El paréntesis en los banquillos de Natalia Arroyo, que retoma su rol de comentarista: "Ha habido opciones... pero quiero tomar distancia"
La entrenadora, que retoma su rol de comentarista de televisión, habla con Relevo mientras espera, sin prisa, un proyecto que le reenganche.

Elegir, pero "elegir bien". Hace dos meses que Natalia Arroyo protagonizó una de las noticias del año tras dejar la Real Sociedad. La entrenadora catalana se despidió entre lágrimas, con varios homenajes y el inicio de los rumores sobre su posible destino. Una decisión que, a día de hoy, sigue sin producirse y se hará esperar. Sí, una de las mejores entrenadoras del fútbol femenino español está sin equipo. Ha dado un paso al lado para mirar desde fuera, aprender, volver más fuerte y, sobre todo, recapacitar sobre qué camino tomar. Sin las prisas del mercado. Sin pánico al olvido.
En la fugacidad del fútbol, Natalia se toma su tiempo para marcar su propio ritmo en el siguiente paso de su carrera. La misma calma con la que digirió su salida de la Real Sociedad, después de largos meses de conversaciones en los que, pese a la confianza máxima del club, decidió decir 'hasta aquí'. Un desgaste que explica en una entrevista con Relevo mientras da un paseo a su perro, un galgo que adoptó en una protectora y que se ha convertido en un refugio para pensar. Durante más de una hora, la entrenadora española nos habla de todo el proceso hasta llegar hasta aquí y de sus planes de futuro. No rehúye preguntas y se extiende en cada una de ellas. "Ánimo con la transcripción", empatiza.
Con Donosti atrás y después de "invadir" la casa de sus padres en Cataluña, Arroyo ha encontrado el equilibrio entre la mudanza y unas pequeñas vacaciones. Una nueva etapa en la que su voz volverá a sonar en la televisión. La entrenadora será una de las voces del partido de este viernes entre España y República Checa. Natalia, que pidió una excedencia en un periódico para dedicarse en los banquillos, está abierta a todo con esa inquietud que le caracteriza. Aunque mira a su futuro más cercano con ganas de encontrar un proyecto que le apasione al 100%. No ha sido fácil y, por ello, quiere ir con pausa. No se pone fechas, ni límites y lo único que busca es volver a latir desde fuera para que el pulso sea mayor dentro.

¿Qué plan tiene ahora mismo Natalia Arroyo?
El plan eran distintos planes. Por un lado, resolver la continuidad de la Real. Entendíamos que ese reto que te tiene que remover para comerte la próxima temporada no se daba después de cuatro años en la Real. Hemos estado analizando un par de proyectos. Hemos tenido y hemos estado cerca de un par de opciones que finalmente no han salido. Y ahora mismo es esperar nuevamente a ese proyecto que nos vuelva a remover en ese sentido. Que reúna ambición, desafío y ese punto de aprendizaje en el que me apetece verme. Y si no es esperar con tranquilidad y quiero tomar distancia, revisar lo que hemos hecho bien, lo que no ha salido tan bien, conocer y empaparte otra vez para parecerme al punto de inicio en el que estuve en la Real.
Es otra vez mirar mucho fútbol, tomar distancia, ver a otros compañeros trabajar y prepararme lo mejor posible para el siguiente proyecto. Así que pueden darse las dos cosas, que me reenganche a algo antes de que acabe el mercado o que estemos esperando para elegir el mejor siguiente paso posible, pero es bastante probable que ahora esté no cogiendo cualquier cosa, eso lo tengo claro, y tomándome esa distancia. Todo lo que no puedes cuando estás en directo. Y, mientras tanto, retransmitir algún partido también y aprovechar este nuevo proyecto, este nuevo banquillo o nueva misión con nadie para ver mucho, aprender mucho y poner las ideas en su sitio.
¿Vuelves como comentarista?
Sí. Ahora son los dos partidos de la Selección, contra República Checa y contra Bélgica. Los previos, de clasificación para la Eurocopa. Y luego vamos a ver qué proyecto de prensa va saliendo también mientras esperamos a ese proyecto. Es un rol que me gusta mucho, en el que disfruto el partido, viéndolo, analizándolo y sacando mi juego a nivel personal.
¿Te da miedo que se olviden de ti si no coges ningún proyecto?
