MEDIAPRO

35 años de guerras con Jaume Roures, salvador del Barça e íntimo de Cruyff: "Buenos días. Venimos a comprar el fútbol"

El patrón de Mediapro comenzó en TV3, pasó por Dorna y creó el mayor imperio audiovisual en España.

Jaume Roures durante una presentación en 2009. /REUTERS/Albert Gea
Jaume Roures durante una presentación en 2009. REUTERS/Albert Gea
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Rodeado de montañas de papeles y dos ceniceros en un despacho pequeño. Así es como recuerdan algunos compañeros a Jaume Roures en sus inicios en TV3, donde comenzó su andadura en el mundo audiovisual en 1984. Tras preparar y aprobar las oposiciones, formó parte del equipo fundacional de la televisión catalana, que abandonó por la I Guerra del Golfo. España participaba y Roures, contrario a la consigna editorial, renunció a TV3 a los seis años de llegar. Aunque comenzó en informativos -área de la que nunca se desligó- pasó enseguida a deportes, donde ejerció hasta su salida como jefe de producción.

"Buenos días. Venimos a comprar los derechos del fútbol". Era 1988. Fue la frase que pronunció Tatxo Benet -por entonces jefe de deportes de la televisión autonómica y uno de los fundadores de Mediapro junto a Roures- al presidente de la Liga española. Antonio Baró no tomó en serio a aquellos dos treintañeros. Meses después las televisiones autonómicas, agrupadas en FORTA, se hacían con los derechos de transmisión del fútbol español. 

Allí se sembró la semilla de Media Producciones (Mediapro) y casi veinte años después, en 2007, repetiría la gesta y se harían, tras una cruenta "guerra del fútbol", con los derechos del fútbol que gestionaba Prisa. "Fue quien le puso precio a los derechos", cuentan quien le conocen bien, al menos en lo profesional, desde hace décadas. Al abandonar TV3, un directivo de Dorna le llamó porque querían poner en marcha los derechos del Mundial de Motociclismo. Trabajó apenas tres años y se marchó de nuevo por desavenencias con Mario Conde quien, a través de Banesto, compró la productora.

En 1994 creó la que es ahora una de las productoras de creación, producción y distribución de contenidos líderes en Europa, que emplea a 7.113 profesionales en cuatro continentes. "Comenzó en la calle Riu de Lord en Barcelona, en una pequeña oficina junto a Gerard Romy, Carine Revelle y Blanca Cosculluela". Con el primero de ellos, que décadas después acabaría procesado por el 'FIFAGate', y con Tatxo Benet, fundó el grupo audiovisual que hoy se conoce como Mediapro.

Jaume Roures junto a Tatxo Benet, durante una rueda de prensa sobre los derechos de transmisión del fútbol en la sede de la Liga (LFP) en 2007.  JULIAN DE DOMINGO
Jaume Roures junto a Tatxo Benet, durante una rueda de prensa sobre los derechos de transmisión del fútbol en la sede de la Liga (LFP) en 2007. JULIAN DE DOMINGO

"Ya en la década de los 90 tenía un proyecto para realizar partidos en China. Iba muy por delante", dice un realizador que por entonces se reunió con el empresario catalán para valorar las posibilidades de su propósito. "Ha sido siempre muy innovador y avanzado a su tiempo", cuenta otra compañera. Su guerra con Prisa rompió el monopolio de los derechos del fútbol y, como consecuencia, también abarató los salarios de los técnicos. Ya eran varias empresas las que contrataban personal audiovisual y la época dorada de los profesionales de la tele cambió de forma drástica. Algunos le acusaron incluso de precarizar su trabajo, aunque Roures siempre tuvo una mentalidad férrea frente a tal consigna: "Prefiero tener 7.000 trabajadores con un sueldo más bajo que 2.000 con una nómina más alta", aseguran muchos sobre él. "Es un tipo de convicciones firmes".

