El Adrián González entrenador ya es una realidad: "No me siento futbolista y es una cosa que me sorprende"
El exjugador ahora forma parte del cuerpo técnico de su padre, Míchel, y ha conseguido el ascenso en Arabia Saudí con Al-Qadsiah tras una primera experiencia en Olympiacos.

Adrián González Morales (Madrid, Comunidad de Madrid, España, 25 de mayo de 1988) dejó el fútbol y casi ni le dio tiempo a echarlo de menos. "No me sigo sintiendo futbolista y es una cosa que me sorprende", cuenta a Relevo desde Al Khobar, donde es parte del cuerpo técnico de Míchel en Al-Qadsiah, club con el que han conseguido el ascenso a la Saudi Pro League y con el que están a pocos puntos de ser campeón.
A Adrián no le gusta mucho exponerse públicamente, ya ha tenido bastante durante toda su carrera como futbolista. Dejó el fútbol y a los pocos meses se unió al cuerpo técnico de Míchel en Olympiacos, pero no echa de menos calzarse las botas para jugar y así lo explica.
"Quizá fue porque lo dejé y en septiembre estábamos entrenando, supe desconectar de esa fase de jugador a la fase de entrenador. No me gusta en los entrenamientos si falta alguno tener que participar, no me siento cómodo ya. En cierta forma desconecté rápido y sí que es verdad que lo eché un poco de menos cuando dejamos Olympiacos porque ahí viví ese luto, pero en el día a día, mientras estoy trabajando, no lo echo de menos, he cambiado el chip", rememora. Adrián habla tranquilo, distendido y de manera clara de lo que quiere en el futuro: ser entrenador principal.
¿Cómo se lleva estar tan lejos de la familia?
El tema de la distancia se lleva bien y mal. En parte estamos acostumbrados por la temporada pasada (cuando entrenaron a Olympiacos) y más o menos lo hemos llevado, pero hay momentos que se hace más duro. Y al final necesitamos estar juntos, claro.
¿Tienen tiempo para visitar o viajar? ¿Cómo se organizan el tiempo libre?
Cuando eres entrenador es más complicado tener tiempo libre. Aquí desde por la mañana estamos en el club y entrenamos por la tarde por el tema del calor. Nos movemos mucho con el staff juntos, nuestra ciudad cuenta por su localización con Baréin cerca y también Catar o Emiratos Árabes a una hora de vuelo, por lo que podemos movernos. También por el país te puedes mover, que el sector turístico está abriendo y hay zonas increíbles para poder visitar. Depende mucho de la ciudad, hay ciudades como Riad, Yeda o la nuestra en las que la vida se acercan mucho a lo que puedes hacer en Europa.
"En el día a día, mientras estoy trabajando, no echo de menos jugar, he cambiado el chip"
¿Entiendes que desde España se viera el movimiento a la segunda de Arabia Saudí como un paso atrás?
Lo entendemos, pero nosotros antes de elegir la opción de venir aquí la estudiamos y vimos que tenía muchas cosas buenas. Apostamos por participar y ayudar en la construcción de un club que quiere hacer cosas importantes y entendíamos que no veníamos a un club cualquiera en Arabia Saudí, independientemente de la categoría en la que estuviese. Es verdad que el tiempo y los resultados nos están dando la razón y el equipo ha podido ascender y, obviamente, van a intentar hacer un proyecto no sólo deportivo, sino también institucional, paso a paso, sostenible y muy controlado, pero siempre buscando algo grande e importante porque al final la compañía que está detrás es lo que quiere.
¿Qué club se encontraron? ¿Esperaban el ascenso?
Antes de llegar, lo que vimos nos gustó. Pero obviamente teníamos que entender las circunstancias y el entorno en el que íbamos a estar. Hace un año, el club peleó por no descender en segunda división. Obviamente, de la mano de Carlos Antón y de todo el equipo que vino desde julio, el trabajo que se hizo a nivel de infraestructuras y de organización del club ha sido increíble, porque nosotros cuando llegamos se estaban haciendo muchas cosas. Ahora se han terminado y se va a seguir haciendo cosas. En ese tramo lo que se consiguió fue increíble. Sabíamos lo que nos podíamos encontrar, no fue nada decepcionante, estaba todo bastante bien y a partir de ahí se da una opinión para mejorar, siempre están abiertos a ello. El entorno ha sido bastante bueno para trabajar.
