GUILLERMO AMOR

"Cuando tengo un problema, me traslado a mi accidente de coche para relativizar y me tranquilizo"

Guillermo Amor, que lo ha sido todo en el Barça, ahora es agente. "Cada vez que he salido del club ha sido porque me han dicho adiós".

Guillermo Amor, en una imagen de archivo en el palco del Camp Nou./GETTY
Guillermo Amor, en una imagen de archivo en el palco del Camp Nou. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Guillermo Amor (Benidorm, 4 de diciembre de 1967) llega a su cita con Relevo casi de puntillas, sin hacer ruido ni darse la importancia que tiene, y haciéndose hueco entre la gente que circula en el hall del céntrico hotel de Barcelona en el que hemos quedado. Circula por la vida como cuando era futbolista del glorioso Dream Team de Cruyff y asomaba con tanta pericia por el área.

Pese a sus 55 años no tiene apenas canas y conserva un físico envidiable. Hace nada le teníamos en el salón de casa cada tres días, como portavoz institucional del Barcelona, pero su rutina ha cambiado bastante. Tras cuatro etapas diferentes en el club como jugador o trabajador, Laporta decidió prescindir de sus servicios por sorpresa. Con un Villarreal-Barça a la vuelta de la esquina, un duelo entre dos de los equipos donde fue un referente el internacional, éste era un buen momento para volver a saber de su vida y hacer un repaso a su larga trayectoria. Una gran carrera con un punto de inflexión en una carretera de madrugada en 2007...

¿Qué hace ahora Guillermo Amor?

Hubo un cambio de Junta en el Barça y me tocó salir junto a otros compañeros. Desde ese momento me reuní con amigos para ver qué hacer, hablé con varios excompañeros, como Unai Vergara [coincidieron en el Villarreal] y decidimos empezar juntos en la representación de futbolistas poco a poco y sin prisas. La competencia es dura, porque hay agencias que llevan mucho tiempo en esto y son muy fuertes. Es complicado entrar. Pero hay hueco para todos.

¿Cuál es su función concreta?

Trabajar con la máxima lealtad, junto a Unai y también a Carlos Vargas, en todo lo que conlleva la representación de futbolistas. Ellos dos ya se dedicaban a ello anteriormente. Yo estoy ahora sacándome la licencia y estamos buscando un nombre para la empresa, que todavía no lo tenemos.

Jugador, director de cantera, portavoz, comentarista… Sólo le falta ser presidente algún día.

No, eso seguro que no. Siempre he hecho más trabajo de club y ahora tenía varias opciones y, tras pensarlo unos meses, decidí optar por esta. He podido entrenar, pero llevaba cuatro o cinco años haciendo una tarea en el Barça que no tenía nada que ver con eso, como formación primero y luego relaciones institucionales, y no veía lo del banquillo. Y eso que ya tuve una buena experiencia en Australia. El trabajo de campo lo había dejado y no es sencillo regresar así de pronto.

Los exjugadores lo suelen tener más fácil.

Aun así. La gente te pide experiencia. Tendría que haber empezado ahora desde abajo y hay mucha gente con un gran nombre y trayectoria esperando un banquillo de Primera o Segunda. Es complicado. Por edad creo que la representación era lo que mejor me venía ahora. Estoy con muchas ganas y quiero disfrutarlo. Estoy muy contento. Creceremos e iremos a más. Le digo a mis socios que no se preocupen, que los inicios siempre son duros para cualquiera. Las grandes agencias también empezaron de la nada.

Con muchos de sus competidores trataría usted en sus inicios en la cantera del Barça.

Así es. Veía venir a esos agentes a negociar y no tenían casi jugadores. Llevaban unos cuantos jóvenes y ya está. Y mira ahora... Las cosas les ha ido muy bien con trabajo y paciencia. El problema es que, en el fútbol, mires donde mires, no hay paciencia. Tiene que ser todo para ya, rápido. Y luego pasa lo que pasa.

Usted, que ha estado en primera línea tanto tiempo, ¿podría vivir hoy sin necesidad de trabajar?

La época que viví yo como jugador no es la de ahora. Era todo muy distinto. Los contratos eran otra cosa, sobre todo para los de casa.

