Amanda Sampedro anuncia su retirada: "Bueno, fútbol, hasta aquí; ha sido todo un placer"
La leyenda del Atlético de Madrid, que ha militado los dos últimos años en el Sevilla, ha comunicado su adiós como jugadora a través de sus redes sociales.

Hay jugadoras a las que la palabra deportista a secas se le acaba quedando corta. Por trayectoria, por palmarés, pero, sobre todo, por haber dejado huella en su deporte. Por eso, a Amanda Sampedro, después de todo lo que ha supuesto para el fútbol femenino y para el Atlético de Madrid, se le puede tildar de auténtica leyenda. Una de esas que ha marcado al que es y siempre será el club "de su vida" y que ahora, 16 años después de su debut con el primer equipo, y tras haber cambiado la capital por el Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios de Sevilla en los dos últimos años, ha decidido colgar las botas a los 31 años.
"Bueno fútbol, hasta aquí; ha sido todo un placer", explica la jugadora en un vídeo publicado en sus redes sociales en el que anuncia su adiós al fútbol tras un camino lleno de experiencias y vivencias que ella y los aficionados al fútbol femenino recordarán por siempre. Por eso, que haya elegido hacerlo mientras veía imágenes de momentos que la marcaron ha sido la mejor forma de poder comunicar que a partir de ahora pasa a estar al otro lado en esto del deporte de los pies.
"Hay lugares en los que te sientes tú y para mí eso es el Atlético de Madrid", reconoce, tras rememorar aquella primera vez que utilizó el dorsal 10, destacar la importancia de su padre para cumplir "el sueño" de jugar en el equipo rojiblanco o acordarse de cómo esa Copa de la Reina de 2016 y, sobre todo, la Liga Femenina que el club rojiblanco ganó en 2017 abrieron el camino a las demás: "A partir de ahí, el Atlético de Madrid empezó a crecer y apostar por ello", cuenta la también internacional con España, que no se olvida de su etapa en la Selección.
"Con la Selección he podido disfrutar de ser internacional, vivir 53 internacionales, llegar a estar entre las tres capitanas y aprender de las personas que había en la Selección. Es de las cosas que me llevo del fútbol. Tuve la suerte de vivir dos Mundiales, el de Canadá y Francia. De pertenecer a un grupo de jugadoras, de deportistas que va más allá del futbol, que dieron un punto de inflexión para lo que se está consiguiendo a día de hoy. Abríamos camino para las que venían por detrás y han podido dejar a España donde se merece", confiesa emocionada la internacional con la Selección, cuyo último gran torneo fue, precisamente, el Mundial de Francia en 2019.
Aunque, sin duda, como capitana del Atlético de Madrid, que era, como ella misma reconoce, una de las etapas más duras, pero a la vez especiales, fue el haber podido acompañar a Virginia Torrecilla durante su enfermedad. "Virginia nos ha dado a todas una lección de vida. Fue una suerte vivirlo de cerca con ella, se lo tengo que decir de alguna manera porque no es suerte, pero de poder estar a su lado. Cada vez que venía nos daba una fuerza increíble. Nos demostró que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes. Esa Supercopa era la victoria de Vir venciendo el cáncer y era para ella. Ella nos había enseñado el camino para conseguir el éxito".
Y aunque le hubiera gustado terminar en el mismo sitio donde empezó, el Atlético de Madrid, reconoce que el destino quiso que fuese finalmente en Sevilla el final de su etapa como jugadora en activo. "Fue un momento muy duro de mi carrera porque siempre he querido empezar y terminar en el Atlético de Madrid, que es mi casa, pero el futbol es así. Tenía claro que todo pasa por algo y que si tenía que ser así es porque tenía que serlo. Fue un momento duro y triste porque ves que tanta afición te quiere y aplaude, compañeras que no quieren que te vayas, ves que estás haciendo las cosas bien. Que lo más importante es la huella que dejas. Porque eso es lo que dura para toda la vida".
"Tenemos varias ofertas y en el Sevilla veía algo que no veía en otro equipo. Me tocó ser capitana porque fue pedido por las compañeras. Me llevo amigos, amigas y familia. Nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento porque desde el minuto uno me dio todo", dice Sampedro. Un todo como lo que ella siempre dio al deporte de su vida, al que ahora, al menos como jugadora en activo y tras ser una leyenda de este, dice adiós.