REAL MADRID - NÁPOLES

La versión napolitana del partido a puerta cerrada: "Los jugadores del Real Madrid nos llamaban mafiosos y nos daban patadas y puñetazos"

Salvatore Bagni, que debutó con la selección italiana, el mismo día que Ancelotti, recuerda lo sucedido en el túnel de vestuarios del Bernabéu aquella noche de septiembre del 87.

Uno de los fondos del Santiago Bernabéu durante el partido del Real Madrid - Nápoles de 1987./
Uno de los fondos del Santiago Bernabéu durante el partido del Real Madrid - Nápoles de 1987.
Enrique Ortego

Enrique Ortego

Antes de pasar a los hechos, a las graves acusaciones de algunos futbolistas napolitanos de la época, vayamos con las palabras que ponen el ring en su justa escena. Era la primera vez que ambos equipos se enfrentaban sobre un terreno de juego por lo que no podía haber cuentas pendientes: 16 de septiembre de 1987. Por aquel tiempo, en la Copa de Europa no había cabezas de serie y el sorteo quiso que, en la primera eliminatoria, se enfrentaran el campeón de Liga, el Real Madrid de la Quinta del Buitre, y el campeón del 'scudetto', el Nápoles de Diego Armando Maradona. Resultaba ser el primer partido de los napolitanos en la competición. Un sueño para todos ellos, Diego incluido, porque con el Barcelona solo había llegado a jugar la Recopa.

El hecho de que el partido se tuviera que jugar a puerta cerrada porque el Real Madrid tenía su estadio clausurado por el histórico pisotón de Juanito a Matthaus en Múnich, concedía al duelo un aroma aún más especial. Apenas 200 personas en el estadio entre directivos, periodistas, enchufados y algún astuto que otro que se coló o le dejaron colarse. El silencio. El sonido del balón al ser golpeado. Los gritos de los jugadores. El rumor que llegaba de la calle con varios millares de aficionados animando al equipo blanco... Todo era diferente. Chendo borró a Maradona y el Real Madrid se impuso sin demasiado ruido. Goles de Míchel de penalti y de Tendillo. Uno en cada tiempo. Eliminatoria encarrilada con reservas. Por desconocido, el ambiente del San Paolo napolitano, donde nunca había jugado el equipo blanco, imponía cierto respecto. Lo que sí era de dominio público era la pasión de los partenopeos por el fútbol y por su equipo. Sur de Italia en estado puro.

Maradona y los suyos comenzaron a preparar el ambiente de la vuelta desde que finalizó el partido del Bernabéu. Lo más sorprendente fue cómo fueron revelando día a día lo que, según ellos, había sucedido una vez finalizado el encuentro en las escaleras que daban acceso a los vestuarios y en el hall en el que cada uno tenía que tirar para un lado en busca de su respectiva caseta. Hablaban los italianos de batalla campal y ponían a los jugadores del Real Madrid como provocadores y artífices de los primeros escarceos de la pelea. Varios futbolistas madridistas que disputaron aquel encuentro negaron categóricamente a Relevo que las situaciones denunciadas se llegaran a producir: "No son, precisamente, Míchel y Martín Vázquez jugadores que a lo largo de su carrera hayan destacado por su carácter violento, todo lo contrario. No tenemos un recuerdo especial de que sucediera nada tan tremendo en ese túnel de vestuarios como ellos denuncian".

Fue, casualmente, Diego Maradona quien más se recreó, en aquellos días posteriores al partido, en su versión de los hechos, como ya quedó reflejado en Relevo hace unas semanas, antes del partido de San Paolo (3-10-2023) en el que los de Ancelotti se impusieron por tres goles a dos. Aparentemente sobre el césped no hubo más patadas que las justas. Maradona se sentía extrañado porque los jugadores del Madrid se pasaron el partido insultando al árbitro. "Nunca había visto nada parecido. Le decían de todo. No debía entenderles, sino no me lo explico". Lo que más pareció molestar a los napolitanos, sin duda, fue lo sucedido después, que les llamaran repetidamente "mafiosos" y recibir algún que otro golpe por la espalda para saldar las cuentas de lo que había sucedido sobre el terreno de juego.

