Juan de Dios Crespo, el abogado de la pajarita que cambió las leyes del deporte: "Dijeron que había que echarme del fútbol"
Quiso ser periodista pero se quedó en un muy prestigioso abogado internacional, conocedor de todos los recovecos del fútbol y el derecho.

Juan de Dios Crespo dice en algún momento de esta entrevista que debería escribir un libro con sus vivencias y uno solo puede esperar que salga pronto para comprarlo rápido. Es abogado deportivo, aunque resumirle en eso es quedarse muy corto. En su despacho se han resuelto casos que cambiaron la historia del fútbol, contratos millonarios y pleitos de todo tipo y condición. Sonríe afable, se nota el poso cultural. Es profesor universitario y, por esa manera de hablar, se intuye que de los buenos. En algún momento quiso ser periodista y, por mejor que hubiese podido ser, es difícil que hubiese logrado dejar la huella que ha desplegado en su oficio.
Querías ser periodista, has terminado siendo un abogado de gran prestigio en el deporte. Si echas la vista atrás sabes qué has acertado ¿verdad?
Yo quería ser periodista, que no pude porque en Valencia solo existía en esa época el CEU, si no me recuerdo mal, que era privado. Y yo vengo de una familia muy humilde, mi madre era viuda y tuve que elegir algo que fuera gratuito y además que fuera en Valencia, no podía moverme a otro sitio. El periodismo me ha enganchado y pensé lo más cercano al periodismo ¿qué puede ser? Escribir, hablar... Entonces me surgió y al día siguiente me apunté a la facultad de Derecho, ahora no me arrepiento pero no he perdido mi ambición de ser periodista, puesto que escribo el fin de semana en Marca y en Superdeporte, voy cambiando cada semana. Y luego algunos artículos que escribo en revistas especializadas, que no es periodismo, pero sí investigación, es decir, derecho investigatorio. Ahí me quito un poquito el problema que tengo de no haber sido periodista. Yo más que periodista hubiera sido reportero de guerra, es lo que me gustaba.
Ahí se encuentra el abogado, pero ¿por qué especializado en lo deportivo? No era nada habitual en aquel momento.
Pues mira, por ser deportista primero. Malo, obviamente. Yo he hecho algo así como 14 deportes distintos federado: karate, judo, rugby, baloncesto, balonmano, fútbol sala... Empiezo a jugar a fútbol sala jovencito, con 17 o 18 años, y bueno, juego y soy grandote, muy bestia, hago muchas faltas. Un día el presidente, que era el secretario de la Federación Valenciana de Fútbol Sala, cuando fútbol sala era distinto al fútbol, estaba separado, hasta la dichosa sentencia que nos obligó a unirnos, me dice, 'bueno, ¿tú qué estudias derecho? nos puedes ayudar un poquito a hacer estas cosas de derecho disciplinario'. Hombre, me voy a juzgar a mí mismo, porque yo estoy siempre con tarjetas. Entonces me metí dentro de la federación de fútbol sala de la Comunidad Valenciana haciendo un poco de todo: primero de juez de primera instancia, luego de juez único para toda la Comunidad, después me metieron en la junta directiva, de vocal. Estoy 10 años en la federación de futbol sala, obviamente sin pagarme ni nada, simplemente por amor al arte.
Ahí descubro que hay mucha gente que me aplaude aunque les haya sancionado. Y dicen, 'no, es que nunca he visto una sentencia tan bien hecha'. Siempre decían 'tantos partidos por tantas cosas'. Hombre, es que yo soy estudiante de Derecho entonces yo quiero hacerlo bien. Me surgió la chispa de decir a ver si hay algo de deporte y derecho. Y no había nada, había algunas cositas, había un máster en Lleida que estaba empezando o a punto de empezar. Y la verdad es que empecé con tonterías, un equipo de Tercera División de la época, recuerdo un caso también de un entrenador de ajedrez, que quería un contrato con su jugador... También los primeros casos de mujeres en el deporte, embarazos, ruptura contractual por el embarazo, que yo decía, 'esto no puede ser justo'.
Ahí empezamos a trabajar a principios de los 90, hasta que en el 93, Paco Roig, que iba a ser presidente de Valencia, llama a mi suegro, a Juan Ruiz, y le pregunta, '¿tú quieres ser miembro del Consejo?'. Y a mí me dice, 'Juan, tú que estabas en esto del deporte, ¿qué te parece?'. Me parece excepcional, hay que meterse. Él fue consejero y a mí me llamaban para cosas y tuve la gran suerte de que el primer año en que estuve ahí gané nueve o diez tarjetas amarillas. Obviamente no porque yo sea mejor que nadie, sino porque buscaba las cosas. La Federación tenía en sus reglamentos, en el código disciplinario, muchos huecos. Uno de los éxitos que tuve es que cuando Piojo López sale expulsado de un partido dice, 'Vos sos una mierda'. Vos. Dirigiéndose al cuarto árbitro, que se lo dice al árbitro principal. Y dicen 'dice 'vos sois una mierda'. Sois es todos. Yo dije que no, en argentino sos es tú, y el cuarto árbitro no era una autoridad en ese momento. Saqué cero partidos y entonces a raíz del siguiente le pusieron ya autoridad al cuarto abierto también.