No. Entiendo que puede ser y es algo a lo que me voy a arriesgar. Pero tengo claro que no quiero hacer ningún movimiento en falso, que hay cosas que te mueven y que no. Estoy súper satisfecha y súper agradecida a las propuestas de la Liga F que me han llegado. Sencillamente, sentía que no, que no me apetece empalmar Real Sociedad con otro proyecto en la Liga, porque creo que necesito distancia con la Liga para retomarla mejor. Las últimas dos temporadas a nivel de resultados no han sido de la exigencia que yo quiero. Sí que me apetece otros países, por el reto que es a nivel deportivo y a nivel personal.
Si el riesgo es que estamos unos meses parados y otros compañeros se meten en banquillos y les va muy bien, pues aceptaremos ese reto. Lo necesitaba, porque es importante que, en este frenesí al que te lleva el mundo, de vez en cuando parar. Estamos en un momento súper bonito del fútbol en el que las cosas que valían hace cinco o diez años ya no valen, especialmente en el mundo del fútbol femenino, y es importante reciclarse y aprender de otros compañeros.
¿Qué es lo que más ha marcado ese desgaste con la Real Sociedad?
Nos ha ido bien en estos cuatro años. Tan bien que algunas, de las cosas que apetecen y que son un poco el motor del día a día que se han ido consiguiendo, que se han ido consiguiendo. Hemos igualado la mejor clasificación, es decir, consolidar que la Real esté entre los cinco o seis mejores equipos de la Liga, dimos el bombazo de pisar Champions...
Es verdad, que el mantenernos arriba, pues bueno. Entre pérdida de talento y esa dificultad para acertar con esa jugadora que te marque diferencias nos ha ido haciendo que no hayamos podido aguantar el tiro de otros proyectos que nos han ido pisando a veces. Nos ha costado hacer lo que otros clubes han ido haciendo, o sea, Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid, o Levante incluso en las últimas temporadas, pues han sido más capaces de resistir esa presión. A nosotros nos ha costado, con el desafío de rendir miércoles, domingo, miércoles.
La Copa de este año también es un, bueno, no la has ganado, pero has pisado una final y podía ser difícil estimular a nivel de objetivos. También creo es importante que la plantilla encuentre otra voz, otra energía, otra manera de trabajar, algo que le vuelva a remover un poquito. Tanto la Real como Natalia necesitábamos caminar por otros lados. No hay ningún motivo concreto. Y la verdad que es estoy muy agradecida a cómo ha cerrado el capítulo la Real y orgullosa de cómo lo he cerrado yo.
Has dicho que priorizas el extranjero, ¿tiene algo que ver que en Liga F aún no se ha logrado esa explosión que se esperaba?
Es algo más personal. La Liga tiene mucho por ofrecer todavía y hay proyectos que van a cambiar mucho. Tanto en la dirección como en la plantilla. Pero me parece que va a seguir siendo una liga atractiva y poderosa. A mí lo que me ocurre es que vengo de un gran club y era muy difícil mejorarlo.
Ahora, lo que más me estimula es aprender, esperar, analizar y prepararme mejor. Y si se da algo en otra liga que me lleve a contextos diferentes, a un día a día un poquito diferente, al reto de usar lenguaje e idiomas y comunicarme de otra manera con futbolistas. Eso es lo que más me apetece. No creo que no tenga tanto que ver con la Liga como con un ciclo largo en la Real que me piden un poquito de distancia antes de coger otra cosa en la Liga, a la que seguro que volveremos porque tiene mucha calidad, fantásticas jugadoras y es una liga bonita.
Has mencionado Estados Unidos, donde ahora entrena Jonatan Giráldez, con el que has trabajado y guardas una gran amistad. ¿Le has llamado ya para que te cuente cómo se ven las cosas desde dentro?
Tener gente de confianza, todo el grupo de trabajo que tiene Jona en Washington me va a ayudar mucho a conocer los entresijos de esa liga y, si llega una llamada, ver cómo encajamos o dejamos de encajar, siendo cada uno de ellos de estilos diferentes. Me gustan las ligas europeas principales, he dicho Inglaterra, pero sin duda una liga como la alemana, para lucir ese cole alemán en el que estudié, pues a mis padres les haría mucha ilusión y hay otras ligas que están creciendo mucho como la italiana y siempre la francesa. Pero yo quiero hablar de proyectos, de estilo, de ver si encajamos. Puede ser Estados Unidos, las ligas europeas, porque quedan un poco más a mano y serían todo un reto, o incluso México.
