RCD MALLORCA

El tardeo del Mallorca, donde te puedes tomar una cerveza con Javier Aguirre: "Acabas el partido y unas cañitas con la familia… es lo mejor"

El tercer tiempo del club, en el que conviven afición y jugadores, es una de las banderas del remodelado Son Moix.

Imagen de Javier Aguirre, de espaldas, y algunos aficionados./HUGO CEREZO / RELEVO
Imagen de Javier Aguirre, de espaldas, y algunos aficionados. HUGO CEREZO / RELEVO
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Pasan más de las cuatro de la tarde en Son Moix. La primavera se ha adelantado en lo meteorológico y en lo deportivo. Tras el 1-0 al Granada, paso de gigante para la salvación, llega un tardeo único en el fútbol español, el tercer tiempo que se han inventado en el Mallorca para los postpartidos. Aguirre se sienta con su familia, interrumpido cada dos por tres para hacerse fotos. El bigote de Abdón es el más perseguido. Los hijos de Raíllo, muy pequeños, no son conscientes de lo que ha logrado su padre instantes antes. El llamado Meet & Greet mallorquinista está al completo. Y ninguno ha sabido mejor que este, por la hora, el resultado y lo que viene, un parón para empezar a soñar con ganar la Copa del Rey.

El Estadi Mallorca Son Moix, desde dentro.HUGO CEREZO / RELEVO

Para situarnos. En la garganta del remodelado estadio, estrenado en enero pasado, donde en otros campos estarían los vestuarios o las gradas, el Estadi Mallorca Son Moix acoge a ambos lados del túnel de vestuarios sendos espacios de hospitality, que traducido son dos salas acristaladas a escasos metros de los banquillos y el césped, con servicio de catering y acceso a la grada y al césped, donde hay otra mini grada más exclusiva, contigua al banquillo visitante. La experiencia es 360º. Antes del partido, el aficionado puede seguir el calentamiento y ver la entrada y salida de jugadores (Players WalkOut) a unos centímetros. Durante, consumir lo que quiera. Y después, el colofón, compartir el post con plantilla y directiva.

La idea nació en Mallorca, aseguran desde dentro, que presumen de un concepto acorde al espíritu de club que están armando en los últimos años, bajo la dirección de Alfonso Díaz, CEO de Negocio desde 2020. Crear comunidad, acercar al mallorquinista a los jugadores, compartir para crecer. Mientras un grupo canta "¡Illa, Illa, Illa, nos vamos a Sevilla!", Aritz Aduriz comenta lo que se viene con su jefe, el director deportivo Pablo Ortells, mientras sus hijas juegan a pie de césped. Lato charla con su padre, Jaume Costa con su pareja, Aguirre sigue haciéndose fotos, como Raíllo y Abdón, el top 3 de los más solicitados.

Imagen del Estadi Mallorca Son Moix desde dentro.  HUGO CEREZO / RELEVO
Imagen del Estadi Mallorca Son Moix desde dentro. HUGO CEREZO / RELEVO

Un Dj le mete picante al ambiente, las hamburguesas y las pizzas, hechas al momento en unos hornos a pie de césped, dejan paso a los mojitos, mientras los chavales, hijos de familiares y seguidores, devoran chuches, que para eso es sábado por la tarde y el Mallorca va camino de atar otro año en Primera. En la tele, nadie mira al Osasuna-Madrid. Muchos de los jugadores han pasado a firmar autógrafos y atender a los más pequeños, pero no todos se quedan. Se jugó con mucho calor y hay que descansar.

Uno de ellos es Omar Mascarell, que prefiere irse a casa con su mujer e hija, que no acudieron al estadio, para descansar después de una tarde muy exigente. "Me quedo muchas veces, porque después de un partido, si ganas, tomarte unas cañitas con la familia, es lo mejor. La gente está con nosotros, es respetuosa, y mola mucho este rato. Hay una buena comunión con la afición".

Los jugadores del Mallorca se fotografían con aficionados.HUGO CEREZO / RELEVO

La siguiente vez que abra el Estadi Mallorca Son Moix será contra el Madrid el 13 de abril (entre el parón, siguiente partido en Mestalla y final de Copa). Y las entradas para esta zona, en la web del club, ya están agotadas. A 700 euros la que da mayor acceso. Entre los alrededor de 500 privilegiados, también hay alemanes o ingleses, representación de la población extranjera que vive en la isla (20%). Va pasando la tarde y se va vaciando la sala. Dos jugadores quedan por allí. Los dos que siguen en el club desde Segunda B. Los dos más queridos, de los que más camisetas venden. Raíllo y Abdón, con sus sendas familias, no tienen prisa. Porque están en casa. Porque hace justo seis años perdían en casa contra el Ebro (0-1). Y ahora están a punto de jugar una final de Copa. Y claro, cuando se viene de tan abajo, como para no saborear lo conseguido.

La fiesta se puede seguir en la parte alta del estadio, donde en el Pub Presuntuoso, desde donde también se puede seguir el partido, el ambiente sube de nivel. Se desconoce si alguno, haciendo honor a su entrenador, acabó la noche diciendo. "Un whiskito, y a dormir".