José Rodríguez y la emoción de volver a jugar en Israel: "Casi se me cae la lágrima con las palabras del capitán"
El futbolista español jugó el sábado su primer partido tras la pesadilla que vivió en Tel Aviv el 7 de octubre.
-Ra1c8ZEI4temOXXtYYjVEOP-1200x648@Relevo.jpg)
Cuando José Rodríguez saltó al césped del Bloomfield Stadium, el futbolista español del Hapoel Tel Aviv no terminaba de creérselo. "No voy a olvidar nunca lo que viví aquí el pasado 7 de octubre", confiesa el jugador a Relevo. El sábado, su equipo volvía a jugar casi dos meses después de que la liga israelí decidiera suspender la competición por el conflicto bélico que se estaba y que aún se está viviendo en el país. Rodríguez, que días después regresó junto a su mujer y sus hijos a España, estuvo al borde de las lágrimas en el vestuario.
"Antes de salir el campo, el capitán, enfrente de todo el mundo, dio una charla y nos dio las gracias a todos los extranjeros. Casi se me cae la lágrima. Nos agradeció que estuviéramos allí apoyando al país", cuenta. Pese a que en un principio la idea de volver a Tel Aviv resultaba reacia para el jugador, "creía que no se iba a reanudar la liga por todo lo que estaba pasando y le expuse al club que qué iba a hacer allí solo para entrenar", el 15 de noviembre, el de Villajoyosa decidió subirse a un avión. "Amo el país. Me han dado muchas cosas".
Sin público en las gradas del Bloomfield Stadium, ante el Hapoel Haifa al exjugador del Real Madrid se le vinieron algunos recuerdos a la cabeza. "Para mí es una situación similar a la del COVID. Sin gente, el fútbol no vale", cuenta. Sin temor ante lo que pudiera suceder sobre el verde, iniciado el partido uno se "olvida" de lo que se está viviendo fuera. "La mentalidad de los israelís es muy diferente a la nuestra. Tienen una templanza y una fortaleza mental impresionante. Los extranjeros pensamos más en la situación que se está viviendo que ellos mismos, pero es verdad que una vez que entras en el terreno de juego uno se olvida de todo entre comillas".
"Te centras en jugar porque pensando no vamos a cambiar la situación. Es mejor no comerte el coco. Es el gobierno quien tiene que solucionar el problema. Nosotros tenemos que intentar ganar los partidos y hacer felices a los aficionados para que, en esa hora y media, se olviden de los problemas", reflexiona.
Hace diez días el Hapoel Tel Aviv organizó una cena con los aficionados del club que, durante el conflicto, habían perdido a sus familiares. "Vino un padre de familia con su hija y me dijo que perdió a su mujer y a su hijo en el kibutz (comuna agrícola israelí). En vez de darle ánimos yo a él, era él el que me animaba a mí. Ahí se ve la fortaleza que tienen", recuerda.
El cansancio físico tras casi dos meses sin jugar
Compartiendo vivienda con un compañero de equipo debido a que en su zona, Rishon Lezion, suena la alarma a todas horas, "no son tontos, atacan las ciudades principales y no podía descansar", desde que Rodríguez regresó a Israel la situación no se asemeja a ese terror que sí que vivió aquellos días de octubre. "No hay color. Lo que ocurrió el 7 de octubre fue terrorífico. A la calle se puede salir perfectamente. Desde que estoy aquí la alarma ha sonado cuatro veces. El único peligro que puede haber es que suene y te pille fuera. El otro día le pasó a un compañero de equipo y se metió en el primer edificio que vio. Si ocurre eso, lo que nos dicen es que nos peguemos a una pared de hormigón y que nos tiremos al suelo con las manos en la cabeza. Esa es la consigna", explica.
Tras la derrota del pasado sábado, el próximo encuentro de su equipo es el martes ante el Ashdod. Con apenas dos semanas de entrenamiento para los jugadores extranjeros antes de que regresara la competición, el partido del sábado, a nivel físico, resultó bastante duro. "Fue mal. Hemos entrenado solo dos semanas los extranjeros y nos costó muchísimo. Ahora, además, hay una maratón de partidos que vamos a ver por dónde va. Hasta el mes de febrero jugaremos tres partidos a la semana y después de esos tres encuentros descansaremos una. Para un profesional esto es muy difícil y me sorprende que FIFA no haya dicho nada. Pero es lo que es y tenemos que afrontarlo".
Con la intención de que su familia regrese a Israel en las próximas semanas, José Rodríguez nunca olvidará la pesadilla que vivió durante unos días en el país en el que volvió a disfrutar del fútbol. "Cuando te posicionas de un lado recibes críticas del otro. En Israel todo el mundo me quiere. Evidentemente tengo muchísimas amenazas de fuera. Pero es verdad que el 7 de octubre no lo voy a olvidar nunca porque lo he vivido. Nadie me tiene que contar lo que ha pasado porque lo sé perfectamente".