darle un peso específico importante en esa zona, parecida a la que disfruta en el Leipzig.

Otra de las consecuencias directas de este movimiento es que España pasa a ser un equipo mucho más punzante en situaciones de transición. Bajo Luis Enrique, el combinado nacional apenas podía ser fuerte en este tipo de situaciones porque carecía de perfiles para ello. Las irrupciones de Nico y Lamine permiten que, además de que el rival tenga que tener más vigilancias en el carril exterior, Olmo sirva como un contrapunto dentro. Como en la acción anterior, el del Leipzig es un interior con mucho vuelo y siempre se desmarca para sumar una opción de pase en área contraria.

A España le costó trasladar su dominio en goles (más allá de los dos penaltis que no eran) y el tanto de Olmo fue una genialidad. Para aspirar a la Eurocopa, un torneo corto que dependerá de estados de ánimo y rendimientos muy concretos, España necesitará sumar todo el talento que pueda y situarlo allí donde más diferencial pueda ser. Las eclosiones de Lamine y Nico no solo son magníficas noticias en un plano individual, sino sobre todo colectivo, pues alejará a Olmo de la banda, donde era un buen jugador, para acercarlo al centro, donde es uno mucho mejor.