Pero Amor sería de los caros. Un centrocampista, internacional, con llegada y gol...

Los canteranos éramos los que menos cobrábamos. Cuando subimos al primer equipo había tres niveles. Primero, los extranjeros: Koeman, Laudrup, Stoitchov y Romario. Luego, los fichajes nacionales: de la Real, Athletic, Espanyol... Y por último los de casa. Esas eran las reglas. Te lo tenías que ganar poco a poco. Costaba mucho ganar ese dinero. Ahora, en la actualidad los de casa han pasado a ser los que más ganan. Leo y compañía pusieron el nivel muy alto.

El problema es que estaba acostumbrado a ver un tipo de fútbol, como Liga, Champions, Premier, y ahora va a tener que mirar más a campeonatos infantiles o cadetes...

Intento ver todo. La captación puede ser de jóvenes y también de jugadores más mayores que ya están en la élite. A mí me gusta ver todo. El otro día estuve en el partido de España Sub-15 y el nivel es muy bueno. Veo a muchos de ellos con un gran futuro.

¿Qué cualidades esenciales debe tener un agente para dedicarse a esto?

Transmitir confianza primordialmente, empatizar e intentar ayudar en todas las necesidades que puedan surgir. En general, en este mundillo hay de todo como en cualquier profesión, pero no debemos olvidar que el protagonista es el futbolista y tú estás a su lado, para ayudarle. En el momento que el agente quiera ser más protagonista y ganar más que el futbolista, no es buena señal.

"Ahora soy agente. En el momento que un representante quiera ser más protagonista y ganar más que el futbolista, no es buena señal"

GUILLERMO AMOR

¿Y qué es en lo que más se fija de un jugador para que se decida a representarlo?

Que sea talentoso, inteligente, vivo, intuitivo, perseverante y trabajador. La actitud es importantísima. Que tenga claro qué es lo que quiere, que esté dispuesto a mejorar cada día y sacrificar muchas cosas por la profesión. La inteligencia y la ambición también son fundamentales. Nosotros ya representamos a Lago Junior, Juan María Alcedo, Adrián Niño, Joel Febas, Ortolá, Víctor Lázaro...

¿Y si tiene el conocimiento de que es muy bueno, pero fuera del campo es una bala?

Ahora se mira mucho eso. Y el entorno. Yo lo veo como un reto. Precisamente ese tipo de futbolistas son los que más ayuda necesitan. Es bonito levantar y encauzar a chicos así. La edad juvenil es la más complicada. Es en la que se crea un embudo y las opciones se les empiezan a cerrar a muchos que de pequeños eran muy buenos. Son pocos los que se ganan la vida y ese mensaje hay que trasladarlo: es difícil, hay que trabajar mucho y hay vida más allá del fútbol.

Ya, pero eso de que estudien y demás a veces se hace de cara a la galería.

Puede que en algunos casos. Nosotros lo tenemos claro. Siendo infantil, cadete y juvenil hay que estudiar sí o sí a la vez que juegas. Y si realmente eres muy bueno y juegas en el fútbol profesional, hay que entender que es más complicado. Pero hay que intentarlo también y formarte. Los que suelen funcionar bien académicamente también lo hacen en el terreno de juego.

¿Cuándo tuvo Amor su primer representante?

Antes no tenías hasta que llegabas al filial. No había la reglamentación que hay ahora, que a los 16 años ya firmas contratos profesionales. Había cuatro o cinco grandes representantes y punto. Hacían lo mismo con todos: infantiles, 3.000 pesetas. Juvenil, 10.000. Y cuando subías, un año esto, al otro esto y al siguiente esto más. No había diferencias entre jugadores. Sólo en el primer equipo se empezaba a hablar de cosas serias. Ahora ya hay futbolistas que no pasan ni por el filial y llegan directos a Primera. A mí empezó llevándome un despacho que se llamaba March y luego Minguella y Orobitg,

Con todos los avances que hay ahora (nutrición, entrenador personal, psicología deportiva...), ¿qué cree que hubiera necesitado en su día para haber sido mejor futbolista?

