Alberto Soro y un verano sin equipo: "Entiendo que algunos duden de mí; ahora necesito confianza con hechos, no sólo palabras"
Tras jugar la última temporada cedido en el Vizela portugués, el delantero aragonés se entrena por su cuenta y busca un nuevo destino para relanzar su carrera.

Alberto Soro (Ejea de los Caballeros, 1999) rescindió su contrato con el Granada el mes pasado, todavía con un año por delante de los cinco firmados cuando el futbolista aragonés llegó a Los Cármenes desde el Real Madrid. Radicado estas semanas en Portugal -donde jugó la última temporada cedido en el FC Vizela- Soro sigue un plan de preparación por su cuenta y escucha las propuestas que le van llegando para dar su siguiente paso profesional. Ya ha tenido algunas opciones, cuenta en esta entrevista a Relevo, pero quiere asegurarse bien "y tomar la mejor decisión". Fichado por el Real Madrid en 2019 desde su club de siempre, el Real Zaragoza, Soro nunca llegó a ponerse la camiseta blanca: ese primer año lo jugó cedido por petición propia en La Romareda y, al siguiente, salió traspasado al Granada. Aunque en lo deportivo Soro no lograra asentar su titularidad en el conjunto nazarí, hace una lectura positiva de los cuatro años allí. Contra el pensamiento general, la felicidad en el fútbol va más allá del terreno de juego.
Pleno verano, los equipos ya en pretemporada y Alberto Soro entrenándose por su cuenta. ¿Cómo has vivido la salida del Granada y esta situación de encontrarte sin equipo?
Este último año he estado cedido en el Vizela y al acabar la temporada decidimos rescindir el año de contrato que me quedaba con el Granada. Ahora mismo estoy esperando, preparándome para lo que venga en el futuro. De momento me he quedado en Portugal: todavía tengo la casa aquí, conozco también a gente que este año en Vizela me ha ayudado y me ha facilitado las cosas y por eso he decidido seguir estas semanas aquí y prepararme con ellos hasta que surja una oportunidad.
¿Eso significa que el fútbol portugués es una prioridad o tiene más opciones?
Estoy abierto a todo, en realidad, tanto en Portugal como en España y en el extranjero. Me gustaría que fuera en Europa, claro, sea España u otro país. Pero me estoy tomando este tiempo con calma, evaluando bien todo y con la intención de acertar en la decisión. Que lo que decida sea lo correcto. Si me he quedado aquí es por comodidad, porque ya tengo todo montado y así no tengo que estar yéndome a un sitio o a otro mientras sale un nuevo equipo.
Se ha convertido en un destino frecuente para el jugador español y también con fichajes que llegan desde allá. ¿Cómo es el fútbol en Portugal?
Está siendo una opción para muchos, sí, quizás por la proximidad y por la visibilidad que te da para después salir a otro destino en Europa. Al jugador español se le valora mucho, a priori al menos. Creo que es un fútbol mucho menos táctico que en España pero, al mismo tiempo, te diría que también más físico: hay muchas más transiciones, mucho juego aéreo... en España creo que se juega con más pausa. La experiencia fue dura al principio, porque no se daba lo que me habían dicho. Pero lo afronté con trabajo, haciendo las cosas lo mejor posible, y al final estoy contento con mi trabajo y con el balance de la experiencia.
Ya el verano pasado se habló de la posibilidad de salir del Granada. ¿Tenías la sensación de que este año la rescisión se veía venir?
Ya era consciente de que estas situaciones se dan en el fútbol. Quitando a los jugadores de máximo nivel, estoy seguro de que a los demás, a la mayoría, al 80% o 90%, esta situación les ha ocurrido alguna vez en su carrera. Trato de afrontarlo con normalidad: a veces las cosas han salido como querías y has sido feliz; en otras, no tanto y has tenido que trabajar duro y afrontarlo de la mejor manera. Soy consciente de que esto es pasajero. Me está sirviendo para aprender y mejorar de cara al futuro. Me lo tomo como algo natural.
¿Qué balance haces de estos años en Granada, qué sabor te queda?
