Los días más difíciles en la historia del Levante femenino desvelan un aviso preocupante sobre su futuro: "En Segunda División, tendríamos que buscar alternativas"
José Danvila habló en Onda Deportiva Valencia de la posibilidad de vender la sección a un fondo inversor si acaban descendiendo de Liga F.

El Levante femenino se está jugando la vida. En el sentido literal de la expresión. Su futuro dependerá de lo que ocurra en las próximas seis jornadas de Liga F y podría pasar de todo. Un descenso de categoría, para nada descartable porque el conjunto granota ocupa la penúltima posición de la clasificación, podría resultar fatal, hipotecar su futuro.
"Actualmente, estamos en una negociación con un fondo que está muy interesado. Yo creo que hay una gran expectación con el tema del fútbol femenino. Nosotros, si es un escenario de Primera División, mantendríamos si es posible el club, mantendríamos la sección femenina y no deberíamos tomar esa medida de deshacernos del femenino porque, al final, es un activo que lleva muchos años y el Levante ha sido parte", afirmaba José Danvila, Consejero Delegado del Levante, en Onda Deportiva Valencia hace unas horas.
En octubre del año pasado, Relevo adelantó el interés de la magnate surcoreana del fútbol femenino, Michele Kang, por el Levante femenino. De hecho, ya hubo una reunión entre ambas partes a finales en la capital del Turia. Sin embargo, parece ser que no serían ellos a los que se referiría el Consejero Delegado del Levante.
El discurso de José Danvila tampoco sonaba demasiado tranquilizador y acababa con una advertencia directa al futuro del conjunto granota: "Pero, ¿qué ocurre? En un escenario de Segunda División, pues tendríamos que buscar alternativas. Sobre todo, porque, al final, lo que hay que hacer, como decíamos antes, es aliviar cargas al club. Entonces, pues sí nos toca tomar esa decisión, intentaremos quedarnos en un porcentaje para seguir ayudando con él".
Un punto por encima del descenso
Parece mentira que quien se vea envuelto en esta situación sea un mítico del fútbol femenino español, con cuatro ligas y seis Copas de la Reina. Pero así están las cosas en el club levantinista y su equipo femenino lleva un tiempo en el alambre. Lo que pasa es que, por razones que se desarrollarán en los próximos párrafos es algo que se veía venir, esta vez, lo que ocurre dentro del verde tampoco acompaña. A falta de seis jornadas para el final de Liga F, el descenso de categoría es un opción muy real.
El Levante sobrevive un punto por encima del descenso (20 puntos). En la máxima división femenina del fútbol español son los dos últimos equipos clasificados los que pierden la categoría. Si la competición acabase hoy, el Betis (19 puntos) y el Valencia (14) dirían adiós a Liga F, pero las granotas tampoco están para despistarse.
El famoso “esto es una cosa que es imperativo” de José Danvila
Las alarmas se encendieron el día que José Danvila, Consejero Delegado del Levante, explicó el nuevo plan económico del club en una rueda de prensa. "Tiene que tener una reducción. Hemos vivido unos tiempos maravilloso en el fútbol femenino, pero, como todo el club, se tiene que reducir. Esto es una cosa que es imperativo", confesó. La noticia sentó como un jarro de agua fría en el Levante femenino, que estaba luchando por clasificarse para la Champions y en un mes disputaba la Final Four de la Supercopa de España. "Pues hasta aquí hemos llegado 😞", tuiteaba José Luis Sánchez Vera, el entrenador del club en aquel momento, que parecía que se enteraba en ese momento de las intenciones del club.
Tal fue el revuelo que, cuatro meses después, Jose Danvila se retractó en una entrevista en el Desmarque: "Eran tiempos muy convulsos y de mucha toma de decisiones muy rápidas y al límite, al 100% cometí un error de comunicación y se reconoce [...] Yo me he equivocado, tenía que haber hablado, tenía que haberles dicho, tenía que haberles explicado, pero de verdad que no se ha hecho con ninguna mala intención".
El caso es que el Levante soportaba una deuda de 107 millones de euros y su plan de supervivencia pasaba porque el primer equipo masculino ascendiese a Primera División, algo que no acabó ocurriendo, y por recortar en el resto de secciones.
La desbandada en verano y el caso Roger Lamesa
La advertencia acabó en desbandada. En invierno, el Levante vendió a una de sus mejores jugadoras, Mayra Ramírez, al Chelsea por 500.000€, tal y como adelantó este medio. Un dinero que no recayó de forma directa en el equipo femenino. En verano, se marcharon el resto. María Méndez, Alba Redondo, Gabi Nunes, Silvia Lloris, Antônia Silva o Paula Tomás, entre otros cuantos nombres, incluido el del entrenador, hicieron las maletas.
Y, claro, la plantilla se quedó muy debilitada y pasó de luchar por la Champions a acabar haciéndolo por la permanencia. Tampoco tuvieron suerte con el entrenador. El Levante fichó a Roger Lamesa. En enero, tal y como desveló este medio, fue acusado de presunto maltrato psicológico por muchas de las futbolistas a las que había dirigido durante todos sus años como entrenador. Unos días antes de que saltara la noticia, el club granota había llegado a un acuerdo con él para rescindir su contrato.
Desde febrero, Ángel Saiz es el nuevo entrenador del equipo. El nuevo técnico granota, cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo del fútbol, tanto en los banquillos como en la dirección deportiva, pero llevaba un tiempo alejado del oficio, siendo esta su primera experiencia en el fútbol femenino. Pero se le está dando bien y ha conseguido sacar al Levante del descenso, cambiarle la cara y tenerlo luchando por el sueño, del que depende el futuro del equipo, de mantenerlo en Liga F.