Un poco de todo. Ahora hay 25 personas trabajando para 25 jugadores y antes teníamos lo justito. Todo era más libre. Dependía mucho de ti. Éramos casi autodidactas. Nadie te controlaba. Y llegabas al entrenamiento justo antes de empezar. Yo me fijaba mucho en los más veteranos (Calderé, Rojo...) y en los de La Masía (Pedraza, Fradera, Covelo, Vinyals...). Mentalmente tienes que estar dispuesto a todo y es clave valorar lo que es el Barça y por qué tú estás ahí y no otro. Pensar: 'Me la voy a jugar y no me va a parar nadie'. El deseo es el motor para ser futbolista. Luego, se puede torcer. Hay muchísimos más que no llegaron igual donde yo pude, aunque fueran buenos futbolistas. Los canteranos son los que más años están en el primer equipo y es porque saben lo que cuesta y cómo tienen que actuar. El sentimiento es la clave. Si se lo sumas al talento y al sacrificio, eres imparable. Los resultados están ahí. Por eso el Barça es lo que es.

Ya veo que, de todo lo que ha hecho profesionalmente, la época de futbolista es la mejor. ¿Y la peor?

Todo me lo he tomado como un aprendizaje. Me gustaban unas cosas más que otras y he intentado adaptarme siempre. El trabajo de club me encanta. Y cuando he estado fuera me he adaptado bien. Incluso cuando he hecho de comentarista en la televisión. Vives de todo y lo disfrutas.

Ser portavoz del Barça no debió ser fácil. ¿Cómo se preparaba?

Pues miras antes y después los temas que pueden salir. El problema es cuando tienes un día tranquilo y salen bombas. Y piensas: 'Uy, ¿otra vez este tema?'. Siempre lo trabajas con la gente de protocolo y comunicación. Después de los partidos me gusta hablar del análisis, pero ya sabes... Se habla mucho de lo que no es fútbol. Si ganas, te preguntaban por cosas que no tenían que ver con el partido, y si pierdes pues entonces hablas más que nunca del partido. Nunca sabes por dónde te van a salir. Tienes que estar muy al día, ver todos los detalles del partido... Estás más pendiente de no molestar a nadie que de dar tu opinión. Al final hablas en nombre del club y en defensa de la entidad. No te puedes meter en la piel del míster, por ejemplo. Ellos mismos ya hacen casi de portavoces. No es fácil. Debes intentar no meterte en "fregaos".

"Es difícil ser portavoz del Barça. Estás más pendiente de no molestar a nadie que de dar tu opinión"

GUILLERMO AMOR

¿Se daba el caso de que ya en el minuto 15 estuviera pensando: 'A ver qué me preguntan hoy Mónica Marchante, Cristina Bea y compañía'?

Pasa, pasa.

Amor, atendiendo a las teles en un partido de Champions. GETTY
Amor, atendiendo a las teles en un partido de Champions. GETTY

¿Llegó incluso a estar más incómodo delante de un periodista que reuniéndose con una estrella como Messi o con un presidente en una negociación importante?

Bueno, puede ser. Las ruedas de prensa no son nada fáciles. Antes había menos medios, menos periodistas y era todo mucho más familiar. Ahora vas a una rueda de prensa y hay 80 medios...

¿Ensayaba?

No

¿Y se veía repetido para pulir detalles?

No. No lo hacía ni como futbolista. Nunca me ha gustado. Ahora me ponen imágenes de hace muchos años y me gusta más. Por recordar. Pero las entrevistas no las reviso.

¿Qué pasa para que llegue al Barça dos veces con Laporta y acabe saliendo?

Estuve de 2003 a 2007 con Laporta, de 2010 a 2014 con Sandro y luego con Bartomeu de 2017 hasta que entró Laporta de nuevo. Mis salidas nunca las he achacado a nada personal. Cada presidente o nueva Junta quiere a gente más afín de su entorno. Pero nunca ha habido nada.

¿Volverá?

Ahora, con 55 años... No lo pienso, estoy por otras cosas. Vivo el presente. No puedes planificar.

¿Qué hay de Guillermo Amor en este Barça actual?

La esencia que hay es la que todos hemos defendido. Todos hemos aportado. Cuando veo que los canteranos suben me produce mucha alegría. He coincidido con muchos desde pequeños y los he visto crecer.