Para mí ha sido un momento muy positivo, uno de los más felices de mi carrera. He tenido la posibilidad de vivir un ascenso, de jugar en Primera y en competición europea. En lo negativo, también un descenso, claro. Pero tanto yo como mi familia hemos sido muy felices en Granada. En todo momento nos hemos sentido muy valorados, tanto por los compañeros como por los técnicos y la gente del club. Allí he dejado muchos compañeros, buenos amigos y gente de la que estoy seguro que me va a ayudar en el futuro. Y me siento orgulloso de haber vivido en Granada y haber sido partícipe de unos años muy importantes para el club.
Eso contrasta mucho con la idea general que se suele tener desde fuera: ¿Puede un futbolista ser feliz a pesar de no jugar?
Fuera del fútbol se tiene la percepción de que todo lo que pasa en el campo se corresponde con lo que pasa en tu vida no profesional. Pero no siempre es así. Es verdad que en mi primer año en Granada, y esto era algo que comentábamos dentro del vestuario, al jugar varias competiciones y tener tantos partidos todos nos sentíamos importantes. Aunque en un partido jugaras poco, al siguiente podías entrar. Había lesiones por el medio, cambios... y además Diego Martínez, en su trato con los jugadores, sabía medir los tiempos del grupo. Ese primer año me sentí muy importante. En los dos siguientes ya mi papel fue menos relevante, pero en ningún momento me sentí infravalorado, ni mucho menos. Todo lo contrario: como ya he dicho, independientemente de jugar más o menos minutos, yo sentí que mis compañeros y los técnicos valoraban lo que estaba haciendo. Y eso es algo positivo que me llevo. Viví tres grandes años en el Granada y me siento orgulloso, por supuesto.
"Es la primera vez que me encuentro sin equipo en verano, pero lo llevo con naturalidad y con la tranquilidad de que tengo opciones. Quiero tomármelo con calma y dar el paso correcto"
Ex jugador del Granada¿Te produce inquietud no encontrar un equipo y que esto afecte a tu carrera?
Es la primera vez que me ocurre estar sin un equipo en verano. Pero lo llevo con naturalidad: tengo la tranquilidad de que tengo opciones, pero quiero tomármelo con calma y dar el paso correcto. Estoy tranquilo.
Siempre se dice que los veranos con una gran competición, como este año la Eurocopa, hacen el mercado futbolístico todavía más lento. ¿Esperas que se mueva todo más parar valorar mejor las opciones?
Sí, es que todo el mundo dice eso, pero como para mí es la primera vez, me lo tomo como que esto es lo normal. Salen opciones pero, por unas cosas o por otras, no quieres dar el paso. Otras veces sí te gusta, pero otra cosa te quita un poco la idea... Bueno, es parte del proceso. Los que vivimos en este mundo sabemos lo que hay, sabemos que éstas son las circunstancias, que todo tiene que encajar para que algo se produzca. Y por eso estoy tranquilo.
¿Has hablado con compañeros que se hayan visto o estén en situaciones similares y te puedan ayudar a gestionarlo mejor?
He tenido conversaciones con algunos, pero todos pensamos igual. Las oportunidades a veces cuando menos te lo esperas, llegan. Y otras veces estás esperando y la cosa no sale. Pero esto forma parte del fútbol.
¿Qué consideras lo más importante en la propuesta que te hagan, ese factor que juzgas fundamental y te puede decidir?
Ahora mismo estoy en un momento complicado y algunos clubes entiendo que dudarán de mí. Lo que necesito es confianza, no sólo a través de las palabras sino con los hechos. Que yo sienta que confían de verdad en mí y poder dar lo mejor de mí mismo en el sitio en el que esté. Y sobre todo estar feliz, tanto mi familia como yo, allá donde vayamos. Estoy seguro de que, al final, ese estado se transmite al campo.
¿A ti esta situación te ha trastocado la confianza?
Tengo la conciencia tranquila. Siempre he dicho que por trabajo y por juego, por mi parte no va a quedar. Es verdad que me ha tocado vivir circunstancias que no me esperaba, pero me han servido para aprender y estoy seguro de que si me vuelven a pasar en el futuro, sé de qué forma tengo que actuar. Pero estoy tranquilo, la verdad.
