Larrea, el último presidente interino de la RFEF: "Rubiales me mintió; y no improvisa, si puso a Rocha ahí es porque no quería un show"
Se apartó al poco de perder las elecciones en 2018: "Me gustaría ver a Butragueño o Zubi al mando, pero el mejor es García Silvero".

A menudo, para comprender el presente conviene viajar al pasado. Y si ese ejercicio exige alejar el foco de Las Rozas por un momento y llevarlo hasta Donostia, pues se hace. Tampoco es mal plan pasear por La Concha en plena semana de Festival Internacional de Cine y hacer una parada de avituallamiento en La Perla. Juan Luis Larrea (San Sebastián, 1953) nos espera en su restaurante fetiche para pasar revista y arrojar algo de luz a una crisis en la Federación que él mismo llegó a presidir durante ocho meses, entre el adiós de Villar y la llegada de Rubiales.
El entrevistado sabe bien qué estará pensando hoy el interino Pedro Rocha en una situación igual o más caótica que la que le tocó vivir a él. Larrea, tras comenzar a realizar funciones federativas en 1981 y llegar a ser tesorero, fue presidente en funciones desde el 18 de mayo de 2017, cuando Villar entró en la cárcel, hasta el 22 de diciembre, día en el que el TAD le inhabilitó. Fue entonces, siendo incluso parte del comité ejecutivo de la UEFA, cuando la Junta que lideraba anuló la moción promovida por Rubiales que había en marcha, se convirtió en Gestora y convocó elecciones a la presidencia, una obligación estatuaria que ahora se están saltando. De ahí que Larrea cediera su puesto al mando a Marcelino Maté (Castilla y León) para presentar batalla en las urnas al expresidente de AFE, ante el que perdió 80-56 tras una campaña tenebrosa.
Después de trabajar durante 48 años en la banca y ser la cabeza visible del fútbol en Guipúzcoa desde 1987, ahora habla con el poso, la tranquilidad y la libertad de un jubilado que acude a ver a la Real con uno de los ocho abonos que hay en casa. De hecho, conviene ir al grano con las preguntas. La quedada empieza a las 12:00, bajo una imponente galerna, y aquí no se perdona a mediodía el txakoli con un buen pintxo.
Me han dicho los que le conocen bien que no suele hablar en los medios y que no es de los que dejan grandes titulares. Creo que me querían disuadir. ¿Le ablanda algo saber que me he levantado a las 5:00 en Madrid para venir en coche a hacerle una buena entrevista?
[Risas] No. Le voy a contestar a lo que pregunte, claro.
Podríamos hablar de un montón de temas, pero estoy aquí porque usted fue el último presidente en funciones de la Federación y sabe qué se siente ahí. Pedro Rocha, que lo ha sido y ahora preside la Gestora, ¿tiene un marrón entre sus manos o un privilegio?
En esta situación, igual es más marrón que privilegio. Lo que pasa es que también tiene experiencia. Rocha está en la Federación Extremeña y es un hombre de fútbol. Cuando estaba yo por allí, ya trabajaba. Entonces, lleva cinco o seis años o más. Me ha extrañado que fuera el único vicepresidente que tuviera las funciones para poder entrar. Pero bueno, si lo hicieron así...
"En esta situación, igual lo de Rocha es más marrón que privilegio"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017Rubiales hizo esa triquiñuela antes de la famosa Asamblea para apartar de la vicepresidencia a otros siete. ¿Eso cómo le sienta al mundo de las Territoriales?
En mi época, en 2017, cuando me tocó a mí ser presidente en funciones, había algún vicepresidente más que pudo serlo. Hubiera tenido su derecho. Juan Padrón, de la Tinerfeña, por ejemplo, pero en esa época estaba acusado como lo estaba Villar. Y estaba Vicente Muñoz, de la Valenciana, pero en aquel momento en el que se elegía por antigüedad renunció. Por escalafón me tocó a mí. Nos cogió en un momento que todavía está sin aclarar lo que pasó. Yo creo que no pasó nada. Entendí que como tesorero que era tenía bastante experiencia y relación como para poder defender, no sé si un proyecto, pero sí unas acusaciones totalmente infundadas. Fue un poco el motivo de dar un paso adelante.
¿Pensó en rechazar usted también el puesto?
No. A mí me coincidía en un momento en el que me acababa de jubilar, tenía disponibilidad y sobre todo lo que sí tenía era una plena confianza en Villar. Lo de ahora ha sido diferente.
Sorprende que hay presidentes de Territoriales que se quejen ahora de lo que pasó antes de la Asamblea -cuando Rubiales dejó sólo a uno por detrás suya, al que más le gustaba sabiendo que le sucedería- sin que casi ninguno de ellos dijera nada. ¿Cómo funciona ese tipo de reuniones para que gente adulta acepte así como así que Rubiales les eche a un lado?
