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Jofre vuelve al día que eligió la selectividad a ir con el Barça a Old Trafford: "Serra Ferrer le dijo a mis padres: 'Si prefiere estudiar se ha equivocado de sitio'"

El exjugador de Barça, Levante o Espanyol, entre otros, nos habla de su carrera y se lleva las manos a la cabeza ante las dudas sobre Pedri.

Jofre Mateu, en un partido con el Barça. /Getty
Jofre Mateu, en un partido con el Barça. Getty
Cristina Bea

Cristina Bea

Hay decisiones que marcan vidas y la de Jofre Mateu (Alpicat, 1980) de optar por presentarse a los exámenes de selectividad y no a la convocatoria de Van Gaal para un partido de la Champions League en Old Trafford en 1998 es una de ellas. "A Van Gaal esa decisión no le gustó porque no repetí convocatoria, pero creo que fue más influenciado por un Serra Ferrer, que en aquéllas era director del fútbol base y que directamente le dijo a mis padres: 'Si el chico prefiere estudiar, se ha equivocado de sitio'", recuerda el exfutbolista del Barça, Levante y Espanyol, entre otros equipos a los que le llevó el fútbol tras una disyuntiva que todavía hoy le hace preguntarse qué habría pasado "si no hubiese tomado esa decisión".

La de finalizar su carrera en la India fue otra elección señalada en la vida de Jofre, no tanto por el fútbol, sino por las vivencias en el país "al que hay que ir de vez en cuando para que se te quiten muchísimas tonterías" y por el camino del autoconocimiento que comenzó en aquella época con terapias con las que continúa a día de hoy. Ahora es comentarista de LaLiga, con la locuacidad y buena vibra que también transmite al otro lado de la pantalla, un desempeño para el que se preparó y se sacó el carnet de entrenador. "Me veía en necesidad de explicarlo desde un aspecto táctico más enriquecido, porque muchos de los futbolistas que se dedican a jugar a fútbol profesionalmente no saben analizar bien el juego, no interpretan bien el juego", analiza quien fuera un futbolista "atípico".

¿Cómo estás llevando todo este trasiego en el Barça? Tú que tienes ese ADN, que lo has vivido tan de cerca en tu casa por La Masia y el primer equipo, ¿cómo sienta?

Se vive mal el Barça desde hace años. Por suerte, lo tengo muy al día porque hace bastantes años ya que cubro el Barça desde cerca y que hago todos los partidos y siempre estamos en que va a ser una época de transición. Que está bien vivirla, porque veníamos de una época gloriosa y todos los momentos buenos son buenos porque antes ha habido malos y al revés, y estamos esperando esa recuperación que se antoja todavía no cercana. Y se vive mal, porque ya no es una cuestión de personas, del aprecio que le puedas tener a uno o a otro, sino porque da la sensación de que el club no acaba de tomar las decisiones para que la situación dé pasos hacia adelante, para que el club diga: 'Oye, estamos aquí y para estar un poquito mejor hay que hacer esto y luego, esto'. No lo veo y es frustrante.

Jofre, con Relevo, sobre su decisión.

¿Qué crees que hay que hacer? ¿Por dónde pasa ese antes y después que dices que necesita el Barça?

Yo creo que primero de todo hay que hacer un diagnóstico muy transparente de dónde está el club para que todo el mundo, en cuanto se tomen decisiones, que es el siguiente paso, las entienda, las acepte o las critique, pero que las vea. Una radiografía transparente y luego explicar el procedimiento, y en ese proceso si hay personas que tienen que caer, y me da igual quiénes sean, presidente, entrenadores, futbolistas… Digo 'me da igual' porque el club creo que está por encima de cualquier persona. Si el presidente promete unas cosas y al final no se pueden cumplir, tiene que venir otra persona. Si la persona que... Es largo, pero creo que: diagnóstico, transparencia y pasos.

Y en medio de esa vorágine, Xavi, a quien conoces bien desde vuestro paso conjunto en La Masía. Su 'me voy', luego el 'no, quédate' y el 'no, ahora te vas'. En redes te he leído hablar de un Xavi «maltratado».

Sí, sí. Al final una cosa es mi sentimiento por el club, por el Barça, que es el equipo desde que yo soy pequeño y en el que me he formado, he estado muchos años, fue mi casa y, evidentemente, lo tengo muy dentro y luego hay personas no sólo que las conoces y que las tienes de referentes en el club, es que Xavi hemos coincidido, hemos vivido muchísimas cosas juntos. Te sabe mal. Estamos en un momento donde la figura del entrenador del Barça no se la está respetando y si encima es amigo mío, me sabe peor, pero es que no se la está respetando. Que probablemente él no haya hecho lo suficiente para que ese respeto esté presente y se tenga más, seguro, seguro que ha cometido errores, pero tal y como lo vivo yo, no lo quiero para él. Sinceramente, hace días que deseaba que no quisiera seguir para que no pasara más por eso.

"Hace días que deseaba que Xavi no quisiera seguir para que no pasara más por las faltas de respeto a la figura del entrenador del Barça"

¿Jofre Mateu en su situación habría reculado en su idea de irse o se habría ido directamente?

No, no. Yo hace bastante tiempo que hubiera dicho: 'Señores, me sabe mal, no es que yo abandone el barco, es que yo por aquí no paso. Ni esto ni esto ni esto'. Yo desde fuera, viéndolo, analizándolo, luego tienes que estar dentro, tienes que ver según qué cosas y lo que pasa y por qué, pero si yo fuera Xavi... No, si Jofre estuviera donde está Xavi, se habría ido hace días.

