El último derrumbe del Real Madrid en el Clásico deja sin defensa a un proyecto en retroceso
El partido ante el Barça era la última bala para maquillar una temporada gris.
![Athenea del Castillo, jugadora del Real Madrid femenino, se desespera tras una falta no pitada en el Clásico entre el Real Madrid y el Barça en el estadio Alfredo Di Stéfano. /GETTY](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202403/25/media/cortadas/athenea-desesperacion-clasico-femenino-derrota-del-real-madrid-ante-el-barcelona-R9KMFjsGBLMN7wdwj8a8QLI-1200x648@Relevo.jpg)
Era más que un Clásico para el Real Madrid. Y, con una nueva derrota (0-3), el equipo blanco terminó consumiendo un mazazo -otro más- de doble filo ante el Barcelona. Porque tras una temporada sin finales -ni en Copa ni en Supercopa- o avances en Champions -eliminación prematura en fase de grupos-, el cuadro dirigido por Alberto Toril miraba a este duelo ante el Barça como la última oportunidad para salvar la temporada. Amén de sentenciar su billete europeo en las próximas jornadas de Liga F.
Sin duda, la importancia de un triunfo en este Clásico era más que obvia para el Real Madrid, con varios objetivos en su mano. Desde el ámbito psicológico, para alzar la moral de un equipo tocado tras la crisis, hasta su fútbol, con un juego al que persiguen varios fantasmas desde el inicio de este curso.
Todo ello quedó en papel mojado. Las de Toril malgastaron otra bala ante su eterno rival y, a mayores, dejaron un partido que incide en sus problemas tanto defensivos como ofensivos. De hecho, los números llevan a las blancas a dar un paso hacia atrás en los enfrentamientos ante el Barcelona. En la memoria quedan partidos competidos como el 1-0 del curso anterior en el Johan Cruyff o el 0-1 de la Supercopa en enero de 2022 en Las Rozas. Unos resultados ajustados que contrastan con las últimas y cómodas victorias azulgranas.
El retroceso del Real Madrid en los Clásicos
En cifras, no solo no han marcado ningún gol en los últimos cuatro partidos disputados ante el Barcelona, sino que sus registros se alejan cada vez más de los que presenta el cuadro culé. Más concretamente, el Madrid ha firmado tres disparos a puerta en sus duelos ante las catalanas en la presente campaña. En el mismo tiempo, el Barça acumula más de veinte tiros a portería (24, para ser exactos) y 12 dianas. A esto, se añade que este último enfrentamiento ante el conjunto culé es el partido con menos remates totales del Real Madrid desde el inicio de la temporada pasada.
Con esto sobre la mesa, el proyecto del Real Madrid recibe otra sacudida que da un nuevo toque de atención a una planificación dudosa y a un plan que sigue sin tener un rumbo claro. En el horizonte queda lamerse las heridas e intentar armar un equipo que consiga plantarle cara -para ganarle- al Barça y que busque más allá. El reto es competir con los grandes de Europa y ganar un título nacional a corto plazo.
El «no os vayáis tristes» que cansa al madridismo
Es el primer salto -el siguiente- que se espera en el Real Madrid. Hasta ahora, la urgencia no ahogada. Sin embargo, y tras cuatro años de vida con el segundo presupuesto más alto de España y en la segunda línea de grandes inversiones a nivel continental, se van agotando las excusas. Mientras, en el vestuario madridista quedaba un discurso conformista que cabreó a la hinchada.
"Volveremos a intentarlo. Nada más, chicas", dijo Alberto Toril en un corro con sus jugadoras y los miembros del cuerpo técnico tras la derrota en el Clásico. "Os felicito por el trabajo, de verdad, ¿eh? No os vayáis tristes por eso, ¿vale? Seguid intentándolo, ¿de acuerdo? Venga, vamos, chicas", añadió el técnico del Real Madrid en unas palabras que no concuerdan con ese 'ADN' blanco en el que se busca ganar y ganar. Y nada más.
Ahora, tras el enésimo bochorno ante el Barça, en las oficinas de Valdebebas deberán afinar el ojo para cerrar una plantilla ambiciosa. Tras haber perdido su última oportunidad para maquillar la temporada -el objetivo de estar en Champions ya se da por sentado por su superioridad en presupuesto con el resto de rivales-, el Real Madrid ha encajado uno de sus peores Clásicos.
La derrota ante el conjunto catalán retrató las carencias de un proyecto que necesita una reacción contundente para frenar la hemorragia en las grandes citas. Este domingo dejó pasar un tren al que no supo subirse. Lo único que queda es saber mirar hacia dentro para tomar el impulso necesario que permita coger el siguiente que aparezca en la estación.