Javi Poves, el indignado con el fútbol que recupera el gusanillo en el banquillo: "A mí me das el Betis y lo saco adelante"
El jugador que colgó las botas decepcionado con el fútbol, ha recuperado la pasión por él. Estos años se ha dedicado a dar la vuelta al mundo y sus opiniones no dejan indiferente a nadie, tampoco a sus futbolistas.

Javi Poves (Madrid, 28/09/1986) sorprendió a todos cuando jugando en Primera con el Sporting de Gijón, se rebeló con el fútbol y decidió dejarlo. Desde entonces ha estado viajando y viviendo en varios países, como Rusia o Irán. Hace unos días volvía a ser noticia porque el Moscardó ascendía a 2ª División RFEF, con Poves de entrenador. En Relevo queríamos saber qué le ha llevado a amistarse de nuevo con el fútbol, su particularidad forma de ver la vida y cómo la aplica en el banquillo.
¿Eres un tipo con suerte?
Efectivamente hasta ahora en los momentos más críticos de mi vida deportiva, tanto de jugador como de entrenador, de mayor incertidumbre, hasta ahora no recuerdo ni de chiquitito salir derrotado.
Saliste escaldado del fútbol, ¿cómo ha sido lo de convertirte en entrenador?
En mis etapas anteriores estuve de gestor, llegué al club para gestionar como presidente, ascendimos a Tercera y empezamos dubitativos esa temporada, y al final en la jornada siete, sufrimos una derrota muy dura contra el Parla, no estábamos dando con la tecla, decidimos cambiar de entrenador. Dije que sentía un impulso dentro de mí, el director deportivo dijo que perfecto y toda la gente lo acogió de buen grado. Me considero muy sociable y fácil de llevar en el día a día, entiendo muy bien lo que siente el deportista. Si esto lo escucha algún rival dirá que soy un veneno, porque cuando entro en modo competitivo puedo ser hasta desagradable, pero con calma creo que tengo madera para esto, eso me dicen.
¿Por qué dices eso?
Porque veo más fútbol que nadie, no creo que haya mucha gente en España que vea tanto fútbol como yo. Menos de primera y segunda que no me interesa, a no ser que sea un partido muy llamativo. No sabría decirte ahora la alineación del Atleti, pero ese fútbol está fuera ahora mismo de mis gustos. Por las horas que le echo creo que tengo algo de capacidad. Al haber sido futbolista puedo saber por anticipado los problemas en el vestuario. Me dediqué a viajar muchos años, he tenido la suerte de vivir en los cinco continentes y compartido con gente de todos los países, de Marruecos, de Senegal... y he vivido allí, conozco casi todas las nacionalidades y entiendo el día a día de esos jugadores.
¿Qué intentas aplicar de lo que te hubiera gustado tener en su día, que echaras de menos en el fútbol?
Una de las cosas que en alguna ocasión he sufrido es que cuando están en grandes clubes tienen presiones de agentes, presidentes etc. Y se crea situaciones injustas, estando jugadores en el campo cuando tendrían que estar otros. Tengo tan tan claro que eso jamás va a suceder en mi vida, nunca me voy a someter a presiones económicas. Quien tenga mejor rendimiento es el que va a jugar.
¿Pero qué ha hecho que te haya enamorados del fútbol de nuevo?
Que no lo vives desde el mismo prisma. Tengo 37, acabé como futbolista con 24, y han pasado muchos años y las mentalidades de los individuos cambian. Así que no solo condiciona el tiempo sino mi propia realidad. No es lo mismo jugar que dirigir. Ahora lo hago con lo que creo que se debe aplicar, como la libertad de expresión. Estoy muy en contra de las líneas de comunicación de los clubes para que todos repitan como monos lo que tienen qué decir. Por ejemplo, que Messi o Cristiano eran el mejor del mundo, repetir como una cotorra porque me han dicho que lo haga constantemente. Si opino que el portero de Inglaterra es mejor que el de mi equipo, por qué no voy a poner decirlo. Y si se enfada, se enfada a través de una verdad, y la verdad es infinita y lo más necesario en el fútbol.
¿Estás más cerca de Mbappé o de Unai Simón, que cree que los futbolistas no deben opinar públicamente de política?
