El Juvenil del Atlético se queda fuera de Europa pese a la reacción final

Cuando en el sorteo de hace unas semanas se clarificó el cuadro de octavos de final de la Youth League y al Atlético le tocó el Salzburgo fuera de casa, desde dentro del vestuario rojiblanco sabían que el encuentro iba a ser duro, más incluso que lo que vivieron también en Austria contra el Rapid. El rival era un equipo muy físico (alinearon a diez jugadores por encima del metro ochenta) y con jugadores con experiencia en el primer equipo.

Todo lo que esperaba el Atlético, se cumplió. Y con la baja por decisión del club de no llevar a Julio Díaz, a Boñar y a Rayane, la cosa se complicaba, porque ellos tres son jugadores acostumbrados a disputar encuentros contra jugadores más 'formados' en la Primera RFEF. Eso sí, para Luis Bueno y su cuerpo técnico esto no iba a ser una excusa porque confía en los que están.

No ayudaba nada el terreno de juego del Red Bull Akademie, que con el frío de Salzburgo estaba muy duro. Eso sí, a los locales esto les daba igual porque desde el minuto cero impusieron un ritmo trepidante que era imposible de contener por el equipo rojiblanco. El primer tiempo fue un intento de acoso aunque no derribo del equipo austriaco, que, a pesar de todo, aguantó.

Las cosas cambiaron en el minuto 36 cuando Traoré se fue expulsado por doble amarilla. Ahí parecía que comenzaba otro partido porque los locales bajaban un poco el ritmo y los visitantes daban un paso al frente, pero todo eso fue un espejismo cuando los equipos volvieron del vestuario. El Salzburgo recargó pilas y durante los primeros diez minutos de la segunda parte no parecía que estaban en inferioridad numérica.

Entonces llegó la peor situación para el Atlético: los locales se pusieron por delante. En una contra muy bien comandada por Aguilar, la pelota le llegó a Baidoo que, tras un error de Pablo Pan que se resbaló, cruzó la pelota para batir a Esquivel que no pudo hacer nada.

Entonces era el momento de que el Atlético tomase el control del partido, pero eso no ocurrió. Los locales siguieron presionando y tras otro error de la defensa rojiblanca, David Fernández cometió penalti a Aguilar, que estaba siendo el mejor del ataque austriaco. Sulzbacher, capitán del equipo, no falló y mandó a Esquivel al otro lado de la portería. Además, era la segunda amarilla del central español por lo que el partido quedaba, nuevamente, en igualdad numérica.

Parecía que el Atleti estaba muerto, pero apareció Romeo Hueso en una de las pocas jugadas que el equipo de Luis Bueno llevó de un lado al otro. Le cayó un centro de Dani Muñoz, controló el balón con el pecho y a botepronto remató con la diestra ante lo que no pudo hacer nada el portero local. Además, el entrenador español metía a Sergio Esteban por David Arza, en un cambio muy ofensivo.

Desde el gol de Hueso, las cosas cambiaron. El equipo austriaco se bloqueó cuando tenía todo de cara para matar el partido y el Atlético se vino un poco arriba, empezando a jugar con más calma. Luis Bueno metía primero a Sergio Esteban y después ya quemaba las naves con Diego Pérez y Taufik para intentar empatar el partido.

Pero todo este último intento no fue suficiente. Lo intentó de todas las maneras posibles el equipo de Luis Bueno con el doble '9' arriba, pero no fue suficiente. Dio la cara, estuvo cerca del empate en varias ocasiones, lo intentó por arriba, por abajo, por izquierda, por derecha... pero la figura era el guardameta del equipo austriaco, que le paraba un libre directo increíble a Dani Muñoz en el descuento.

La aventura del Atlético en la Youth League acaba aquí, en Salzburgo. Con sabor agridulce porque las sensaciones eran que el equipo rojiblanco podía llegar a la siguiente fase pero sabiendo que se han encontrado con uno de los mejores equipos de la competición. Ahora sólo queda la liga y el Atlético depende de sí mismo para ganarle el campeonato al Real Madrid.