Y así tengo muchas anécdotas más. Y bueno, desde ahí. Hablo cuatro idiomas y soy especialista en derecho internacional, que era mi primera especialización. Obviamente, por lo de reportero internacional. Viajaba mucho a distintos lugares para asuntos comerciales. Y claro, me ayudó muchísimo el Derecho Comercial, el Derecho Internacional, los idiomas, para dar el salto a lo internacional. Ahora mismo mi despacho lleva un 80% internacional.
Cuando estuviste en el futbol sala comprobaste que los jugadores no se saben los reglamentos, ¿verdad?
Ni los jugadores, ni los oficiales, ni los entrenadores, ni nadie sabía el reglamento. Por eso eran tan felices cuando yo les explicaba, cuando juzgaba. Cuando yo juzgaba les explicaba por qué juzgaba de esa manera y entonces decían, 'ah, sí, pues ahora me he enterado y ahora estoy contento'. No contento de haber sido sancionado con dos o tres partidos, pero sí contento de entender el porqué. Pero eso nos pasaba a todos, porque el deporte se ha profesionalizado tardíamente, me refiero a profesionalizar de verdad. Cuando llega el dinero al deporte, cuando llega la televisión al deporte, ahí se profesionaliza de manera, digamos, económica y después, ya de manera privada, de los deportistas en sí mismos. Todavía hay gente ahora que no sabe que en dopaje, por ejemplo, tú eres responsable. Sinner lo ha entendido bien, ha dicho, 'soy responsable de mí y de mi equipo'. Obviamente tres meses son poquitos, pero es responsable, y esto todavía hay muchos que no lo saben. Muchos deportistas no saben que no pueden ir a un dietista que le dé un producto y que se lo tomen y después caen cuatro años de sanción. Ahora entienden mucho más, pero porque ha habido una profesionalización alrededor, agentes, abogados, asesores que han hecho que el derecho deportivo ayude a que se entienda por parte de los deportistas cuál es su función, entre ellas, de saber algo de derecho, porque los reglamentos son derecho.
En tu época en el Valencia el fútbol español es un lugar muy salvaje, es el fútbol de los grandes personajes, Gil, Caneda, Lendoiro, el propio Roig ¿Como convivía esto es una persona del derecho? En ese entorno en el que muchas veces daba la sensación de que la ley era algo secundario
Pues sí. Yo viví en primera persona el puñetazo que le pegó Penev a Paco Roig en el palco del Valencia, por ejemplo. Cosas de ese tipo he vivido muchas ¿cómo se hacía? con constancia, explicándoles una otra vez que eso no se hacía. Hacían cosas, obviamente. No el Valencia sino todos los clubes. Hacían cosas... no digo ilegales pero raras a lo mejor. Yo recuerdo un abogado de un club importante, de esa época importante, ahora no tan importante, al que le expliqué en una clase que di en LaLiga qué era el nuevo reglamento FIFA 2001. El reglamento FIFA es un reglamento que les obligan a hacer porque hay un procedimiento del 97 puesto por la FIFPRO, por la Federación Internacional de Fútbolistas Profesionales. Digo, 'hay que hacer esto, hay que pagar solidaridad, derechos de formación...' y dijo que él de eso no sabía nada y no iba a pagar nada. Es un reglamento, estás obligado, eres un miembro indirecto de la FIFA. Estamos hablando de todavía en el 2001, había desconocimiento, una falta de voluntad de conocer.
En el fútbol había también una gran oposición derecho. La FIFA estaba muy en contra de que acudieseis a los tribunales ordinarios, había amenazas de sacar a las selecciones, a los clubes, unas amenazas que aún se dan pero que en aquel tiempo parecían más reales. De hecho, uno de los primeros casos de éxito de una reclamación judicial fue el caso de Klimowicz, que tú mismo llevaste.
Lo que había antes era que en los reglamentos lo ponía, en la UEFA, en la FIFA, ponían en sus estatutos que no se podía acudir a justicia ordinaria. Ahora se ha minimizado porque dice 'salvo en los casos en que se permita' y luego también ha ayudado mucho que en el año 2004 la FIFA, y la UEFA en el 2002, aceptaran el Tribunal Arbitral del Deporte, el TAS, para ir al TAS como último recurso. Pero antes, que no existía el TAS, que la FIFA lo negaba, todo el mundo del fútbol lo negaba, yo fui seguramente el primero o uno de los primeros abogados que fui a la justicia ordinaria por el caso de Klimowicz.
Fue algo excepcional, porque me fui con mi maletita a Zúrich y pregunté a un abogado si podía hacer un pleito con la FIFA. Y dice, '¿la FIFA, qué es eso?' En Zúrich, un abogado de prestigio, con un pequeño despacho. Es que vamos a demandarle. '¿A demandar? ¿Por qué motivo?' Por esto, esto y esto. 'Bien, bien, vamos a demandar'. Demandamos en FIFA, y por supuesto sabemos lo que pasó: todo el mundo del deporte, del fútbol en España, dijo que Juan Dios Crespo fuera de fútbol, que esto no puede ser, que nos van a eliminar... No, el juez de Zúrich escuchó los argumentos del abogado suizo y después hizo una cosa que me hizo mucha gracia. Me preguntó si yo hablaba alguno de los idiomas oficiales en Suiza. Sí, yo hablo italiano y francés. Y me dijo 'Ese señor ha hablado de derecho suizo, pero yo quería preguntarle a usted por qué viene aquí, cuál es el motivo, por qué FIFA no permite esto...' y bueno yo me explayé. El Rayo Vallecano salió inmune de ese procedimiento. Luego fue una historia de muchos años, después creo que finalmente el Instituto de Córdoba cobró gracias a que la AFA, la Asociación Argentina de Fútbol, llegó un acuerdo. Pero a nosotros no nos pudieron hacer nada. Y de ahí me fui siete veces, con el Atlético de Madrid, con el Alavés, con un equipo argentino... a la justicia ordinaria suiza hasta que finalmente como digo, 2002 la UEFA y 2004 la FIFA, aceptan el TAS como último órgano para juzgar los casos internos.
