Un amigo de Vinicius denuncia racismo de un guardia de seguridad del RCDE Stadium y el jugador estalla: "Es repugnante"
Según el agredido, antes del Brasil-Guinea el guardia le apuntó con un plátano diciéndole: "Esta es mi arma contra ti". Ya lo ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra.
El Brasil-Guinea estuvo marcado desde la previa por ser un partido contra el que luchar contra el racismo. Diferentes detalles dejaron claro la posición de ambos países y su fuerte compromiso contra la xenofobia. Sin embargo, antes de comenzar, un aficionado sufrió un presunto incidente de tintes racistas en la entrada al RCDE Stadium. Y fue uno de los mejores amigos de Vinicius Junior, que interpuso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra el domingo por la mañana.
Incidente racista en el RDCE Stadium. Felipe, el mejor amigo de Vinicius y miembro de su staff privado, ha sido amedrentado por una persona de seguridad a la entrada del Brasil-Guinea. Le ha sacado una plátano del bolsillo y le ha apuntado diciendo: "Manos arriba" pic.twitter.com/m3ksEbaYjC
— Rubén Cañizares (@Ruben_Canizares) June 17, 2023
La situación se dio en las puertas de acceso al campo. Según cuentan algunos testigos, un miembro de seguridad sacó un plátano de su bolsillo y se lo mostró a Felipe Do Gordo, amigo íntimo de Vini. Lo hizo como si se tratase de una pistola y diciéndole "manos arriba, esta es mi arma contra ti". En ese momento, Felipe decidió llamar a los responsables de seguridad del RCDE Stadium y a la policía presente para denunciar el hecho, apuntando directamente al culpable. Según COPE, la empresa de seguridad externa del estadio niega cualquier incidente racista.
Su gente más cercana consiguió calmarle, pero la cosa no quedó ahí. La policía instó a los agredidos a presentar una denuncia en comisaría explicando la situación, algo que hicieron a la mañana siguiente. Además, la seguridad del estadio revisó las cámaras de vigilancia para descifrar qué había sucedido. Se vivieron momentos de tensión, como mostraron las imágenes captadas por Globoesporte, aunque la situación pasó a menores una vez se decidió actuar a través de la denuncia. El miembro de seguridad acabó abandonando el estadio.
Poco después de empezar el segundo tiempo, los hombres de seguridad del Stage Front Stadium han acompañado al círculo de Vinicius a revisar las cámaras de seguridad. Finalmente no han podido verlas ya que sólo puede tener acceso a ellas la propia seguridad y la policía.
Al finalizar el encuentro, Vini abandonó el estadio por zona mixta acompañado de un persona de su confianza y el director de comunicación de Brasil, además de algún otro miembro de la selección. No hizo declaraciones, pero al poco tiempo publicó un duro tuit en redes sociales.
Enquanto eu jogava com a já histórica camisa preta e me emocionava, meu amigo foi humilhado e ironizado na entrada do estádio. O tratamento foi triste, em todos os momentos duvidaram da cena surreal que aconteceu. Os bastidores são nojentos. Mas pra deixar tudo público, pergunto… https://t.co/41RIJIJiuZ
— Vini Jr. (@vinijr) June 17, 2023
"Mientras yo jugaba con la ya histórica camiseta negra y me emocionaba, mi amigo fue humillado y burlado en la entrada del estadio. El trato fue triste, en todo momento se dudó de la escena surrealista que sucedió. Pero para hacer todo público, pregunto a los responsables: ¿dónde están las imágenes de las cámaras de seguridad?", firmaba el brasileño.
Este hecho manchó una jornada que se desarrolló sin incidentes en la previa del encuentro. Los brasileños coparon las gradas del RCDE, en las que la presencia de seguidores guineanos era menor. Desde por la tarde cientos de aficionados se acercaron a los alrededores a juntarse con compatriotas y celebrar lo que, excepto por este incidente racista, una fiesta del fútbol.
La comunidad brasileña en Barcelona vibró con su equipo. Cantaron sus nombres, bailaron la samba que les ponían por megafonía y, como no podía ser de otra manera, celebraron los goles. A pesar de no ocupar toda la grada baja del estadio (la alta quedó cerrada) se hicieron notar con sus gritos, aprovechando que sus ídolos se acercaron a la ciudad condal.