Dices que no pasarías «ni por esto ni por esto ni por esto». ¿Qué es lo más grave que crees que ha tenido que soportar Xavi? ¿Quizá lo de Amberes?

Sin duda, sin duda. Si al final es estrictamente cierto que haces una convocatoria y que te llaman desde el club para decir que la tienes que cambiar, yo creo que ahí ése es un punto de inflexión que no es permisible. Si tu presidente se permite hacer esa llamada, significa que ahí hay algo que no funciona y como entrenador creo que el siguiente paso es adiós.

¿Crees que la figura de Xavi, que ha sido leyenda del Barça y de la selección española, se puede ver emborronada o se distorsione por esta experiencia en el banquillo culé? ¿Te preocupa?

Bueno, seguramente sí, porque al final se vive mucho en el presente, pero se está emborronando ahora, creo que cuando se tome un poco de distancia, se hace zoom out, yo creo que la figura de futbolista se mantiene y lo que se habla ahora mismo de entrenador no borrará para nada lo que fue Xavi, que es una leyenda brutal. Pero es verdad que es una lástima, porque uno siempre quiere que esa leyenda siga creciendo, pero también es cierto que era muy difícil para Xavi igualar de donde venía también.

¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en La Masia con Xavi? La quinta del Mini: con él, Puyol, Luis García, Arnau, Mario Rosas...

Fue una etapa de mi vida casi de las mejores. Yo me fui de mi casa, por mucha suerte para mí, que estaba muy cerca, con lo cual ese traslado fue cómodo, porque Mario venía de muy lejos, había muchos futbolistas que venían de lejos, no tanto como ahora, eran casi todos españoles, había algún extranjero, pero la mayoría eran españoles. Yo tenía casa a la que podía ir casi todos los fines de semana o mis padres venían, mi hermana vino a vivir a Barcelona también por estudios, entonces la adaptación me fue cómoda y la ilusión con que se vivía todos los días ahí, con la que yo me despertaba e iba a entrenar… La valoración que hago a día de hoy todavía es qué suerte tuve de que me eligieran y poder vivir lo que viví, sinceramente, y además por suerte las cosas me fueron bien. Recuerdo años preciosos, luego la transición a lo profesional ya fue algo más complicada, como tiene que ser, pero mi deuda con el Barça para la formación que tuve en La Masía yo creo que no se saldará.

En tu caso fue Van Gaal el que te hizo debutar en Liga en aquel 1-4 ante el Salamanca, en el que marcas en el Camp Nou. Pese a la derrota, vaya debut, ¿no? ¿Cómo fue?

Sí, sí. Pues… en globo. Fue algo que no tomas consciencia, tenía 18 añitos y la consecuencia de que en el fútbol académico las cosas iban yendo bien y que llegas al primer equipo y tienes la sensación de que te puedes atrever a hacer cosas, porque como estás fluyendo, jugando, no paras a hacer el escáner de '¿Qué estoy haciendo?' Debuté en mi primer partido con el primer equipo del Barça en Copa Cataluña marcando dos goles, yo que no era muy goleador, debuto en Liga marcando gol y todo pasaba muy rápido y no tenía la sensación de que estaban pasando cosas muy gordas, muy grandes. No te digo que era una cosa normal, porque evidentemente estaba gozándolo y estaba disfrutando muchísimo, pero no era plenamente consciente.

¿Recuerdas algo que te dijera Van Gaal? Creo que habéis tenido muy buena relación tanto profesional como personal.

Recuerdo de Van Gaal que en aquel momento yo era una persona poco tímida y muchas veces me tildaban de echado para adelante, y para ser joven pues llegaba con el primer equipo y me gastaban bromas y participaba y tal, y Van Gaal más de una vez me llamaba al despacho un poquito a decir: 'A ver éste, que se le ve muy atrevido, pero vamos a ver si le pillamos'. Y me acuerdo, por ejemplo, muchas veces que me llevaba y me hacía preguntas y yo le pegaba la gran parrafada y el tío flipaba. Decía: 'Hostia, le he querido pillar y éste, el sinvergüenza, todavía le da la vuelta'. Y su staff también me preguntaba, me querían pillar y casi siempre salía por tangente. Y sí, sí, tenía muy buen trato conmigo y yo le recuerdo como muy expresivo, ya muy Van Gaal, pero muchas veces de yo notar que tenía un muy buen concepto de mí. Le estoy agradecido, evidentemente, porque fue un paso importante en mi carrera.

¿Qué tipo de preguntas te hacían? ¿Con qué te querían pillar?

Pues me acuerdo, por ejemplo, muchas veces que en los entrenamientos si tomaba una decisión de entregar un balón o hacer un centro o tal, me decía: 'Ahí tenías ahí una opción', y yo le decía: 'Sí, sí, ya la he visto, pero ésa, descartada, porque ésa era mejor'. Entonces el tío se quedaba como: 'Hostia, el cabrón este lo ha visto, pero tal'. O me acuerdo en un despacho con Mourinho, me pidió que le explicara los movimientos que tenía que hacer el extremo en función de no sé qué sistema y tal. Buah, le tuve ahí diez minutos y miraba así como Mourinho como diciendo: 'Es que no hay manera de pillarle, porque con éste no hay freno'.

¿Y cómo reaccionó cuando no viajas a Old Trafford? Tengo la fecha. 16 de septiembre de 1998. Podrías haber debutado en Champions en Old Trafford ante el Manchester United y decides que no, que te quedas a hacer la selectividad.

