Rivera y las órdenes entre líneas que daba el Real Madrid a un canterano: "Veías a Hierro cómo iba vestido y ya te dabas cuenta"
El exfutbolista salido de la cantera del Real Madrid cuenta cómo es llegar a un vestuario donde todos son 'mega estrellas' y cómo le trataron.

Alberto Rivera (Puertollano, Ciudad Real, 16/02/1978), Riverita, como le conocían sus compañeros, se convirtió con apenas 17 años en el jugador más joven en debutar y marcar con el Real Madrid. Fue el 10 de junio de 1995. Con su amigo Raúl de cicerone de aquel vestuario, entendió muy pronto los códigos del primer equipo, y en Relevo nos cuenta cómo cree que acogerán a Mbappé, una estrella rodeado de campeones.
Hierro, Zamorano, Redondo, Mijatovic, Suker, Zidane, Figo... Fueron algunos de sus compañeros durante las dos etapas que jugó en el club que le acogió con 14 años, cuando las noches en la residencia de chavales se llenaba de sueños y lágrimas. Retirado del fútbol, Rivera sigue batiendo récords, pero ahora en maratones. No le gusta correr solo, pasó su vida muy bien acompañado.
¿Cómo te llegó la oportunidad del Real Madrid y cómo fueron esos primeros años?
Hacían pruebas a las que podíamos apuntarnos cualquiera, tenía 12 años y a los 14 me firmó el Cadete A. Me fui para la pensión del Madrid en la calle Recoletos, donde coincidí con Dani García Lara, Álvaro Benito… Al principio fue complicado salir de casa, luego la cosa se dio bien. Llorábamos por las noches los primeros meses, aunque éramos poquitos y nos apoyábamos, éramos casi hermanos. Todos teníamos las mismas inquietudes y dificultades. Nos perjudicó mucho la lesión de Álvaro, nos sentíamos mal, y dentro del calvario esperábamos que dieran con la tecla para que volviera a jugar. Pero Álvaro es un fenómeno y hace igual de bien otras cosas.
Cuéntanos cómo se dio tu salto al primer equipo.
Yo estaba en el Juvenil B y Valdano hizo un grupo donde juntó a 15 chicos de distintos equipos, nos hacía entrenar de forma específica y daba igual la edad que tuvieras. Hacían partidos amistosos con equipos de Segunda B. Y cuando el primer equipo, que ese año no estaba en Europa, jugaba por ejemplo contra el PSV Eindhoven y Jorge llevaba a alguno... A mí me llevó un par de veces. Ese día Butragueño se había lesionado, marqué en el amistoso y aquello fue el detonante. En el avión, Valdano me dijo que me iba para Vigo con el primer equipo.

¿Qué compañero te ayudó más en aquel vestuario?
Raúl y yo habíamos coincidido en el Cadete, yo había debutado ese año, lo hicimos los dos con la misma edad y éramos amigos. Cañizares me pidió para la habitación, también era de Puertollano. Me decían que siguiera jugando como en el Juvenil, que me olvidara de dónde estaba.
¿Te imponía alguno más que otro?
Todos eran ídolos, tres años antes estaba en mi casa con mis amigos, yendo al colegio. De repente me encontré con Redondo, Zamorano, Hierro, etc.
Comentas eso de 'juega como lo vienes haciendo'. ¿Pero lo pudiste cumplir a pesar de la presión?
No estaba nervioso, la verdad. Estaba algo cohibido, y al principio cuesta, pero la gente de allí te hace sentir normal porque ellos también lo son. Fui el jugador más joven en debutar y marcar en el Madrid, luego Odegaard se convirtió en el más joven en debutar, pero no marcó.
¿Exigimos demasiado a jóvenes como Lamine Yamal?
Depende de la personalidad que tenga, Raúl debutó a mi edad y estaba más que preparado, a mí me costó un poco más. A nivel físico y de condiciones, el problema es cuando empiezas tan pronto, el recorrido no es tan largo, llegan sobrecargas, estás sometiendo al cuerpo a un nivel profesional y tu cuerpo no está adaptado todavía, necesita más tiempo sin tanta carga de partidos y, sobre todo, a esa intensidad. Lamine psicológicamente está más que preparado, y la gente que está saliendo tiene ese descaro, pero no sé si a nivel físico y muscular aguantarán tanto tiempo.
Cuando decimos que con 16 años no puede estar cansado, ¿estamos equivocados?
Fíjate lo que ha pasado Pedri, en un año jugó absolutamente todo y mira las lesiones que ha tenido. Con 16 te recuperas antes de esos esfuerzos, pero esos esfuerzos enfrentándote a futbolistas profesionales a la larga se notan. Debe prepararse a nivel físico y mental, porque ahora se entera todo el mundo de lo que haces, la crítica está ahí y hay que estar fuerte. En mi época había dos programas, Estudio Estadio y otro más. Ahora hay doscientos analizando lo que haces.
¿Te advirtieron sobre los peligros de 'la noche madrileña'?
Inculcaban dónde estabas, que representabas a una institución siempre y no podías hacer lo que te daba la gana porque podía salpicar a todos. Si estás siempre saliendo, no rindes. No se sale tanto como parece, lo que pasa es que sales una y creen que sales cuatro. Te decían que hay que llegar a la hora, entrenar a tope… De la vestimenta no nos decían nada en particular, pero representabas al Madrid y no podías ir de cualquier manera. Hay cosas que se leen entre líneas que no hacen falta que te las digan. Veías a Hierro cómo iba vestido y ya te dabas cuenta.