¿Recuerda el día que entra por primera vez como jugador al vestuario del primer equipo?

Antes solían hacer una selección de chavales de La Masia y nos llevaban a entrenar un día con los grandes. Pero no te cambiabas con ellos. Recuerdo que fue con Menotti. E incluso en la inauguración del Mini Estadi en el 82, en un amistoso, entré al campo con 14 años sustituyendo a Maradona. Imagínese. Era un partido en el que se mezclaban jugadores del primer equipo y del Barça Atlètic. Maradona era todo para todos nosotros. Era lo máximo. Como ahora Leo. No era ni consciente de lo que me estaba pasando.

Amor, en un Barça-Oporto de Copa de Europa. GETTY
Amor, en un Barça-Oporto de Copa de Europa. GETTY

¿Le pegaban a Maradona más que a Vinicius?

Le pegaban, le pegaban. Había entradas muy fuertes. El tío aguantaba, se levantaba y tiraba hacia adelante. En eso era como Messi. No es fácil tirar a Leo. Y no se queja. Siempre lo pienso: 'A Leo, cuando le dan, casi mejor para ese equipo que le hagan daño porque como sólo le hieran...'. Se levanta y te revienta futbolísticamente. Te humilla. Cuando yo llegué al club en 2003 es cuando aparecía Leo.

"Llegué a sustituir a Maradona. Era lo máximo. Como Messi. A Leo, cuando le dan, casi mejor que le hagan daño porque como sólo le hieran... te humilla"

GUILLERMO AMOR

¿Y qué pensó cuando le vio por primera vez?

Bueno...

¿Ya se intuía lo que iba a ser?

No sé... Le vi tan menudito, que digo 'este chico va a haber que fortalecerle mucho'. La primera impresión, eh. Estaba muy por hacer. Era muy pequeñito. Pero, madre mía, cuando fue cogiendo cuerpo. Las diferencias con el resto eran increíbles. Se comía las categorías. Un año se saltó cuatro de golpe.

¿En qué ha cambiado sobre todo el fútbol desde sus inicios a ahora?

La velocidad. Antes también había más dureza. Había que ir a según qué campos... Y sin las cámaras de ahora. Había entradas que eran muy difíciles de ver. La tarjeta es más barata.

¿Con qué ojos mira hoy al Barça? Cuando a uno le echan de un sitio siempre queda algo de rencor.

Sólo el que no es del Barça puede desearle que le vayan mal las cosas. Por encima de todo y de todos está el Barça. Todos estamos de paso.

Quizás la salida más dura es cuando un canterano memoriza una filosofía tan marcada y le toca irse a otro equipo, como le sucedió a usted en la Fiorentina. ¿Cómo es la vida de un culé fuera del Barça?

Debe estar preparado para todo, pero no es sencillo. Hoy están más preparados tácticamente que antes. En mi época jugabas en una posición y no te enterabas de muchas otras cosas. Ahora la metodología te hace entender todo el juego. Cuando sales tienes que adaptarte rápido y saber jugar en cualquier sistema. Yo, cuando salí, disfruté. No lo sufrí. Y pasé del juego de posición al Calcio. Todo era más táctico, físico y defensa. Y los entrenamientos no tenían nada que ver. Echabas de menos los rondos de Cruyff. Mi experiencia fue muy buena. Aun así, lo mejor es empezar y terminar en el Barça. Pero eso amigo... Es muy, muy complicado. Uno nunca da el paso para marcharse.

¿Sí?

Es que salir por ahí no es sencillo. A veces vas a la aventura. Yo llegué a irme a Australia, sin hacer nada, sin la familia, a ver cómo entrenaba Josep Gombau en el Adelaide. Me quedé como director técnico, vino mi familia, y luego llegué a sustituirle cuando él se fue con Villa a EEUU. Tres años estuve. A veces nunca sabes. ¿Económicamente merece la pena? No. Sumas experiencias. Yo fui a jugar incluso a Escocia cinco meses y no sólo pasé frío, me costó dinero.

Ahora que tenemos un Villarreal-Barça, mucha gente no se acordará que vistió de amarillo en el 2000. ¿Ya intuía entonces que el Submarino podría llegar a ser lo que es ahora?