Fatídica fecha, fatídica fecha, porque a día de hoy uno todavía piensa: 'Si yo no hubiese tomado esa decisión, ¿qué hubiese pasado conmigo?'. Porque no fue ningún otro compañero, es decir, viajaron con 17 y yo probablemente hubiese tenido unos minutos y continuidad en el primer equipo. A Van Gaal, evidentemente, esa decisión no le gustó porque no repetí convocatoria, pero creo que fue más influenciado por un Serra Ferrer que en aquéllas era director del fútbol base y que directamente le dijo a mis padres: 'Si el chico prefiere estudiar, se ha equivocado de sitio'. Y bueno, luego piensas: 'Debería haber ido, ¿no?'. Pero... en fin, me coincidió la fecha con esos exámenes que llevaba todo el verano estudiándolos, creí que como tenía tanta consciencia de que Van Gaal me tenía en buena posición, digo: 'Bueno, este partido, que si me coincide con esto, más que tampoco voy a ser una pieza que dices que tengo que ir porque el equipo me necesita…' . Yo iba de soporte, no a llevar aguas, pero casi. Interpreté que eso no iba a ser el fin de mi trayectoria en el primer equipo. Y así fue, pero, insisto, no creo que sea sólo una cosa de Van Gaal, sino que en el filial las cosas empezaron a no ir muy bien en Segunda, más Serra Ferrer, que no le gustó la decisión, y ahí las cosas giraron.

¿Tuviste mucha disyuntiva? No sé si lo consultas con tus padres o fue algo absolutamente unilateral.

Tuve muchísimas dificultades para tomar la decisión. Evidentemente, mis padres fueron también unas figuras importantes, mis padres los dos son maestros, por lo tanto, los estudios era una prioridad importante, pero también recuerdo discutirlo con el entonces director de la Masía, Joan Ferrer, consultarle: 'Hostia, es que no tengo muy claro lo que hacer, creo que debería ir, pero es que me pasa esto…' Me costó mucho decidirlo, pero mira, al final el pensamiento fue éste: 'Creo que el no ir a éste me lo saldaré con el siguiente y con los siguientes entrenamientos. Voy a hacerles ver que me lo voy a ganar', y… no tuve chance.

¿Te has arrepentido?

Bueno, arrepentirme no. Yo siempre digo que he tenido la carrera bastante acorde con cómo he sido. Yo, si hay algo que me caracteriza, es que no soy una persona excesivamente ambiciosa y eso a veces me ha penalizado, y en ese momento creo que no hice el cálculo de lo que supondría no ir. ¿Que tenía que haber ido? Creo que sí, pero arrepentirme la palabra no es, porque no sé si el hecho de haber ido hubiese sido un cambio muy drástico, pero es verdad que, hombre, si debutas en aquéllas y por lo que sea te da por meter un gol y tal pues el boom se hace grande y a lo mejor tienes una trayectoria en el primer equipo del Barça que luego te facilita la carrera. O no. (Se ríe).

¿Y la selectividad después te sirvió de algo? ¿Estudiaste?

Sí, no saqué una gran nota pero por suerte la pasé y pude seguir estudiando. Es que ése es un poquito el tema, que yo he seguido estudiando pero para nada con una ambición académica importante. Para mí el tema de los estudios era como un complemento, como parte de mi vida en la que tenía que seguir, pero no es que tuviera muy claro que 'yo quiero sacarme ahora la selectividad porque ya he decidido qué carrera voy a hacer y tal', qué va. Era simplemente por una inercia de modo de vida. Hice Administración y Gestión Deportiva aquí en Barcelona, los tres años, más un máster. Yo siempre digo que lo académico es para mí un complemento de beneficio para rendimiento, es decir, salir de la endogamia futbolística y coincidir en clase con gente que tiene gustos, aficiones, vidas muy distintas… Alimentan muchísimo y eso te hace desconectar, cuando conectas te sirve mucho.

Tú que has estado en ese lugar por edad y por crecimiento en el Barça, ¿cómo ves la eclosión de los Lamine, Fermín, que creo que es tu ojito derecho, de Marc Guiu, que también marcó en su debut…?

Pues la veo peligrosa, sinceramente, la veo peligrosa. Creo que el club se está sosteniendo en mimbres, sean los que sean, y en ese aspecto de rendimiento futbolístico de jugadores, cargando con una responsabilidad que no les toca a todos ellos. Fermín creo que va un pasito por delante, por eso le tengo una cierta predilección, porque se le ve un chico como muy instalado y muy competitivo pero a la vez humilde, me gusta, pero creo que el Barça se está apoyando demasiado en futbolistas que deberían ser no digo poco protagonistas, pero sí muy lejos de la responsabilidad que tienen ahora mismo en el devenir del equipo.

"Nos estamos cargando a Pedri. Lo mismo pasó con Ansu. Me parece peligrosísismo lo de Cubarsí y Lamine"

Jofre Mateu Exjugador del Barça

Es verdad que Cubarsí y Lamine están siendo una barbaridad y cuesta como entrenador sacarles de ahí, en el aspecto de que no deberían sostener eso, pero es que lo hacen tan bien que al final se lo ganan. Pero me parece peligrosísimo porque ahora mismo nos estamos cargando a Pedri. Ahora mismo aquí en Barcelona la gente está discutiendo a Pedri, es que me parece un insulto. Están discutiendo a Pedri, quieren vender a Pedri, ahora ya que si se lesiona mucho, que si sale de noche… Pero si es un chaval que es una auténtica maravilla y hace cuatro días era lo mejor que nos había pasado. Lo mismo pasó con Ansu. Se está quemando tan rápido que creo que el club haría muy bien de sostener y de tener muy claro que este proyecto no pasa por una cosa puntual de la actualidad.