Existían presiones pero ¿también amenazas? Estas cosas se pueden poner muy broncas.
Hombre, vamos a ver, presiones sí. Amenazas, yo me río de las amenazas, soy abogado internacional. Llevo temas de derecho internacional, sabía efectivamente que el derecho suizo me protegía, que era imposible que hiciera, nada, pero sí que ha habido un 'hay que quitar a Juan de Dios del mundo del fútbol, nos va a meter en un problema, no tendremos mundial...' Me refiero al del 98, cuando ocurrió el primer caso. Y tuve algunas palabras con algunas personas del entorno del fútbol, pero vamos a ver, no, yo no tengo miedo a nada.
Tengo la sensación de que muchas veces no pasan más cosas porque los deportistas no se atreven a reclamarlas en los tribunales. Es el caso de la ley Bosman, que no es una ley sino una sentencia, el derecho lo tenían desde antes pero solo cuando reclamaron se les desbloqueó esa opción ¿Pasa en muchos más casos?
Hay cosas que han de cambiar y se han cambiado, y otras cosas que para mí no deben cambiarse, como es la pirámide del deporte. Para mí debe haber una, no solamente la FIFA, en todos los deportes, tiene que haber alguien arriba, porque si no sería una locura. No habría deporte, habría otra cosa distinta.
Yo me acuerdo de haber metido el pleito a FIFA una y otra vez. Por ejemplo, en tribunales ordinarios, por asuntos de decisiones de la FIFA en el reglamento del estatuto de jugador. Recuerdo haber ido también con el caso de Nihat Kahveçi, el jugador turco. Me decían que no podía ser comunitario. Turquía es el primer país que firmó un acuerdo de entrada en el año 69, pero que todavía no ha entrado en la Unión Europea. y dije, '¿a que se puede hacer?'. Yo soy partidario de todo lo que se puede hacer, que se haga. Ahora, todo lo que sea derribar el sistema por derribar el sistema, no estoy de acuerdo.
Porque si nos ponemos a pensar en que no haya UCI, Unión Ciclista Internacional, no haya WADA, aunque la WADA tiene sus problemas, la agencia de antitopaje. Que no haya Comité Olímpico, no haya FIFA, no haya UEFA, no haya Federación de Balonmano, Baloncesto... estamos en otro mundo, ya no es el mundo del deporte. Sería otro mundo distinto sería un mundo de, bueno, capitalismo salvaje deportivo o algo así. Yo no lo veo, veo que la pirámide deporte sí nos sirve y pongo un ejemplo siempre en mis clases: supongamos que no hubiera la posibilidad de ir al TAS, porque la gente se queja del caso famoso caso Pechstein, de la patinadora alemana, que decía que ella quería ir a los juzgados ordinarios. Y yo ponía un ejemplo: final de los 100 metros lisos. La final más vista de toda la historia, siempre. Los 100 metros lisos, más que la final de Copa del Mundo. Son nueve segundos y pico. El primero, dopaje; el segundo, dopaje; el tercero, dopaje. El cuarto, le empuja al quinto con un codazo. El cuarto es eliminado. El quinto cae y no puede llegar. El sexto, séptimo y octavo son las medallas de oro, plata y bronce.
Pero claro, si se va a la justicia ordinaria, como piden algunos, ocho justicias ordinarias en ocho lugares distintos, con ocho jueces diferentes, con ocho decisiones diferentes y además en el tiempo que juzga el derecho, que puede ser en algunos países rápido, seis meses, en otros países seis años, en otros países quince años, como el famoso caso de Gurpegui o el caso de Obradoiro, años y años en la justicia. No tendría sentido el derecho deportivo ni tendría sentido el deporte en sí. Sería otra cosa distinta.
Yo me quiero defender, obviamente, pero hay un límite. Yo quisiera ser, por ejemplo, jugador de la selección española de fútbol, pero no puedo. ¿Por qué? No por la edad ni porque sea malo ni bueno, porque no tengo licencia federativa. La licencia federativa es esencial y la licencia federativa comporta unas obligaciones, que es, si vas a los Juegos Olímpicos, por ejemplo, que tienes que firmar un documento donde te sometes a la WADA y al TAS. "Pero yo no quiero someterme a eso...". Pues cree usted unos Juegos Olímpicos distintos. Y no hablo de la Superliga, pero si quiere, hablaremos también.
Hablaremos también, sin duda, de la Superliga.
Me van a matar si hablo de la Superliga ¿eh?
No te preocupes, nos van a matar a todos.
Eso decía un famoso escritor de novela negra, cuando alguien iba a matar a otro: 'No quieres morir... no haber nacido'.