Diego Armando Maradona, durante el partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Diego Armando Maradona, durante el partido contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Los de Beenhakker empataron en el San Paolo (1-1) superaron la eliminatoria y poco más se habló del asunto... hasta que en diciembre de 2016, casi 20 años después, justo en la víspera de que Real Madrid y Nápoles se volvieran a ver las caras en los octavos de final de la Champions, una de las banderas de aquel Nápoles de Maradona, Salvatore Bagni, en una entrevista con 'Il Mattino', el periódico napolitano por excelencia, volvió a recordar con todo lujo de detalles lo que según él y sus compañeros había acontecido en los vestuarios del Bernabéu en aquel duelo a puerta cerrada. El propio Bagni, en las últimas horas, había accedido, en un principio, a hablar con Relevo de lo sucedido entonces, pero finalmente no ha tenido a bien responder la veintena de llamadas y mensajes realizados por quien esto escribe para intentar poner luz al respecto.

El exjugador del Nápoles Salvatore Bani.
El exjugador del Nápoles Salvatore Bani.

"Nada más acabar el partido, camino de los vestuarios, los jugadores del Real Madrid nos gritaban mafiosos y nos dieron todo tipo de golpes. Míchel y Martín Vázquez me dieron varias patadas y puñetazos. Míchel se encaró conmigo cara a cara, quizás como no lo había hecho nunca. Es verdad que Luciano Castellini, nuestro portero suplente, lanzó una bolsa de hielo que golpeó a su entrenador (Leo Beenhakker), pero fue porque ellos nos tiraban de todo, nos amenazaban e insultaban y nosotros no nos podíamos quedar con los brazos cruzados y se lo devolvíamos. Maradona no paraba de gritar que en el San Paolo nos los comeríamos y yo solo pensaba en devolverles todos los golpes que me habían dado...", aseveró con rotundidad Bagni.

"En la vuelta, todo fue distinto. Creo que Míchel y Martín Vázquez me tuvieron entre sus peores pesadillas durante muchos años. Un día me encontré con Michel y abriendo mucho los ojos me dijo que había sido muy duro con él. Le dije que simplemente quería pasar la eliminatoria. Fuimos los vencedores morales. En la vuelta, en San Paolo, cuando ganábamos 1-0, Buyo sacó con el culo un remate de Careca... Les tuvimos arrinconados, casi de rodillas durante muchos minutos, pero llegó el gol de Butragueño y todo se acabó", añadió

Apodado 'Il guerriero', futbolista duro, de pierna fuerte, curtido en mil reyertas, carne de tarjeta por vivir siempre al límite del reglamento, sorprendió que Bagni volviera a poner en el escenario su versión de lo sucedido en las entrañas del Bernabéu en aquel partido del 87. Evidentemente le debió calar hondo. Al margen de esta historia, Bagni hizo carrera en el futbol italiano y, después, durante tres décadas, ha sido comentarista de televisión, alternando con su trabajo en varios clubes. Lo que nunca quiso fue ser fue entrenador.

Tres años mayor de edad (67) que Carlo Ancelotti (64), sus trayectorias futbolísticas fueron parejas hasta el punto de que los dos debutaron en la selección italiana el mismo día: el 6 de enero de 1981, en el Mundialito de Uruguay, contra Holanda. El actual técnico del Real Madrid marcó ese día su único gol en los 26 partidos que jugó con la azzurra y recibió un reloj como premio. Bagni, con más suerte con las lesiones, se fue a los 41 partidos con cinco goles. Ambos fueron convocados para el Mundial de México 86, pero mientras el ex del Nápoles fue titular, Carlo ni siquiera se estrenó. El seleccionador, Bearzot, prefirió a De Napoli, otro ex del Nápoles que también jugó en el Bernabéu aquel partido a puerta cerrada de septiembre de 1987. Como rivales, Ancelotti y Bagni se enfrentaron en 13 ocasiones, con siete victorias de Carlo por dos de Salvatore y cuatro empates.