No se te ocurría tener mejor coche que Redondo, ¿no?
Es que no pegaba que un chaval de 17 años llevara mejor coche que el mejor del Madrid, es una cuestión de lógica y educación. En mi época era muy complicado que alguno tuviera un coche de esa categoría. Venías del filial y muchas cosas hay que ganárselas con el tiempo. Yo no tenía ni carnet de conducir, mi primer sueldo fue de 3.000 pesetas para el transporte, y luego de 8.000. Cuando tuve la oportunidad, lo primero que hice fue comprarle un Volvo para mi padre. Lo bueno es que luego lo heredé yo…
¿Crees que los actuales canteranos del Madrid conservan esos valores?
La sociedad cambia, debemos adaptarnos a ello. Es complicado ahora decirle a un chico que, cuando puede permitírselo, no tenga otro coche. Algunos cobran más que el entrenador. ¿Cómo le va a decir nada?
¿Cómo eran Vicente Del Bosque y Jorge Valdano?
Del Bosque era el jefe de la cantera, estaba pendiente de que, si alguno del primer equipo llevaba unas botas blancas, nadie de la cantera podía llevarlas. Valdano no se metía en esas cosas, no le temblaba el pulso para llevar chicos al primer equipo; Del Bosque estaba más en cuestiones de educación. Del Bosque dijo en una entrevista que le pidió a Guti que se cortara el pelo, pero se negó y siguió jugando, Alfonso en el primer equipo fue el que empezó a llevar botas blancas, al resto no se nos ocurría.
¿Qué te parece que el primer equipo del Madrid apenas esté contando con su cantera?
Es que al final el Madrid sólo esta para ganar, si tienes canteranos y sigues ganando, genial. Nacho lo consiguió, Carvajal, Lucas… Aunque tuvieron que salir en un momento. Es que en el Madrid o funcionas en el primer momento o cambian enseguida. Al Madrid se le exigen títulos y estos llegan con los mejores jugadores, aunque si un canterano llega al primer equipo, se hacen muy buenos y acaban siendo internacionales.
Te fueron cediendo a varios equipos, como el Numancia, luego llegaría el Olympique de Marsella, Betis, Sporting de Gijón... ¿Sentías frustración cada vez que veías que no podías quedarte en el Madrid?
Para nada, debuté con el primer equipo y luego me tiro cuatro años en Segunda B y me fui cedido a Soria, juego en Primera, regreso al Madrid año y medio, juego poquito y salgo. Estar en el Madrid es muy complicado, es para elegidos. Haber estado dos años en la primera plantilla del equipo era impensable cuando llegué con 14 a Madrid.
Jugaste con los mejores, ¿pero cuál te impactó más en un campo de fútbol?
Al final he estado con los mejores del mundo: Figo, Mijatovic, Suker, Roberto Carlos, Redondo... Aunque mi mejor amigo es Tote. Fuera de las mega estrellas, su calidad, junto a la de Guti, era impresionante. Te lo podía hacer Zidane, sí, pero yo a Tote se lo había visto hacer en Cadete, Juvenil, en Primera… Fuera de las mega estrellas, me quedaría con Guti y Tote.
¿Había cambiado mucho el vestuario cuando llegaron tantos extranjeros y 'estrellita'?
Cuando te metes ahí es otra historia, es verdad que había más medios de comunicación, contratos de imagen, el fútbol se había desbordado. Cuando llegó Zidane era impensable ir con él a una comida, antes de entrar había 200 personas a su alrededor. Cambió todo. Tenía que salir con el coche y no podíamos seguir en media hora, el coche de delante sería de Roberto Carlos o Figo. La prensa del corazón hablaba de ellos, no sólo los deportivos.
¿Cómo prevés que caerá Mbappé al vestuario actual del Real Madrid?
Creo que bien porque viene al mejor equipo del mundo, y ahora mismo cualquiera tiene más Copas de Europa, aunque sea el mejor jugador del mundo. Lo que veo en el Madrid es que es gente joven y que forman una piña bastante buena, y seguro que Mbappé se va unir a ello. Aparentemente se ve que todos se llevan fenomenal, aunque unos jueguen menos, nadie sale con declaraciones fuera de tono, en las celebraciones se han visto abrazos de verdad. Entra en un grupo bueno y eso va a ayudar aún más. En el Madrid ahora todo es armonía y es más fácil encajar, no es lo mismo que entrar en un equipo roto. Al final los jugadores son más normales de lo que parecen, supongo que a veces con tanta repercusión, te puede hacer perder la perspectiva, o a nosotros con ellos. Por ejemplo, cuando éramos muy jóvenes, volvías a casa y había gente que nos miraba mal, decían "mira se van a Madrid pensando que van a llegar". Los jugadores seguíamos normal y era el resto el que había cambiado.
¿Encontraste a algún compañero especialmente endiosado, pero especialmente normal?
La inmensa mayoría. Hierro, al que sigo viendo; o Zidane, que cuando me fui al Marsella, casi sin conocerme, les habló fenomenal de mí, así que imagínate qué recibimiento tuve. Roberto Carlos también es un tipo súper cariñoso. Son personas como cualquiera.
¿Cómo fue esto de darle al 'running'?
Fue por salud, porque cuando me retiré me enganché con unos amigos a la bicicleta de montaña, pero me caía todos los días. Me pegaba unos bombazos… Así que, para seguir vivo, un amigo me dijo que me fuera a correr. Y así hice. Salgo en grupo, después de toda una vida compartiendo vestuario con 30 'animales', no puedo correr solo.