IFAB probará el fuera de juego de Wenger y el VAR a la carta y acaba con el 'show' de los porteros

Este sábado 1 de marzo ha podido cambiar el fútbol tal y como lo conocemos, pero resulta que no ha sido así porque el deporte que conocemos no funciona del modo alguien pulsa un botón y todo explota. IFAB, la International Board, o el organismo regulador de las reglas de este deporte celebraba su Asamblea General número 139 en Belfast, con una importante cantidad de novedades puestas sobre la mesa. Pero como Gerard Piqué las expuso en el podcast de Iker Casillas, ideas al aire, algunas sin demasiada sustancia o fundamento que pueden acabar... en nada. De momento, las más llamativas estarán en período de prueba, lo que no implica que se vayan a aplicar en un futuro.

En los últimos días cobró fuerza la implantación del fuera de juego de Arsene Wenger, que consiste en resumidas cuentas en que solo debe pitarse si todo el cuerpo del atacante está por delante del defensor. Por mucho que sonara a gritos en todo tipo de plataformas, lo cierto es que era inviable su aplicación de forma inmediata porque toda norma nueva tiene que ser sometida a una fase de pruebas formal. Esta revolucionaria medida ya fue probada tiempo atrás en Suecia o Italia, sin que trascendiera la impresión de los protagonistas ni se profesionalizara el invento.

Este asunto era quizás la mayor preocupación de toda la reunión, aunque en realidad era más por su peso mediático que porque realmente hubiera opción alguna de que se implantase en el fútbol de manera directa. Tras la Reunión General Anual 139 de IFAB se ha determinado que este fuera de juego se pruebe para "fomentar el fútbol de ataque y las oportunidades de gol", pero por ahora de una forma muy abstracta, en competiciones menores y sin ni siquiera detallar exactamente cuáles son sus condiciones. No, no se instaurará en el fútbol que todos conocemos, por lo menos, en un año y medio. Por lo menos, porque lo más normal es que esto vaya para muchos años.

Como aquí hemos venido a contar las noticias y no las no noticias, este congreso de IFAB sí ha servido para profesionalizar una norma que ya forma parte del día a día: el peso del capitán y sus conversaciones con el árbitro. A partir de ahora, las reglas del fútbol marcan unas directrices formales para que solo el portador del brazalete se pueda dirigir al colegiado. En concreto, queda definido de la siguiente forma:

"IFAB acordó que una mayor cooperación y comunicación entre capitanes y árbitros, que a menudo se enfrentan a desacuerdos verbales o físicos al tomar decisiones, puede ayudar a inculcar mayores niveles de equidad y respeto mutuo, que son valores fundamentales del juego".

Otra de las normas que pasa a ser una realidad del deporte es la casi desaparición del penalti con barrera, tan inusual como llamativo. Aunque seguirá existiendo en casos como cesiones o acciones tan controvertidas como el grito de Jaime Mata a Muriqi y su posterior peineta. Cuando sí que se borrará del mapa es con las pérdidas de tiempo del portero. Actualmente los guardametas solo pueden tener seis segundos el balón en las manos, aunque como ya habréis podido intuir esto no se aplica jamás.

IFAB era consciente de esta problemática y decidió cambiar de seis segundos a ocho segundos y castigarlo de diferente forma: en vez de libre indirecto (penalti con barrera) saque de banda o córner (se han probado las dos cosas y finalmente se ha optado por el córner). Podréis pensar que se está beneficiando al infractor, pero es todo lo contrario: gracias a esta norma se empezará a pitar de verdad, cuando hasta ahora resultaba una regla fantasma en el reglamento. Ahora, ya más definida y además de forma unánime, dice lo siguiente:

"La IFAB ha decidido por unanimidad modificar la Regla 12.2 (Tiro libre indirecto). La modificación significa que si un portero sostiene el balón durante más de ocho segundos (con el árbitro utilizando una cuenta regresiva visual de cinco segundos), el árbitro otorgará un tiro de esquina al equipo contrario (en lugar del tiro libre indirecto actual durante más de seis segundos)".