Antes comentabas el caso de Nihat, que es un caso muy importante en el que conseguiste que los turcos fuesen comunitarios acudiendo a un acuerdo bastante antiguo. ¿Esa capacidad para encontrar un resquicio es lo que diferencia a un buen abogado?
No creo que deba darme bombo por eso. Yo simplemente estudio, trabajo y tengo una cosa que a alguno le falta, tengo una pasión por esto. Yo puedo perder o ganar un pleito, pero me voy a involucrar hasta el final.
Y por eso, por ejemplo, me gusta que mis clientes vengan a las audiencias que tengo en FIFA, en el Conmebol o en el TAS, porque quiero que vean el trabajo realizado. Luego puedes vencer o puedes perder, pero tienen que estar ahí.
¿El resquicio? Sí. Mira, en el caso de Klimowicz fue muy sencillo, la primera vez que alguien fue a la justicia ordinaria contra FIFA. Yo leo mucho y leí un artículo de una profesora suiza sobre las asociaciones civiles suizas. Y yo había leído en el Estatuto de FIFA que la FIFA era una asociación civil, artículo 60 y siguientes del Código Civil Suizo. Pues, si es una asociación civil, tendrá que estar obligada como asociación civil. Entonces, llamé a Ruiz-Mateos, que era el dueño de Rayo Vallecano, y le dije, 'José María, me has pedido una opinión para ir y no pagar lo de FIFA y creo que tengo la solución'. Era un hombre dicharachero, con sus problemas, los genios tienen siempre ese punto locura, lo sabemos todos, pero José María era un tipo ingenioso y me dijo 'Adelante, Juan, vamos a por ellos, me da igual quién esté enfrente la FIFA, lo que sea'. Siempre digo lo mismo y siempre dice todo el mundo lo mismo, hay que tener un buen cliente, un buen abogado y después tienen que darte la razón. Eso es lo último, que es difícil.
En este oficio ¿cómo de importante es saber venderlo? Recientemente, por el caso de Jenni Hermoso, dos penalistas me decían que un juicio tiene mucho de teatro.
Primero tienes que tener, como he dicho antes, pasión por el deporte y pasión por el derecho. Eso está claro. Si no la tienes, te olvidas. Yo quería ser periodista, pero también quería ser actor cuando era pequeñito. De hecho, he hecho algunas obras de teatro de Molière y de Shakespeare. Y siempre he pensado que tenemos que tener una actitud teatral. Teatral en el sentido de tener una puesta en escena.
Por ejemplo, la gente me pregunta '¿por qué llevas pajarita, Juan?'. Llevo pajarita porque desde los dos años mi madre me puso pajarita pero, aparte de eso, la recuperé ya con cierta edad porque quería dar un toque especial. Ahora mucha gente me ha copiado. Es un toque especial, cuando vas al juzgado, o ahora mismo en el tema de Sevilla con los americanos, me llaman el de la pajarita. Juan Dios Crespo, el de la pajarita.
Y luego, saber dominar la escena. ¿Cómo dominar la escena? Mis trucos los he dicho ya en mis clases, por lo tanto, no es nada especial contarlos. Tener una capacidad de saber oler a sangre cuando el otro se ha equivocado. También la capacidad de cuando se ha equivocado el tuyo, o yo mismo he equivocado, saber recomponerse. Tener una parte intelectual importante. Es decir, yo nombro mucho, mucho, mucho teatro, cine, fábulas, para hacer equivalencias. Y bueno, lo que haces es, de esa manera, tocar fibras sensibles de unos y otros, depende también de qué país, de qué nacionalidad sea el contrario, el abogado o la parte, de qué nacionalidad o de qué lugar son también los árbitros, y sabe tener un humor también.
Todo eso se lo explico a los alumnos y creo que es importante. No digo crucial, porque crucial es la prueba al final, pero cómo lo haces, cómo desmontas a unos y a otros... sí, hay una parte importante de eso, que además es necesario conocerla y prepararse para ello. Y para prepararse hace falta tener cultura. Cuando el otro día oía en el caso de Hermoso contra Rubiales, creo que nombraron a Kafka o algo así, no recuerdo a quién nombraban, porque lo pasé así por encima, pero ya vi gente que estaba preparando bien el terreno. No se puede ser un papagayo. Papagayo es el que tiene todo por escrito y que lo lee. Tienes que tener un documento al lado para los puntos sensibles y por si te olvidas de algo. Pero tiene que ser algo como el teatro, como el cine, que tú te lo estudias, no de memoria, te lo estudias, sabes de qué va la cosa y empiezas a hablar. Eso le falta a muchos abogados y es lo que intento en las clases, que la gente se olvide del papelito y que no lo lea todo, de A a Z. Hay anécdotas para contar, pero es que estaríamos aquí todo el día.
Ser abogado significa también defender cosas que se han hecho mal, el derecho deportivo no llega al tema de lo penal, claro, pero ¿cómo se vive con ello?