¿Qué esperas del proyecto de Sánchez Vera? ¿Te sorprendió su fichaje o te lo esperabas?
Tengo ganas de ver cómo le da la vuelta al calcetín. Cómo le saca jugo a la plantilla que se queda y a las nuevas piezas con las que se está reforzando. Va a ser seguro un equipo de los que más mire, por el cariño que le tengo al club y por lo mucho que me reta siempre verle a él y sus propuestas. Ojalá lo haga muy bien otra vez y vuelva a estar el equipo ahí arriba.
No me sorprendió su fichaje porque me parece que, futbolísticamente, es muy clara la idea que tiene la Real, de jugar un fútbol ofensivo, de ir hacia adelante. José Luis me parece que tiene un super currículum y que va a hacer mucho mejor a la Real. Me parece una buena opción para ambos y ojalá les sirva tanto a él, en su carrera, como a la Real, para seguir dando sus pasos hacia adelante.
¿Conseguiste plasmar la idea que tenías a tu llegada a la Real? ¿O luego no se cumplió cómo imaginabas?
Lo que me imaginé desde que comentaba los partidos de la Real con Iván lo pude plasmar desde el primer día. Es cierto que quieres ganar siempre y cuando no ganas siempre pues a ver qué es lo que pasa, pero sí creo que se ha dado lo principal que yo quería. La Real me ha enseñado muchísimas cosas y yo creo que también le he dejado huella.
Hay una identidad mucho más marcada, un poquito más protagonista. Hemos sido capaces de ganarle en las tres primeras temporadas los derbis al Athletic, que era un fantasma que no se había prácticamente conseguido casi nunca, hemos competido muy bien con los de arriba, hemos ganado en esos campos difíciles, nos hemos consolidado como un equipo fuerte contra todos los rivales, rico tácticamente, y eso es un poco lo que a mí me había imaginado que quería que fueran mis equipos.
¿Cómo fue ese proceso? ¿Qué ha sido lo más duro de tener que irte?
No es una decisión que sea evidentemente de la noche a la mañana. En ese proceso está mi pareja, que es quien convive siempre conmigo y es quien más ha sentido si teníamos que seguir un quinto año en Donosti o teníamos que aventurarnos a esa incertidumbre de qué es lo que pudiera ser ahora. También mi familia ha ido siguiendo un poco el no sé si vamos a seguir o no y desde el día a día pues tanto mi staff como Garbiñe, de manera más cercana, y Roberto (Olabe).
Lo más difícil fue verbalizarlo al decírselo al staff y a la plantilla. Recuerdo en el vídeo de despedida que tenemos que cortar en un momento porque cuando me preguntan qué le quieres decir a la afición me vienen todas esas emociones.... Yo he llorado muchas veces en algunos momentos en conversaciones con jugadoras, pero es naturalizarlo. He estado a gusto, las he querido muchísimo, me han hecho sufrir, me han exigido y las he intentado ayudar. Y cuando lo verbalizas todo florece. Pero ha sido bonito.
¿En qué momentos o con qué situaciones has llorado más?
Hay un día, en una pretemporada, que vuelve Ceci, tiene un par de minutos en un amistoso y nos ponemos a valorar otras cosas que ocurrieron en ese partido. Y hay un momento que se me rompe la voz, no me pongo a llorar, pero casi, porque no habíamos estado bien, no sabiendo entender que lo importante del día era que volvía Ceci y estuvimos distraídos en esto y en esto otro.
Me pongo un poco en la piel porque había hablado muchas veces y porque yo lo he vivido y sé lo que se sufre cuando se está al otro lado y, a veces, en los equipos y los egoísmos de las jugadoras hacen que no veamos lo importante. A ti, como entrenador, te toca verbalizar ese tipo de cosas. He llorado también con alguna conversación personal porque las jugadoras no sólo juegan, sino que también sufren tragedias familiares y viven momentos complicados.También en el staff.
Hubo momentos del proyecto en el que se te puso en duda, con una gran fuga de jugadoras. ¿Qué hubo detrás de su marcha?
