MERCADO DE FICHAJES

Así juega Leny Yoro, el central por el que se pelea media Europa y que recuerda a Varane

El defensor del Lille, de 18 años, es uno de los nombres propios del próximo mercado de fichajes.

Leny Yoro. /GETTY
Leny Yoro. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Si algo hace Francia es producir centrales. Prácticamente, cada año el país vecino saca al máximo nivel a un central con potencial para ser uno de los mejores en su posición. Desde Saliba, siendo ya de los más dominantes del continente, pasando por Fofana, Koundé, Konaté, Upamecano y así hasta un sinfín de nombres que parecen no agotarse nunca. El último en emerger de entre todos ellos es Leny Yoro (Francia, 2005), quien empezó a llamar la atención tras una portentosa actuación ante Mbappé en el pasado mes de octubre. ¿Por qué tantos clubes le quieren fichar?

El Real Madrid le está siguiendo de cerca esta temporada, tal y como informó Relevo es uno de los nombres a tener en cuenta en la faceta defensiva, aunque su interés está supeditado a muchos otros nombres y movimientos. El interés de los blancos en Yoro es totalmente lógico, atendiendo a la confección de la plantilla, con solo Militao como central por debajo de los 25 años, y las lesiones graves tanto del brasileño como de Alaba.

Un físico distinto

Lo primero que uno aprecia cuando mira a Yoro son sus piernas, que se asemejan a dos alfileres infinitos. Con su 1,90 y su cuerpo largo y espigado, el joven jugador del Lille tiene en sus piernas una ventaja competitiva evidente en múltiples acciones defensivas. Llega antes que el rival, puede defender situaciones de mayor complejidad con una estirada de su pierna y exige a quien le encara una precisión mayor por la amenaza que supone enfrentar un físico como el de Yoro.

El Lille es el segundo equipo que más pases da en la Ligue1 tras el PSG, lo que implica que el central pasa mucho tiempo defendiendo espacios grandes, un punto a favor a la hora de imaginar su salto a un transatlántico, ya que está acostumbrado a lidiar con distancias grandes. De hecho, la capacidad para corregir y ser el central que tiende a ocupar el ancho de la línea defensiva son sus principales virtudes como central, aprovechando su punta de velocidad y su zancada. Físicamente, Yoro posee una base física parecida a la de Militao, con elasticidad, velocidad y mucha potencia, aunque todavía necesita coger mayor fuerza a la hora de impactar con el rival.

El partido que enfrentó a Yoro con Mbappé el pasado 17 de diciembre sirvió para que el mundo viese la proyección de lo que puede ser este central en un futuro no muy lejano. Dominio territorial, capacidad de anticipación y una personalidad a prueba de grandes escenarios, subiendo su nivel cuando el rival lo requería.

Yoro ante Mbappé en un duelo en área propia.  WYSCOUT
Yoro ante Mbappé en un duelo en área propia. WYSCOUT
Yoro en el suelo le rebaña el cuero a Mbappé.  WYSCOUT
Yoro en el suelo le rebaña el cuero a Mbappé. WYSCOUT

Pese a que su centro de gravedad es muy alto, tiene un arranque muy potente en espacios reducidos, algo que le permite estar a la altura ante Mbappé en la jugada más diferencial del francés; arranque en parado cambiando de ritmo. Aunque sus datos no son espectaculares (no está en el percentil 80, siendo 100 el máximo en ninguno de los atributos principales para un central según StatsBomb), su coordinación, velocidad y habilidad para ir al quite están fuera de toda duda.

Un jugador con mucho margen de mejora... y un potencial muy alto

Como todas las irrupciones que se dan, lo lógico es ponderar aquello que brilla y le hace distinto y no lo que todavía puede pulir. El francés es un futbolista todavía con errores propios de un jugador joven que ve como su físico e intuición llegan a (casi) todo. Desde ceder muchos metros al rival en situaciones en área propia, fiándose de sus piernas larguísimas para tapar el tiro, hasta ser demasiado impetuoso a la hora de ir al suelo o meter la pierna en situaciones límite, algo que le ha costado goles y ocasiones en contra a lo largo de esta temporada.

