Aunque no lo parezca, los goles europeos vienen de Portugal

Portugal se ha convertido en una referencia para buscar nombres interesantes en el apartado goleador para todos los grandes europeos. En la campaña 23/24, ya se pueden identificar nombres llamativos como los de Rafa Mújica, Simon Banza o el más llamativo de todos, Gyökeres, pero si viajamos sólo unos años atrás surgen nombres llamativos en la posición: Ricardo Horta, Seferovic, Ramos, Darwin, Sarabia, Paulinho o Luis Díaz.

Viktor Gyökeres, fuera del radar habitual, es uno de los nombres encumbrados por la liga portuguesa. Sueco de 25 años, su nombre se ha ido popularizando gracias a la calidad que muestra de cara a portería. Finalizador nato, con una gran mejora a la hora de relacionarse con sus compañeros (ha repartido ya 10 asistencias en liga), su ascenso catapulta de nuevo a uno de los goleadores del fútbol portugués.

Como él, algunos de los nombres más llamativos en los goleadores de los mejores clubes europeos salieron precisamente de Portugal. Casos como los de Darwin Núñez y Luis Díaz hacia Liverpool, el de Gonçalo Ramos rumbo ya en el PSG o la que al parecer se producirá en el verano de 2024, con la salida de Taremi al Inter. Parece que hacer goles en Portugal es una especialidad muy valorada que acaba teniendo incidencia en el futuro de quienes aciertan más de cara a gol en Portugal.

Y eso que no siempre fue Portugal un paso intermedio para quienes buscaban dar el salto a un contexto competitivo acorde a las exigencias del máximo nivel europeo, pero ha sido bastante jugosa para los que querían probarse a una marcha más. De ahí que mucho talento que explota en Portugal en el apartado goleador viene de lejos de las fronteras lusas. Hoy es el propio Gyökeres, sueco con sangre húngara, pero hay casos más llamativos y más lejanos que el actual máximo goleador de la competición portuguesa.

En las últimas diez temporadas de la Liga de Portugal, sólo dos máximos goleadores a final de temporada tenían pasaporte luso. Son los aislados casos de Pedro Gonçalves, en la 20/21 y Pizzi, en la 19/20. Los demás, se reparten entre Taremi, Darwin Núñez, Seferovic, Jonas, Bas Dost y Jackson Martínez. Una serie de nombres que, quien más o quien menos, salieron de Portugal con un cartel de goleadores implacables ganado a pulso en la competición vecina.

Y no es algo tan reciente que muchos de los grandes goleadores hayan salido de Portugal. Si echamos la vista atrás, los ejemplos se multiplican, a veces amparados en el buen ojo de los grandes equipos lusos para echar el guante pronto a las grandes promesas de América, una realidad que parece muy presente en el currículum goleador de la liga portuguesa.

Si ya hemos citado Jonas o Jackson Martínez (brasileño y colombiano respectivamente), quienes se hicieron con varios trofeos de máximo goleador en tierras lusas, es imprescindible hablar de otros que, antes que ellos, abrieron esa senda atlántica a bordo del gol. El más llamativo, Mario Jardel, brasileño que en las filas del FC Porto se hizo con cinco trofeos de máximo goleador, logrando el quinto con la friolera de 42 goles en el campeonato regular.

También llamativos los casos de Óscar Cardozo, paraguayo, Radamel Falcao, colombiano, Liédson y Paulinho Cascavel, brasileños, o Lisandro Martínez, argentino. O el más cercano, el de Darwin Núñez, uruguayo que se hizo con el honor goleador tras sus 26 tantos de la campaña 21/22 y que le valió su fichaje por el Liverpool.

Las cifras de Jardel, sin ir más lejos, son las únicas que han supuesto una competencia real para el récord que ostenta Fernando Gomes, mítico atacante del FC Porto que fue máximo goleador en seis ocasiones. En los últimos años, los más destacados han sido Gonçalo Ramos, 19 tantos en la 22/23; Ricardo Horta, 19 goles en la 21/22; Pedro Gonçalves, 23 tantos en la 20/21; o Pizzi, 18 goles en la 19/20. Otros ejemplos goleadores son los de Rafa (72 tantos desde la 14/15) o Paulinho (70 tantos desde la 14/15), que representan el valor y la salud patria de los buenos atacantes del fútbol luso en estos últimos años.