Javier Aguirre no continuará en el Real Mallorca

Javier Aguirre no seguirá al frente del Mallorca. Su personalidad única y su característica "guasa" con la prensa y sus jugadores desaparece de los aledaños de Son Moix, tras llegar en marzo de 2022 para reconducir a un equipo que parecía abocado a descender. Su estancia ha sido efímera, pero muy intensa, y será recordada por el mallorquinista como una de las más alegres de la reciente historia del club.

"El entrenador del RCD Mallorca, Javier Aguirre, no continuará en el club la próxima temporada. La entidad quiere agradecer al mexicano su enorme trabajo y profesionalidad durante su etapa como técnico bermellón", indica este miércoles el comunicado oficial. "Su paso por la isla deja recuerdos imborrables en la retina del mallorquinismo. Te estaremos siempre agradecidos, Javier", añade el comunicado del equipo bermellón, sin anunciar su sustituto, aunque ya ha empezado el casting.

La destitución de Luis García Plaza provocada por la mala racha que pasaba el equipo balear a mediados de 2022, iluminó el camino para la llegada de Javier Aguirre. Aterrizaba en la isla el mexicano en su enésima experiencia en España, después de quedarse muy cerca de obrar el milagro con el Leganés.

En Palma, Aguirre se encontró con los jugadores hundidos, la afición desilusionada y la directiva desesperada por no volver al pozo de la Segunda División. Pero, la alegría, mezclada con la seriedad y el trabajo duro del veterano entrenador, le brindó al Mallorca la ansiada salvación, cambiando la mentalidad de todas las personas que conforman la entidad.

Su insistencia y confianza en los integrantes de su plantilla consolidó al equipo en Primera División. Un muro férreo de cinco jugadores, tres medios "todoterrenos" y Muriqi, arriba, bajando al césped todos los "melones" que lanzaban desde la línea defensiva, el "Vasco" obtuvo el beneplácito de los mallorquinistas.

Pero, aunque, la permanencia y la consagración del club en Primera División fuera suficiente para los seguidores y la directiva, Aguirre no se quiso quedar ahí. La Copa del Rey, de la temporada que está por terminar, ha sido la miel en los labios del cierre del mexicano en Mallorca.

La ilusión y la ensoñación eran los remos de un barco que se quedó a las puertas de la gloria tras una tanda de penaltis que salió de cara para el Athletic. La sonrisa no desapareció del rostro del entrenador, al igual, que no se borrará de la mente de los mallorquinistas cada vez que recuerden la etapa del "Vasco" como bermellón.