El entrenador de un equipo de prebenjamines, y primo de Güiza, se hace viral tras condenar en redes la actitud de unos padres contra los niños: "Son la ruina del fútbol"
Daniel Carrasco Güiza, técnico del C.D Zona Sur de Jerez de la Frontera, cuenta a Relevo lo sucedido durante un partido con chicos de solo 6 años.
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Cuando Daniel Carrasco Güiza llegó este sábado a casa, el técnico del C.D Zona Sur dudó si subir un vídeo o no a sus redes sociales denunciando lo sucedido horas antes en los Campos de Fútbol Picadueñas de Jerez de la Frontera. Su enfado y su decepción tras lo ocurrido en un partido entre niños de seis y siete años hicieron que el exfutbolista y primo de Dani Güiza se animara finalmente a condenar los graves incidentes que tuvieron lugar durante un encuentro de prebenjamines y que le obligaron a sacar a sus futbolistas, entre ellos a su hijo, del terreno de juego.
"Siempre he pensado, aunque no quiero generalizar, que los padres son la ruina del fútbol. Estoy recibiendo comentarios y mensajes de gente de toda España diciéndome que, desgraciadamente, esto suele pasar en todos los campos", explica Dani a Relevo. Desde que decidiera compartir públicamente el episodio tan triste que tuvieron que vivir sus jugadores originados por la actitud de algunos padres del equipo rival, su teléfono no ha parado de echar humo.
Porque su decisión de que sus futbolistas abandonaran el terreno de juego mucho antes de que el árbitro pitara el final del encuentro ha sido aplaudida por todos. "El colegiado me dijo que sacar a los niños del campo podía tener consecuencias, pero me daba igual. No se puede consentir que niños de seis - siete años tengan que escuchar las cosas que venían desde la grada", confiesa un Dani que prefiere seguir manteniendo en el anonimato el nombre del conjunto rival para no perjudicarle. Tras esa decisión, pasa a describir lo sucedido.
"Todo empezó porque, en el primer tiempo, un niño de nuestro equipo le hizo una entrada a un rival. Nuestro jugador le dio una patada y una de las madres del otro equipo empezó a gritarle a nuestro jugador de forma fea y muy exagerada. El chico, que solo tiene seis años, empezó a llorar y dijo que no quería seguir jugando. En ese momento me metí en el campo para parar el partido y decirle en voz alta a los padres que se dedicaran a animar y a comer pipas. Que no le dijeran nada a los niños. Al árbitro le dije también que al próximo episodio de este tipo sacaba a los niños del campo".
Tras el incidente y con aficionados de ambos equipos ensalzando sus palabras, el encuentro se reanudó con aparente normalidad. Ya más calmado, el jugador del C.D Zona Sur vuelve al campo, pero ahora son los entrenadores los que empiezan a recibir insultos desde la grada. "Comenzaron a decirnos de todo. Los niños no tienen por qué escuchar eso. Que me insulten a mí me daba igual, pero no voy a consentir que tengan que escuchar eso unos niños. La cosa se estaba yendo de las manos y volví a meterme en el campo para llevármelos. Les dije que saludaran al rival, al árbitro, pero que el partido se acababa".
Su hijo, asustado, solo pensaba en irse a casa. "Lo que me decía es que no quería estar allí. Como yo lo que quería era que los niños se fueran rápido con sus padres, no me dio tiempo a explicarles bien por qué había tomado la decisión de que se parara el encuentro. Este lunes, que volvemos a los entrenamientos, se lo explicaré. Les diré que no es normal que un entrenador se lleve a su equipo, pero que ante cosas como esta se debe hacer".
Una repercusión que no se imaginaba
Avergonzado por lo sucedido, Dani no se imaginaba que su vídeo denunciando lo sucedido iba a tener tanta repercusión. "No me lo esperaba. Lo hice porque no podía dejar que lo ocurrido se quedara como si nada, pero jamás pensé que iba a verlo y a comentarlo tanta gente. Ojalá sirva para que dejen de ocurrir estas cosas y que incluso sean los propios padres los que les digan a otros que dejen de decirles cosas a unos niños que solo quieren jugar al fútbol".
Contento con su decisión de haber publicado el vídeo, Dani espera no volver a vivir un episodio como este. En caso de que así, él tiene claro que volvería a actuar de la misma manera para tratar de poner fin a una práctica que se ha normalizado en los campos y que ya afecta a unos niños "que creen en los Reyes Magos".