Aitana y Alexia golean a Lamine y Pedri: el Clásico de Montjuïc confirma que el fútbol femenino también arrasa en Barcelona
El partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid reunió a más de 35.000 espectadores.

"¿Hoy no hay fútbol, no?", le preguntaba un señor de mediana edad a su mujer mientras tomaba asiento en el metro de Barcelona, a la altura del Clot, de la línea roja. Decenas de familias se agolpaban en su vagón con identificativos azulgranas; de ahí la cuestión. "Sí, claro que lo hay. Hay un clásico", le respondía en catalán una niña de unos siete u ocho años, de la mano de su padre, que se bajó como casi todo el mundo en Plaza España.
Desde poco después de las diez de la mañana que centenares de aficionados hacían cola en las torres venecianas de la Avenida Reina María Cristina. La fisionomía de la marea culé poco tenía que ver con la que suele ir a ver a Lewandowski, Gavi y compañía. Hoy era mucho joven y familiar. Y local, pues ir a ver un partido del primer equipo masculino cuesta un riñón y, en muchos casos, solo los foráneos están dispuestos a pagarlo. El fútbol también puede ser popular.
El ambiente, ya en las escaleras que salen de Plaza España y conducen al MNAC, se sentía que era mucho más festivo. Ni rastro de la evidente tensión, casi odio, que se respira en un Clásico contra los Mbappé y Vinicius. De aficionados del Real Madrid, por cierto, prácticamente ni rastro.
Apenas algún que otro niño, acompañado de su familia, lucían la camiseta blanca. Además, con total normalidad, sin que nadie se sorprendiera por llevarse los colores de su equipo lejos de su estadio. Ya explicamos en Relevo que los aficionados y aficionadas merengues que acudieran a Montjuïc lo harían a título personal y así fue.
Es la cuarta vez que el equipo femenino del FC Barcelona disputa un encuentro en el Estadio Olímpico de Montjuïc. Anteriormente, ya jugaron un Clásico contra el Real Madrid, de récord porque acudieron 38.707 espectadores a la montaña mágica. También otros dos encuentros de Champions; contra el Chelsea y el Manchester City, en diciembre.
En todas ellas, independientemente del resultado, que siempre acompañó, fue una fiesta. Así se sintió en los aledaños, donde las camisetas con el dorsal y nombre de Aitana, Pina y Alexia ganaron por goleada a los Pedri o Lamine Yamal, y también cuando sonó el 'L'Escut al Pit', el himno de 125 aniversario de la entidad que hasta la mascota CAT cantó a viva voz. Todavía más cuando Irene Paredes evitó el gol de Feller cuando apenas había arrancado un encuentro que confirma que el fútbol femenino también arrasa en Barcelona.