Situación límite en la que Yoro, en vez de aguantar la carrera, mete la pierna, fallando en el intento que termina en gol del Lyon.  WYSCOUT
Situación límite en la que Yoro, en vez de aguantar la carrera, mete la pierna, fallando en el intento que termina en gol del Lyon. WYSCOUT

La élite le irá puliendo esos detalles propios de quien ha llegado al máximo nivel exhibiendo una confianza desmesurada en sus posibilidades. Al ser un jugador tan dominante a la hora de meter la pierna para arrebatar la pelota al rival, Yoro peca en muchas situaciones de no contemporizar ni llevar al delantero a la zona que más le conviene, sino de ir al límite precisamente por una confianza que deberá aprender a controlar.

Como con Ronald Araújo, otro central hiperpoderoso en situaciones de duelo individual, la tendencia de estos centrales es de hundirse, priorizando el duelo a la defensa colectiva, rompiendo así la estructura colectiva. Algo que jugadores como Saliba o Van Dijk, por citar a dos de los mejores centrales del mundo con un físico poderoso, han sabido sublimar, siendo jugadores que rara vez rompen con la defensa que su equipo está realizando.

En un balón dividido se aprecia como Yoro no deja a su par en fuera de juego y le sigue el desmarque pese a que sus compañeros están mucho más adelantados.  WYSCOUT
En un balón dividido se aprecia como Yoro no deja a su par en fuera de juego y le sigue el desmarque pese a que sus compañeros están mucho más adelantados. WYSCOUT
El rival filtra el balón al espacio.  WYSCOUT
El rival filtra el balón al espacio. WYSCOUT
Yoro se fía de su explosividad, deja demasiado espacio y no llega a tapar el tiro del rival, que acaba en gol.  WYSCOUT
Yoro se fía de su explosividad, deja demasiado espacio y no llega a tapar el tiro del rival, que acaba en gol. WYSCOUT

Esta es una secuencia ejemplar para apreciar el margen enorme de crecimiento de Yoro en situaciones que demandan una toma de decisión más acertada, priorizando defender hacia delante y no en el duelo, sobre todo si la jugada termina en gol. Se juntan dos factores: la poca madurez de un jugador tan joven y su enorme confianza a la hora de enfrentar situaciones de último hombre. En muchas ocasiones, Yoro es capaz de minimizar esas situaciones, pero de no hacerlo el resultado puede ser fatal.

Con balón, el central es un jugador muy seguro. Arriesga poco (95% de acierto en el pase), firmando apenas 1,49 progresiones hacia el último tercio, un dato muy flojo (percentil 14) teniendo en cuenta que el Lille amasa mucho balón. Tampoco suele jugar en largo (3,4 envíos por cada 90 minutos), aunque su golpeo es correcto. El margen en ese sentido es muy amplio, y dependerá mucho de en qué equipo caiga y qué se le pida a la hora de progresar la pelota, pero Yoro tiene las condiciones para pasar de ser un pasador fiable a un jugador más creativo, también usando la conducción, algo en lo que se prodiga menos de lo que debería viendo que tiene un buen dominio del balón y que sus piernas son quilométricas.

Con todo, Yoro es un proyecto ilusionante, con un potencial altísimo por su base condicional, su personalidad y lo que ya ha insinuado que puede ser en un futuro. Es lógico que los mejores clubes del mundo apuesten por atarle, porque si algo premia el fútbol actual es a los centrales que, por encima de todo, puedan hacer el campo estrecho pese a que su espalda sea largo. Y Leny Yoro, sin ser todavía el jugador que muchos imaginan, sí tiene todos los ingredientes para poder serlo en un tiempo.