El Betis no volverá a invitar a Monchi al palco del Benito Villamarín

Más allá de que el Sevilla siga merodeando el descenso después del empate a uno en el derbi sevillano, el encuentro puede traer graves consecuencias para Monchi. El periodista de la Cadena Cope, Juanma Castaño, informó en 'Tiempo de Juego' que el Betis no volverá a invitar al director deportivo del Sevilla al palco del Benito Villamarín. Desde el club verdiblanco entienden que la actitud de Monchi provoca e incita a la violenciay por ello actuarán institucionalmente contra el de San Fernando.

Pero, ¿Cómo se llega a esta situación? Todo empezó cuando Monchi decidió bajar al césped del Benito Villamarín tras la conclusión de un tenso derbi ante el Betis, que se cerró con reparto de puntos (1-1). El director deportivo del Sevilla quiso agradecer el esfuerzo de los aficionados desplazados al estadio bético en una circunstancia complicada en la clasificación. Algo que no gustó ni a la grada, que le abroncó, ni a los propios trabajadores del equipo local, que le recriminaron el gesto. El acta arbitral habla de un altercado en el túnel de vestuarios, pero no identifica a los implicados ni especifica en qué grado se produjo la reyerta.

El mandatario se llevó la mano al pecho y alzó el puño en señal de agradecimiento con sus seguidores. Posteriormente, los integrantes del banquillo bético se lo achacaron, si bien no llegó a haber conflicto directo entre las partes. Antes, ya animó desde el autobús del equipo y bajo al césped a recibir a sus jugadores. Pero tras el partido, consideraron que no era momento ni lugar por la enorme tensión vivida.

No es la primera vez que Monchi se deja ver sobre el césped tras la conclusión de un partido. Por ejemplo, ya lo hizo por el despido de Julen Lopetegui. Le acompañó al centro del campo para que se pudiera despedir de su afición. Pese a que su figura es de director deportivo, siempre se ha mostrado muy cercano a la plantilla.

Hasta el minuto 38, el derbi se vivió con la intensidad habitual de un Betis-Sevilla. Pero entonces, Montiel hizo una entrada temeraria sobre Álex Moreno, que Sánchez Martínez, de primeras, sancionó con solo cartulina amarilla. González González le avisó desde el VAR que la acción era merecedora de expulsión y así lo constató tras observarla en la pantalla.

El lateral se revolvió, incluso amagando con encararse con el colegiado y Acuña tuvo que frenarle. Así, fue aumentando la tensión en un primer tiempo de alto voltaje. Nabil Fekir golpeó con el codo al 'Papu' Gómez, al parecer de forma accidental y también fue expulsado. La jugada tuvo exactamente el mismo modus operandi que la primera roja: el colegiado solo la sancionó con amarilla y cambió de parecer tras verla en el monitor.

La acción del francés fue la más discutida, ya que no se aprecia voluntariedad en el golpe fuerte que se lleva el 'Papu'. Posteriormente, sí suelta el brazo para quitárselo de encima, pero no es ahí cuando se produce la herida en el rostro del argentino. Este, tras la conclusión del duelo, dio su opinión más sincera:

"Sentí el golpe muy fuerte de Fekir. Fue una jugada muy rápida, son situaciones de juego. Hay mucho roce, mucho contacto, Se está perdiendo un poco la esencia. Cada pisotón, cada cosa... Muchas veces la dinámica del juego te lleva a eso, pero no hay ninguna mala intención y estás llegando a rojas desmedidas que nada tienen que ver con el juego. Fue un partido muy friccionado. Sentí el golpe muy fuerte en la cara. No la vi en la televisión, pero si el árbitro decidió eso, allá él".

Nada más arrancar la segunda mitad, fue Borja Iglesias el que vio la tercera y última roja de campo del partido (Doblas fue expulsado del banquillo del Betis). El 'Panda' fue a pugnar por un balón con Joan Jordán y el centrocampista se giró en el momento más inapropiado. Entonces, el pie del delantero, que buscaba arrebatar la pelota limpiamente, chocó violentamente contra la pierna del sevillista, clavándole los tacos.

Sánchez Martínez, por tercera vez, apreció amarilla en una jugada que González González desde el VAR vio merecedora de expulsión. Y así volvió a llamarle, se volvió a acercar y tomó de nuevo la misma decisión. Diez contra nueve, el Sevilla gestionó casi de forma única el balón y solo pudo poner las tablas gracias a un descomunal disparo de Gudelj.

El acta de Sánchez Martínez reza lo siguiente: "Una vez finalizado el encuentro y cuando nos encontrábamos en nuestro vestuario, se produjo un altercado en el túnel de vestuarios entre jugadores y técnicos de ambos equipos. Al salir de nuestro vestuario para comprobar que estaba ocurriendo, ambos equipos se retiraron a sus respectivos vestuarios, no pudiendo identificar a los iniciadores de dicho altercado. Solicitamos la presencia del coordinador de seguridad, el cual nos indicó que no han podido identificar a ninguna persona implicada en el incidente".

En el incidente con Monchi, un empleado de seguridad del Betis sale a por el director deportivo. Después, un preparador físico se le encara y entre varios frenan el tumulto. Sergio Canales también quiso recriminar al empleado sevillista su actitud. Ahí se meten en zona de vestuarios, donde se les pierde la pista. El colegiado no pudo identificar quiénes estaban implicados en ese "altercado" ni tampoco qué clase de enfrentamiento se produjo.

Un cúmulo de polémicas que deja una temporada más un derbi de pura pasión, que se saldó con un empate a uno que sirve al Betis para mantenerse arriba y no ayuda al Sevilla a escalar posiciones en la tabla.