Ansu ya está fuera del Barça, aunque cedido. ¿Es recuperable Ansu o crees que se le ha defenestrado ya para el Barça?

Quiero pensar que no, para mí en absoluto. Quiero pensar que Ansu es un jugador no sólo recuperable, sino que la leyenda (hace el gesto de entrecomillar) de Ansu, la historia y el storytelling de Ansu tiene que pasar por un Barça que quiera recuperarle y que vuelva a triunfar en el Barça porque Ansu por todo su pasado, por cómo llegó, por cómo explota en el Barça, por lo que ha pasado de lesiones que ha tenido que salir, que vuelva al Barça y que triunfe en el Barça creo que sería para la marca Barça lo mejor que le podría pasar. Por lo tanto, es que es absurdo por parte del club que no se haga ese intento.

"Lo mejor que le podría pasar a la marca Barça es que Ansu vuelva y triunfe"

¿Cómo es esa convivencia de los jóvenes con los jugadores del Barça más experimentados? De tu época, ¿tienes algún recuerdo más destacado de aquellos dos años tuyos en los que estás entre el filial en Segunda B y el primer equipo?

Yo recuerdo mucho, por ejemplo, que en aquella época mía de Van Gaal vinieron muchos holandeses, entonces de una manera un poquito involuntaria se acababa haciendo un poco de grupos, porque es que los holandeses venían de jugar juntos antes, jugaban con las selecciones y de los que no eran holandeses me acuerdo mucho de Fernando Couto, que era muy gracioso, pero muy gracioso, y era un tío que hacía muchas coñas. Me acuerdo mucho de Luis Enrique y Abelardo que tenían muy buena relación y que tenían muy buen trato con la academia. Jugadores que te pueda explicar alguna anécdota, me acuerdo de Luis Figo, que me volvía loco en el campo, porque yo jugaba en un extremo y él en el otro y él jugaba en todo momento en el extremo que le apetecía, y yo me tenía que ir volviendo loco y decir: 'Está en la izquierda, vale, me tengo que ir a la derecha', y a la siguiente jugada se venía a la derecha: 'Vale, me tengo que ir a la izquierda'. Me cansaba más de cambiarme de banda que no de acciones que me tocaban defensivas, pero es que era Luis Figo (resopla y levanta los brazos), que era una auténtica locura.

Hablas de Figo pero es que después te marchas al Mallorca, no llegas a debutar con el primer equipo, Rexach te recupera para aquel Barça pero, claro, también con Cocu y Rivaldo fue ligeramente complicado, ¿no?

Sí, sí, sí, yo me voy a Mallorca cedido un año, con opción de compra para el Mallorca, hacemos un buen año en el filial, estoy cerca de debutar con Aragonés, estaba Albert Riera en ese filial conmigo, debutó en aquellas Dani Güiza, fuimos compañeros en un filial en que teníamos muy buen equipo, muy buena generación también, pero al no acabar haciendo play-of quedamos quintos en la Segunda B y vuelvo a Barcelona. Estuve en el final con Quique Costas y Charly estaban en el primer equipo y también tuve mi participación, pero ahí yo ya estaba viendo que volver a jugar con el primer equipo del Barça no se iba a dar. En diciembre ya tuve una propuesta del Levante para irme y al final de año ya sí decidí, porque en el primer equipo del Barça ya se veía que la puerta se había cerrado.

Ahora hablamos del Levante, pero cuéntame antes, por favor, ese gol que marcas en un Clásico de Leyendas en 2021 con un gran pase de Rivaldo. La finalización tampoco estuvo nada mal, ¿eh? Hay que decirlo.

No está nada mal (risas). Con las leyendas hay que ir con cuidado porque evidentemente el físico en estos partidos es determinante, yo debo ser de los más jóvenes, entonces todavía me usan como todoterreno. Me acuerdo de la primera vez que coincido en los Legends, con Rivaldo, que me hizo mucha ilusión porque se acordaba mucho de mí, por ese convivir que tuvimos en una posición parecida cuando estuvimos en el primer equipo del Barça, y él mismo me decía: 'Yo cuando coja la pelota tú corre que yo ya sé que tú vas a ir al espacio y yo te la pongo ahí'. Y así fue, de las primeras que tuvo me la metió ahí al espacio y para adentro.

"El Barça es el equipo de cuna, pero el Levante va muy delante del resto. Siempre he tenido la sensación de que me hago futbolista profesional en Valencia"

Te marchas al Levante, donde vives el primero de los tres ascensos de tu carrera, con el Levante, el Murcia y el Valladolid.

Siempre es muy difícil discernir entre el sentimiento que tengo por el Levante y cualquier otro club. Evidentemente, el Barça es el equipo de cuna, pero el Levante va muy por delante del resto porque siempre he tenido la sensación de que me hago futbolista profesional en Valencia. Fue mi primera experiencia de verdad fuera, lo de Mallorca fue como un paréntesis pero no me lo planteé como para irme a jugar a Mallorca, y al Levante sí que voy a decir diciendo: 'Bueno, aquí se ha acabado, me voy para allí y a probar'. Y me acuerdo mucho que Cantarero, de las primeras charlas que tuve con él, me dijo: 'A mí me han dicho que vienes del Barça y que eres un jugador de 45 minutos, y yo voy a hacer que seas un jugador 90', y yo le dije: 'Te garantizo que no te va a hacer falta porque yo mismo me voy a encargar' (Se ríe). Y fue un año de una explosión brutal y el cariño que me mostraron, cómo me trataron, lo bien que estuve en Valencia… La desgracia fue no haber seguido después de los tres primeros años por el descenso, pero el Levante ha sido de lo mejorcito que me ha pasado en mi carrera.