¿Es difícil trabajar con las personas locales? Muchos se quejan de su poca implicación y de las malas infraestructuras que hay.
Tiene sus condicionantes por dónde estaba el club hace un año, pero nos hemos encontrado con pocos problemas de ese tipo. Y va a seguir mejorando, siempre hay que mejorar. Pero en un porcentaje altísimo el funcionamiento del club ha sido bueno y al final poder tener ese funcionamiento bueno dentro del club hace que a nivel deportivo las cosas puedan funcionar, que no distraiga ningún tipo de factor a los protagonistas, que son los jugadores y a los que están alrededor de ellos.
¿Y con los futbolistas? ¿Cómo fue la adaptación?
Es verdad que antes de venir siempre te hablan un poco de la experiencia de la gestión de equipo en Catar, en Emiratos... hay que meterse dentro de su cultura y de su forma de vida, eso lo entiendes cuanto te metes aquí. Luego, más o menos todo funciona, todo va bien, por lo menos en nuestro equipo. Los jugadores quieren entrenar, hemos entrenado también doble sesión, que aquí no es habitual, y hemos funcionado como cualquier otro club profesional. Luego te tienes que adecuar a poner horarios por las horas del rezo, pero son cosas totalmente entendibles, como el mes de Ramadán, que funcionas casi siempre de noche para todo, pero vienes aquí y para ellos es importante.
"Hemos funcionado como cualquier otro club. Luego te tienes que adecuar a poner horarios por las horas del rezo, pero son cosas totalmente entendibles, como el mes de Ramadán"
Hay un gran número de jugadores extranjeros que han sido claves en el ascenso. ¿Qué enseñan a sus compañeros?
Los extranjeros vienen de haber estado en Europa al máximo nivel y son un gran ejemplo para el día a día. Además aquí tienen a Álvaro González, Carrillo y Vietto, que son tres grandes jugadores que han estado en equipos importantes de Arabia, y eso para los de aquí es importante, son referentes.
Y el goleador Diagne.
Mbaye Diagne ha tenido una progresión bastante ascendente. El último mes y medio de él está siendo increíble, ha sido uno de los principales protagonistas para que estemos consiguiendo los objetivos.
Antes de ir a Arabia estuviste en Grecia, en tu primera experiencia, que fue más movida de lo que se esperaba. ¿Te sirvió?
Rescaté todo de Olyimpiacos y todo fue positivo. Era mi primera experiencia y mira qué experiencia. Ir a un club grande como Olympiacos fue un máster intensivo, lo pasamos muy bien y fue todo positivo hasta que Míchel tomó la decisión de que no íbamos a continuar. Pero todo lo que pasó en esa fase de ocho meses fue increíble. Llegamos a un club que estaba acostumbrado a ganar, que no había empezado bien, que tenía muchos jugadores en plantilla porque había habido dos entrenadores, había muchos jugadores y al final conseguimos estar en disposición de ganar una liga en la que llegamos a estar a 12 puntos. Cuando nos fuimos seguíamos a tres puntos. El equipo estaba en disposición de ganar un campeonato y desde dentro del club, cuando llegamos, lo veían complicado. Hubo una parte de trabajo positiva y una parte de gestión de grupo que ha sido muy buena.
¿Cuál es tu función exactamente dentro del cuerpo técnico?
Si hay algo en el cuerpo técnico de Míchel es que todos somos muy participativos y nos da opción a todos de poder tener importancia en el grupo. Yo participo activamente en entrenamientos dirigiendo ejercicios, también en el balón parado. Luego tengo un poco de enlace administrativo a la hora de organizar horarios y cosas de partidos, también en la cantera... algo que ya hacía en Olympiacos y hemos trasladado aquí. Soy el enlace para ver los jugadores que suben a entrenar con nosotros, eso es lo que estoy haciendo en estos momentos.