Yo lo que creo que cada uno es libre de hacer lo que le dé la gana, pero hay que ser profundamente tonto para dejarte guiar políticamente porque Mbappé lo diga. También respeto mucho a Unai porque hay gente que se siente intimidada ante este tipo de preguntas, porque Twitter te taladra. Hay muchas corrientes de opinión y prefieres estar tranquilo. Mbappé lo ha dicho bajo una realidad un poco distorsionada, porque cuánto de real es la vida de Mbappé para valorar la sociedad. No sé hasta qué punto sabe la realidad de Francia, no sé cuántas veces se ha paseado por el centro de París en los últimos tres años. Supongo que ninguna porque no puede. Esta basada en un convencimiento poco fundado, creyendo que la libertad es lo que él dice. El problema está en quién le cree.
Lo que pidió básicamente es que la gente fuera a votar.
Otra cosa es que estoy en contra de votar, porque votar es abdicar. Es seleccionar a quién te rige. En el sistema creado algo falla, todo el mundo tiene la sensación de que algo no va bien y que va a peor, da igual qué partido gobierne. Hay una infelicidad contagiosa en el mundo. España ha estado igual con rojos, verdes o amarillos. Esa es mi realidad, la de otros no lo sé.
¿Y cómo deberíamos elegir según tú si no es votando?
Al final tengo tan interiorizada la sensación de que el propio individuo es el que se legisla... Me dicen que sería algo como 'anárquico capitalista', como si todo lo que tú generas decides qué hacer con ello, sin que haya un ente regulador como el Estado. Es un discurso parecido a lo de Milei pero sin serlo. Yo sé lo que tengo que hacer, y lo que está bien y lo que está mal.
Pero no todos lo saben. ¿Y si cada uno hace lo que quiere...?
La clave para solucionar eso, porque gente maña hay, la forma de regular sería aplicando los diez mandamientos. La regla de oro es no harás para otro lo que no quieras para ti y quien transgreda esas leyes, entonces sí que haya un ente que le ponga una pena. Pero en nuestro día a día el problema es el problema de regulación que hay para cualquier cosa. Si quiero montar una frutería, ¿por qué necesito tantos permisos del otro? Creo en la libertad de comercializar entre nosotros. Con la cantidad de miles y miles de millones que se recauda, ¿cuánto realmente va al servicio de la sociedad? Posiblemente no vaya un 30%.
¿Cómo repartirías entonces?
El problema es que esto es una rueda echa de dependencia, que para empezar de nuevo debería entrar todo en un colapso y empezar casi en el "unga unga". Y eso es inviable. Puede suceder en micropartes, pueblos… Pero la sociedad son grandes masas demográficas que se organizan de tal forma que se toman decisiones muchas veces sin el convencimiento de todos, simplemente por lo que ha dicho el sistema de votación.
¿Mantienes conversaciones de este tipo con tus jugadores?
Si, muchas. Yo simplemente les digo que esto podría ser así o asá, a través del diálogo. Hay muchos que se ponen a investigar a ver qué dice esto tío. No pretendo que todos opinen como yo, mientras me respeten desde el lado humano… desde el deportivo, entiendo la crítica. El resto me da igual, poco a poco me voy haciendo más ermitaño socialmente. No me cuentes películas de Ucrania si luego no saben ni ubicarlo en el mapa. No saben si las imágenes son reales. Tengo una anécdota en Irán. En plena guerra de Siria, les pregunté a unos sirios por ello y se sorprendieron, "¿Guerra? Hay problemas en algunos puntos". Aquí ponía la tele y parecía que estaban en la III Guerra Mundial. Como cada vez la verdad está envenenada, prefiero no opinar.
¿Sientes el respeto en el vestuario?
Me llevo muy bien con todos, aunque alguno me puedo tachar de alterado. Alguna vez me tomo una cerveza con ellos, pero no se me ocurriría nunca salir de noche con un jugador. Entiendo que en un momento me puedo sentar a charlar, pero nada más.
¿Alguna vez te has arrepentido de haber dejado de ser futbolista?