Un descenso que se da en La Cerámica donde, lo hemos comentado alguna vez, yo recuerdo estar en el césped en el pospartido cubriéndolo para la radio, girarme y verte absolutamente desconsolado. El Villarreal, que se jugaba la Champions, os destrozó.

Sí. Ya veníamos con un bajón importante porque tuvimos partidos de margen para salvarnos, el Valencia en casa, el Barça en casa, pero antes también fuimos a Getafe, que no se jugaba nada y no había manera de ganar un partido. Se nos hizo bola ese temporada al final y no dábamos con la tecla. No entendíamos por qué, porque realmente teníamos equipo para hacerlo. Y en Villarreal era lo lógico, lo esperado, antes del partido íbamos allí como 'si pasa, va a ser un milagro'. Y lo peleas, yo me acuerdo de discutir con todos los del Villarreal porque había otro partido en juego que creo que influía en el resultado e intentándoles mentir: 'Oye, que eso ya está, que podéis levantar el pie', con el que pillara por el medio. 'Oye, por favor, que esto ya está', pero la gente allí: '¿A mí qué me dices? Nosotros a lo nuestro y vosotros a lo vuestro'. Además, Forlán Pichichi, ¿qué vas a pedir? Y ese momento es que ahí me di cuenta de que 'es que me tengo que ir de aquí', porque yo no quería pensar en irme del Levante y de Valencia, y terminando el partido fue cuando digo: 'Se ha acabado'. Se me pone la piel de gallina porque me acuerdo mucho en el vestuario con los Catalá, con el padre en paz descanse y con Quico, pasar un ratito complicado, porque me lo sentía, me lo siento muy mío.

Y las paradojas de la vida, entre esos partidos que nombras, el del Barça en el Ciutat, donde ellos cantan el alirón pero estuviste a punto de arruinárselo con un gol de 40 metros. ¿Cómo lo recuerdas?

Exacto. Marcó Rive de penalti, nos pusimos 1-0 ganando con Rivera gol de penalti y me acuerdo mucho de la jugada, que además luego se comentó mucho. Valdés saca con la mano y quiere pasarme por encima, un saque largo con la mano, pero yo la paro con el pecho y como él saca casi desde el borde del área, tal como baja del pecho a bote pronto le pego por encima y pega en el larguero y no entra. Era el 2-0, ¿eh?, y ahí esos tres puntos probablemente nos salvaban. Y me acuerdo mucho que en el momento en que no entra la pelota yo hago un gesto hacia el banquillo de mirar y guiñar el ojo porque la verdad es que hubiese sido un golazo de escándalo, y es verdad que nos marca Eto'o, que empata, y los últimos veinte minutos allí nadie pasaba de medio campo porque estábamos los dos cagados, ellos porque ya tenían el título y nosotros porque el puntito igual nos valía, y me acuerdo que se hizo ruido de decir: 'Esto estaba arreglado'. Pero eso no recuerdo en qué minuto fue, pero quedaba mucho e íbamos ganando, y me dijeron: 'Es que no has querido meter el gol'. Digo: 'Hostia, sí que tenía buen toque, pero desde 45 metros medir que la voy a pegar en el larguero y no entra pues no sé si me daba para tanto'. Esa jugada es imposible planificarla anteriormente.

Del Levante te marchas al Espanyol, donde ganas una Copa del Rey, en el Bernabéu, aunque no jugaste demasiado aquella temporada. Vaya vestuario con el que coincidiste también: los Tamudo, De la Peña, Luis García, Pochettino…

Sí, una muy buena época. Bueno, una época un poco frustrante porque realmente para mí ir al Español fue un paso precioso, de decir: 'Me voy del Levante, que no me quiero ir, pero me vuelvo a casa, me vuelvo a Barcelona en un equipo que compite en Europa, que está en Primera división, en el que puedo crecer, firmo dos años más dos. Yo recuerdo a la espera de que mi representante bajara de Montjuic de firmar el contrato estar en el hotel y a las seis de la tarde la única vez en mi vida creo que me he bebido un whisky solo de los nervios. Digo: 'Me tengo que tengo que tomar algo'. Estaba en el hotel, llamé a todo el mundo que podía llamar y bebiendo el whiskito como Aguirre, a sorbitos, porque estaba histérico. 'Por favor, que se cierre, que no pase nada'. Para mí era un paso importante y fue un año muy bueno en cuanto a competir en Europa, jugué Copa del Rey, pero agridulce porque realmente te dabas cuenta que el entrenador, que era Lotina, con el que tuve buena relación porque es un tío estupendo, pero es que no me daba ni bola, pero ni bola era ni bola. Es que jugaba cualquiera en esa posición menos yo, y era un poco frustrante porque es verdad que yo no venía de ser una estrella y que tampoco es que cuando jugaba dijeras: 'Es que el tío vuela', pero creo que no hubiese estado de más que me hubiese dado un poquito más de chance porque creo que hubiese tenido mis opciones para, no digo seguir en el Español, que también, pero ser un poquito más protagonista. Fue una decisión muy técnica, que el tío no le gustaba y hay que aceptarlo.

"Tengo muchísimos excompañeros y amigos que les da por entrenar y cada vez que tengo oportunidad les digo: 'Tío, pero ¿no lo ves? ¿No ves dónde te estás metiendo?'

