El ascenso del NAC Breda a la Eredivisie con un español en sus filas: "Todo el mundo me dice que estoy tocado por los dioses"

La Eredivisie tendrá de nuevo entre sus integrantes la presencia del NAC Breda, un histórico del primer nivel del fútbol de Países Bajos que llevaba desde 2019 sin habitar la primera división neerlandesa. Para contarlo, quién mejor que uno de sus integrantes, Manel Royo, lateral izquierdo español que lleva jugando en los Países Bajos desde 2022 y que ha vivido, junto al NAC, el deseado ascenso a la Eredivisie.

"Yo no tenía pensado moverme de Almere porque había firmado dos años y quería acabar mi contrato, estaba muy a gusto. Pero cuando llegó la propuesta no lo vi como un paso atrás, no lo vi como bajar a jugar en segunda división, sino que lo vi como irme a un histórico como el NAC". Y así fue cómo en enero de 2024, Manel Royo hizo las maletas para encarar una etapa en Breda.

Para entender las palabras de Manel Royo acerca del club, hay que entender la trascendencia del equipo dentro del fútbol neerlandés. Ganador de la máxima competición en los años 20 y campeón de la Copa KNVB en los 70, el NAC ha estado acostumbrado en los últimos años a luchar por mucho más que no descender. Tras su caída al segundo nivel, le ha sido complicado arrancar con eficacia el ritmo necesario para ambicionar la vuelta al lugar que históricamente parece corresponder a la masa social de Breda y su principal equipo.

"Ahora mucha gente me dice que estoy tocado por la varita, por los dioses y tal, pero es verdad que cuando yo llego al NAC ya me hablan del ansiado ascenso, porque es un club nada acostumbrado a estar en esta situación. Están más acostumbrados a pelear por otros objetivos", comenta Royo. Un ascenso que no es algo nuevo para el lateral zurdo español y que ha acabado por coronar una temporada complicada con un final inmejorable.

Esa voluntad no sólo surgió del peso histórico en cuanto a las estadísticas del equipo de Breda, sino que se veía en las gradas en cada una de las citas del equipo en la Eerste Divisie: "Yo alucinaba cuando llegué allí, porque el equipo no jugaba bien, no sacábamos los resultados deseados. E íbamos a jugar en casa y hacíamos "sold out". El estadio estaba lleno. 20.000 personas en las gradas". El empuje de los aficionados fue una de las claves para que la plantilla entendiera la trascendencia de luchar por todo cada semana.

"En la liga regular no estábamos bien, el equipo no daba la talla. Y no era solo un tema de resultados, sino también de juego, de sensaciones". Algo que la grada se encargaba de hacer saber al equipo: "Había partidos fuera de casa que, cuando volvíamos al estadio, la gente nos esperaba. A uno le obliga a pensar: 'Oye, hay que despertar'. Te pone las pilas". El empuje de la afición acabó por convencer a Manel Royo y a sus compañeros de que el NAC y la ciudad de Breda merecían algo más. Los llenos en el estadio Rat Verlegh eran algo común y aumentaban la presión y la motivación a una plantilla que enfrentó el complejo reto del ascenso sin tenerlas todas consigo.

Conviene saber que la segunda división en Países Bajos suele jugar la tarde de los viernes, para facilitar el uso del calendario del fin de semana a la Eredivisie. "A mí era algo que me hacía explotar la cabeza. ¿Cómo un viernes a las ocho de la tarde viene toda esa gente a vernos cuando les estamos decepcionando?". Pero todo se encaminó y los 20000 de la grada empujaron también a los suyos en el playoff.

Tras el partido de ida ante el Excelsior, donde todo parecía encaminado al ascenso, Manel se encontró con una situación que le sorprendió. "En el aeropuerto, me encontré a un hombre que venía de Barcelona. Me contó que llevaba 50 años en España, pero que había nacido en Breda y que era del NAC de toda la vida. Tenía 75 u 80 años y fue a Breda para ver el último partido del playoff y celebrar con nosotros". Un encuentro que al lateral zurdo español le emocionó profundamente, pues nadie aseguraba el ascenso a falta de ese último duelo ante el Excelsior. "Recuerdo que me dijo: "nos vemos el lunes en la Plaza Mayor". Fue algo que me impactó mucho".

Tan grande fue la sorpresa ante el ascenso como la fiesta posterior, pues, como nos contó el propio Manel Royo, se declaró festivo en Breda a causa de que el NAC era nuevo equipo de la Eredivisie y que estará de nuevo en lo más alto del fútbol neerlandés en la 24/25. "Salvo restaurantes o bares, las tiendas de la ciudad habían cerrado para que los trabajadores fueran a la celebración del NAC. Era lo más importante que se había dado en los últimos tiempos".

Una de las cosas que más valora Manel en su etapa en Países Bajos es haber podido disfrutar de esa famosa cultural futbolística que se ve representada en su fútbol nacional. Tal y como afirma Royo, la cultura del fútbol neerlandés prima el juego ofensivo y refleja algunos de los clichés que desde fuera percibimos.

"El fútbol neerlandés es mucho más vertical, mucho más caótico. Lo llevan mucho más a lo físico y se le da a lo mejor menos importancia a lo táctico. Justo lo opuesto a España", a lo que añade que, siendo defensa, se sufre más: "Cada vez que encajas gol es como un cuchillo que se te clava, pero aun así es bonito, ya que como lateral, pudiendo tirar para arriba, lo disfrutas algo más".

Esta cultura, tan exigente, le empujó a buscar un mejor nivel como deportista. "Era un reto el llegar ahí y ver que la gente va a otro nivel. Y me decía a mí mismo: O espabilas, chico, o no tienes nada que hacer. Si tienes que hacer más horas en el gimnasio, pues es lo que hay". Te tienes que adaptar porque el fútbol aquí va de esta manera y eso es un proceso que yo ya hice en el Almere".

"Luego es verdad que sí que he disfrutado mucho, han sido dos años donde he disfrutado mucho en el día a día y compitiendo. Por el fútbol, por la competición y por cómo se vuelcan los aficionados", comenta el futbolista. Un buen sabor de boca que tendrá la oportunidad de alargar en esta nueva temporada en la que la Eredivisie exigirá aún más al propio Manel Royo y a su NAC Breda, tras un ascenso que han vivido con toda la intensidad posible. Algo por lo que se ha apostado, además, por un técnico experimentado y de mucho nivel para acometer el nuevo reto.

Tras las dudas que despertó Jean-Paul van Gastel desde comienzos de 2024, desde el club se informó ya en marzo de la intención de relevar al entrenador para la próxima temporada, independientemente de cómo acabara la presente. Esto ha propiciado una situación extraordinaria, en la que van Gastel ha sido quien ha conducido a los suyos a la Eredivisie, pero no será quien los acompañe en ese nuevo reto, pues incluso es oficial que ha firmado como asistente de Gio van Bronckhorst en el Besiktas turco.

El elegido para el NAC será Carl Hoefkens, entrenador belga de 45 años que probó suerte en Inglaterra como jugador (Stoke City y West Brom, de 2005 a 2009) y que llega con un bagaje estimulante en su fútbol patrio. En la Jupiler Pro League, su experiencia se basa en dos etapas en el Standard de Lieja y en el Brujas, con quienes incluso llegó a disputar la Champions League en la 22/23.