En Zaragoza estabas en el equipo de tu casa, en un entorno protegido, y de pronto un día te dicen que te quiere fichar el Real Madrid. ¿Cómo te tomaste aquello?
Ahora con los años es cuando quizás le estoy dando más valor. Porque en ese momento tenía 20 años, me pasaron las cosas muy rápido. Creo que ni era consciente de lo que iba a suponer para mí y en el futuro. Lo afronté con normalidad, sabía lo que quería en ese momento y así se lo hice saber a mi representante: salió bien porque creo que era positivo para todas las partes. Yo soy un chico de Zaragoza que siempre va a querer lo mejor para el club y en ese momento sentía que eso era lo mejor.
¿Te hace sentir mal el hecho de que un club te venda para cubrir necesidades económicas como ocurrió en aquella ocasión?
No, incluso te diría que sientes felicidad. Estás ayudando al club de tu vida, que te ha dado la oportunidad de estar donde estás. Lo que yo creía en ese momento era que estaba ayudando al Real Zaragoza y que ellos estaban valorando mi trabajo y mi juego. El club está por encima de cualquier cosa, sin duda.
¿Te llegaste a sentir jugador del Real Madrid?
Más que sentirlo yo, lo sentía por el entorno. A partir de ese momento las miradas hacia mí cambiaron, las perspectivas cambiaron. Al ser jugador del Madrid, aunque nunca me puse la camiseta, sentí que había habido un cambio. Pero para mí era todo igual.
Lo que sí tuviste claro es que no querías quedarte en el filial y preferías seguir en el Zaragoza. ¿Lo veías como un paso atrás?
Fue una premisa que puse en el momento del fichaje: que yo quería seguir en el Real Zaragoza, esa era mi postura. Es cierto que me querían para el Castilla, pero tenía claro que quería seguir en el Zaragoza en Segunda División. Me sentía cómodo por cómo había estado y cómo había sido todo ese año.
Ese último año, precisamente con Víctor Fernández, el equipo estuvo muy cerca del ascenso. Lo truncó el parón por la pandemia. ¿Cómo recuerdas todo aquel episodio?
Aquel año fue muy positivo... hasta el Covid. Fue todo rodado. Sentíamos que íbamos a ganar todos los partidos. Salíamos al campo con la tranquilidad de que, si hacíamos las cosas bien, íbamos a ganar porque nos sentíamos así. Pero después del confinamiento, sin saber por qué, todo lo que había estado a nuestro favor, se nos puso en contra. Y todo lo que pudo salir mal, salió mal. Es verdad también que La Romareda, precisamente en esa temporada, tenía una fuerza enorme, se veía y se palpaba en todos los rivales que venían a jugar contra nosotros. Aquel fue un desenlace muy duro para todos, porque era algo que no esperábamos. En el fútbol hay muchas cosas que no puedes controlar y se nos quedó a todos clavada la espina.
"En alguna ocasión el Zaragoza se ha dirigido al Granada preguntando por mí, pero el Granada siempre se ha remitido al dinero. Y yo lo único que no he querido es que el Zaragoza pagara por mí"
Ex jugador del Granada¿Qué pasó en ese periodo de parón por el confinamiento? ¿Cómo es posible que afectara tanto al Zaragoza?
Lo vivimos con mucha impotencia. Estuvimos dos, casi tres meses parados. Antes todo nos salía bien y después te encuentras que no sale nada. Seguíamos haciendo todo igual, trabajábamos igual, pero... Es difícil explicar lo que pasó. Para mí fue, a pesar de todo, una temporada positiva, y lo único que tocaba era afrontarlo de la mejor manera posible y mirar hacia delante.
En varias ocasiones ha salido el nombre de Soro como posible regreso al Zaragoza. ¿Ha habido alguna vez una posibilidad real?
En alguna ocasión sí que se han dirigido al Granada, pero todas las veces el Granada se remitía al dinero y yo lo único que no quería era que el Zaragoza pagara por mí, ni mucho menos.