¿Te gusta más la dirección deportiva o vas a seguir el camino para ser entrenador?
Me veo más en el camino de seguir por mi cuenta más adelante más que en la parte de dirección deportiva y cantera. Obviamente, a pesar de que participo activamente en todo, me sigo considerando en una fase de aprendizaje y voy a seguir así hasta que en principio Míchel decida dejar los banquillos, y a partir de ahí espero estar lo suficientemente preparado para tomar el camino en solitario.
¿De qué entrenadores aprendiste más?
Sería injusto si no dijese que he aprendido de muchos, tuviese mejor o peor relación, hubiese jugado más o menos. He tenido entrenadores de mucho nombre, como Cúper, he tenido a Marcelino, he aprendido cosas de Paco Jémez, de Víctor Sánchez del Amo, de Muñiz... Yo creo que lo he hecho porque desde muy temprano en mi carrera estaba un poco enfocándome en ese aprendizaje para ser entrenador. En ese transcurso de mi carrera como jugador he ido entendiendo decisiones y planteamientos de entrenadores que he tenido en el pasado y que a lo mejor en ese momento no había entendido. Y te das cuenta de que en ese momento no le dabas importancia, pero con el paso del tiempo aprendes de ese entrenador.
¿Algún compañero con el que hayas tenido más charlas de fútbol y que te gustaría que se uniera a ti?
En los últimos años he hablado mucho de fútbol, de táctica, de juego, con David Lombán. Somos muy amigos, estábamos juntos en la habitación, le mueve esa pasión por el juego desde el mismo enfoque. Pero no se acaba de decidir a ser entrenador, no lo acaba de ver. Con él hemos tenido horas y horas de hablar de juego. Es verdad que a los dos nos ha pillado en una etapa de madurez de carrera. En mi etapa de joven quería a lo mejor hablar con otro compañero sobre fútbol y a lo mejor te llevan la conversación por otro lado. Tuve la suerte de compartir habitación en el Rayo con Mikel Labaka, que es segundo de Imanol en la Real, y a él le pilló en una edad más avanzada de su carrera, pero hablábamos muchísimo de cosas tácticas. Todavía no tenía la sensación de que se fuera a decantar por ser entrenador, pero ahí está.
¿Alguno más para que se sume a un futuro cuerpo técnico?
Es pronto, porque muchos de ellos siguen jugando, muchos de ellos no tienen claro que quieran ser entrenadores, algunos lo descubren tarde porque terminan de jugar y no lo tienen tan claro, pero se decantan por hacer el curso y se dan cuenta de que les atrae. Todavía es temprano para saber quiénes pueden ser esas personas.
¿Qué les parece que ahora que ascendieron suenen entrenadores y jugadores todos los días para el equipo?
Normal. Es lo que ocurre en cualquier club del mundo. Cuando se producen cosas positivas empiezan los rumores de todo tipo. Es igual que si nos ponemos en la piel del Girona, que va a entrar en Champions; surgirán muchos rumores. Ya tenemos experiencia porque muchos de nosotros hemos pasado por una etapa de jugadores donde eso se vive.
¿Podrían competir con el equipo que tienen ahora en la primera división?
Es difícil hacer esa valoración, no me atrevería porque hay que ponerse después delante de los equipos y las circunstancias. Competir, competiríamos, seguro, pero es muy temprano para hacer esas valoraciones.
La última: ¿Qué te parecía aquello de 'Suena Míchel'? ¿Esperas que llegue algún día el 'Suena Adrián'?
A mí me daba igual porque no era yo el que sonaba. Utilizaron esa coletilla de forma negativa porque lo que es verdad es que, cuando aparecía ese nombre, era que de verdad habían contactado con él. Eso es así. Sin más, tampoco hay que darle importancia a tantas tonterías. Ya veremos, ahora mismo no me preocupa en exceso eso, pero bueno, me lo tomaré igual.