OPINIÓN

Álvaro Morata, un hombre bueno

Morata, en el partido en Dortmund./Jan Fromme / firo Sportphoto
Morata, en el partido en Dortmund. Jan Fromme / firo Sportphoto

El gol es la celebrity en la alfombra roja o la estrella en el clímax de la peli. Inmediatamente, el foco apunta al héroe y magnifica cualquier cosa que haga o diga. Rodrigo Riquelme eligió ese momento en Mallorca para reivindicar la figura de Álvaro Morata y, después del partido, para explicar el motivo: "Es un hombre bueno y la bondad parece que no termina de gustar en España".

Roro habla por experiencia propia. Su relación es estrecha y cercana porque el capitán de la Selección ha querido que lo sea. ¿Y cómo es él? Te lo cuentan quienes le rodean y ayuda a entender un poco más una figura discutida y por momentos despreciada. Conviene diferenciar el plano humano del profesional, una cosa es el futbolista y otra la persona que hay detrás. La línea es muy pequeña porque valorar mejor o peor al jugador puede acabar hiriendo a la persona. Muchas veces depende de quién lo recibe y de cómo lo hace. Su fortaleza o debilidad viene enraizada por muchos factores, que no siempre hay que imputar al crítico. Lo que sí merece la pena es valorar si lo que decimos es todo lo proporcional y cuidadoso que debería ser. Y, casi siempre, cruzar la línea depende del cómo y no del qué.

Morata es un buen futbolista, como acredita que haya jugado en Real Madrid, Juventus, Chelsea, Atlético de Madrid y todas las selecciones españolas (desde la más pequeña hasta la absoluta). Ese currículum inhabilita a quien hace mofa de su nivel. El capitán de la Selección tiene un crédito que se ha ganado para estar en la élite del fútbol, otra cosa es en qué escalón. Yo soy el primero que pienso que el Atleti puede encontrar otro delantero que le dé un salto de calidad. Lo hizo con Luis Suárez y ganó la Liga. Son muchas las cosas buenas que Álvaro ofrece en el campo: gran remate de cabeza, potencia al espacio, juega de espaldas, solidaridad y compromiso con el grupo, tienen su contrapeso a la hora de ponerse delante del portero y definir. Soy de los que piensa que es buen goleador, pero no un crack mundial. El club rojiblanco debería preguntarse si puede encontrar algo mejor en el mercado. Yo pienso que sí, pero para eso hay que gastar y, como defiendo que la pasta hay que invertirla en el portero y en el delantero (en mi opinión los dos puestos decisivos), eso debería ser una prioridad. Eso acercaría el camino de los títulos que se le exigen al Cholo, aunque su presupuesto diga otra cosa.

Lo que también es cierto es que hay muchos, infinidad de delanteros de menos nivel que Álvaro. Y además te garantiza lo más importante, no te va a dejar tirado nunca. Mientras Memphis sigue preparando la Eurocopa, el madrileño se esfuerza en recuperarse médica y mentalmente de unas semanas complicadas para seguir estando ahí. Si tiene que jugar diez minutos, como en Mallorca, lo va a hacer. Y será sin guardarse nada, siendo generoso con sus compañeros y con su club. Los que están dentro lo saben y por eso dan la cara por él, como ha hecho Riquelme.

Durante su carrera, Morata ha tenido que soportar muchas cosas que van más allá de un debate sobre su nivel futbolístico, la más dolorosa ver cómo es silbado en su propio país defendiendo el escudo de la Selección. No solo eso, el recurrido cántico en el Bernabéu "Morata es una rata" ha tenido muy poco eco y nulas campañas internacionales, vete tú a saber si porque, efectivamente, el color de la piel o el lugar donde se grite nos hace diferentes. De él también se han mofado repetidamente y el propio jugador ha lidiado con problemas de salud mental que no ha tenido reparo en reconocer.

Todo viene determinado por la proporción. Vivimos una era de sobreestimación de las opiniones anónimas en pantallas. Creemos que son más de los que son y verlos a todos juntos por escrito impacta un poco. Será porque antes el veneno se desahogaba en un bar y solo se enteraban los de la barra. Ahora tienen el poder de escupirlo en tu propia cara, aunque haya un cristal de por medio. Quizá por ello Riquelme quiso salir al paso de un problema que existe pero, honestamente, creo que no en la medida en la que lo colocamos. Al igual que ha sido injustamente tratado en no pocas ocasiones, no sé si lo de ahora va más allá de unos cuantos mensajes 'disparados' al tun tun. Entiendo que para Álvaro no han sido semanas fáciles por su error y cambio posterior en Dortmund y por una racha de negación ante el gol que ya dura demasiado. Esa parte sí debe asumirla como profesional que es y, por lo menos hasta el momento, de él no ha salido una mala palabra ni un reproche. Con honestidad, creo que en ese campo tampoco tendría motivos más alla de que el Cholo dejara caer en Alemania que cada jugador tiene una efectividad de cara a la portería. He de decir que lo comparto, otra cosa es si hacer público el comentario era conveniente.

De Morata sus compañeros hablan maravillas y no me refiero solo a jugadores. No hace mucho quiso compartir su prima de la Eurocopa con el equipo técnico de la Selección. Junto a Dani Carvajal se bajan siempre del coche en la Federación para firmar a todos los aficionados que están esperando detrás de la valla. Tiene ese lado sentimental, quizá sensible, que une a un carácter bromista que deja ver poco al exterior. Te lo cuentan sus compañeros, siempre va con la broma puesta y un poco de rock para ponerle la banda sonora. Es el autor de unas cuantas fotografías de 'dormidos' en los viajes de grupo.

Morata tiene una espina clavada, los trabajadores de la Federación todavía recuerdan sus lágrimas el día en el que España quedó eliminada para estar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. El madrileño vio una amarilla en el partido de ida y, pese a todo, pidió permiso a la Juventus para quedarse con el grupo. Ese palo aún lo tiene clavado y la raíz de su ilusión por tener una segunda oportunidad en París. Destacan que es el primero a la hora de integrar a los jóvenes y desde ahí se entiende la dedicatoria de Roro. También que es muy cercano y no escatima el saludo para todos los trabajadores. Tira de su propia experiencia cuando dio un discurso antes del Europeo Sub-21 en Israel agradeciendo cómo le habían acogido. Era el año 2013 y acabó siendo el máximo goleador del torneo.

Es Álvaro Morata, un tipo muy querido por sus compañeros y un delantero de alto nivel cuyo escalón depende de la valoración y los gustos de cada uno. Seguramente lo primero sea bastante más importante que lo segundo.