Pochettino, que acaba de salir del Chelsea, hablábamos de Xavi y su situación en el Barça... A ti no te ha dado por vivir este vaivén de los banquillos, ¿eh?

Es que ¿cómo te va a dar por eso? (risas). Es que te tiene que gustar mucho, madre mía. Yo tengo muchísimos excompañeros y amigos que les da por ahí y cada vez que tengo la oportunidad de decírselo: 'Tío, pero ¿no lo ves? ¿No ves a dónde te estás metiendo?' Hay una dinámica de exjugadores que se meten a entrenar sin siquiera valorar lo que va a ser entrenar y que eso es una vía de frustración importante, pero también es verdad que es una profesión bonita, que si te va bien no sólo ganas dinero, sino que sigues viviendo del fútbol, pero siempre digo que si puedo no me veo en ésas por la inestabilidad, por la cantidad de cosas que tienes que soportar.

Mientras yo pueda, ahora mismo, estoy desde fuera, 'a éste le critico, al otro no, el otro día estaba Jandro con el Amorebieta, qué mala pinta tiene Jandro con este jersey que le queda fatal', y desde la tele se ve perfecto (risas). Yo no quiero que eso me pase a mí, yo estoy muy bien desde la pantalla y si algún día me toca, que me tocará porque las cosas no me van bien, si llega eso, lo que tengo muy claro es que no me voy a meter nunca en una primera línea de staff. Es decir, formar parte de una staff, porque según qué aspectos de trabajar con grupo y hacer familia y hacer equipo eso me gusta mucho, ya me gustaba como jugador, pero sentarme en una rueda de prensa (se tapa la cara con una mano), se me iría, Cristina, metería unas patinadas… Estarían todos los periodistas (dice frotándose las manos): 'Viene Jofre', porque sería una tras otra, y no valgo.

Ibas a dejar a Luis Enrique a la altura del betún, ¿no?

Pues es una referencia para mí, imagínate, para mí Luis Enrique es una referencia, porque creo que los periodistas y las directivas de los clubes invitan siempre a que no se diga nada, 'para no meterte en jardines no digas nada'. A Luis Enrique le da igual y yo eso lo compro porque yo soy así y si no te gusta, ahí está la puerta. A mí me gusta, aunque es verdad que… errores sin parar, porque claro, es que estás expuesto a un escenario en el que resbalas una y otra vez.

Y más con las redes sociales hoy en día. ¿Te habría gustado vivir este momento del fútbol o te quedas con el tuyo, lejos del ruido de las redes o al menos ya vividas como adulto?

Sin duda, sin duda me fue muy bien que no existiera todo esto, de verdad, lo digo con plena conciencia. Es verdad que si hubiese existido yo tenía que haber actuado distinto en muchas otras cosas, pero me parece una desgracia tener que convivir además de con todo lo que tienes que hacer, ya no sólo con la comunicación bien hecha, que eso no me parece mal, sino con la necesidad que hay de hacer tanto boom de todo. No es que no te puedas equivocar, es que buscan que te equivoques para poder tener visitas a cualquier cosa. Es decir, si pasas con el coche muy rápido, porque pasas muy rápido; si pasas muy lento, porque pasas muy lento; si lo traes rojo, tenía que ser negro y si es negro… Creo que me hubiese metido en jardines el triple que de entrenador, sin parar, y he tenido la suerte de eso no tenerlo que vivir, sin duda.

Con lo que se habrían viralizado tus tintes, tus colores de pelo.

Sí, mira, pero ésa ya te la compro, y probablemente influido por todo aquello igual hubiesen sido más y peores. O sea, que ya me iba bien que no hubiese tanta exposición, porque ya ahora lo veo y digo: 'Pero ¿qué hacía? Madre del amor hermoso' (risas).

¿Has sido un futbolista atípico?

Sí, sí que he sido un futbolista atípico, y no sólo atípico, sino que por momentos había aspectos del fútbol de los que quería huir y eso fue algo que me perjudicó. Por mi entorno, primero porque mi familia ya te he explicado que son gente muy académica, muy de la formación. Segundo, por mi pareja que durante muchos años fue, que es la madre de mi hija, era gente que no vivía muy bien el ser un futbolista desde el cliché de futbolista, y yo quería huir de eso. Y huyendo de eso había veces que dejaba de ser futbolista en algunas cosas, y creo que eso no me acabó de funcionar. Pero sí, sí era atípico en ese aspecto. Luego si me vieras dirías que en muchas cosas no, porque la necesidad de atención, el ser competitivo, hay muchas cosas que cuando te retiras y empiezas a hacer terapias y te das cuenta de todo el trabajo que hay que hacer por lo que no has afrontado, pues dices: 'Madre mía de mi vida'. Pero sí, sí, yo cuando jugaba en el Levante, por ejemplo, iba a las 7 de la mañana a clases de inglés a la Escuela de Idiomas, y salía de allí, desayunaba y me iba para entrenar. Mis compañeros no es que no se lo creían, sino que se cachondeaban de mí. '¿Pero qué cojones estás haciendo yendo a clase a esta hora?' Según el entorno que tengas cerca pues te arrimas más a una cosa y a otra y yo lo tuve un poquito huyendo del fútbol.

¿De qué registros del fútbol en concreto dices que huías y te pudo perjudicar? Y ahora te pregunto también por la terapia.