Íntimo de Johan Cruyff

Cuando TV3 gestionaba los derechos del FC Barcelona, Roures coincidió en varias ocasiones con Johan Cruyff. "Una vez le pedí un favor personal", contaba el propio Roures en varias entrevistas. Su padre, enfermo de cáncer, aficionado al Barça y entrenador de juveniles, estaba en el hospital en fase terminal. "Pregunté a Cruyff si lo iría a ver y accedió sin pensárselo dos veces". Ahí comenzó una amistad a la que ni siquiera puso fin la muerte del holandés. Roures posteriormente ayudó a crear su Fundación y aún a día de hoy forma parte de su patronato.

José Luis Núñez, presidente del FC Barcelona, y Johan Cruyff posan con algunos jugadores durante la presentación de la plantilla para la temporada 1995-1996.  EFE/Albert Olivé
José Luis Núñez, presidente del FC Barcelona, y Johan Cruyff posan con algunos jugadores durante la presentación de la plantilla para la temporada 1995-1996. EFE/Albert Olivé

Aunque son muchos los que aseguran que se convirtió en su asesor, e incluso representante, el empresario catalán lo ha negado en varias ocasiones. Durante las ocho temporadas en las que Cruyff fue entrenador del Barça, no todas fueron de color de rosa. Tan sólo en las cuatro intermedias, el holandés se hizo con el título de Liga. Las diferencias en la política de fichajes en el equipo le llevó a tener ciertas tensiones con el entonces presidente, José Luis Núñez. Mientras Cruyff creía que "el dinero tiene que estar en el campo y no en el banco", Núñez era más conservador a la hora de invertir en jugadores. Fue el propio Roures, culé reconocido y con una gran personalidad, quien intermedió entre ambos en varias ocasiones.

Figura clave en Barcelona '92

A pesar de haberse marchado de TV3 en 1991, cuentan quienes le conocen que su presencia en las negociaciones con TVE por los derechos televisivos de los Juegos Olímpicos de Barcelona fue determinante. "Fue el alma para que TV3 fuera televisión oficial junto con Televisión Española". Crearon, incluso, un canal olímpico en el que se podían seguir todos las competiciones en catalán. Roures por entonces venía de haber adquirido los derechos audiovisuales de Augusta, Wimbledon... y por entonces TVE era la única competencia. Con su irrupción en el mundo audiovisual, aquello comenzó a cambiar.

En las antípodas ideológicas, pero amigo de Tebas

Posiblemente una de las preguntas que más veces ha respondido Jaume Roures ha sido sobre su amistad con Javier Tebas, presidente de LaLiga desde 2013. El primero, reconocido marxista trotskista y barcelonista; el segundo, con cierta filia a partidos ultraderechistas y madridista confeso. Nadie se explicaba cómo en lo profesional tenían tantas afinidades. "A pesar de lo diferentes que somos, Tebas nunca me ha engañado. Es de las pocas personas que no me ha mentido en este mundo", aseguró Roures en más de una ocasión. Por su parte, Tebas se pronunció nada más conocer la noticia de su salida: "Jaume ha sido, es y será referencia en el mundo audiovisual del deporte, anticipando su estrategia a sus competidores durante muchos años".

Jaume Roures junto a Javier Tebas en un foro en 2015.  EFE/Emilio Naranjo
Jaume Roures junto a Javier Tebas en un foro en 2015. EFE/Emilio Naranjo

Esta relación les llevó a crear un vínculo profesional indestructible entre LaLiga y Mediapro, que se convirtió en la productora de cabecera del ente dirigido por Javier Tebas. Han sido durante años socios estratégicos tanto en la producción de los partidos de fútbol profesional, como en la comercialización de derechos de TV a nivel internacional. A través del holding Imagina, que creó en 2006, Roures produjo también uno de cada cuatro programas de prime time de los últimos años, además de los canales temáticos de televisión del FC Barcelona y el Real Madrid durante varias etapas.

