El Alavés de Luis Rioja, Guridi y Samu hunde todavía más al Granada

Las buenas sensaciones que había dejado el Alavés ante el Barça no fueron casualidad, sino el resultado del trabajo de Luis García Plaza. Todo lo que en aquel partido estuvo a punto de salir, hoy se ejecutó a la perfección. Con Guridi como bandera y Samu como primera espada, los babazorros se alejan de los puestos de descenso.

La figura de Samu resume el esfuerzo del Alavés en todo el partido. Él fue quien llevó a Raúl Torrente al máximo en el inicio del encuentro hasta que el central acabó por marcar en propia tras un buen centro de Javi López. Aquel gol sirvió para ganar en confianza para los de Luis García, que dominaban el partido sin apenas sufrimiento. Rebbach confirmó la debilidad defensiva del Granada cuando recibió dentro del área y nadie siquiera atinó a acercarse. Él no acusó timidez y amplió la ventaja todavía en la primera parte.

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El Granada intentó camuflarse en el inicio de la segunda parte y simular ser un equipo sólido con balón y capaz de construir desde la posesión, pero el Alavés volvió a destapar las carencias del conjunto de Paco López. Álvaro Carreras perdió un balón en la banda y los vitorianos lo aprovecharon para matar el partido. Luis Rioja puso el centro y Samu Omorodion cumplió con la ley del ex.

Paco López buscó que su equipo arrollara en un ritmo frenético de muchas transiciones y acabó pagando caros los errores en su área. Cuando intentó que su equipo controlara más el encuentro, se volvió a ver la fragilidad de la defensa del Granada. Apenas un penalti convertido por Uzuni sobre el final sacudió relativamente al Alavés. Contando la derrota administrativa ante el Arosa, son ya once encuentros consecutivos sin ganar y apenas una victoria en lo que llevamos de LaLiga para el conjunto granadino.

El Alavés, en cambio, confirmó que los desmarques de Samu lo harán crecer, pero que los cimientos de este equipo deben formarse en torno a Luis Rioja y Jon Guridi. Este último fue quien decidió el qué, el cómo y el cuándo. La fiesta fue completa en Vitoria, ya que además de sumar lo hizo ante un rival directo. Ganar. Gustar. Golear.