Pues mira, por ejemplo, en la estética. En la estética, yo no sólo por los tintes, sino por la manera de vestir. Durante mucho tiempo vestía bastante lejano a como era el estandarte del resto de jugadores: todos con el botero, con la fotografía (hace el gesto de arriba a abajo), y como también salía de la Masía, donde también había mucho estereotipo, pues yo dije: 'Si salgo de aquí, salgo para todo'. Y en todo: la ropa que me compraba, los sitios que frecuentaba, seguí estudiando y teniendo entornos que no fueran gente únicamente del fútbol, relaciones con la autoridad y con entrenadores y directivas mucho mejor llevables (sonríe)… En fin, aspectos que uno los ve de mayor, que ya soy mayor, que deberían haber sido gestionados de otra manera.

¿Alguno de esos choques con la autoridad que ya haya prescrito y se pueda contar?

Mira, con Serra Ferrer recuerdo mucho una anécdota. Era una persona con la que yo tuve muy buena relación porque él apostó mucho por mí también, y cuando pasó esto de no ir a Old Trafford por la selectividad, él dijo: 'Vale, este tío no me sirve', y a partir de ahí tomó una serie de batallas contra mí. Yo me acuerdo mucho de un día llegar al campo de entrenamiento y él estar ahí en la puerta esperando, porque era muy de esto, y hablaba de usted siempre y me decía: '¿Usted de dónde viene?'. Digo: 'Pues ¿de dónde voy a venir? De La Masía'. 'No me lo creo, usted así no puede venir de La Masía'. 'Así', que significa que como iba vestido le parecía que no podía venir. Y yo: '¿Así cómo? ¿Pues de dónde quieres que venga?'. 'Pues no me creo que venga usted de La Masía'. 'Bueno, pues si no te lo crees…'. Y varias cosas de estas con él, de choques, de llamarme a su despacho él, su secretaria, pobre, que es que aguantaba carros y carretas también, y decía: 'Serra Ferrer dice que tienes que ir a su despacho', y yo decía: 'Pues dile que me vaya esperando que hoy tengo cosas que hacer'. Llegó un momento que la cosa se puso a este nivel y él era el responsable de fútbol base del Barça. Jofre, ¿dónde vas?

¿Que cómo ibas vestido?

Vamos, si tú me vieras en ese momento, un chaval de 18 años, ¿cómo quería que fuera vestido? No me acuerdo, pero… tejanos, náuticos, que era lo que llevábamos todos, probablemente unas Nike, porque eran los que nos vestían, y un polo. No sé, no tengo ni idea, pero le pareció que no iba lo que le encajaba el de estereotipo. Pero era un tío bastante… Él mismo me lo decía: 'A mí en el Betis no se me escapaba ni una mosca. Me tenían ahí como un sargento, porque no se me escapaba ni una mosca'. Y me acuerdo también, relacionado con esto, que yo en un partido en Segunda división, creo que fue en Mérida, di positivo por doping. Di positivo, me llamó a su despacho diciendo: '¿Qué se ha tomado usted?'. Y yo decía: 'Le juro por mi vida que no me he tomado nada'. Y era, que se acabó demostrando, una sustancia que yo producía, no me acuerdo cuál, que dio por encima.

Entonces, tuve que ir haciendo unos controles durante casi dos meses, que el doctor Baños me acompañaba todos los lunes a hacerme un control para demostrar que eso era algo que yo producía en mi organismo y no era algo que me había tomado. Y así fue, pero él quiso que durante esos lunes que yo faltaba a los entrenamientos porque tenía que ir con un médico para poder justificar a LaLiga que eso era algo que estaba bajo los parámetros porque ibas con el doctor del club y tal, me pidió que mintiera a mi entrenador, que le dijera que llegaba tarde porque estaba reunido con él. 'Tú dile que los lunes tenías reunión conmigo'. Y yo le decía: '¿Pero cómo le voy a decir al entrenador que llego tarde porque he estado reunido contigo?' Y el tío: 'Que sí, que sí, que me llame a mí'. Claro, yo se lo dije al entrenador, el entrenador... Esto acabó saliendo mal también, porque al final se enteró todo el mundo, pero yo '¿cómo voy a mentir de esto si además no tenía nada que esconder?' Pero bueno, tío peculiar.

¿Quién era el entrenador en ese momento?

Josep Maria Gonzalvo. Estaba Ronald Koeman de segundo haciendo prácticas, que Ronald Koeman era bastante enlace con Van Gaal en aquellas y empezó a hacer las prácticas de entrenador ese año en el filial.

¿Me cuentas de las terapias que apuntabas? ¿Qué has necesitado hacer para aterrizar en la vida después del fútbol?

Ufff. Yo me retiro con 36 y a los 35 ya avanzados me separo de la madre de mi hija. Yo voy por una vía durante mucho tiempo y ahí me sacan de la vía de una manera no sólo no deseada, sino brusca, y a partir de ahí empiezo un viaje, que sigue estando, desde tomar conciencia de muchas cosas: la soledad con la que yo he vivido mucha parte de mi adolescencia porque mi familia no estaba y yo tenía que vivir en una academia bajo una competitividad que me ha hecho tapar cualquier conexión que tenga que ver con emociones y tenerlas no sólo desconectadas, sino algunas mal dirigidas… Bueno, seguimos trabajando en ello, pero es bestia lo que te das cuenta después de cómo te relacionas, de tus comportamientos, de tu manera de ser por todo lo que has vivido, evidentemente, la herencia que tenemos familiar, pero aparte todo lo que convives y, en mi caso, ha sido con algunas particularidades más el foco que he tenido durante todo el tiempo por estar viviendo en una profesión que te hace estar donde muchas veces no pasa nada si eso no lo atiendes porque sigues estando en el foco y la gente te sigue aplaudiendo si al final acabas jugando bien. Si tú tienes un partido y metes un gol, todo lo demás es que no hace falta ni mirarlo. Bueno, pues eso un día se acaba y empiezas a caminar y te vas dando leches una aquí y una allá, y en eso estamos. Tengo una hija de 16 años, que hemos pasado por nuestros momentos, por nuestras cosas y todo sirve para avanzar, pero a veces hay que levantarse del suelo porque la hostia es gorda. (Sonríe).

