FÚTBOL

El insólito calendario que se ha fabricado Rusia tras su expulsión: de Kirguistán a Cuba

Este lunes goleó por 8-0 a la selección caribeña en la última parada de un camino sin encuentros oficiales que dura dos años.

Rusia goleó por 8-0 a Cuba en un amistoso en Volgogrado./RFS
Rusia goleó por 8-0 a Cuba en un amistoso en Volgogrado. RFS
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

En este mes de noviembre se están cumpliendo dos años desde que las selecciones de Rusia disputaron sus últimos compromisos internacionales de carácter oficial. La sanción, motivada por la invasión rusa en Ucrania, fue efectiva meses más tarde, ya en 2022, sin embargo, fue en estas alturas de 2021 cuando Rusia supo por última vez cómo es competir con puntos en juego y objetivos en mente. El mejor ejemplo de lo que ha vivido desde entonces seguramente se ha producido este lunes, con un triunfo sin paliativos por 8-0 contra Cuba en un amistoso celebrado en Volgogrado.

Ni selecciones ni clubes. Ni masculino ni femenino. Ni absoluto ni en categorías juveniles. Todo lo relacionado con Rusia no tiene cabida ni para UEFA ni para FIFA, por ahora, y todo hace indicar que así será hasta que la guerra cese. El Comité Ejecutivo del organismo del fútbol europeo, eso sí, anunció el pasado mes de septiembre que propondría a la administración de UEFA la reintegración en sus competiciones de las selecciones rusas Sub-17 masculinas y femeninas, aunque compitiendo sin bandera ni himno. Los partidos se celebrarían en un terreno neutral.

La medida, que aún no ha entrado en vigor, apenas afectaría en escalones inferiores, situación que está por ver, puesto que algunas federaciones se manifestaron en contra de dicha iniciativa. En cualquier caso, no altera en absoluto el panorama actual que se vive a nivel absoluto o Sub-21. Y esto motiva que la RFS (Unión del Fútbol de Rusia, por sus siglas en ruso) haya tenido que apelar a soluciones prácticamente inauditas para que sus distintas selecciones sigan rodándose, aunque sea con encuentros de preparación.

La absoluta, actualmente dirigida por Valeri Karpin, exjugador de Real Sociedad, Valencia y Celta y exentrenador del Mallorca, se ha medido, desde entonces, a combinados de todo tipo: desde asiáticas (Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, Irak o Irán) a caribeñas (Cuba) pasando por selecciones africanas (Camerún y Kenia) e, incluso, de categoría Sub-23. Solo ha perdido con Egipto Sub-23, a la que se enfrentó por dos veces en el parón internacional de septiembre de 2023. Este lunes consiguió su victoria más abultada ante Cuba, que ocupa el puesto 169 del ranking FIFA y que apenas ha jugado una Copa del Mundo (1938) a lo largo de su historia.

Pese a seguir compitiendo, pero con citas de menor nivel que los partidos oficiales, el futuro de Rusia es del todo incierto. Se rumoreó la posibilidad de que se mudara a la AFC y que pasara a disputar las eliminatorias en la Confederación Asiática, sin embargo, nunca se confirmó. De hecho, la fase de clasificación de Asia para el Mundial de 2026 ya comenzó en el territorio asiático. No así en Europa, cuyo inicio está marcado para 2025. Más de un año para que eso suceda, aunque, si permanece la invasión en Ucrania, Rusia seguirá marginada futbolísticamente hablando.

La Sub-21... contra clubes

Si la absoluta está encontrando la solución en diferentes combinados de otros continentes, la selección Sub-21 se está enfrentando, principalmente, a clubes. Sí, como lo leen. En este parón de noviembre, por ejemplo, jugó ante el Dinamo Minsk, líder de la liga bielorrusa y conjunto que tiene en su mano proclamarse campeón nacional este mismo fin de semana.

No solo encontró 'ayuda' en su vecino y aliado Bielorrusia, sino que también ha jugado contra los equipos Sub-20 de Palmeiras, Santos o São Paulo. Hay que recordar que las selecciones y equipos de Bielorrusia, pese a tratarse de un país socio de Rusia en la guerra, no están excluidos de las competiciones UEFA y FIFA. En su caso, eso sí, están obligadas a jugar todos sus compromisos en campos neutrales y a puerta cerrada. La absoluta de Bielorrusia tiene su nueva casa en Budapest, mientras que la Sub-21 actúa como local en Armenia. Una alternativa que no se contempla para Rusia, forzada a jugar partidos con más carga geopolítica que futbolística.