Se convive simplemente con naturalidad. Es decir, el caso viene y lo vas a estudiar igual, tanto si es pequeño económicamente como si es grande, tanto si es un caso que es ganador como un caso que es perdedor. Tienes que defender a tu cliente. ¿Y cómo se elige? Hombre, yo elijo a veces a mis clientes, y más ahora con la edad, elijo más a mis clientes, pero en general todo caso tiene su interés, todo caso tiene su intríngulis, todo caso tiene sus posibilidades. Recuerdo a un abogado contrario que comentó en un procedimiento en el TAS, que después de Juan Dios es muy difícil hablar. Tienes que lanzar ahí todo. Era un caso perdido, y se perdió de hecho, pero lancé todas las armas, una y otra y otra, a la parte contraria le hice preguntas casi casi capciosas, intentando derribarlo un poquito.
Ahí los anglosajones nos llevan una ventaja a los latinos, y eso se nota mucho. Ellos tienen lo que se llama la cross-examination, que es 'cómo se llama usted, cómo se llama su madre, cómo se llama su perro. Después de 50.000 preguntas, ¿Usted mató a Kennedy?' Y te quedas así. Obviamente estoy exagerando. Yo la estudié mucho cuando iba al Old Bailey, que es el juzgado penal de Londres, y me gusta mucho ese tipo de cosas. Tiene también parte teatral, obviamente.
¿En qué momento se sabe si vas a ganar o a perder un caso?
Nunca. Yo he ganado casos que salía perdedor y he perdido casos que salía ganador. Que mi cliente me dice, 'Juan de Dios, olé, bien, vamos a ganar'. Y otros que simplemente sabes que vas a perder y pierdes o que vas a ganar y ganas. Las cuatro posibilidades existen. Es así, es sencillo.
Cuando lo cuentas así parece que la Justicia es un tema algo aleatorio, y no debería serlo.
No es que sea aleatoria, es que las pruebas son las que son, los testigos son lo que son, los abogados son lo que son y después los jueces deciden. Mi mujer ha sido durante muchos años juez y luego magistrada y claro, es complicado, no es fácil. Yo soy árbitro en siete tribunales de arbitraje, cinco deportivos y dos no deportivos. Y la verdad es que tengo que lidiar con otras opiniones.
Hay un caso que tuvimos donde se estaba jugando política deportiva, si un equipo podía llevar Macedonia o no. Los griegos no querían jugar contra el equipo que llevaba Macedonia. Se llamaba en ese momento FYROM, ahora se llama Macedonia del Norte. Y entonces había árbitros nombrados por unos y por otros. Uno nombrado por el equipo Macedonio, que era antiguo yugoslavo, y otro nombrado por los griegos, que era un chipriota griego. Cada uno tenía su idea de lo que era, tuvieron que estudiar Macedonia, lo que era Macedonia, el Alejandro el Grande y todo esto.
No es fácil, porque además, cuando eres tú solo, juzgas tú solo, pero cuando son tres árbitros o tres jueces, es complicado, no es fácil. Cada uno viene su padre y su madre. Entonces no es cuestión de que sea aleatorio, sino cuestión de que lo aleatorio es la vida. La vida es aleatoria.
¿Sería concebible tu trabajo sin Bosman? La parte internacional sería impensable, el fútbol ha reventado y ahora es mucho más diverso y grande.
No, yo no creo que Bosman haya hecho distinto al fútbol en derecho deportivo, ha hecho distinto al fútbol en el deporte. En concreto el fútbol, pero en muchos más deportes. Creo que el primer equipo que después de Bosman aceptó la regla fue un equipo de ajedrez alemán que fichó a jugadores comunitarios, luego el fútbol lo aceptó, luego lo aceptaron otros deportes y lo que ha hecho es que haya más posibilidades de más jugadores que vengan. Pero desde el punto de vista del pleito, tener a tres jugadores extracomunitarios, tener a nueve o diez, no te da más o menos pleito.
Por ejemplo, en España, si no se pone nada en el contrato, siempre se va a ir a la justicia ordinaria en temas laborales. Si en el contrato pone esto y/o FIFA, entonces puede ser FIFA. Luego, temas disciplinarios es lo mismo, en temas contractuales es lo mismo.
Sí puede haber habido más trabajo porque me abrió los ojos. En el caso de Bosman, mi amigo Jean-Louis Dupont estaba ahí y me abrió los ojos para hacer, por ejemplo, el caso de Nihat Kahveçi o para hacer el caso, Vlahovic. Vlahovic es un jugador extracomunitario que jugaba en un país comunitario, Italia, y que venía a otro país comunitario España. Al Valencia.
Convencí a Paco Roig, al presidente, de ir a la Comisión Europea. Después hubo un acuerdo entre nosotros, la FIFA, etcétera, en que se tenía que asimilar a un comunitario, cualquiera que fuera extracomunitario, que viviera en un país comunitario y trabajara. Eso se consiguió y bueno, es muy largo de contar, pero se cambiaron los reglamentos gracias a Vlahovic.
He leído sobre el caso Webster y el caso Matuzalem. Te tocó ser una parte primero y la contraria después. Consigues una sentencia que en aquel momento parece que va a romper otra vez los cimientos del deporte y un año después eres tú quien se dedica también a matizarla.
Muy fácil, la prueba. La ley está hecha, pero la ley no es una tabla de Moisés, los diez mandamientos. No, la ley se interpreta, las pruebas son distintas, los errores que cometen unos y otros...
El Zaragoza, en vez de ceder a Matuzalem, a la Lazio, lo vende, aunque su documento es de cesión, pero en la Lazio hace un contrato de cinco años, y por lo tanto un jugador de cinco años no está cedido, está vendido. Luego tuve el caso de De Sanctis, similar, y cambió también la estructura mental de los árbitros.
