Ancelotti ha creado un 'monstruo' con Rüdiger
El defensa alemán se ha erigido como uno de los líderes del Real Madrid y su peso sigue creciendo tras la lesión de Militao.

El Madrid de Ancelotti funciona. Y la afición merengue disfruta del momento de su equipo. Ya son 20 partidos en lo que llevamos de campaña y los blancos han ganado 17, han empatado dos y tan sólo han perdido uno. Encadenan cinco victorias consecutivas, pese a las numerosas bajas, y se elevan en lo más alto de la tabla tanto en Liga como en Champions.
Nueve goles en contra en quince jornadas de competición. El Madrid es el equipo menos goleado de la Liga y ese es uno de los secretos de la fórmula de Ancelotti. El técnico italiano planeó el curso, sin grandes fichajes en la delantera, con una idea muy clara en defensa: volver a ser un engranaje sólido. Y pese a la mala fortuna con las bajas de Courtois y Militao, lo está consiguiendo.
Antonio Rüdiger es uno de los culpables de la buena salud defensiva del Real Madrid. Es el gran líder de la zaga blanca, de jefatura compartida con Carvajal, y Ancelotti le ha entregado las llaves de la retaguardia de su equipo. Rüdiger se está saliendo. Contra el Granada, una nueva exhibición. Secó los mínimos intentos de Bryan Zaragoza y Lucas Boyé, y ayudó a Lunin a labrarse otra portería a cero.
El presente de Rüdiger es muy distinto al de sus inicios como futbolista del Real Madrid. No arrancó de la mejor manera posible, con demasiados despistes, y hasta que no se coronó con su gran defensa a Haaland en Champions, el teutón no se ganó la confianza total del madridismo. Ancelotti siempre creyó en él.
Ahora es un central diferente al que llegó desde el Chelsea. Y su entrenador tiene mucha culpa de ello. Rüdiger se ha empoderado tras la lesión de Militao. Ha recogido su peso dentro del equipo, tira la línea defensiva y también se atreve con los desplazamientos en largo y las primeras conducciones desde campo propio. En sus botas, más del 90% de los minutos posibles jugados esta campaña.
A sus condiciones físicas innatas, tan rápido y potente, Rüdiger le ha añadido un plus de concentración. Siempre bien colocado y atento ante cualquier situación de emergencia, mucho mejor defensor de área que hace unos meses. Imponente en los duelos, el alemán ya brilla como uno de los mejores centrales de lo que llevamos de temporada.
Además, Rüdiger mantiene su carisma dentro del vestuario. Es de los que más apoyan a los canteranos, les guía y con todos bromea. Y es el protagonista de las celebraciones, con sus 'golpetazos' de cariño a sus compañeros. Rüdiger está feliz en Madrid y lidera su defensa, el gran secreto de Ancelotti para maravillar en una temporada tan complicada. Tras la invención del Bellingham goleador, Rüdiger como su 'monstruo' que todo lo cuida.