La aparición sorpresa y el emotivo aplauso con el que la Real Sociedad acompañó a Natalia Arroyo en su última rueda de prensa

Natalia Arroyo llegó a la sala de prensa de Zubieta con la idea de comparecer ante los medios como hace habitualmente en las previas de los partidos de Liga F. Pero esta no fue una más, fue la última y estuvo rodeada de todo el equipo. La técnica txuri-urdin apareció en la sala y, para su sorpresa, estaba llena de gente. Además de los medios que se encargaron de cubrir el acto, en las mesas también estaban sus jugadoras, Roberto Olabe -director de fútbol- y el resto del staff que la ha acompañado durante los cuatro años que ha estado al frente del banquillo de la Real Sociedad Femenina.

"Vaya, vaya", fue lo primero que le salió decir a la entrenadora tras llevarse la sorpresa. Y es que, desde que hace un mes anunció su marcha de la Real, cada acto y cada partido han servido de despedida, a pesar de que siempre ha querido mantener el foco en lo futbolístico. No es fácil decir adiós, quedó demostrado en el vídeo con el que anunció su partida entre lágrimas: "Hemos convenido las dos partes que igual hace falta otra Natalia que venga, porque, siendo honestos, ese cruce de energías ya no nos está sumando como antes. Creo que es una manera de terminar bonita, sin hacernos daño".

No faltaron las lágrimas en la rueda de prensa y Natalia volvió a dejar claro lo querida que se ha sentido por parte de todo el mundo durante su paso por el club. Con ella en el banquillo, la Real Sociedad consiguió clasificarse para la fase previa de la Champions League por primera vez en la historia tras conseguir un segundo puesto en la clasificación. El mejor resultado del equipo femenino.

Llegó a la Real Sociedad con la idea de implantar su juego y su estilo propio, lo que le llevó a conseguir resultados históricos como los recientemente mencionados. Aunque también ha querido dejar huella fuera del terreno de juego. Se despidió de la Copa de la Reina disputando la final contra el Barça y, a pesar de perder 8-0, fue autocrítica y dejó las cosas claras tras el partido, en una rueda de prensa que quedará grabada en la mente de muchos.

Abrazó a Vanegas, entre lágrimas, durante el agradecimiento a su afición que animó a las suyas con pancartas y cánticos a pesar de la abultada derrota. "Siento que demasiadas jugadoras han estado mal, sufriendo y viéndose superadas, y eso a mí me deja mal como entrenadora. No he sido capaz de prepararles lo suficiente para que en algún momento del partido no se sintieran tan desbordadas", dejó claro en la rueda de prensa tras la final.

También mandó un potente mensaje: "El Barça no empezó siendo esto, lo fue después de varios revolcones, uno de ellos contra el Olympique de Lyon en el que dijeron 'estas van en Ferrari y nosotras en bicicleta' y a nosotras nos ha pasado hoy eso, ellas van en Ferrari y nosotras en bicicleta. A pedalear duro hasta coger la moto y luego el coche. Que sirva para eso, como les sirvió a ellas y a hacer camino". Ahora sí, mañana a las 12:00 horas, el camino de Natalia Arroyo y la Real Sociedad llegará a su fin tras cuatro años siguiendo la misma dirección y lo hará en casa, ante su afición.