Cuando llegué ya había un buen equipo. Fue con Víctor Muñoz y jugaban Palermo, Arruabarrena, etc... El ambiente familiar era muy bueno. Cuando llegué acababa de subir a Primera y el objetivo era la permanencia. La apuesta siempre era clara y con un crecimiento continuo de progresar con un buen trabajo y mirando mucho a la cantera. Es de las mejores. Esa Ciudad Deportiva es un lujo.

Amor, en el Camp Nou, con la camiseta del Villarreal en la 2000-01. GETTY
Amor, en el Camp Nou, con la camiseta del Villarreal en la 2000-01. GETTY

Tanto que Setién se ha quedado a vivir allí en vez de buscarse una casa.

¿Sí? ¡Qué bueno! Es un poco rara esa decisión.

¿Ha vuelto a hablar con él después de que coincidieran en el Barça?

No. La verdad es que no.

¿El peor momento que vivió usted en el Barça fue el 2-8 en el que él cavó su tumba?

No. A ver...

¿Hay algo peor?

Para el Barça fue más duro Roma y Liverpool. Esos dos días fueron mucho peores. El primer batacazo se veía como imposible. Veías que ibas a ganar y pasar. Y el segundo, que ya tenías la experiencia y ellos estaban con bajas... Pero ves que son tan superiores... Teníamos la Champions ahí. Fue un momento muy duro para todos. El 2-8 ya ves que ellos te estaban pasando por encima. El resultado te hace daño en cuanto a imagen en todo el mundo. Eres el Barça. Con poquito más hubiéramos estado en otras dos finales de Champions. Esto es así. Un momento y un detalle te cambian la historia del club. Y ejemplos hay mucho en otros equipos. No vamos a sacar ahora los detalles, los goles, los partidos...

"El peor momento no fue el 2-8. Lo de Roma y Liverpool fue más duro por la imagen en todo el mundo. Un detalle te cambia la historia del club"

GUILLERMO AMOR

Personalmente le ha tocado vivir momentos más duros. Nunca me olvido de aquel accidente de coche de 2007 que casi le cuesta la vida. ¿Cómo le recuerda?

A ver... Es un tema que no me gusta tocar mucho.

Le entiendo. A mí, sin ser tan grave como el suyo, me pasó algo parecido. Mejor hablamos de otra cosa.

¿También le pasó?

En un Santander-Madrid casi me quedo en Mataporquera. Llovía aguanieve y de repente entré en una pista de hielo donde ya había coches parados en mitad de la autovía porque habían colisionado. Choqué con varios de ellos, fui de un carril a otro y acabé empotrado contra la mediana...

Y cada vez que pasas por ahí te acuerdas, ¿no?

Exacto.

A mí me pasa lo mismo. A mí me afectó mucho físicamente. Tardé un tiempo en recuperarme, y de aquella manera. Me gusta acordarme del momento cuando tengo un instante de intranquilidad, nerviosismo o cuando tengo algún problema. Me traslado allí para relativizar y me tranquilizo. Cada vez que paso por L'Ametlla, donde tuve el accidente esa madrugada, siempre me acuerdo del kilómetro, miro, memorizo, reflexiono... Pero prefiero pensar que soy un afortunado. Lo normal es que no hubiera salido de allí por muchas circunstancias. Siempre lo llevaré conmigo.

"¿Mi accidente? Me dormí. Soy un afortunado. Saqué fuerzas de donde no había. Lo normal es que no hubiera salido de allí por muchas circunstancias"

GUILLERMO AMOR

Venía de comentar un Valencia-Barcelona para la tele.

Recuerdo cada instante, aunque cuando me socorrieron estaba grogui. Me quedé dormido al volante. Dios me dio la posibilidad de salir adelante y saqué fuerzas de donde no había. No llegaba porque se alargó mucho, pero aquí estoy [sonrisa de oreja a oreja]. Me tenía que haber quedado a dormir en Valencia, pero tenía que estar al día siguiente en Barcelona para otras cosas y decidí conducir al acabar el encuentro. Desde que me subí al coche y pude salir de Valencia pasó una hora de todo el tráfico que había. Y con la tensión y el cansancio del partido encima... Iba solo. Había ido para Valencia en el mismo día del partido. Vamos con mucha prisa y lo que le decía antes: hay que aprender a vivir con más calma.