No lo sé, ya olía un poco a maniobra. A mí me pareció un poco extraño. Además, cuando Rafa del Amo dijo que ya había renunciado incluso antes de la Asamblea. Ha sido algo impensable: quedar campeones del mundo y montarse toda esta vorágine no tiene mucho sentido. Pero ha pasado. El fútbol tiene tanto tirón y tanta repercusión... La verdad es que había demasiados vicepresidentes. La RFEF tenía una vicepresidencia para el fútbol femenino con el señor Del Amo, al que por cierto le nombré yo cuando decidió apartarse Vicente Temprado [expresidente de la Federación Madrileña]. En un viaje se lo ofrecí y me dijo: 'Joder, me haces feliz'. Así de tajante.
Pues ahora está en entredicho por toda la crisis en la sección que él dirige aunque, de momento, ha salvado la cabeza.
Él y el resto han hecho una gran labor.
¿Ha podido hablar con él?
No. Cuando llegaron a las semifinales en el Mundial, le felicité. Le mandé un whatsapp para recordarle que las finales no se jugaban, sino que con el espíritu Luis Aragonés, se ganan. Y me dijo: 'Vamos a ganar'. Que es lo que pasó. Así que le volví a felicitar.
¿Qué cree que pasará, seguirá o le destituirán tras estos dos partidos oficiales?
No lo sé. Está haciendo una buena labor, sinceramente. El fútbol femenino le debe un poco lo que ha sido él. No conozco todas las interioridades, porque llevo tres años un poco al margen viendo el fútbol desde otra perspectiva.
Otra de las cosas por las que también quería hablar con usted era para que nos aclarara esto: hay quienes dicen que una Gestora está prácticamente para subir y bajar la persiana y otros, sin embargo, que tiene plenos poderes ejecutivos. ¿Cómo funciona realmente?
Tienes que ir un poco con temas del día a día, con la gestión ordinaria. No se pueden hacer gestiones extraordinarias y ahora me da la impresión de que todo lo que se hace es extraordinario. A efectos de renuncias, estoy viendo reuniones, no sé, impensables e intempestivas a las tantas de la madrugada... A nosotros no nos tocó eso. La Gestora es un poco para hacer gestiones de trámite. Así estuve casi un año. A su vez, como yo era tesorero y no había dejado esas funciones, pues tenía que seguir firmando, pagando nóminas, y se cumplía un poco con las obligaciones más normales.

La Gestora sobre todo está para convocar elecciones.
Sí, también, claro.
¿No le ha chocado que no se hayan convocado de inmediato unos comicios a la presidencia, como entonces, tener un presidente que agote el mandato y luego hacer ya en 2024 elecciones a la Asamblea y a la presidencia?
Se van a celebrar.
¿Sí? Pues no es la intención de la Federación y del Gobierno. Rocha dice que "la mayor estabilidad ahora mismo es estarse quietos".
Pues sería lo suyo. Porque es normal que se hagan elecciones a la presidencia. En nuestro caso, cuando yo fui a elecciones y entró Rubiales, fue así. Igual tienen razón, pero siempre es lo más normal. Es lo que necesita la Federación. Es lo importante. Las asambleas cambian poco porque las Territoriales tienen su peso y cada uno designa sus entrenadores, árbitros, jugadores, clubes amateurs, los de LaLiga, AFE tiene su peso... Están los cálculos bastante marcados. Los árbitros tienen un peso importante. Hay hasta 11 miembros. En nuestro caso fueron los que volcaron la balanza.
"Lo suyo sería hacer ya elecciones a presidente. Así entró Rubiales. Las asambleas cambian poco. Conmigo, los 11 árbitros se dieron la vuelta"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017Ahora me cuenta eso bien. Es curiosa la escena que se está dando estos días. Un Gobierno en funciones, el de Pedro Sánchez, está empujando hacia una dirección a la RFEF, también en funciones con Pedro Rocha, para acometer profundos cambios estructurales en su casa; despidos incluidos como el de Andreu Camps o García Caba. ¿Es una obligación hacerlo así ante esta crisis o es una temeridad?
Este caso se ha complicado mucho. Las chicas han tomado un peso importante con unas decisiones que implicaban esto. A mí, desde fuera, me parecía sorprendente que saliéramos a tres días de un partido internacional y que no hubiera lista y que se negasen a ir. Era un órdago importante. Entonces, eso es lo que ha obligado a tomar las decisiones de este calibre.
A usted, que le tocó también una época que fue crítica, ¿personalmente cuáles son las actitudes más importantes cuando se está al mando de la Gestora de la RFEF?
La normalidad. Y creo que lo conseguimos. No hubo tampoco repercusiones tan mediáticas ni de otro orden. Y eso que en su momento había directivos en la cárcel, fianzas de por medio y de todo. Fue otra guerra, otra pelea, que ahí está todavía sin definir.
En ese momento, ¿uno llega a pasar miedo por si la ola se lo lleva por delante?
No. Yo creo que no. No crees que te puede venir nadie por encima. Sinceramente, además, confiaba en lo que estábamos haciendo. He sido tesorero de la casa. El 98% de los pagos en aquel momento, cuando se implicaba a Villar o a Juan Padrón, los hacía yo. Ángel no firmaba nada, no tenía ninguna repercusión económica. Luego había habido escuchas y conversaciones y no sé qué. Se hablaba de 'tienes cinco millones para gastar en lo que...". Sería en otro tipo de cosas. Frases sacadas de contexto. Yo no he pasado miedo en ningún momento.