Situaciones así duelen. En esa inexperiencia, tú estás igual como muy abierta y toda crítica te duele. Al final aprendes a filtrar un poquito más cuál es la opinión que realmente tiene que doler. Es muy lícito que cada cual haya analizado los porqués de esas salidas. Tengo claro que no es la Real la única plantilla que tuvo un gran número de bajas. Ese año éramos quintas, lo mejor que había hecho la Real, y es un año bueno deportivamente. La plantilla era competitiva y, en ese competir, en algunos casos, lo que le ofrecía la Real en la siguiente temporada no estaba a la altura de lo que querían deportivamente las futbolistas.
En otros casos, es una jugadora que quiere más minutos y que con Natalia no los tiene. Y en algunos otros casos, está eso de cuenta más con no sé quién que conmigo y me ha llegado una oferta que me apetece mejor. Desde la naturalidad, fue difícil porque se centralizó en mí, cuando entiendo que había muchas aristas en la situación y tengo claro que luego la continuidad y los años nos van a ir haciendo entender un poquito más de eso. En situaciones así todavía estamos aprendiendo a llevarlo. La Natalia en el primer año gestionó de una manera muy idealista ciertas cosas que igual ahora pues aprende a tener otra mano.
Fue difícil, me hizo mejor, nos ayudó muchísimo a hacerlo mejor en la segunda temporada, el club ha aprendido de eso y cada una de esas jugadoras ha aprendido de eso. Si volviéramos a jugar esa temporada, diez no se irían. No hubo más que las desavenencias típicas de entrenadora que apuesta más por unas que por otras y de retos deportivos. De eso, queda una Natalia un poquito más prudente, más protegida a nivel redes sociales porque la gente hace daño si tú quieres que les hagan daño.
¿Te sentiste traicionada por alguien?
No. Hubo pocas sorpresas porque con ellas lo ibas viendo. Hubo mucho ruido en los últimos meses y entiendo que la jugadora, cuando oye que se va a ir una, dos, tres y son nombres importantes, no sabe quién va a venir, pues dice: 'Yo de este proyecto me voy'. No sentí en ese sentido traición y nos hemos vuelto a saludar por los campos, a mí me alegra mucho ver a todas esas a las que les ha ido fantásticamente bien y a las que no, celebro ver que van a tomar mejores decisiones ahora para ir a clubes que se ajustan más a su capacidad o a sus característica.
¿Qué anécdota se te viene a la mente con especial cariño de tu paso por la Real?
Lo primero que me ha venido es un partido ante el Atlético en el que, corriendo por la banda, me rompo el dedo del pie. Me meto en el banquillo y le digo a mi staff que me he reventado el dedo. Yo ni me caigo ni nada y continúo en el partido. De hecho, marca el penalti Nerea y yo lo celebro con contención y con un dolor en el pie tremendo. La vuelta en bus fue un drama y lo peor es que lo que viene después de la operación fueron 20 días seguidos lloviendo.
Yo con muletas, con una bota en el pie no pudiendo moverme, las jugadoras entrañables acercándome el paraguas y poniéndome la bolsa de basura en la bota para que no se mojara. Una situación que rompe un poco los esquemas de todo lo que te enseñan porque de repente la entrenadora está vulnerable. Está como un pollito mojado porque no para de llover en Donosti y la jugadora pues se preocupa por el cómo estás. Y, luego, los momentos más chulos los hemos vivido fuera de lo que es esa rutina. En un viaje en bus, en un área de servicio, en el aeropuerto, en una cena o en ese después de entrenar que te quedas un ratito charlando con las jugadoras, con un poquito más de relax.
Sigues también de cerca el fútbol masculino. ¿Estás también abierta a valorar ofertas de esta categoría? ¿Te gustaría?
Conseguí que se naturalizara que comentara partidos del fútbol masculino, durante mi etapa en la televisión, pero ahora, me parece difícil que ese proyecto que busco se diera en el fútbol masculino. Yo no estoy cerrada a eso en ningún caso. Lo mismo que tampoco estoy cerrada a solamente a ser primera entrenadora, especialmente en esos escenarios más desconocidos para mí, como pueda ser el fútbol masculino. Ahora, me apetece ser primera y seguir en un proyecto de fútbol femenino de club. Pero no me cierro a una selección, un rol auxiliar en femenino o en masculino... Pueden ocurrir distintas cosas siempre y cuando el proyecto me llene.
¿Qué reto tienes marcado para conseguir como entrenadora?
Un título. Hay que darle el valor , pero hemos pisado dos finales y no la hemos podido ganar. El siguiente objetivo es conseguir ganar más.