Aitor Ruibal: "Cuando le ganamos al Sevilla se creó un vínculo y nos dijimos: 'Hay que ganar la Copa'"
El catalán recuerda los éxitos de la pasada campaña dentro del crecimiento del club. "Si entramos en Champions Joaquín se queda", dice.

La entrevista a Aitor Ruibal se realiza entre la ciudad deportiva Luis del Sol y el Benito Villamarín. Apenas 300 metros separan el lugar de entrenamiento del Betis del estadio donde su fiel infantería acude cada 15 días. La primera parada, como si del Tour se tratara, es la sala de trofeos. "Aquí está mi nombre", dice Aitor mirando fijamente a esa Copa del Rey lograda el pasado año. Una experiencia única que, como el protagonista indica, el vestuario disfrutó durante meses. La gestión de Manuel Pellegrini, con esas rotaciones durante toda la competición, y el paso adelante de todos los futbolistas -en la final los penaltis los ejecutaron los cinco que entraron desde el banquillo- hizo que regresara el Betis campeón.
El siguiente escenario nos lleva al corazón del Benito Villamarín: el vestuario. Lugar sagrado para los futbolistas en los momentos previos de los partidos. "Escuchar a los aficionados te pone la piel de gallina", afirma Aitor, uno de esos futbolistas que posee una conexión especial con la grada. También con sus compañeros, pero no sólo Borja Iglesias o Héctor Bellerín, sino también el capitán Joaquín. "Es un ejemplo para todos", dice Aitor, que apunta a ese momento único que se vive con las arengas de los capitanes. "El último mensaje lo lanza quien ese día lleva el brazalete", afirma, aunque con el recuerdo de esas palabras de Joaquín en la semifinal ante el Rayo Vallecano.
Tienes ahí la Copa del Rey. ¿Qué recuerdos te vienen?
Son momentos inolvidables, si hubiésemos perdido la final hubiese dicho que no me arrepiento de nada. Lo he vivido al 100%. Todo. Viví la Copa desde el primer partido al último pensando que la íbamos a ganar. No sólo yo, todo el equipo. Cuando le ganamos al Sevilla se creó un vínculo, que nos dijimos: 'Hay que ganarla'. Por todo lo que está pasando, hay que ganarla como sea. Y cuando 25 locos, que digo 25, 50, que cuento a todos, van a una…. Se creó algo especial y acabó ocurriendo.
¿Con qué imagen te quedas de aquellos días?
Lo viví a la grande, pero sin duda con la foto que me hice al acostarme a las diez de la mañana, con la medalla y mi mujer al lado. Fue épico y lo tendré siempre guardado.
Estamos en el vestuario, el lugar sagrado. ¿Qué se siente aquí antes de un partido?
Es algo inexplicable, para sentir esa energía tienes que venir a un partido, a cualquiera, da igual. Va a haber 50.000 locos cantando. Unos días más animados o no, todos tenemos días mejores o peores. Por ejemplo, lo que vivimos el día del United, después de un 4-1, fue increíble. Tienes el 99% de no pasar. Pero dio igual. Es algo que cuando sales te hierve la sangre. Te dices como no corra aquí, me matan. Es brutal.
¿El secreto del Betis es la unión que existe en el vestuario?
Es verdad que existen grupos, es normal. Pero cuando hacemos una comida o algo parece que nos conocemos de toda la vida. Como si fuera un almuerzo de amigos del instituto de hace 20 años. Eso se nota luego en el campo. Si no, un equipo no se lleva dos años y medio ahí arriba, habiendo habido además problemas en el club también. Que lo que han hecho los de arriba de darle la vuelta a todo tampoco ha sido sencillo. Y esa conexión club y equipo ha existido.
¿Se escucha el himno en el pasillo?
Te dices mira qué bonito, pero no por nadie más, ni por nosotros, sino por ellos. Por la felicidad de los 50.000. Por todo lo que rodea al Betis. Vas a cualquier sitio y hay béticos.
La conexión que existe entre la afición y el equipo hacía tiempo que no se veía. ¿La sentís así también?
Cuando un aficionado ve a su equipo ganar y ganar, ves a un equipo ganador, eso a la gente le llega más. Llevamos muchísimos años pasándolo mal. He vivido diez malos, vamos a aprovechar los buenos. Es lo que tienes que pensar. No sé cuándo va a venir otra racha, que el fútbol es así. Y ellos lo están haciendo.
¿Crees que es la última temporada de Joaquín?
Si entramos en Champions, Joaquín se queda. Es una pieza clave del vestuario y fuera de él. Nos da mucho.
"Si entramos en Champions, Joaquín se queda; él lo quiere jugar todo, pero es de agradecer, que con 41 años siga siendo tan competitivo"
Futbolista del BetisEl año pasado él pasó momentos malos. ¿Se notó en el vestuario?
Él lo quiere jugar todo, pero es de agradecer. Que alguien con 41 años siga siendo tan competitivo, que le duele no jugar. Eso es, joder, te dices que quieres ser como él. Tener esa edad y seguir a ese nivel. También te tienes que dar cuenta de tu rol, muchas veces no te da para jugarlo todo, son muchos partidos y muchas competiciones. Pero que un capitán se comporte así es maravilloso para la gente que sube, que lo ve como un ejemplo.
Llega el sprint final y tenéis el reto de la Champions por delante...
Prefiero entrar diez años seguido en la Europa League que uno aislado en Champions. Pero con todo lo que ha costado levantar esto, no hay que perder la ilusión. Hay que marcarse estar ahí año a año. Ahora tenemos algo cerca y hay que amarrarse. Jugar Champions es jugar Champions, pero estamos construyendo algo guay y muy difícil.
¿Puede durar este sueño más tiempo?
Debemos hacerlo, el plan es ése. Ojalá se pueda construir algo que dure mucho tiempo, el Betis se lo merece. Los jugadores pasaremos, pero que el club siga ahí.