¿Cuándo y cómo se inicia su vínculo con Villar para ostentar puestos de tanta confianza?
Se inicia cuando soy el presidente de la Federación Guipuzcoana y él es presidente de la Vizcaína. Él es un hombre de ciencias, abogado, y yo trabajaba en un banco y estaba un poco más especializado en mis temas, los números. Y coincidíamos mucho cuando íbamos a reuniones a Madrid. Me dijo, 'me tienes que ayudar'. Y así fue. Cuando él salió presidente, me nombró. Entonces, mi primera función era ver a ver a qué nos obligaba esto, pues robaba un tiempo de mi casa. Lo que hacía era ir por las tardes, cogía un avión de mediodía, volvía a la siguiente mañana en el primero para seguir trabajando y así. Me impliqué y me comprometí con él a llevar el tema de la tesorería. Estaba haciendo eso Mauleón, que era un hombre de edad, y le sucedí. Tenía muchas ganas en un mundo que no me era desconocido.
En la federación de Guipúzcoa le sustituyó en 2020 Manu Díaz.
No me presenté.
Sí, lo sé. Le iba a decir... ¿Qué tal lo está haciendo Manu?
Pues bueno, lo estoy viendo desde fuera. Sinceramente, en cuanto le felicité por su victoria me dijo en el Frontón de Anoeta, donde se celebraron las selecciones, 'en unos días quedamos'. Todavía estoy esperando. Sólo han pasado tres años y algo... Pero bueno, tendrá sus motivos. No me meto con nada. El fútbol de aquí es fácil de llevar, al menos lo fue para mí, que estuve media vida. En el mismo sentido, es difícil crear más. El fútbol femenino, por ejemplo, ha tenido aquí un tirón muy importante, pero ya lo tenía. Contábamos con los dos pioneros: Añorga y Oiartzun. Recuerdo haber ido con la selección guipuzcoana a jugar a Barcelona, cuando era todavía directivo de la Federación, en los años 80. Tenemos unos datos de fichas parecidos al de los países nórdicos.
Le preguntaba por Manu porque ha sido uno de los cinco 'barones' que han pedido al CSD que se pronuncie porque la RFEF no está cumpliendo con lo que dicen los estatutos y no convocan elecciones a presidente ya. ¿Le parece una petición lógica?
No sé, para mí es primera noticia. Pero es un criterio correcto, sí.
¿Usted qué cosas importantes de peso hizo siendo presidente?
No hicimos nada especialmente de dar la nota en algo concreto, que igual es lo mejor como he dicho antes. Seguramente iniciar unas elecciones a las que me animaron a presentarme. Algo por lo que en casa me han echado la bronca muchas veces.
¿Y eso?
Había prometido a mis hijos [tiene dos, ambos fueron futbolistas] que no me iba a presentar. Pero al final, pues que empujaron y di el paso.
"Me animaron a presentarme a las elecciones y me lo han echado en cara en casa porque prometí que no lo haría. Las Territoriales empujaron y Tebas apoyó"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017¿Cuál fue su mejor recuerdo de esa época?
El apoyo del personal de la Federación y de las Territoriales. Vi mucha unión. Luego cada uno toma un criterio de apoyo a una de las candidaturas, pero trabajamos bien. La secretaria general entonces, Esther Gascón, se volcó. Y el resto del personal. Intentamos que se notase lo menos posible la falta del presidente. No ocupé ni su despacho.
¿Por?
Me puse en un cuartito que había cerca del despacho de Villar, allí en la tercera planta, y no quise meterme en lo que no era mío. Iba a Madrid el lunes y volvía a San Sebastián el viernes, salvo que tuviésemos algunos casos concretos que atender. También estuve en UEFA ese tiempo. Y en actos que son bonitos y te gusta estar: entregando una copa de campeones al Madrid, en el estreno del Wanda...
La anécdota del despacho choca con un chascarrillo que era 'vox populi' y que decía que usted se gustó en el cargo y que le cogió mucho cariño... ¿Se le subió a la cabeza?
Pues yo tenía un cuartito. Y dejé bien claro eso. Como estábamos en mitad de legislatura -yo entré en el 2017 y las elecciones eran en el 2018- dije que si ganaba iba agotar el mandato hasta 2020 y después lo dejaría. Lo hubiese dejado seguro. No me iba a presentar más. Entonces ya se hablaba de la llegada de algún exjugador que igual yo hubiera apoyado. Quería terminar esa legislatura, ayudar al que quisiera entrar sin ningún problema, pero no hubiera estado otra completa. No era mi intención. Ni siquiera se dio el caso, pero pensaba eso.
Ha hecho de casi todo en el mundo federativo. Entonces era tesorero y también delegado de la Selección. ¿De esos 33 años de servicio, qué es lo que más le ha llenado?
He viajado mucho con la Selección y he disfrutado. Me quedo con la final de la Copa del Mundo que ganamos en Sudáfrica. Recuerdo el gol de Iniesta y la entrega del trofeo. Uff… Estábamos, no en lo vip del estadio, estábamos en lo very very vip. Encima de una plataforma que había en el palco. Estaba Villar y recuerdo cómo se abrazó a Ana, su mujer, se giró y dijo 'somos campeones del mundo'. Estábamos pocos españoles en ese espacio privilegiado. Media docena. Aquello fue muy, muy importante. En aquella ocasión había familiares invitados y estuvo mi hijo, que tenía 16 años. Y disfrutó... [Se emociona].
