Adama Boiro se rinde a Iñaki Williams y desvela el margen de crecimiento que tanto le pide Valverde: "Se irá viendo poco a poco"

Adama Boiro ha caído de pie en el Athletic Club. Tras el rocambolesco anuncio de su fichaje durante el descanso de un partido del primer equipo la temporada pasada, el lateral izquierdo, formado en Navarra desde los cuatro años, ha ido cumpliendo ciclos muy rápido. Se hizo con el puesto en el filial durante la mitad del curso pasado, logrando el ascenso a Primera RFEF y convenció a Ernesto Valverde en la última pretemporada. Aunque Iñigo Lekue partía como principal recambio de Yuri Berchiche, el técnico le ha utilizado ya en tres encuentros como titular y le ha demostrado que la confianza en él es plena. No hay dudas en el club. Adama ha llegado para quedarse.

Él, sin embargo, prefiere no pensar más allá del día a día. Responde con cierta vergüenza cuando se le pregunta por un futuro sin Yuri en el lateral. Alaba al guipuzcoano, del que se fija en cada entrenamiento, y se centra en disfrutar de la oportunidad que está viviendo a los 22 años. "Es algo de lo que me siento muy orgulloso, cualquier jugador que tuviese la oportunidad de jugar aquí es algo que le haría mucha ilusión y estoy viviendo un sueño", reconoció en su primera rueda de prensa como miembro del primer equipo, aunque aún luzca dorsal del filial.

"Lo estoy intentando llevar con paciencia, tengo compañeros magníficos y siempre me fijo en ellos para seguir aprendiendo y mejorando", dijo también, antes de reconocer lo que el Txingurri le pide. "Siento que Valverde confía en mí, sabe que puedo dar más, me pide que ofensivamente aporte y que siga siendo duro defensivamente. Por el momento estoy teniendo precaución", admite. Ese punto es precisamente el que están trabajando tanto los técnicos como la dirección deportiva e incluso sus compañeros. Convenciéndole de que tiene mucha capacidad ofensiva gracias a esa potencia física que tiene y una zurda que aún no ha mostrado en partidos oficiales.

"Cuando me reconvertí al lateral la mayor duda siempre fue el tema defensivo y es en lo que más he trabajado. Y ahora es lo que más se ve de mí, pero seguro que la parte ofensiva se irá viendo poco a poco", analiza sobre su juego. Él sabe que para brillar en Primera debe dar aún un paso adelante, pero por el momento se siente cómodo cumpliendo como lo ha hecho en la parcela defensiva. Ahí es un lateral difícil de superar en los duelos, aunque debe pulir algunos aspectos tácticos, y quiere sentirse cómodo para después destapar sus virtudes ofensivas.

En ese crecimiento personal, Adama no duda en mencionar a un referente. Iñaki Williams ha sido uno de sus ídolos, quizá no tanto por lo futbolístico y sí por lo personal por compartir una historia de vida y un mismo sueño. "Algo que me hizo mucha ilusión fue poder compartir vestuario con Iñaki porque ha sido un referente y me he fijado en él desde pequeño. Verle todos los días en los entrenamientos me hace mucha ilusión", reconoció, antes de explicar las razones. "Le conocí cuando yo estaba en el San Jorge -allí coincidió un año con Nico Williams- y luego saltó la noticia de que fichaba por el Athletic y después debutó. Siempre seguí mucho su trayectoria y como partió desde un punto similar al mío, siempre quise seguir sus pasos".

Ahora quiere seguir creciendo junto al mayor de los hermanos Williams, cumpliendo más capítulos de este sueño. El siguiente, a corto plazo, es debutar en la Europa League y la receta la tiene clara: "Si quiero estar ahí tendré que trabajar más duro". Por el momento, sigue convenciendo a todos mientras pule algunos detalles para mostrar su faceta ofensiva.