Jaume Roures con Joan Laporta y Florentino Pérez durante el desayuno informativo Forum Europa - Superliga celebrado en 2022.  AFP7
Jaume Roures con Joan Laporta y Florentino Pérez durante el desayuno informativo Forum Europa - Superliga celebrado en 2022. AFP7

Al rescate del FC Barcelona

El segundo mandato de Laporta no se entiende sin la figura de Jaume Roures, que se convirtió es una de las personas que colaboraron económicamente en el aval que tenía que presentar a la Liga Joan Laporta para convertirse en presidente del Barça en marzo de 2021. Laporta y su Junta Directiva tenían que avalar 124,6 millones de euros y Jaume Roures fue clave. El club presentó el montante económico sobre la bocina gracias a los 30 millones que aportó el empresario catalán a través de la empresa Orpheus Media, una sociedad patrimonial del socio fundador de Mediapro.

El pasado verano Roures volvió a salir al rescate del Barça activando la cuarta y última palanca que hizo efectiva la junta de Joan Laporta. La misma empresa administrada por el empresario catalán, Orpheus Media, abonó un total de 100 millones de euros por el 24,5% de Barça Studios. Este movimiento le permitió al club seguir tomando oxígeno en la planificación deportiva. "El Girona estaba en una situación muy crítica y siempre que hemos podido ayudar al Girona y al Barcelona lo hemos hecho. Y ahora me alegro mucho de que estemos en una situación normalizada. Nos alegramos de que las cosas les vaya bien", explicó Roures hace unos meses.

Tímido, familiar y mitómano

"Aunque parece distante, lo que le pasa a Roures es que es tímido, y de ahí que sea parco en palabras". "Es un coco, trabajador incansable, con visión 360 y siempre varios pasos por delante de los demás". "Es frío y no tiene filtro. Dice todo lo que piensa. Impone mucho respeto". Así es como describen a Roures quienes han trabajado con él durante más de 30 años en Mediapro. Hace unas semanas, antes de salir del grupo que él mismo fundó por desavenencias con Southwind, grupo accionista mayoritario de origen chino, Roures se reunió con los veteranos del grupo. Quiso así saber cómo estaban y recordar aquellos tiempos en los que la empresa que fundaron tenía, antes de convertirse en la multinacional que es ahora, tenía cierto cariz familiar.

A pesar de su timidez, Roures siempre se ha rodeado de grandes estrellas internacionales por la producción de películas como Rifkin's Festival, El Buen Patrón, La Vida Secreta de las Palabras, Princesas, Vicky Cristina Barcelona, Midnight in Paris o Los Lunes al Sol. Además de tener dos Óscar, dos Globos de Oro y 34 premios Goya, ha sido un personaje cercano a Woody Allen, Paolo Sorrentino, Isabel Coixet o Fernando León de Aranoa. Del propio Allen, Roures guarda uno de sus grandes tesoros. Durante una de sus estancias en Barcelona, al entrar por la puerta giratoria de las oficinas actuales de Mediapro, el cineasta tropezó, se le cayeron sus míticas gafas al suelo y se rompieron. Fue Jaume quien las recogió y las conserva en el museo que la casa creó con multitud de reliquias de estos 30 años.

Jaume Roures posa con Penélope Cruz y Woody Allen durante la promoción de Vicky Cristina Barcelona en 2008.  REUTERS/Gustau Nacarino
Jaume Roures posa con Penélope Cruz y Woody Allen durante la promoción de Vicky Cristina Barcelona en 2008. REUTERS/Gustau Nacarino

A pesar de sus 73 años, su salida de la empresa estaba prevista en 2025. Sin embargo, las desavenencias con el grupo chino que posee la mayoría de las acciones ha precipitado su partida y ahora, como las gafas de Allen, Jaume Roures también es historia de Mediapro, la empresa que él mismo fundó. Será Tatxo Benet, su socio desde sus inicios y cofundador del grupo, quien asuma sus funciones. "Aún estamos en shock", dicen algunos en la casa.