Hasta entrar en la Federación, ¿cuál era la vinculación de Larrea con el fútbol?
Yo no he jugado. He sido remero.
Falta ha hecho siempre de eso en la Federación.
Fui remero aficionado en Ur Kirolak de San Sebastián, en un cuatro con timonel. Participé en entrenamientos de traineras con 17 o 18 años, no en carreras, y siempre me ha gustado mucho. Mi vinculación con el fútbol viene a raíz de una reunión de compromisarios, antes de las Sociedades Anónimas, porque yo era socio de la Real. Sería el 78. Ya entonces dije que en San Sebastián había que hacer un estadio para celebrar el Mundial 82. Siempre apoyé eso. Y luego se hizo, pero mucho más tarde. Se inauguró en el 93. Ése fue un poco mi inicio en esto. Lo mejor ha sido ver a la Real y al Éibar juntos en Primera. Que una provincia pequeña de 700.000 habitantes tenga el 10% de LaLiga no es fácil. Y en el centenario. Al final el fútbol me ha dado mucho.
En su presidencia en funciones también habría momentos duros... ¿El peor de todos?
Cuando dejé el puesto para presentarme como candidato contra Rubiales y entró Marcelino Maté a liderar la Gestora. Ahí no estuve a gusto, sinceramente. Luis no estuvo... Bueno, igual estuvo correcto, pero bueno, era otro tipo de implicación. Como un interés desmedido de entrar. Es igual. Ahí no estuve a gusto.
Pasaron de ser amigos a rivales. Y empezaron las batallas.
Sí, sí, sí. No batallas, porque la batalla la ganaba él fácil. Yo seguía haciendo mi vida. Pero sé que hubo... Y luego me he ido enterando de cosas que no me han gustado. Más o menos temas que ya se veían en los que se implicaba. Es más, a mí me mintió en su momento.
¿Cómo?
Yo no tenía ni intención de presentarme. Podíamos haber hecho una candidatura unida o tal, pero a mí me mintió en las facultades que pretendía asignarme. Estaba de tesorero, y me imagino que ya tenía pensado a quién iba a poner él ahí [entró Eduardo Bandrés]. Así que me dijo, 'oye, seguirías de delegado de la Selección'. Pero sinceramente, pues para pasear por ahí no estoy. Ya tenía otras funciones que hacer. No tenía ningún sentido. Llegamos a tener una reunión y todo en su día en una cafetería cerca de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
"Podíamos haber hecho una candidatura conjunta pero las facultades que pretendía asignarme... Llegamos a tener una reunión en una cafetería"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017¿Estuvieron cerca de pactar para que no hubiera elecciones?
Estuvimos charlando. Pero ya le dije que si esa era la idea, pues déjame tranquilo. Había estado un año en la presidencia y creo que podía escoger, no sé si una vicepresidencia o seguir con la tesorería, o trabajando de una mano. Pero bueno, él tenía otras ideas. Lícito.
¿Cómo era su relación hasta entonces?
Normal, totalmente normal.
¿Buena?
Muy buena. Normal. Él ya había venido con su tío a San Sebastián [Juan Rubiales, primer director del gabinete de presidencia hasta que lo destituyó] a estar conmigo en el año 2016 y les invité a comer. Y charlamos entonces de sus posibilidades para presentarse a la Federación porque ya había hablado en algún momento del tema con Villar. No sé, yo buscaba ciertas comparaciones entre ambos. Luis también había sido futbolista, estaba en AFE, era abogado, le gustaba el tema de los despachos, porque te tienen que gustar. Hay jugadores que dicen 'déjame de este lío'. Pero él no. Son oficinas de servicios y no tiene gran repercusión.
¿Rubiales era delfín de Villar como se dijo o éste prefería a un presidente de Territorial si alguna vez se iba de la Federación?
No lo sé, esa respuesta no la tengo. Creo que nunca ha sido delfín de Villar. Mi impresión es que no. Sí creo que tenían una buena relación, y que yo buscaba ciertas semejanzas, que las tenían. Eran muy diferentes, pero había unas bases comunes.
¿Villar estaba informado de estos encuentros?
Siempre. Luego quedó en nada, porque Villar se presentó solo en 2016. Pero ya se estaba moviendo desde entonces. De hecho, en una conversación que tuve yo con Ángel, me dijo: 'Oye, ¿qué te parece Luis?'. O sea, él pregunta y tanteaba. No sé si venía la pregunta a su vez del lado de Luis hacia él, pero yo le busqué esas semejanzas. Y a raíz de eso, parece que se lo contó a él y me comentó 'me ha dicho Ángel que te parecería bien...'. Luego Rubiales ya se distanció de mí a raíz de la disputa por la presidencia.
¿Desde entonces ha habido relación?
