Abde, el especialista que le falta al Barça
En un fútbol cada vez más plano y menos sorprendente, la aparición de futbolistas como Abde, agitador por naturaleza, son la excusa perfecta para sentarse en el sofá a ver un partido. Si bien el Osasuna de Jagoba Arrasate ya es per se un equipo batallero, haber sumado a Abde a la ecuación ha sido añadir más fuego. El marroquí está completando una temporada muy positiva en El Sadar y Xavi no le pierde ojo.
"Dembélé puede ser uno de los mejores del mundo en su posición", dijo Xavi en su presentación como entrenador blaugrana. Potenciar a Ousmane fue uno de los primeros retos para el catalán. Porque su Barça solo puede entenderse con extremos desequilibrantes. Sea con el 4-3-3 o con el 3-4-3 que desde hace meses se ha instalado en el Camp Nou, las bandas juegan un papel clave en el camino hacia el gol.
Xavi cuenta con cuatro piezas capaces de jugar en las bandas del ataque: Dembélé, Raphinha, Ferran y Ansu. Los tres primeros se sienten más cómodos partiendo desde la derecha y ofrecen cosas distintas a Xavi. Ousmane es un extremo tan indomable como inefable; el ex del City destaca, sobre todo, por lo que ofrece sin el balón; mientras que Raphinha está sacando a relucir su desequilibrio durante la baja del francés.
Por la izquierda, la oferta se acota a Ferran, mejor hasta ahora en derecha o como punta, y Ansu. Durante los últimos meses, el cuadrado ideado por Xavi le regala todo el carril a las piernas de Balde. Ante un posible cambio de sistema -o alternativa a ello-, emerge la opción de Abde. Su temporada le abren las puertas a competir como blaugrana la siguiente campaña: por perfil, ser un regateador nato, y permitirle a Xavi replicar en la izquierda lo que propone en la banda opuesta.
¿Cómo regatea Abde?
Si bien Xavi le pide a sus extremos derecha recibir lo más enganchados a la cal posible para generar amplitud, Arrasate replica la fórmula por izquierda con Abde. Es habitual ver al marroquí esperando en la banda a recibir el balón.
Tras repasar todos los regates que el internacional ha hecho durante esta temporada, la conclusión es que tiene un movimiento que repite constantemente. Su velocidad de pies le permite apurar a tocar el balón hasta que el defensor intenta arrebatárselo. Abde no es proactivo a la hora de gambetear, espera que el primer movimiento lo haga el rival. Una vez Carles Pérez mete la pierna, Abde decide irse hacia fuera.
Casi nunca cambia de receta. Cuando el defensor se mueve, Abde toca sutilmente el balón con el exterior, hacia dentro, para dejarlo fuera de combate.
Ante el Athletic, en la ida de las semifinales de Copa, jugó uno de sus partidos más completos. Y volvió a dejar otra jugada marca de la casa. En esta acción, finta que irá hacia fuera para terminar centrando con la zurda, su pierna mala, y cuando el defensor pica, Abde se impulsa hacia dentro.
Una vez el lateral del Athletic pica, corregir su posición para alcanzar de nuevo el balón es imposible para él. Si la defensa no trabaja coberturas cercanas, como confecciona Xavi en los duelos entre Araujo y Vinicius, es muy complicado domar a Abde en el uno contra uno.
Es justamente en la acción posterior al regate donde el marroquí tiene parte de su margen de mejora. Apenas uno de cada tres tiros que realiza van a portería, uno de los registros más bajos de LaLiga. Precisamente en el choque ante el Athletic, de tanto regatear hacia dentro y jugando al despiste, fintó y se marchó hacia fuera. El defensor volvió a picar y el marroquí convirtió el único gol del partido.
El desequilibrio de Dembélé, Raphinha y Abde
Junto a Dembélé y Raphinha, la incorporación de Abde al primer equipo supondría sumar un perfil regateador más. El marroquí (2,97) es tras Vinicius (3,3), el futbolista que más regates completa por partido en LaLiga (y tiene un 20% más de acierto en la gambeta que el del Madrid). Dembélé (2,27), Ferran y Raphinha (ambos con 2,06) están fuera del Top 10.
Siendo Ousmane, Raphinha y Abde jugadores parecidos, sus mapas guardan ciertas diferencias. El gráfico muestra las conducciones de más de diez metros y los regates (marcados con un punto) que han hecho durante esta campaña en LaLiga.
A pesar que durante algunos partidos, Dembélé y Raphinha compartieron terreno de juego, a lo largo de la temporada se ha ido evidenciando que donde mejor rinden es en la banda derecha. Entre ellos, el mapa muestra que Ousmane es el jugador más imprevisible.
De algún modo, Raphinha tiene los caminos marcados. Recibe la mayor parte de las veces pegado a banda y sus conducciones tienden hacia la línea de fondo (para buscar el centro) o bien hacia el pico del área. El radio de acción de Dembélé, en cambio, es bastante mayor. Ousmane y el preciado valor de ser ambidiestro colocan al defensa en un escenario totalmente distinto. Mientras que Raphinha termina más conducciones dentro del área, Dembélé las acaba en zonas potencialmente más peligrosas para terminar disparando.
El caso de Abde es distinto. Osasuna se tiende a asentar menos en campo contrario que el Barça y por ende el mapa de acciones del marroquí es más amplio, regatea a distintas alturas del campo. Su gráfico se asemeja más al de Raphinha que al de Dembélé. En campo rival, el plan de Arrasate es claro: quiere generarle el máximo de situaciones de uno contra uno.
¿Encajaría con Xavi?
En el esquema en el que el Barça de Xavi ha ido creciendo los últimos meses, raramente Abde tendría cabida. Con los cuatro centrocampistas, la banda izquierda es una alfombra roja para Balde.
El Barça mantiene como cimientos a los tres centrales. Por delante se ubica el famoso cuadrado (Busquets y De Jong de sostén y Pedri y Gavi por delante). En la cima de la pirámide está Lewandowski. Por derecha, la amplitud la da el extremo. Por izquierda, Balde. En el 3-4-3, Abde difícilmente tendría cabida. Tanto Ferran como Ansu han tenido minutos jugando en el cuadrado. No sería este, sin embargo, el mejor de los escenarios para Abde, más habituado a recibir en banda y no en zonas intermedias.
La hipotética reincorporación de Abde le abriría las puertas al Barça para el retorno al clásico 4-3-3 con el que Xavi empezó la temporada. Uno de los problemas de los blaugrana es que, teniendo como primeras espadas a Dembélé y Raphinha, los dos se sienten más cómodos en la derecha. Abde, en cambio, extremo izquierdo por naturaleza, ofrecería una nueva alternativa a Xavi.
Abde es, sobre cualquier cosa, un agitador de partidos. "Xavi me dice que encare y yo encaro", dijo tras una victoria en El Sadar. La frase le quedó tatuada. Pero es precisamente en la simplicidad del mensaje del entrenador lo que da a entender que sería un comodín más que válido.
Es un extremo aún por hacer (cumplirá en diciembre los 22). Deberá sumar a su juego más movimiento sin balón -la amenaza al espacio que sí tiene, por ejemplo, Raphinha- y una mayor pulcritud en los centros, los cuales menos de mitad encuentran rematador a pesar de contar con especialistas como Budimir o Kike García en el área.
Abde está haciendo de El Sadar el mejor de los trampolines para crecer como futbolista. Y Xavi se frota las manos. Europa tampoco aparta los ojos. El entrenador blaugrana quiere especialistas y Abde es uno de ellos.