Yo siempre diferencio entre futbolistas y personas que juegan al fútbol, y quizá en ese momento es cuando descubres a la persona que hay detrás del futbolista, ¿no?

Los mismos futbolistas tenemos que hacer esa diferenciación y la mayoría de veces, mientras estás engullido en la dinámica de la profesión, como el protagonista que eres, no lo haces, y creo que por suerte se va tomando conciencia de ello.

Entiendo entonces que cuando llega esa separación te pilla en la India, porque tú te retiras después de estar allí esos dos últimos años. ¿Cómo vives esta experiencia también atípica pero que creo que personalmente muy enriquecedora?

Muchísimo. Para mí el paso de irme a la India no fue una acción para nada planificada. Yo termino en Girona y como veía que en ese verano de 2014 ya no salía nada me planteo dejarlo. No tenía ganas de irme a jugar en las propuestas que tenía. Ya estaba en Girona, estaba en Barcelona, con mi familia aquí en casa, irme a jugar a Ponferrada o a no sé -digo Ponferrada por decir un nombre-, ni económica ni profesional me daba una motivación suficiente y había decidido que no. Sale esta posibilidad de irme a la India y realmente el primer año son tres meses en Calcuta, que es un vendaval de cosas que pasan por ahí y que lo disfruto mucho, y ahí sobrevivimos a los cuatro meses casi que estoy fuera de casa bien. Es decir, familiarmente no supone una sacudida muy grande, pero luego al año siguiente repito otra vez irme, esta vez me voy a Goa y aquí sí que el hecho de irme un tiempo de casa sería muy largo de explicar pero sí que decidimos al final separarnos.

Y sí, sí, claro, irme a la India habiéndome separado, que significa que cuando vuelva el escenario en casa, el contexto, va a ser muy distinto, pero aún así la india me sirvió mucho para muchas cosas y es un país que adoro y que ha sido profesionalmente y personalmente de lo mejor que me ha pasado el fútbol.

Debes tener unas cuantas anécdotas de tu paso por la India.

Hay muchas, pero yo hay una que la tengo especialmente grabada. Nosotros el primer año estábamos en Calcuta, un poquito apartados del centro de la ciudad, en un hotel que era nuevo, que se acababa de construir, todavía había algunas plantas que estaban por construirse y teníamos un centro comercial muy cerca del hotel. Salíamos poco porque hacía un calor que era insoportable, cuando ibas a los sitios era moverte pero no caminando mucho por la calle porque como todo era aire acondicionado en los sitios salías a la calle y la hostia de calor era espectacular. Pero era un centro comercial que a veces también, viviendo en un hotel, uno necesita airearse un poquito y saliendo del hotel había una parada -ahí en la India es muy clásico paradas donde venden de todo, les da igual, cerillas, jabón, prendas de ropa, pipas y lo que pillen-, y era una familia. La familia llevaba el chiringo este y tenían un niño pequeño, que el niño pequeño de vez en cuando me lo llevaba yo al centro comercial, habíamos hecho migas, y me acuerdo que este chaval pescaba en la alcantarilla de Calcuta pescado para comer y para vender, que yo pensaba (dice cerrando los ojos y se lleva una mano a la cara). Vendían en el chiringuito el pescado que pescaban en la alcantarilla delante del chiringuito ese, que la calle no te explico cómo estaba, pues imagínate la alcantarilla. Eh… (Resopla.) Brutal, brutal. La India es brutal. Hay que ir, pero no una vez. Hay que ir a sitios así de vez en cuando para que se te quiten muchísimas tonterías. Hay que ir de vez en cuando. (Ríe).

Y de la India a colgar las botas para pasar a ser directamente comentarista. Lo disfrutas, ¿eh? Y lo bien que se ve el fútbol, las líneas, desde arriba o desde una pantalla…

Muy bien, se ve muy bien. Es verdad que para empezar tuve que hacer la formación, porque me veía en necesidad de explicarlo desde un aspecto táctico más enriquecido, porque al final muchos de los futbolistas que se dedican a jugar a fútbol profesionalmente no saben analizar bien el juego, muchos, durante muchos años jugando y no interpretan bien el juego. No digo que cuando estudias ya sí, pero a mí me sirvió mucho hacer la formación de entrenador para poder hacer explicaciones que tengan mucho más que ver con lo que pasa en el campo.

Me lo paso muy bien, que para mí eso es imprescindible en la vida, por suerte no he dejado de hacerlo y es algo que hagas lo que hagas hazlo porque te lo pasas bien, y a mí me gusta. Yo cuando voy a comentar un partido es algo que lo hago con ganas, no me supone un sacrificio, sea el partido que sea, porque en todos los partidos hay cosas por explicar. Si el partido es aburrido ya me las apaño para explicar cosas divertidas, no tengo problema, y me gusta ir viendo todo lo que lo que va pasando: Míchel, Jandro ahora, Carrión, muchos excompañeros que están ahí, algunos que todavía juegan. Es bonito vivir campos en los que tú te acuerdas de aquella experiencia que tuviste, a mí me reconecta mucho y me enriquece el poder aportar cosas que creo que el hecho de haberlas vivido desde dentro son enriquecedoras. A mí me gusta, me lo paso bien y ojalá que dure para mucho.