No. Un par de años más tarde, más o menos, me felicitó un día por mi cumpleaños. Igual vio en el Marca que ponían mi fecha de cumpleaños o algo así. Y me felicitó. Pues muy bien. Gracias. Coincidimos en algunas reuniones de presidentes hasta que lo dejé en 2020. Y sin más.
Usted era bastante conocido a nivel regional, pero no nacional. ¿Cómo llevó pasar del anonimato a salir todos los días en el telediario?
Tenía mucha experiencia de la gestión que llevaba aquí, y al final es trasladar lo que sabes unos peldaños más arriba. No me repercutía mucho. Hoy todavía la gente me ve por la calle y me dice 'usted fue presidente de la RFEF, ¿no?'. Pues sí.
Ahora se llevan mucho los asesores de imagen y los 'coaches' para ayudar en esas tareas directivas. Rubiales ha tenido varios. Y caros. Por mucha soltura que tenga uno, debe ser complicado manejar crisis así. ¿Quién le ayudaba a usted?
Ninguno de esos. No, no, qué va. Igual fue un fallo mío, pero yo confiaba en las personas. En algunos no debería de haber confiado, pero bueno...
En los meses como interino, hasta la inhabilitación de Villar y la convocatoria de elecciones, se promovió una moción de censura contra el presidente titular, que era amigo suyo. ¿Cómo lo vivió?
Me sorprendió.
¿Y le dolió?
También. Yo no lo hubiera hecho nunca. Lo primero porque Ángel era y sigue siendo amigo mío. Entonces, yo nunca hubiese hecho eso. Nunca. A muchos nos sorprendió.
Debe ser duro no querer dar ese paso y, como presidente en funciones, tener que tramitar esta petición contra un colega para no violar la ley.
Sí, sí, es duro. Igual fue uno de los motivos que me impulsaron a mí a dar otro paso más adelante. Igual estaba equivocado; en principio no tenía por qué hacerlo. Pero no me gustó aquello que hizo. Fue una desconsideración por su parte. Villar le había dado un poco la vida, el permitirle participar en la Junta Directiva, las ayudas económicas que estaban un poco bloqueadas. Se hicieron muchas cosas con los partidos internacionales. Hubo una simbiosis clara con la AFE que dirigía Rubiales en aquel momento. Porque además Villar fue fundador del sindicato. Ángel respiraba AFE y era su niña bonita. Siempre parecía que Luis era un niño mimado. Bien dicho, sin ninguna predilección por nada.
"Me sorprendió y dolió la moción que promovió Rubiales contra Villar. Fue uno de los motivos que más me impulsó para presentarme. Fue una desconsideración. Él había sido el niño mimado"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017Ustedes, los que han estado dentro de la Federación, igual no lo ven así. Pero en la calle, la sensación general que queda es que todo está podrido, que los directivos no son de fiar, que hay muchas corruptelas...
Pues eso no es así. Mire Villar. No ha sido condenado por absolutamente nada. Me acuerdo que cuando estaba por ahí en funciones hubo un abogado que me dijo 'su caso durará 6-8 años'. Era impensable para mí. Y aún estamos en ello. Van seis. No sé cuándo se va a terminar. Hasta les devolvieron ya la fianza. Hay un personal en la Federación modélico, sinceramente. Por lo menos en mi época sentían la Federación como su casa. Con sus excepciones, claro.
¿Fue de los que acudió a la cárcel a ver a Villar?
No. Fui a su domicilio cuando salió. Me invitó él, quería hablar conmigo. Acudí a un chalet cerca de la cárcel donde estuvo [Soto del Real].
¿Y fue de los que le pidió que dimitiera?
Tampoco.

Antes señalaba la moción como el origen para tomar la decisión de presentarse a las elecciones. ¿Quién fue, además, la persona que le animó con más insistencia a dar el paso?
Me animaron una serie de federaciones territoriales, pero luego algunas no se decidieron del todo. Había dos estamentos que a mí me gustaba tratar y unificar: LaLiga y los árbitros. Tenía una idea en mente con el difunto Vitoriano [por Sánchez Arminio, expresidente del CTA], al que tenía mucho aprecio: había que cambiar la presidencia del CTA y que él se quedara de asesor nuestro, como ya lo era Vicente Acevedo. Es un colectivo muy corporativo y especial. Lo mejor era que reinara la confianza.
¿En ese equipo de asesores se hubiera llevado a alguno de los Negreira?
No. Enríquez era un hombre de confianza de Vitoriano. Más allá de los exámenes de ascenso y descenso y de algunas charlas... Conocí también a su hijo, en la época de Luis Aragonés. Llevaba temas informáticos y de coaching. Pero no iban a estar en ese plan del que le hablo.
Mencionaba antes a LaLiga. ¿Tebas estuvo detrás de su candidatura?
Tebas estaba apoyando. Lo que yo creo, visto lo visto, es que algunos apoyos se le escaparon... Ellos sabrán por qué. No los tenía, aunque pensaba que sí.
¿Se lo dijo a él mismo después de las elecciones?
Sí, sí, sí. Hemos hablado. Hablo poco ya con él. Él está en su mundo y yo en el mío. Pero hablar de lo que está haciendo LaLiga ya se sabe, es otro mundo. El fútbol en España es lo que es, tiene un peso importante, y lo está haciendo él. Algo hará bien, porque la gente no tiene ningún interés en quitarlo.
