El Roda JC de Países Bajos se marca un 'Las Palmas': invasión de campo y... ¿ascenso?

Ha pasado más veces y volverá a pasar. Aquí en España ya vivimos algo parecido y desde el Estadio de Gran Canaria siguen teniendo pesadillas con aquello. Este viernes en Kerkrade, Países Bajos, se dio una imagen insólita que se ha viralizado en redes sociales. Entrando en antecedentes, el Roda JC, club de la mencionada ciudad que milita en la Eerste Divisie -la segunda categoría del país- disputaba la penúltima jornada de liga contra el Cambur. El partido, que terminó 2-0 a favor de los locales, suponía el ascenso matemático a la Eredivise... en principio.

El Roda JC, segundo en la clasificación con 75 puntos, necesitaba de su victoria y la derrota del tercer clasificado para sellar su billete a la máxima competición del reino. Ellos no fallaron e hicieron los deberes gracias a dos tantos, el primero de Ouaissa en el minuto 65 y el segundo de Sejk diez minutos después. Con el pitido final los casi 20.000 aficionados se volvieron locos debido al ver a su equipo matemáticamente ascendido. Por ello saltaron al césped e invadieron el campo. Miles de personas se mezclaron con los jugadores y cuerpo técnico en una imagen colectiva de alegría. 

Los videos, que se han viralizado en redes sociales, muestran a futbolistas manteados por sus aficionados. Todos se las daban felices hasta que el Groningen, equipo que va tercero en la tabla y estaba disputando su partido a la misma hora que el Roda JC, consiguió empatar un encuentro que iba perdiendo desde el primer minuto.

Al ver que se habían cumplido los 90 minutos en el partido del Groningen, los aficionados del Roda JC saltaron al campo tras verse matemáticamente en la Eredivise. Lo que no tuvieron en cuenta fueran los cinco minutos de añadido que permitieron empatar al Groningen con un tanto en el 95'. De esta manera, la afición del Roda JC invadió su campo allá por las 21:59 y a las 22:01 la megafonía avisó del empate que les dejaba sin el ascenso.

La imagen fue totalmente dantesca. Las cámaras captaron como varios aficionados fueron lo que les comunicaron a los jugadores que todavía no habían subido de categoría. La cara de los futbolistas era de total incredulidad tras verse en primera división durante varios minutos. Otros, eso sí, no lo pasaron mal, pues una vez se dio la comunicación oficial del 'no ascenso' siguieron saltando de alegría, probablemente debido a que no escucharon a la megafonía dada la euforia.

¿Cómo queda ese ascenso? Por ahora, en stand by. Con su empate, el Groningen se sitúa a tres puntos del Roda JC y los dos equipos se verán las caras en la última jornada de liga. Todo será un cara o cruz por el ascenso directo. La primera plaza ya está en manos del Willem II y esa segunda posición es la más cotizada, pues evita el playoff de ascenso.

Si hay un hecho que se le acerca mucho es lo que ocurrió en la pelea por el ascenso en la temporada 2013/14. El equipo canario llevaba 12 años en Segunda División y subir a Primera se necesitaba como agua de mayo. Todo pintaba bien, Las Palmas dominaba el encuentro y, de hecho, fue el primer conjunto en adelantarse gracias a un tanto de Apoño en el minuto 48.

Como ya le ocurrió al Roda JC, los aficionados de Las Palmas celebraron antes de tiempo el ascenso y fueron varios los que saltaron al campo ese día, pero lo hicieron antes de que se pitase el final del partido. Durante 92 minutos, Las Palmas fue equipo de Primera División. Esa pequeña invasión de seguidores locales terminó condenando a su equipo.

Ante tal situación, el colegiado se vio obligado a parar el encuentro. Tras unos minutos con el partido suspendido, el árbitro decidió retomar el juego y la alegría cambió de bando en menos de un minuto, tras un tanto del Córdoba que les devolvía a Primera tras 42 años peleando entre Segunda y Segunda B. Todavía quedaba un minuto por disputarse, pero el árbitro decidió terminar el partido. Los jugadores del Córdoba tuvieron que salir escoltados por la policía y en las gradas se desarrolló una batalla campal entre aficionados. Imagen distinta a la vivida en Países Bajos, pero de resultado similar.