Decían los ingleses, contract, contract, contract, contrato, contrato, contrato. Yo digo prueba, prueba, prueba. La prueba y luego saber expresarla, obviamente, pero nada es similar, nada es igual, nada es idéntico. Siempre hay algo que diferencia un caso de otro.
En tu carrera has tratado con algún jugador muy importante, como con Messi. Cuando conoces el mundillo, todo el mundo te dice que son gente que vive en una burbuja que están muy alejados de la realidad ¿Cómo es el trato con ellos?
Yo procuro tener un tanto profesional, nada más. Hay mucha gente que me dice 'Juan deberías tener un tanto de amistad'. No, mi trato es profesional por tanto no puedo juzgar sus vidas. El único que es amigo mío, y porque me ha insistido tanto, es Juampi Sorín. Le he hecho casos en la Lazio, Juventus, Villarreal, Hamburgo... El fracaso de un equipo inglés, que tuvimos que irnos. Él no tenía agente, dejó al primer agente que tuvo y me tenía a mí, no como agente, sino como abogado. De hecho, tuvimos fricciones por eso. Dice, 'Juan te quiero pagar como agente, vas a ganar mucho más'. No, yo cobraré honorarios, que vienen de honor, nada más que eso, no quiero otra cosa. Y al cabo de un tiempo nos hicimos amigos. Yo sé cómo es Juampi, un hombre que vive la vida de un futbolista de prestigio, obviamente con mucho éxito, pero que al mismo tiempo sabe, que tiene una fundación para niños, etc.
No puedo hablar por los demás porque es el único que conozco en profundidad. Con los demás he intentado y sigo intentando ser puramente profesional, nada más que profesional. Yo diría que es un poquito, no de vergüenza, pero no abrirme demasiado, porque creo que si me abro demasiado perdía un poco la profesionalidad también.
El caso con Messi sirvió para que le quitasen unos partidos de sanción con Argentina. Cuando te llega un caso como ese, con el jugador del que hablamos ¿Hay un cálculo de la parte mediática del tema? ¿Afecta eso en el caso?
Ni lo pensé. Cuando me llamaron, estaba dando clases justamente y habíamos hecho una parada, me llaman de la AFA y me dicen esto y adelante. No me preocupé por la presión mediática, al revés me deshice totalmente y me centré en cómo ganarlo, cómo ganarlo, cómo ganarlo, cómo ganarlo.
Yo he sido el abogado de Zidane cuando fichó por Real Madrid, por ejemplo, de Kun Agüero cuando el fichó por el Manchester, es decir, muchos casos muy importantes. No me importa, no tengo presión de ningún tipo.
Conseguiste que Messi jugase esos partidos, y todos sabemos el tipo de pasión que hay en el país con el fútbol ¿Qué te dijo la AFA?
Argentina estaba sexta en ese momento, había cuatro que se clasificaban y el quinto que iba al playoff con un equipo, no sé si ese año era asiático o era de Oceanía ese año. Claro, era tremendo. A mí la AFA me dijo, 'Juan, con un par de partidos que le quitemos, está bien'. Le ganamos los cuatro. Acabó, me pagaron y me olvidé.
Luego me llamaron de nuevo para el caso famoso del COVID cuando en la Argentina y Brasil hubo una pelea. Más que pelea hubo unos señores con armas que entraron en el campo de juego en Brasil y los argentinos se marcharon. Me llaman cuando tienen alguna cosa importante, tienen abogados estupendos ellos.
Cuando más tuve, digamos, de vuelta una, no presión, sino una cercanía con el cliente o con la gente de una federación o de una nación fue con el caso de Paolo Guerrero. 2018, dopaje, Paolo 33 años, 36 años que no iba Perú al Mundial. Capitán, máximo goleador, y me dicen 'Tienes que hacer algo'. Bueno, conseguimos que jugara el Mundial, cosa difícil. Luego fue sancionado, pero posteriormente. Jugó el Mundial, marcó un gol, él estaba contento porque había marcado ese gol del Mundial. Yo estaba en Rusia y en Rusia, en Moscú, 40.000 peruanos fueron. fue nombrado por la FIFA mejor afición del año. La mejor afición del año. Me paraban por la calle. Entonces, estás ahí, en mitad de esa vorágine, haciéndote fotos con la gente y claro, fantástico.
Y el caso de Nihat Kahveç fue tremendo, porque los turcos ya dijeron, podemos ir a la Unión Europea a trabajar, porque no era solamente para el fútbol, era lo que se llama Erga Omnes, para todo el mundo [es decir, abrió la puerta a que todos los ciudadanos turcos fuesen laboralmente considerados como trabajadores de la UE]. Y me llamaron de televisiones, de radios, tengo una carpeta llena de cosas. Ya sé cómo se llama abogado en turco, Avukat, Avukat Crespo, y cuando iba allí, los primeros meses, era terrorífico, me tenían ahí como una vedete. Había conseguido que Turquía fuera por fin europea sin ser europea, bueno sin ser de la Comunidad Europea.
Me han contado que en una ocasión Di María...
No, de Di María yo no he llevado nada.
¿No te llevó un día un contrato para preguntarte una cláusula que le ponía un precio muy alto para fichar por algún equipo español después de salir del Madrid?