A Tebas le molesta que le digan que es mejor que no se pronuncie a favor de ningún candidato para la Federación porque la cosa no suele salir bien. Pero ahí están Gerardo González, Mateu Alemany, Jorge Pérez, usted, Casillas... ¿Con la guerra Liga-RFEF que hay abierta y los extremos tan enconados, es bueno o malo para un candidato que él se posicione?
Hombre, en aquel momento también estaba no igual de polarizado, pero sí muy distante. Y él se posicionó claramente. Había clubes concretos que estoy seguro que me apoyaron. Y eso ayuda. Pero la gran generalidad... Había unas excepciones que tenían sus quejas con el mundo arbitral y que, bueno, pues tomaron sus caminos. Él más o menos aglutinaba al colectivo de clubes. El problema es que algunos se escapan porque el voto es secreto. Se te van.
¿Qué pasó concretamente?
El colectivo arbitral se dio la vuelta. Nosotros perdimos 80-58 [la votación oficial acabó 80-56 realmente]. Lo teníamos ganado y con esos 11 árbitros que contábamos llegaba el empate más alguno de LaLiga que se había marchado. Me dio pena. Más que por mí, por Vitoriano. Vitoriano había estado encima con sus 11 asambleístas. Cuando llegaron por la tarde a la Federación me los presentó uno por uno y me dieron la mano. Y luego te das cuenta de que los 11 estaban en el otro lado. Me dolió por él. O sea, engañaron a su presidente. A mí ese tipo de votaciones no me gustaban.
¿Ese vuelco en el voto a última hora cree que conllevó algo a cambio?
Pues es posible.
¿Y no ha sabido en todo ese tiempo qué ha podido haber?
Sólo sé que se dieron la vuelta los 11, que es la diferencia para que la victoria caiga de un lado o de otro. Quiero pensar que los 11. Alguien me dijo luego, 'no, yo no hice eso'. Bueno, habrá algunos que no, y algunos que sí. Pero el resultado fue eso. Los grandes números son los que son. Fueron la clave. Se habrían quedado por el camino los flecos que decimos ahora. Está olvidado. Aquel día, ya por Burgos de vuelta, iba en el coche con Miguel Santos y mi hijo y entonces ya supimos que habían destituido a Vitoriano al frente del CTA. Luis tenía un compromiso concreto de destituir al presidente. Con algún club concreto tenía el compromiso de que a las dos horas este hombre tenía que salir.
¿En algún momento llegó a arrepentirse de meterse en ese fregado o de no haber pactado con Rubiales?
No, no, por pactar nunca. Y por arrepentirme igual tampoco. Porque al final son experiencias que sumas. Unas veces se gana y otras se aprende.
¿Qué ha aprendido?
Un poco en qué círculo estás, qué mundo es el que te rodea. Yo me considero una persona normal. He trabajado en una ciudad pequeña toda mi vida y me he vinculado al fútbol, al fútbol base principalmente. Aprendes un poco de que quizás teníamos que haber prometido otras cosas a otros que al final lo cumplirías o no, pero ya les has ganado. No sé, te queda eso un poco. Tenía confianza en ganar y no se dio. Habíamos tenido una reunión unas horas antes de la votación en la residencia de La Rozas y bueno, aparentemente veías que tenías los apoyos, pero igual el otro tenía más mano en aquel momento y estaba más en el día a día.
¿A qué se refiere?
Yo me venía a San Sebastián y algunos me dijeron' joder, tenías que haber estado más allí en Madrid; él ha presionado mucho más'. Luis estaba muy interesado en entrar sí o sí. A mí no me iba la vida en ello. Jamás se me hubiera ocurrido presentarme frente a Villar, por ejemplo. Igual me hubiera quedado dentro de la casa de algo. Porque es difícil desconectar de lo que más me gusta. De estar 30 años ahí a nada es difícil. Pero estoy feliz.
¿Le decepcionó mucha gente?
Pues sí, algunos sí.
¿Y le ha costado la relación con ellos?
No. Es un tema que olvidas. No tengo que perdonar a nadie. Cada uno es muy libre.
¿Llegó a aborrecer el fútbol o este mundilllo?
No, no. Me he quedado un poquito decepcionado, pero no, aborrecer nunca, no. Me encanta. El fútbol me ha dado mucho más de lo que yo podía aportarle.
Nada más llegar al cargo, Rubiales pidió una auditoria y puso el foco en el Mundial de Rusia donde, supuestamente, había un sobrecoste de unos dos millones. ¿Se sintió atacado?
Eso se había hecho siempre. Eso que dijo es una barbaridad. Se había aprobado en una Junta. Ahí, en plena interinidad, teníamos siempre una persona que era Antonio Limones, que por cierto le veo y sigue trabajando, que contrataba siempre unos viajes para directivos que no cobraban, que no es el caso de ahora... Siempre se hizo. Nosotros teníamos unas dietas y algunos detalles así. Rubiales, cuando llegó, puso dos millones de euros para repartir entre 19 Territoriales. Entonces eso no lo teníamos. Ahora hay presidentes que están ganando 100.000 euros, 90.000, 70.000. Sinceramente, igual tampoco es malo. O sea, no voy a meterme en la idea de que profesionalizar sea algo malo. Pero digo que nosotros no lo hemos hecho. Y decir que ahí hubo algo mal... El regalo, que más o menos se entendía, era, pues les invitamos a una fase final del Mundial, en un avión, como premio por su dedicación, para ver un par de partidos allí de la primera fase. Se hizo siempre y no sonaba extraño.