Así quedó el coche de Guillermo Amor tras su accidente.
Así quedó el coche de Guillermo Amor tras su accidente.
«Cuando tengo un problema, me traslado a mi accidente de coche para relativizar y me tranquilizo»

¿Sigue conduciendo?

Sí, sí. No cogí fobias ni nada de eso. Pienso mucho en todo lo que he vivido desde esos 40 años, que fue la edad que tenía cuando me pasó, y que igual no podría haber vivido. Momentos con la familia, con mis hijos, celebraciones. Lo valoro todo mucho más.

La cabeza es increíble... Yo he llegado a pensar alguna vez: '¿No me quedaría en aquella carretera de Cantabria y todo lo que estoy viviendo ahora es un sueño?'.

¡Cómo te entiendo! Yo, de aquella noche, pienso en cómo llegué desde Valencia a L'Ametlla. Porque es que ni lo recuerdo. Como si hubiera ido dormido todo ese tramo. ¿Llegué hasta allí? Salí de Valencia y no recuerdo nada más.

¿Piensa más en ese día o en aquella semifinal de Copa de Europa del 92 ante el Benfica cuando vio una amarilla que te impidió jugar la gran final de Wembley?

Intento sacar lo bueno de todo y no quiero pensar demasiado ni en lo uno ni en lo otro. Son cosas muy diferentes. Una cosa es un disgusto y en otra está en juego la vida. Viendo la acción de la tarjeta, con el paso del tiempo, ves que podía ser justa. Igual me la merecía. Me podía haber frenado. Entré con mucho ímpetu.

¿Cómo vivió aquella victoria histórica que dio la primera y ansiada Champions?

Pues como aficionado.

¿Como aficionado? Iría con el resto de la expedición.

No, no. Las cosas entonces no eran como ahora. Me hubiera gustado estar con el equipo y participar en la final, claro, pero al no estar convocado fui con el resto de aficionados. El equipo se fue antes a una miniconcentración y los no citados nos quedamos fuera. Viajamos el día de partido con la afición, fuimos al estadio con ellos y los familiares y lo vimos en la grada, nada de palcos y cosas así. Como uno más.

¿Y cuando acabó el partido?

Tras marcar Koeman aquella falta, y cuando estaba a punto de acabar el partido, los jugadores nos bajamos al césped. Nos costó bastante, encontrando la puerta correcta con tantos nervios. Y estuvimos en la celebración. Donde ya permanecimos con el equipo fue en la cena de celebración. Inolvidable.

Allí estaba otro al que también le pudo cambiar la vida hace poco. ¿Ha hablado últimamente con Eusebio?

Sí. Y nos hemos visto. Le hicimos un homenaje en Sitges. Está en Valladolid recuperándose poco a poco. Tuvo mucha suerte con esa maldita caída. Es una alegría verle mejorar como lo está haciendo.

Unzué está ahí para darnos fuerzas a todos.

Qué máquina. Estamos en contacto siempre con él. Muy majo. Juan Carlos es como era como jugador. Una mentalidad extraordinaria. Muy trabajador. Fue un gran portero. En el Barça le tocó estar a la sombra de Zubi, pero decidió irse con valentía a Sevilla y mire qué carrera ha tenido.

De aquel 'Dream Team' han salido muchos entrenadores.

Es que nos lo pasábamos tan bien que era necesario transmitir todo aquello al resto. Cruyff fue muy importante para todos nosotros. Sabía mucho.

¿Él daría esta Liga por sentenciada?

No. Nadie puede verlo así. No hay nada hecho. Febrero es duro. Xavi transmite esa realidad muy bien.

¿Qué tal le está viendo?

Bien, bien. El año pasado fue más complicado por muchas cosas. El equipo es bueno y se ha reforzado bien. Hay equipo para hacer grandes cosas. Xavi está muy capacitado. Ojalá sigan así, compitiendo hasta el final. Si continúan a este nivel...

...

Caerá algún título más, seguro.