El parón de Caroline Graham Hansen para apuntar sin dudas al Balón de Oro
La noruega sufre una lesión muscular, pero apunta a las semifinales de Champions. Es favorita al Balón de Oro y no quiere arriesgar.
En los últimos años, Caroline Graham Hansen ha sido una de las grandes olvidadas en nominaciones y premios internacionales. Su nombre siempre aparecía junto al de "incomprensible ausencia" en las listas finales de candidatas por el Balón de Oro, el The Best... Un olvido que se antoja imposible en la próxima edición de estos galardones. Pues los números de la noruega con el Barça difícilmente podrán ser superados por otra jugadora. Un ritmo que le hace apuntar como favorita al próximo Balón de Oro, con el handicap de no participar con su selección en los Juegos Olímpicos. Esto último ha hecho que la extremo azulgrana llegue a este tramo final de la temporada con pies de plomo.
Graham quiere cuidarse y, por ello, ante cualquier mínima lesión o dolencia, ha preferido no jugar con la selección. Por ello, en las últimas concentraciones pidió volver -porque tenía leves molestias o sobrecargas- tras jugar unos minutos con su país, y teniendo en cuenta que no eran partidos decisivos. Ahora, en el inicio de esta clasificación para la Eurocopa y con una lesión muscular, Graham ha preferido quedarse en Barcelona para despejar cualquier duda física y estar al 100% de cara a la eliminatoria de semifinales de la Champions ante el Chelsea.
El curso pasado, la noruega fue decisiva tanto en la ida como en la vuelta en el Camp Nou. Su calidad y desequilibrio llevó al Barça a la final de Eindhoven, con el posterior título de campeonas. Ahora, Graham Hansen sabe que su favoritismo en los grandes premios internacionales depende de que concluya la campaña con el Barça con triunfos como este.
Se encuentra bien, motivada y quiere aprovechar la inercia para seguir engordando sus increíbles números como culé en este curso. Un título individual que se ha convertido en el gran objetivo para la extremo del Barça, que hasta ahora había sido una de las jugadoras más infravaloradas del mundo.
En cifras, y solo en esta temporada, Graham ha participado en más de 50 goles, con 26 tantos y 25 asistencias en 29 partidos. Es Pichichi (18 dianas), máxima asistente (17) y jugadora con más disparos de Liga F. Además, destaca como segunda jugadora con más tantos y líder en asistencias en la Champions. Incluso en cuatro días sin goles o asistencias -literalmente, han sido cuatro- Graham ha deslumbrado. De hecho, fue MVP ante el Brann en el último encuentro disputado en la competición europea sin que gran espectáculo, con jugadas imposibles, pudiera ser cuantificado.
«Es difícil decir que no es mi mejor temporada»
"Es difícil decir que no es mi mejor temporada, porque las cosas salen bien en cada partido. Estoy muy tranquila y voy a trabajar duro para continuar. Quiero estar en la final otra vez y el equipo también", aseguró Graham tras dicho encuentro en zona mixta. Sin duda, es la gran estrella del Barça en esta temporada, en la que ya ha levantado una Supercopa -como MVP y hat-trick en la final- y tiene la posibilidad de sumar cuatro trofeos: la Liga está muy encaminada, están en semifinales de la Champions y en la final de Copa de la Reina.
"Juega sin cansarse", bromeaba en Quiero ser Como Cecilia Marcos, jugadora de la Real Sociedad y rival del Barça en la final copera. Además del reto de conseguir lo imposible, Graham mira más allá. Tiene motivos para ello y, por esa misma razón, la noruega tiene entre ceja y ceja conseguir un galardón internacional. Consciente de ello, se está dosificando y cuidando más que nunca. La atacante culé ya ha demostrado que no teme parar para coger impulso. Se retiró de manera momentánea de su selección hace dos años después de arrastrar problemas cardiacos.
"Después de un año con problemas en el corazón y casi 50 batallas, sigo sintiendo un cansancio que me hace elegir escuchar a mi cuerpo. Necesito descansar", dijo entonces la '10' del Barça, que quiere seguir engordando su leyenda como culé. Su fútbol ya es eterno y quiere quitarse una espina subiendo a un escenario para ser reconocido por el fútbol mundial. No deja dudas de que, salvo sorpresa, estará entre las finalistas. Si no hay quien la pare en el verde, fuera de él no será menos.