"Lo de los viajes al Mundial de Rusia que dijo Rubiales [sobrecostes] fue una barbaridad. Con él había presidentes con 100.000 euros de sueldo y eso antes no existía. Era normal y lo aprobó la Junta"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017¿Esos sueldos que dice que han puesto ahora dulcifican las críticas?
Pues no lo sé.
Estoy pensando en Paco Díez (presidente de la Madrileña), que pasó de estar enfrentado con dureza a Rubiales sin una salario a piropearle y decir, ya con sueldo, que "le habían intoxicado" y que ahora iban en todo "de la mano".
No lo sé. Paco estaba con nosotros. Aparente entonces, ¿no? No sé, no he hablado con él de esto. No sé por qué dice eso, pero que ayuda desde luego, sin ninguna duda. Estoy seguro de que, para muchos de los presidentes, esas cantidades que han estado cobrando en el fútbol ahora eran impensables antes. No sé si es el caso de Paco, no tengo criterio para poder opinar si él tenía unos ingresos de otro orden. Pero en muchos de los casos de los 19, seguro que no.
¿Qué le ha parecido todo lo que ha sucedido este mes desde la final del Mundial en Sídney?
A lo primero me parecía algo impensable y luego lo he visto como un despropósito. Nunca hubiera pensado que el fútbol nos había llevado a esto. Y creo que él [por Rubiales] tampoco. De quedar campeón del mundo, que es hito máximo, a esto. Su actuación no me ha gustado, como no le ha gustado a nadie. La repercusión era impensable. El primero que está arrepentido de todo lo que pasó ese día es él.
¿Usted fue de los que vio la gravedad de lo que ocurría desde el principio o es de los que creían que no era para tanto?
Al principio, no. Me pareció en algunos momentos... Vi cosas que no me gustaron. En principio, dije 'esto no se puede hacer'. Vi falta de educación y de respeto. Yo no hubiera hecho eso nunca, no sé si me ocurriría. Luego...
¿Y con lo que sucedió en las horas posteriores pensó que eso podría llegar a costarle el puesto?
Ahí ya se empezó a enredar un poco, y hubo cosas que sentaron mal a muchas personas. Yo, cuando leí las declaraciones de Infantino… Así como Ceferin todavía hoy en día dice unas cosas de que no entendía que podía pasar eso, el presidente de FIFA enseguida entró ahí a cortar cuchillo. Vi que esto estaba tomando un cariz un poco difícil de darle la vuelta.
Estas diferencias entre las jugadoras y la Federación vienen desde hace un año. No son nuevas. Entonces hubo portadas donde incluso las llamaron 'chantajistas' y hoy alguno las sigue tildando de 'niñatas'. ¿Entiende a Jenni y la lucha de las jugadoras?
Viéndolo un poco desde fuera parecía que era un poco desmedida toda esta pretensión de intentar, conociendo como conozco la casa por dentro, en dos días tener que cambiar todo. Joder chicas, tranquilas, a ver, vamos poco a poco. O sea, no sé, me pongo en mi lugar intentando negociar con ellas. Me pongo en el lugar de Rafa del Amo, y oye, que sí, que vamos a cambiar, que vamos a hacer, pero estamos en una Gestora, espera que entre otra persona que tome decisiones. Pero al final, profundizando un poco más, había algo que desconocía yo, que no tenía por qué conocer, por supuesto, pero había temas internos que es lo que al final han provocado unas decisiones que se me antojan válidas, que están tomando su peso y que están consiguiendo cosas.
"Parecía un poco desmedida la pretensión de las jugadoras pero, al final, profundizando, había temas internos que desconocía que han provocado esto"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017Lejos de arreglarlo, a Rubiales le mataron sus formas posteriores en el vuelo de regreso de Australia, con el vídeo, sus presiones, aquella Asamblea... ¿Con usted alguna vez era así?
No, éramos distintos, sin más. Tenía otro estilo. Yo tengo 70 años y él no tiene ni 50. Entonces en esos años las personas hemos visto otras cosas.
¿Le sorprendió que dimitiera?
No, porque había un runrún. Lo que me sorprendió es la actuación de 'no voy a dimitir' en la Asamblea. Daba la impresión de que le había dicho a sus colaboradores, presidentes, incluso a la Junta, que iba a dimitir. Y luego, pues no sé si tras consultarlo con la almohada o con quién, sueña y le da la vuelta...
¿Cambio o estrategia?
Rubiales no hace las cosas improvisando. Hay personas que le aconsejan, asesores, que no hacen las cosas muy bien.
¿Por qué cree que apostó por Rocha como heredero en su huida hacia adelante y no por otro?
