Lo que Alexia Putellas aprendió de su lesión y pone al Barça contra las cuerdas

117 días. 117 lecciones. Definitivamente, Alexia Putellas ha dado carpetazo a su lesión.Volvió a disputar minutos hace apenas una semana, ante la Real Sociedad, y este domingo regresó a la titularidad con las mejores sensaciones frente al Costa Adeje Tenerife. Su primera aparición en el once del tras su baja médica, salpicada por la polémica tanto por su renovación como por su controvertida convocatoria por la Selección, estuvo acompañada de un gran nivel futbolístico. Un rendimiento excelso en el que fue más allá de su capitanía y liderazgo en el juego azulgrana. Incluso destacó como la que más acertada estuvo en los pases durante el encuentro ante el equipo canario.

Lo de Alexia fue para subrayar. Salió con hambre y mordió, repitiendo como una de las goleadoras del Barça por segunda jornada de Liga F después de su lesión. Al tanto le acompañó una asistencia y un primer tiempo inmejorable, en el que pidió, ofreció y regaló jugadas que hicieron volar al Barça (6-0, al descanso, y 7-0 como resultado final). A la de Mollet de Vallès se le vio liberada, más fresca y rápida. Fue incisiva en el ataque culé, participó en goles y sumó en todo, con un rendimiento superlativo.

La mediocentro catalana, dos veces Balón de Oro, ha salido más fuerte tanto a nivel físico como mental. Fue paciente para no precipitarse en un regreso con riesgos. Esperó y respetó los tiempos pautados, quemando cada etapa de su lesión con muy buenos pálpitos. Y, con este cuidado físico, Alexia Putellas tomó aún más consciencia de lo necesario que es mantenerse alejada del ruido mediático.

Se centró en su lesión y acalló cualquier rumor. Ni quiso hablar de futuro ni quiso entrar en guerras tras el cisma que originó su citación con la Selección para la final four de la Nations League, en la que se terminó alzando como campeona con España. En este éxito fue parte muy activa, siendo clave en la resolución del conflicto con la RFEF en el inicio del torneo, que arrancó en el momento más delicado del 'Caso Rubiales'. Alexia e Irene Paredes lideraron al vestuario en los momentos más críticos.

Dos meses después, la mediocentro se reencontró con el martirio en su rodilla. Un golpe ante el Benfica a mediados de noviembre hicieron saltar las alarmas de unas molestias que no terminaban de desaparecer. Alexia frenó y pasó de nuevo por el quirófano para depurar cualquier mínima complicación. La intervención fue sencilla y cuajó con los mejores pronósticos. Una situación que se vio rodeada de la incógnita por su futuro.

Alexia Putellas acaba contrato con el Barça el próximo 30 de junio. Una preocupación que no ha alterado la recuperación de la centrocampista, que aplazó su decisión hasta volver a estar bien físicamente. Mientras, el club azulgrana ha ido moviendo ficha para terminar de buscar un acuerdo que se antoja complicado a nivel económico, con un nuevo contrato que debería de estar a la altura del gran icono en su equipo femenino junto a Aitana Bonmatí, actual Balón de Oro y The Best.

A contrarreloj, el Barça quiere cerrar este asunto cuanto antes. La situación es delicada porque Alexia no sólo es un filón en cuanto a imagen -su camiseta es una de las más vendidas del club en general, incluyendo masculino y femenino-. La de Mollet del Vallès ha recuperado ese fútbol que le convierte en imprescindible más allá de su peso como capitana en el cuadro catalán. Ante el Costa Adeje, disputó 62 minutos que avisaron de que ha vuelto. Y lo ha hecho sin remordimientos. Con el objetivo de seguir llenando su mochila de registros históricos como azulgrana.

Tanto que ya es quinta máxima goleadora del Barça, incluyendo jugadores y jugadoras a nivel histórico. En el horizonte, superar a Kubala (194). Por el momento, Alexia Putellas acumula 186 dianas. 186 razones para seguir siendo importante en el Barça, al que se le presenta un gran reto para poder resolver el futuro de una de sus jugadoras marca. El desenlace está por decidirse al tiempo que la mediocentro hace disfrutar y disfruta de su fútbol. Con su buen rumbo en el verde atado, queda despejar los interrogantes sobre su futuro.