Yo he leído cláusulas de tipo, pero no sé si era Di María o qué. Creo que me enviaron solamente la cláusula en sí, pero no sabía que era Di María. Pero he visto varias de ese tipo.
Y efectivamente era una cláusula que impedía volver.
De hecho, el primer caso que vi no era no volver, sino era distinto tipo de traspaso. Cuando Romario viene al Valencia, antes de que viniera, se miró el contrato que ponía distintos precios de traspaso para distintos clubes. A mí me extrañaba, pero no lo vi ilegal del todo porque cada uno elige. Sin embargo el que tú no puedas volver es ilegal. Totalmente, igual que si el contrato dice que tienes que volver automáticamente después de haber sido vendido. No, si has ido cedido sí, pero vendido no. No tienes ninguna obligación de volver si te han vendido. Puede ser, pero te digo, ni sabía que era de él. A lo mejor no era de él tampoco.
Has tenido también mucha relación con el Olympique de Marsella.
He tenido relación con el Olympique de Marsella, negativa al principio, con el famoso caso de Atlético de Madrid en el año 2009 en la Champions, donde Atlético fue sancionado con tres partidos, luego los rebajamos a uno [fue por un caso con ultras, con uno llamado Santos Mirasierra].
Y ahí estaba en contra del Olympique Marsella, porque el Marsella mintió descaradamente para que el Atlético de Madrid fuera sancionado. Y hace dos años y medio, casi tres ahora, Pablo Longoria, al que yo conocí en el Valencia, buen amigo, necesitaba a alguien que le ayudara en los follones que hay allí
Y un follón grande, que lo ganamos, es el follón de Pape Gueye, que se va de Watford, y, bueno, nos consideran a nosotros los inductores. Lo ganamos y conseguimos liberarnos de la sanción deportiva, la sanción económica era obligatoria. Ahora, con el caso de Diarra, veremos si es obligatoria o no, y veremos cómo se acaba eso, pero esto es para hablar un día entero de Diarra. Y tengo muy buenas relaciones, de hecho, les llevo todos los casos internacionales, incluso en casos nacionales, me preguntan mi opinión.
Hablabas de la importancia de la pirámide y eso nos lleva a la Superliga, que sé que tienes unas fuertes opiniones, te las he leído. Quería preguntarte sobre la posición de FIFA, de UEFA, de este tipo de organizaciones, que quizá la mayor crítica que se puede hacer desde la sociedad civil, incluso desde el derecho, es su posición monopolística, es decir, compiten por derechos de televisión, compiten por derechos comerciales, pero también son los árbitros, son los organizadores. Es uno de los puntos de conflicto.
Te digo una cosa, me importa un rábano lo que hace la UEFA o la FIFA, yo tengo mi opinión ¿vamos a sustituir uno por otro? Primero ya el error de la Superliga en creer que iba a ser en seguida, en creer que el Tribunal de Justicia Europea iba a dar inmediatamente una decisión. Les contestó 'oiga, no es urgente esto'. El cómo se presentó. A mí la mañana del lunes me llama Radio Marca y digo 'esto se va al carajo en seguida, esta tarde mismo los ingleses van a estar fuera'. Por la afición, yo trabajo mucho los equipos ingleses, la afición no quiere, la afición quiere que jueguen el Everton contra el West Ham, o contra el Tottenham. Quieren jugar entre ellos también, aparte del europeo. Le dije que se iba al carajo por la tarde y el de Marca dijo 'no, no usted se equivoca, señor Crespo.'. Y al cabo del tiempo se ha visto.
Una Superliga, una Superliga de dos competiciones, después tres, y ahora tres y medio o cuatro, no sabemos exactamente. 96 equipos, no sabemos cómo se clasifican, cómo se hace todo. En la carta que escribe el 17 de diciembre de hace apenas dos meses, justo dos meses a la hora, el director general de A22, la famosa empresa que ahora está gestionando todo eso, prácticamente le está diciendo a UEFA vayamos juntos de la mano. Ahora se llama Unify, todos juntos de la mano, se nota un miedo escénico.
Pero mi pregunta es, si tenemos eso, ¿habrá fair play financiero? ¿O es que si después de cinco años el Madrid o el Barcelona no ganan la Superliga, no querrán poner dinero para comprar jugadores buenos? Yo soy el dueño, ¿cómo no voy a poder poner el dinero que yo quiera? El tema del dopaje, el tema disciplinario. Primero, hablar todo eso y luego, si lo hay, ¿se van a autocontrolar? Y tercero, si lo hay y se autocontrolan. ¿No es lo mismo que la UEFA? ¿No es lo mismo?.
¿No sería mejor diversificar todos los poderes que tienen este tipo de organizaciones como la FIFA?
Se ha hecho, se ha hecho muchísimo. Desde que los abogados estamos dentro, y le hemos dado patadas en el culo a la UEFA y a la FIFA, han cambiado muchísimo. Antesno se permitía hablar con abogados, no se permitía que los clubes tuvieran posición. Ahora la ECA es un miembro práticamente de la UEFa, está ahí, no tiene voto, pero tiene voz. Hablan y cambian las competiciones a causa o gracias a ello. Es decir, que lo que antes era un núcleo cerrado en la montaña de Zurich o en el lago de Nyon, es totalmente distinto.