Yo conocía a Rocha de mi época y no le veo diferencia con los otros. Por eso, mi sorpresa fue que dejara a siete vicepresidentes fuera y escogiera a uno. No puedo decirle qué tiene distinto. Rubiales sabía que Rocha igual no tenía pretensión de continuar y que los otros, sin embargo, se iban a pegar, porque ya se veían nombres con ganas de postularse. No quería un show. Sabía qué persona iba a hacer la función de tránsito sin querer entrar. Igual es su objetivo. Seguro que no es improvisado.
¿Cree que Rocha no se presentará a las elecciones de 2024?
No. Si no, me defraudaría. Si está diciendo que no, y se presenta... Pero igual le pasa lo mismo que a mí, que le apoyan y le empujan... y dices 'voy para adelante'.
"Rubiales sabía que Rocha no tiene pretensiones de continuar y los otros ya se postulaban. Si lo hace, me defraudaría. Pero igual le pasa lo que a mí..."
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017¿Y alguno de los que hay alrededor, otro presidente de territorial?
No. Si la Comisión de Presidentes decide escoger a uno, tiene muchas posibilidades de ganar. Porque, tal y como está conformada la Asamblea, tendría muchas opciones de ganar.
Normalmente, en este tipo de votaciones, siempre se dice que es muy difícil luchar contra el sistema, o contra el aparato, y que gana el que está dentro de la casa. Sin embargo, con usted se desmonta esa teoría porque procedía de las Territoriales y perdió.
Bueno, tenía un nivel de conocimiento mayor que él de la Federación. Pero al final la casa no vota...
¿La clave son las Territoriales?
Sí. Sin duda.
Estén o no en la Asamblea: ¿A quién le gustaría ver como presidente de la Federación?
Me gustaría la figura de un exjugador, porque tienes que representar y tienes muchas puertas abiertas. Hay varios futbolistas que no voy a nombrar, porque hay algunos que están haciendo sus funciones actualmente en otros sitios, pero creo que es importante el peso que tienen de cara a terceros como UEFA y FIFA.
¿Ganar el Mundial, como hizo Casillas por ejemplo, es garantía de algo en unas elecciones?
No. Yo ya le dije al propio Iker 'lo tienes muy difícil'. Veía a Rubiales muy interesado. Sin embargo, ahora, me gustaría alguien como Emilio Butragueño, Zubizarreta... Ese tipo de personas son muy válidas. Tienen que estar muy bien preparados. Y la función de representatividad es clave.
"Me gustaría ver de presidente a Butragueño o a Zubizarreta; o una mujer, Ana Muñoz está preparada; pero el mejor es Emilio García Silvero"
Expresidente en funciones de la RFEF en 2017¿Alguna vez propuso usted algún cambio en la manera de conformar la Asamblea con el objetivo de que haya más opciones reales para cualquier candidato?
No. Me he dado cuenta después de que se necesitan cambios. No había entrado nunca en el proceso electoral. Todos confiábamos en Villar y todas las territoriales iban de la mano. No hacía falta más. Ahora hay muchas exigencias para el puesto de presidente, el idioma por ejemplo, y muchos conocimientos. No es fácil cambiar la Asamblea, pero hay que hacerlo.
¿Le gustaría que fuera una mujer la presidenta de la Federación?
Sí. Hay pocas en la Asamblea. Y es verdad. Nosotros teníamos una secretaria general, una delegada de la Selección y una periodista que era la jefa de prensa. Tres mujeres en los órganos más altos de la Federación. Están copando muchos puestos y ojalá cada vez más, y que así aporten más conocimientos y tengan más espacio. Seguramente sean mejores que nosotros en todo este tipo de gestiones.
Suena el nombre de Ana Muñoz. ¿La ve como presidenta?
Sí, preparada está seguro.
Y todo el mundo también habla maravillas de Emilio García Silvero, ahora en FIFA.
Me gusta. Me gusta. A mí Emilio me gusta mucho.
¿Más todavía que Ana?
No los quiero comparar. No los puedo comparar. Pero Emilio es un hombre que tiene mucho conocimiento. Es un hombre tremendamente posicionado. En su momento, si él se hubiera presentado, yo no hubiese dado el paso adelante. Ya le he dicho bastante. Hablé con él.
¿Y?
Me dijo: 'Yo no, yo no, yo no...'. Le dije 'si tú no lo das, puedo ser yo'. Pero nunca hubiera ido contra Emilio. Nunca.
¿Ahora ve más factible que se pueda presentar?
No lo sé. En estos años, no sé, está muy bien posicionado en FIFA. Coincidí con él en un homenaje a Villar en el que vino con Infantino y en el que también estaba Javi Clemente. Y hablamos. Me parece que está perfectamente preparado y que representaría la Federación de manera importante.
No le pregunto si ha pensado presentarse usted o si alguien se lo ha pedido porque hace un tiempo le escuché decir que no. Pero, con 56 apoyos que ya tenía, igual se lo ha pensado...
[Risas]. Ya le he dicho antes que tengo 70 años.
No sería la primera vez que cambia de opinión...
Tiene razón... Pero no me lo estoy pensando.
Gracias por atenderme. Les diré a sus amigos que ha merecido la pena venir.