LA SUCESIÓN DE RUBIALES

Juego de tronos en Granada para suceder a Rubiales tras tumbarle: "No se puede vivir así"

Sólo se espera en Los Cármenes a seis de los 19 'barones', pero tres de ellos ya juegan sus cartas y llevan el cartel de candidatable.

La Selección juega hoy contra Chipre en el estadio de Los Cármenes de Granada. /SEFUTBOL
La Selección juega hoy contra Chipre en el estadio de Los Cármenes de Granada. SEFUTBOL
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Granada.- A escasas horas de un España-Chipre más importante de lo que parece, en Granada casi nadie habla de fútbol. Los técnicos y jugadores, empujados por la eficaz estrategia que se ha marcado la expedición de hermetismo en torno al balón, y poco más. Ni los periodistas que siguen habitualmente a la Selección ni los pocos aficionados que merodean a estas horas por el estadio de Los Cármenes en busca de una foto o un autógrafo -de Gavi o Balde mayormente- pueden hablar de otra cosa: Rubiales y quién será su sucesor o su sucesora. La clasificación para la Eurocopa de Alemania del próximo verano, o se da por hecha o ahora mismo es secundaria.

«Estamos concentrados en el fútbol»

Mientras en Relevo ya hemos dado buena cuenta de cuáles son los nombres propios que marcarán a partir de ahora el nuevo camino a seguir en Las Rozas, cada protagonista de esta historia va cogiendo posiciones en lo que parece una verdadera guerra de tronos. Hay quien ya mantiene importantes llamadas en secreto para calibrar sus apoyos, quien ha preguntado a sus más íntimos colaboradores por las posibilidades reales de dar el salto y alguno más -que lo hay- que sigue a la espera de sólo un guiño del frente opositor de Rubiales para dar el paso definitivo. Esta crisis no le ha pillado de sorpresa y lleva años preparándose.

En Granada también hay varios de estos movimientos. Sigilosos, casi imperceptibles. Pero los hay. Según varias fuentes federativas consultadas, se espera que sólo acudan seis de los 19 presidentes Territoriales que en su día sostuvieron a Rubiales a pesar de las tropelías, que luego le censuraron y que ahora, tras pedir su dimisión en bloque de forma exitosa, le buscan un sustituto con el objetivo de recuperar la buena imagen institucional que, por ejemplo, da la Selección en el terreno de juego.

Junto al equipo de Luis de la Fuente estarán en estas tensas horas en el Hotel Palace Pedro Rocha, de la Extremeña y presidente interino que suplió (a dedo) a Rubiales y que ahora debe liderar el cambio de guardia, como mandan los estatutos, a través de una Comisión Gestora. Ayer no estuvo en Jaén con la Sub-21, pero sí ha ido a Granada para estar junto a la Absoluta. Las horas de hall son tan importantes en estos momentos como las de césped. A su lado le respaldarán otros cinco barones: Pablo Burillo (Castilla-La Mancha), Pablo Lozano (Andalucía), Salvador Gomar (Comunidad Valenciana), Rafael Louzán (Galicia) y Alejandro Morales (Tenerife). El resto, o ha declinado la invitación que suele hacerle la Federación, o sigue en su línea firme de centrarse en sus federaciones autonómicas y no viajar fuera más allá de cuando sea necesario. Es el caso de Marcelino Maté (Castilla y León) o Paco Díez (Madrid). Si otras veces Rubiales aprovechaba estos partidos para hacer un cónclave en la previa, en esta ocasión habrá simplemente algún que otro corrillo. Sin más.

Curiosamente, de los que en estas horas están en suelo andaluz, la mitad -tres de seis-, llevan el cartel de candidatables en el caso de que se celebren de forma inminente unas elecciones a la presidencia con la actual Asamblea. Pedro Rocha es el delfín de Rubiales. Por eso, el ya expresidente de la RFEF maniobró para dejarle como único vicepresidente de la Junta apartando a los otros siete sin que se opusieran o se lo recriminaran. Ahora, Rocha está encantado en el cargo, por responsabilidad y (dicen) también por ego, así que ve bien que le sitúen como hombre de consenso para seguir una transición que más de uno, Gobierno incluido, pretende alargar hasta que en 2024 se celebren elecciones a la Asamblea, para construirla de cero, y luego a la presidencia.

Los casos de los otros dos hombres que están en boca de muchos son distintos. Salvador Gomar, de la Valenciana, es visto por un importante sector de las Territoriales como un hombre de peso para liderar la Federación en lo que resta de mandato. Gomar (Valencia, 1965) accedió a su territorial en diciembre de 2018. Abogado y gestor de entidades deportivas, perteneció al Valencia CF como jugador de las categorías inferiores y como gerente. También ha estado vinculado a la RFEF durante muchos años, donde durante más de una década fue el coordinador de la Licencia de Agentes de Futbolistas y director del Curso de Agentes de Futbolistas que impartió el organismo. La Fiscalía Especial Anticorrupción de Valencia archivó este mismo año la denuncia que tenía por presuntos delitos de malversación, prevaricación y apropiación indebida. Se consideró que los hechos denunciados no eran constitutivos de ilícito penal. Estaba muy ligado a Rubiales, pero esa sintonía fue poco a poco saltando por los aires.

Pablo Lozano (Pozoblanco, 1978), por su parte, llegó a la presidencia de la Andaluza en 2019 tras varios años vinculado a la RFEF en su comunidad autónoma. Su predecesor en el cargo no estaba en sintonía con Luis Rubiales, algo que cambió con Lozano, que poco después de llegar a su puesto fue designado presidente de la Comisión Nacional de Tercera División. Además, fue nombrado vicepresidente de la RFEF para las selecciones inferiores en mayo del año pasado. La mayoría le ven como un hombre muy preparado.

Los tapados

Hay algún otro presidente, como Paco Díez -de la Madrileña-, que estaría dispuesto a dar el paso si alguien se lo pidiera. El problema es que, tras una buena relación inicial con LaLiga y Javier Tebas, las relaciones se distanciaron mucho y en estos momentos nadie le ha hecho un guiño. Por eso, pocos le ven como un hombre que vaya a unir más que desunir en una posible campaña electoral.

Aquí queda tela por cortar. Porque, aunque el mundo del fútbol tiene muchas ganas de cambio, varios pilares de la Federación, por diversos motivos, prefieren que el proceso vaya más despacio. "No es momento de elecciones", coinciden varios off the record. ¿Las razones? Hay de todo. Uno de los más antiguos da la clave: "El fútbol español no está para más enfrentamientos. Hay que pacificar esto y ordenarlo, y después ir a elecciones. Se necesita alguien que aglutine todas las sensibilidades y establezca acuerdos de convivencia con todas las instituciones". Otro presidente de Territorial norteño sentencia: "No se puede vivir así. Y en tiempos de tormenta es mejor no hacer mudanzas". Paso a paso. El Rubialismo se ha debilitado, pero no se ha consumido. Hay quien ve su dimisión como otro paso en su estrategia. Y hasta hace gracia. Muchos presidentes territoriales pidieron ayer a Rocha reunión urgente entre el miércoles y el viernes. Él ha contestado de manera afirmativa, pero sin terminar de fijar fecha. Con esto sí que no se ríe ya nadie.