Mucha gente piensa que no le vendría mal al Zaragoza en este momento recuperar a un jugador como Soro. ¿Ves alguna posibilidad?
No te podría decir. Obviamente por mi parte la puerta siempre va a estar abierta, pero no estoy pensando en eso. Pienso en un proyecto en el que sentirme feliz, con confianza... y en elegir la mejor opción posible para no equivocarme. Desde que salí del Zaragoza siempre he dicho que iba a volver, pero no sé ni cuándo ni cómo va a pasar. Como es algo que no depende de mí, yo tengo que estar centrado en lo que depende de mí. Estoy tranquilo.
¿Cuánto habéis hablado en estos años con Jesús Vallejo sobre el Zaragoza, de su situación, lo cerca que ha estado del descenso?
Muchas veces, claro. Hemos tenido carreras algo parecidas con Jesús. Los dos tuvimos que salir jóvenes del Zaragoza, por la situación del club, y los dos siempre miramos su futuro de forma positiva, seguros de que pronto se va a conseguir el objetivo.
¿Estás siguiendo sus movimientos en el mercado, el equipo que está haciendo?
Claro que lo sigo. Desde fuera se percibe un cambio a positivo, sin duda, pero también la gente tiene que ser consciente de que todo lleva un proceso y de que no se puede pasar del negro al blanco en un momento. A veces hay circunstancias, y más en la Liga en la que estamos, tanto deportivas como extradeportivas, que no puedes controlar. A veces irán a tu favor, otras en contra. Y eso es parte del fútbol: de que el balón pegue en el palo a que entre, cambian muchas cosas.
Como canterano del Real Zaragoza que llegó al primer equipo, ¿qué te parece la controversia generada en torno al fichaje de niños en categoría cadete y en edades tempranas por grandes clubes?
Esto evoluciona tan rápido que, hace 15 o 20 años, era impensable. Seguro que hay ocasiones en que serán los niños los que tomen la decisión, pero en muchas otras no serán ellos. Hay que ser conscientes de que la puerta del primer equipo del Zaragoza está más abierta que nunca. Tenemos muchos casos recientes de jugadores que han llegado hasta el primer equipo y han cumplido con creces, sin duda. Sabemos todos el dinero que se mueve en este mundo: no siempre puedes competir con los grandes clubes, pero en estas edades las decisiones no se deberían tomar por dinero, sino por lo que tú o tu entorno crean que es lo mejor para ti.
"Nadie tiene la varita mágica para saber cuál es la mejor forma de llegar a la élite, pero yo soy más partidario de que los niños estén en un entorno favorable antes que salir de casa"
Ex jugador del GranadaHay casos para todos los gustos. Gente que se queda y llega, otra que no... ¿Hay forma de medir el riesgo de cada apuesta?
Nadie tiene una varita mágica para saber qué va a ser lo mejor y cuál es la forma de llegar a la élite. Pero yo soy más partidario de estar en un entorno favorable para ti, que lo conoces, que estás cómodo... antes que tener que salir de casa, con mucha más competitividad con tus propios compañeros, etc. Para mí fue positivo quedarme, claro, y eso es todo lo que puedo decir.
¿Te habrías quedado toda la vida en el Zaragoza?
Por un lado sí, pero por otro lado... quitando el fútbol del medio te apetece también conforme vas creciendo vivir experiencias nuevas, conocer gente, vivir en sitios distintos. Yo sé que en el futuro algún día volveré a Zaragoza, y entonces podré valorar todo lo que haya vivido en otros sitios. Y que si me hubiera quedado, no habría podido vivir. Es un proceso que hay que tomar de forma positiva, con todo lo que va pasando.
La vida de un futbolista no es sólo el fútbol y una camiseta...
Antes que jugadores somos personas. Con nuestras circunstancias personales, familiares, nuestros deseos... Y circunstancias que se dan y que no controlas. A veces optas por dejar pasar una cosa y no sabes si esa posibilidad volverá; otras veces sí lo hace. Siempre intentamos todos tomar la mejor decisión. Pero tanto la vida como el fútbol son un cambio continuo.