Desde que empecé, desde el primer caso que llevé hasta ahora, es otra cosa. A mí me llaman por teléfono, a mi móvil. Antes era imposible. La primera vez que fui a FIFA, en el año 94, creo que recordar, me voy ahí y digo, 'Vengo aquí a hablar de un asunto, tal, tal'. Había 13 personas trabajando en FIFA en ese momento. Muy poca gente trabajando, la secretaria de Blatter era la que abría la puerta y la que estaba ahí, una señora además que veraneaba en Gandía, por lo tanto teníamos una relación y le enviaba yo naranjas todos los años. Digo, 'vengo aquí, no sé si a preguntar o a demandar'. Me abrieron el libro de personajes y tuve que poner ahí, pues 'soy Juan de Dios Crespo y vengo aquí, no sé si a demandar o a preguntar'. El libro ese no sé dónde estará, pero estaban ahí mis cosas. Era otro mundo, era otra cosa, y estamos hablando solamente de hace 30 años. O sea, hemos hecho un cambio geométrico increíble, para bien.
¿Que hay que abrir más? Por supuesto, pero para eso estamos los abogados, para abrir más, pero no para derribar el sistema. Si derribas el sistema no se da cuenta la gente de que se derriba todo el sistema,. Lo hablaba con los abogados de la FIFPRO hace unos años ya, en el 2015, cuando me invitaron a hablar sobre los casos que he llevado yo y la libertad que habíamos conseguido los abogados, desde el caso Bosman a los otros casos que había después. Pechstein, que la defendían a pesar de que estaba claramente dopada pero bueno, da igual, defendían el que uno pudiera hacer lo que quisiera. No, en el deporte no se puede hacer lo que uno quiera, porque si uno hace lo que quiera firma un contrato ¿de cuánto? ¿de 5 años? si se puede ir sin pagar nada, ¿para qué firma un contrato de 5 años? ¿para qué voy a pagar tanto dinero? pagaré poquito dinero. ¿Y para qué tengo que tener juveniles y cadetes si a los 16 años firma un contrato y a los 17 se puede marchar? ¿Para qué?
Cuando explicas eso a los de FIFPRO dicen 'No, Juan si nosotros no queremos eso, lo que queremos es presionar para después obtener cosas'. Como obtienen. Ahora, por ejemplo, el caso de Diarra lo vemos claramente, están ahora negociando para hacer un nuevo artículo 17. Pero para quitar la compensación no, quitaremos que el club nuevo no será el que sea obligado a pagar directamente porque no será el inductor. Habrá que demostrar que es el inductor. Habrá que buscar otras fórmulas, las fórmulas no se encuentran más que dentro del mundo del deporte, del mundo del deporte que está federado, controlado. Y luego podemos tener las dudas que tenemos, que las tengo desde hace 30 años, y hemos cambiado, y vamos a cambiarlo, pero no se puede derribar. A mi entender es un error, sería un error enorme.
Hay una percepción de corrupción en la gente de estas instituciones, en la FIFA, en la RFEF, pero tú eres el experto ¿Vamos a mejor?
Sí. Vamos a ver, el Código ético no existía. El Código de buen gobierno no existía. El Fair Play financiero no existía. Ahora existen. Tanto en España como fuera de España. Aún hay, obviamente debe haber cosas, pero aún hay seguramente abogados, jueces, periodistas corruptos. Aún hay. Está dentro del ser humano esto. No hay más que leer los clásicos. Está dentro del ser humano, que hay cada vez menos, ¿por qué hay cada vez menos? Pues porque hay cada vez más control, ¿por qué hay cada vez menos gente que va a 150 a la hora en la autopista? Porque hay más controles, los controles nos evitan estar en la jungla, y los controles dentro de la pirámide nos evitan la jungla también.
Yo creo que la gente no acaba de entenderlo, y algunos abogados también, mis amigos Dupont y compañía que no acaban de entender que ese puede ser el fin de nuestro trabajo.
También estuviste en la Operación Puerto.
Pero me fui en seguida.
Ese es un caso claro de que la ley llega tarde, que los hechos que se juzgan son claramente irregulares pero la normativa no está a la altura ¿Cómo vive esto un abogado?
Bueno, pero esto no es un abogado, esto es un ser humano. Sabemos todos que primero está el hecho y después está el derecho. Ocurren las cosas y después, ¡ay, pues es que no había extintor en el hotel este! ¡Ah, es que no había esto, no había lo otro! Claro, no había. Se regula, voy a decir una barbaridad, post-mortem. Cuando hay un muerto, después del muerto, se regula. Es así, se regula después. Pero pasa en el derecho y pasa en cualquier otro sitio. En la vida en general pasa esto, la ley está siempre detrás de los hechos. El derecho va sobre los hechos, después de los hechos y esto nos ocurre también los abogados. Obviamente no es como antes antes. La FIFA, por ejemplo, tardaba dos o tres años en juzgar. Ahora FIFA en 6 o 7 meses te juzga. El TAS es el que juzgaba lento ahora ha vuelto a juzgar un poco más rápido pero como hay tantos casos... pues lo de siempre: hace falta más jueces más, gente trabajando, más dinero que cuesta entonces más después ir a la justicia y eso que la justicia en España no es tan cara como otros países. Yo lo veo como una reacción casi química: hecho-derecho, hecho-derecho.