Otro tema que preocupaba en exceso a IFAB es el desarrollo de las técnicas del otro fútbol para ganar segundos al reloj. Por ello, uno de los asuntos más relevantes de su reunión era precisamente reducir la pérdida de tiempo, marcado como uno de los principales puntos del día. Se había especulado con la posibilidad de introducir como regla que se pudiera parar el cronómetro en caso de situaciones de lo más drásticas, para así garantizar que todo lo perdido se recuperase de forma íntegra. Una forma de no caer en descuentos eternos, en escaso entendimiento a la hora de tener que añadir más o menos...

En primera instancia, no resultaba nada sencillo acometer una reforma de estas características, ya que tiene demasiadas aristas: en qué casos sí y en qué casos no, por ejemplo. Por ello, tras el debate formado entre los agentes de IFAB no se ha determinado nada en concreto.

Sí que hay una serie de cambios ya establecidos para el fútbol de forma inmediata. La más característica es que existe la posibilidad de anunciar por megafonía las decisiones del VAR para todos aquellos que lo deseen y que los asistentes se pongan a la altura del punto de penalti en caso de pena máxima para tener un mayor control sobre las invasiones. El pie adelantado del portero o si el balón entra o no, ya será cosa de la tecnología.

Como cada año, IFAB presenta una serie de pruebas oficiales, que pasan a formar parte del reglamento de diferentes competiciones de menor categoría. El proceso parte de su aplicación en diferentes partidos y en la consulta posterior a todos los agentes implicados. Suelen durar un año, aunque también se pueden extender, y estudian la viabilidad de ideas determinadas de cara a consolidarse en las normas del fútbol a nivel mundial. Por ejemplo, este último año se estuvo probando la introducción de cámaras corporales a los árbitros, los cambios por conmoción cerebral, las pérdidas de tiempo del portero, que solo el capitán pueda acercarse al árbitro y los períodos de reflexión. Esto último fue de lo más comentado: el colegiado tiene derecho a mandar a los jugadores a su área en situaciones determinadas para que respiren, se calmen los ánimos y se evite un mal mayor.

A lo largo de los próximos meses, se valorará precisamente el asunto de las cámaras corporales de los colegiados en partidos del más alto nivel, en común acuerdo con FIFA y como parte del próximo Mundial de Clubes. No solo ayudarán al desarrollo sano del deporte, sino que también introducirán el espectáculo en las retransmisiones televisivas. A la par que en este torneo de forma puntual, se utilizará en más competiciones como fase final de prueba. Como el VAR por peticiones o el fuera de juego de Wenger.

Una de las medidas más solicitadas por el aficionado promedio es que el VAR deje de ser tan interventor para ser únicamente un sistema de peticiones por parte de los entrenadores. Un sistema que tiene mucho peligro, ya que evidentemente los 'challenge' no pueden ser eternos y el límite acarreará problemas del estilo 'no me han pitado un penalti clarísimo porque no lo podía pedir ya'. Aunque parezca un progreso, tiene muchas trabas que se acabarían viendo a la larga. Por ejemplo, se instauró en el pasado Mundial Sub-20 femenino, en el que Sonia Bermúdez, seleccionadora española, solicitó un posible penalti que detuvo más de dos minutos el juego y que no se señaló porque nuestra jugadora estaba casi un metro adelantada. Un absurdo que con el VAR normal no hubiera tardado ni diez segundos en descartar.

La idea de IFAB y FIFA era precisamente que este VAR pudiera servir para que aquellos torneos que no cuenten con el presupuesto suficiente para profesionalizarlo ganen en justicia sin una fuerte inversión. En resumen, que no haya sala VOR y que el árbitro se pueda acercar a una pantalla a petición de los entrenadores para mirar la repetición de una jugada. Un VAR 'low cost' que vendría a empeorar las cosas en la élite. Este VAR, como estaba previsto, no se aplicará en competiciones mayores, pero sí se habló de él en la reunión.

Tanto es así que, efectivamente, se va a seguir probando dados los resultados positivos obtenidos hasta la fecha. Pero, eso sí, IFAB matiza que el conocido como Football Video Support está destinado tan solo a competiciones menores y que continúa en esa fase de stand by.