Todo lo contrario. Cada vez se refuerza más que lo he que vivido me ha hecho tener un poso para estar en un club como el Moscardó, que tiene mucho arraigo en el barrio de Usera. Siempre ha sido un poco chapado a la antigua, al borde de la desaparición en varias ocasiones. Cuando dejé el fútbol aproveché mucho el tiempo para crecer a nivel individual, estudiar mucho, etc. A mí me das el Betis y lo saco adelante porque le pongo 24 horas. Y creo que se me da bien convencer de que lo que tenemos que hacer es dejarnos la piel por el club. Todo ha merecido la pena.
¿Cómo te sienta el apodo de 'el futbolista indignado'?
Es un apodo que se me puso hace mucho. Quien no esté indignado en la sociedad que vivimos, con la cantidad de locuras que se viven en el día a día... A mi me sorprende la pasividad de la gente. Pero el tema indignado fue por el 15-M, donde jamás me mezclé. Fue un movimiento organizado por el poder. Si alguien piensa que van a dejar acampar en pleno Sol sin que haya unas manos oscuras por detrás está confundido.
Si te hubiera llegado con esta madurez, ¿habrías tomado aquella decisión? Te lo pregunto porque a veces cuando somos jóvenes tomamos decisiones impulsivas o llevados por ideas utópicas.
Pues bendita juventud que te hace tomar decisiones impulsivas, sin tener que estar todo tan madurado y sometido a un juicio externo de lo que opina la gente. Esa es la bendición de la juventud. A veces ser impulsivo y asalvajado es bueno y te puede salir bien como a mí. Yo sentía que el fútbol ya no me llenaba, me daba igual ganar que perder, no le encontraba el sentido. Fui alguien muy honesto en el fútbol, sinceramente. Me decían que me quedara más años ganando dinero. No habría seguido en Primera, yo creo, pero podría vivir del futbol. A todos los jóvenes les digo que si hay un momento de su vida de tomar decisiones un poco alocadas o sin pensar demasiado en las consecuencias, es en ese momento.
¿Algún compañero te ha confesado que le hubiera gustado tomar tu misma decisión?
No es que me hayan dicho 'Si es que tienes razón, esto es una mierda', pero también algunos se enganchan en una ruleta de inversiones, con asesores y no pueden dejarlo. Conocí al hermano de Dybala, que era su representante, y un día le dijo que no podía seguir siéndolo porque estaba pensando más en lo que iba a hacer con los negocios, más que en jugar al fútbol. Algunos me dicen que tengo razón en lo podrido que está el fútbol o la vida pobre que a veces tiene el futbolista.
¿No estabas tan equivocado entonces?
Yo no. Hay una película que termina diciendo "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais". Lo que he vivido me ha hecho permitirme el lujo de ni siquiera tener miedo a la muerte, porque estos 37 años ya han merecido la pena. Si algún día escribo un libro, el título sería eso que le dicen los mayores a los jóvenes 'Ay, si tuviera tu edad' y la mayoría hubieran cambiado su vida o arriesgado a hacer lo que en su día no se atrevieron. Dentro de una forma que parece alocada, no lo es. Pero ahora lo que se sale un poco del tiesto, lo llaman loco.
¿Te consideras un loco cuerdo?
Puede ser. Tengo pensamientos muy normalitos, pero los que tengo, los llevo a cabo, aunque no siempre te salgan bien
¿Sigues pensando que la Tierra es plana?
Tengo la certeza absoluta de que la Tierra no es una esfera, niego categóricamente eso, y todo hace prever que es plana. Pero la verdad es algo muy profundo. A quien todavía le rechine eso, pasarán los años y cuando recapaciten, que investiguen y hablen con mucha gente, arquitectos, ingenieros, pilotos de aviación… Igual por lo menos te lo replanteas, y no lo rechazas como una estupidez. Nos toman de conspiranoicos o paranoicos. Uno puede estar equivocado, pero cuando son sociedades grandes que lo piensan, ya puedes sospechar. Si te metes en internet y ves que cientos de miles de personas que opinan que algo no casa y que no son personas analfabetas.
Si me meto en el vestuario del Moscardó, ¿qué crees que me dirían tus futbolistas sobre ti?
Ojalá que te digan que he sido el mejor entrenador, y alguno me lo ha dicho. Creo que, si dijeran que soy pasional, sería un adjetivo bastante acertado.